Juego de máscaras en tiempos de internas

La seguridad sigue siendo un problema sin solución para el gobierno de Horacio Cartes. En casi tres años de gestión no ha podido descifrar los códigos que mueven a las fuerzas de seguridad. Las permanentes disputadas por espacios de poder y la rampante corrupción que atraviesan a los organismos de seguridad postergan cualquier logro. Los padrinazgos pueden más que la institución. Seguir leyendo Juego de máscaras en tiempos de internas

Un psicópata marca la agenda de Uruguay

Bajo apariencias supuestamente “institucionalistas”, el gobierno de Tabaré Vázquez ha hundido al Mercosur en la peor crisis de su historia, al extremo de que a partir de mañana podría quedar acéfalo. Una vergüenza para el Uruguay, cuyo gobierno se ha jugado como ningún otro por un dictadorzuelo de la peor calaña, Nicolás Maduro, salvo los integrantes de la “Alianza Bolivariana” (ALBA) como Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y otras naciones pequeñas del Caribe. La inusual situación es fruto del error de haber permitido el ingreso de Venezuela al bloque, cuyos altos costos hoy están a la vista. Lejos de dar cumplimiento al deseo uruguayo, de traspasar la presidencia pro tempore al “epígono” de Hugo Chávez, lo que corresponde es proceder a la suspensión de Venezuela como miembro, hasta tanto en ese país se restaure el Estado de Derecho.

Ahora resulta que el gobierno uruguayo descubrió que “lo jurídico debe primar por sobre lo político”, lo cual constituye un acto de soberana hipocresía, ya que cuando en el 2012 votó por la suspensión de Paraguay como miembro pleno, inmediatamente después de que el Congreso destituyera a Fernando Lugo vía juicio político, dijo exactamente lo opuesto. El criterio de entonces fue que “a veces, el criterio político está por encima de lo jurídico”, con la intención de justificar la arbitraria resolución sin siquiera haberle otorgado a nuestro país algo tan elemental como el derecho a la defensa.
Pero además, lo que se plantea en el caso de Venezuela se basa en lo que contempla el “Protocolo de Ushuaia”, que establece sanciones en caso de “amenaza de ruptura del orden democrático o a una violación del orden constitucional”, tal cual sucede desde hace meses en la nación de Bolívar.
Nada de esto parece importar a Tabaré. Su política es defender a Maduro a capa y espada, al contrario de su antecesor, José “Pepe” Mujica, también del “Frente Amplio”, quien hace un par de meses lo tildó de estar “más loco que una cabra” y lo responsabilizó del caos reinante en su país.
Lo cierto es que desde su fundación en 1991, en el Mercosur nunca se pensó oír lo que pasa en el presente, sumido en una parálisis absoluta, como lo demuestra la cancelación de la reunión que debían celebrar mañana los cancilleres y ministros de economía de los países miembros, que es el tercer intento fallido por superar la crisis.
Por ahora no se divisa ninguna salida. Las declaraciones de los cancilleres se limitan a expresiones tales como “seguiremos buscando mecanismos para acercar las posturas que hoy se hallan contrapuestas”, etcétera, y quien reconoce la ausencia de toda luz al final del túnel es el ministro de Relaciones Exteriores del Uruguay, Rodolfo Nin Novoa: “Estamos en un verdadero problema, un gran problema”, afirmó al definir el inédito transe por el que atraviesa el Mercosur.
Parece increíble que un organismo regional con problemas pendientes de solución, como realizar una serie de ajustes para dar cumplimiento a todo lo estipulado en el Tratado de Asunción y el importante desafío de negociar con la Unión Europea, esté zozobrando por causa un psicópata que nada heredó de su “maestro”, Hugo Chávez, más que sus delirios mesiánicos.Y más increíble resulta que una persona de esas características defina la política exterior del Uruguay ante a sus principales socios.

http://www.adndigital.com.py/un-psicopata-marca-la-agenda-de-uruguay/

No hay por donde escapar

 

A diez minutos para las seis de la tarde, estoy atascada en alguna parte de la avenida Fernando de la Mora. Todo se mueve lento y nervioso, a pasos de carreta con rueda desperfecta.

