El peor pobre es el endeudado

El presidente del Banco Central del Paraguay, Carlos Fernández Valdovinos, en un interesante y fundamentado artículo publicado por nuestro colega Última Hora (“Ser o no ser (deudor), esa es la cuestión”, ÚH, 24-10-16), defiende la sostenibilidad del acelerado ritmo de endeudamiento del país y exhorta a discutir con números. Yo propongo hacerlo con sentido común.
Carlos Fernández es un economista de alta formación, a quien conozco hace tiempo y a quien respeto y aprecio. En su análisis, por un lado, proyecta un posible saldo neto (préstamos menos amortización) de la deuda a 2023 y, por el otro, un posible aumento acumulado del Producto Interno Bruto (PIB) para ese año.

Su conclusión es que, si se tomaran de aquí a 2023 nuevos préstamos por US$ 6