Llegamos la zona del mercado, los colectivos acechan y aprietan a los autos pequeños, obligándolos a encostarse contra el paseo de cemento o contra los vehículos mal estacionados, hacia la izquierda.

Un hedor agrio sube por la nariz y llega hasta la garganta. Cajones, basura por doquier, gente guardando sus cosas, la calle rota, rotísima, con aspecto del lado visible de la luna; con cráteres, pozos, montículos, desniveles…

No fue buena idea tomar este camino –pienso, ya tarde – hubiera subido por.. ¿Por dónde?. Le cuento la anécdota a una amiga. “Ya no hay salida”, dice ella que vive cerca de la avenida Artigas y debe sortear desvíos y hacer mil rodeos para llegar todos los días desde esa zona hasta Fernando de la Mora.

“No hay por donde escapar”, sería un buen título para una película de terror; pero la frase es aplicable al día a día en Asunción y ciudades aledañas, porque ahora, justito ahora, a todos los intendentes se les ocurrió arreglar las calles (fantástico por la decisión), pero con el pésimo tino de no pensar antes en calles alternativas en buen estado y en señalizaciones adecuadas para que no se genere el tremendo caos que ya es historia cotidiana y es tema obligado en todas las reuniones.

Ni hablemos de lo que es circular por Aviadores del Chaco y Madame Lynch (viniendo de Luque y alrededores). Eso es una locura!!! Si usted quiere llegar a su trabajo en el centro para las 7:00, más le vale que ponga su despertador a las 4:00, para ganar tiempo. Y no olvide tomar un té de tilo con valeriana, pasiflora y manzanilla para que no le de un infarto mientras acelera, para, acelera, para y se seca el sudor en la interminable fila.

De este sitio ya hablé en un comentario anterior y le pedí un paso peatonal seguro a don Mario Ferreiro. Muy atento él, me prometió (vía Twitter) ir a pintar personalmente la cebra, pero aún sigo esperando que cumpla.

En realidad hay un desgastado paso en la zona, pero los automovilistas no lo respetan porque en la zona perdura la ley del más fuerte y del más rápido, para salir del cuello de botella que se creó al costado de la futura rotonda que están construyendo.

Entonces, hace falta ordenar el tráfico y el paso de las personas, con mayor número de agentes, señalizaciones, etc.

Si hablamos de los caminos alternativos en algunas zonas, es para llorar. Por ejemplo, el que pasa detrás del CIT (Club Internacional de Tenis) es una superficie marciana, y así sucesivamente, de Norte a Sur, y de Este a Oeste.

Como si el desastre físico de arreglos y desarreglos de calles, puentes y afines, fuera poco. Súmele el mal humor, poca paciencia, intolerancia, mala leche, falta de educación, argelería crónica y demás males que atacan a conocidos y extraños.

Conste que es invierno, y después de muchos años el tiempo se ubica en la estación que le corresponde: o sea, hace frío y no ese calor espantoso de casi todo el año.

Porque cuando hace calor, todo se vuelve peor.

La gente se vuelve más impaciente e irritable cuando está en la fila con cuarenta grados, especialmente si no tiene aire acondicionado en el vehículo. ¿Qué va a pasar en diciembre si seguimos con los desvíos espantosos, las filas que no se mueven, los bocinazos, las obras levantando polvo, el asfalto vomitando fuego? Posiblemente nos agarremos todos a trompadas porque alguien no respetó la fila, aquel chofer de colectivo nos rozó al adelantarse, aquel otro cortó camino por la derecha, el motoqueiro que quiso ser más listo resbaló y cayó frente a nuestro vehículo o simplemente porque ya es demasiado soportar un nuevo infierno dentro de otro infierno.

Los sicólogos estarán de acuerdo conmigo en que se deben apurar las obras o habilitar vías alternativas ágiles y en buen estado antes de que llegue el verano.

Por Milia Gayoso-Manzur

http://www.lanacion.com.py/2016/07/29/no-hay-por-donde-escapar/

 

Sin referentes claros, la violencia se impone

Amigos, yo no sé ustedes, pero me interroga el aumento de la violencia. Lastimosamente, hasta los «no violentos» se vuelven impositivos, cínicos y crueles en sus luchas. Parece que el EPP está lejos en el bosque, que los radicales islamistas solo viven en Siria o en Francia, parece que por acá no nos afectarán esos desquiciados que salen a las calles a matar compatriotas o a secuestrar niños y que si nos deshacemos de algunos ya basta. Parece que los violentos son solo los que penan en la cárcel. Pero no es así. La violencia está entre nosotros.

La sociedad enferma tanto con el consumismo y la corrupción como con las ideologías con lenguaje buenista, porque en estos sistemas reina la mentira, y la mentira está en la raíz de la violencia. Pero lo peor de estar enfermos es no saberlo o si se sabe no admitirlo, mirar a otro lado y hacer como que no pasa nada. Así vemos que en Facebook mucha gente anda con la carita feliz, con mil fotitos y mil mensajes light, pero en casa, en la escuela, en el colectivo, en la cancha, en la plaza, andamos todos exasperados, inflamables, por así decirlo.

Imagínense para los educadores, padres, maestros, líderes religiosos, periodistas, que son los nuevos educadores del pueblo, lo difícil que es sembrar realistamente esas semillas de equilibrio social que se llaman REFERENCIAS SANAS. Me explicaba una sicóloga amiga que muchos de sus pacientes sufren a causa de la ausencia de referentes sanos: padres ausentes, egoístas o permisivos, pastores distraídos, maestros alienados… así se genera un sistema enfermizo. Sí, leyó bien, no estoy hablando de la suba del dólar o la baja del Pilcomayo. Hablo de un clima moral que estamos generando los de arriba y también los de abajo al no ser claros. Es un sistema o una red de sistemas insanos que provocan víctimas reales, concretas. La raíz se puede asociar a la falta de referencias, certezas elementales custodiadas como un bien por todos.

La primera de ellas es que la vida de cada persona es valiosa porque posee una dignidad. Si no somos capaces de encontrar, reconocer y valorar las certezas elementales, se expande la incertidumbre que es hermana del miedo y este es padre de la violencia.

Muchos nos dicen que la clave es controlar la conducta, algunos hasta hablan de una reingeniería social para lograrlo, pero erróneamente ametrallan con un «enfoque de derechos» malinterpretado, donde el individuo y su ego se sienten los únicos protagonistas, mientras las otras personas no poseen ya un valor absoluto, sino que su existencia se considera potencialmente peligrosa, un obstáculo, algo de lo que hay que defenderse.

En contraste, pulula un lenguaje políticamente correcto que parece tratar de emparchar la realidad reduciendo los límites, los imprevistos y el riesgo de la libertad. El control total es tan insano como el desorden. Lo sano es saber profundizar en lo que es verdadero, bello y bueno, pero para ello necesitamos referentes valientes, sencillos y claros. Así de intenso.

Por Carolina Cuenca

http://www.ultimahora.com/sin-referentes-claros-la-violencia-se-impone-n1011702.html

 

La misma piedra

No recuerdo cómo es el dicho pero la idea ronda en torno a aquellos pueblos que no aprenden de su historia están condenados a tropezar una y otra vez con la misma piedra. He insistido muchas veces en este tema y creo que no han sido suficientes porque se me presentó de nuevo el tema al ver: “La clase de esgrima” (Klaus Härö, 2015). Aunque el director es de origen finés la cosa no varía mucho en una región donde diferentes pueblos y civilizaciones pasaron de este a oeste y de sur a norte y viceversa cambiando una y otra vez el mapa de la región. Seguir leyendo La misma piedra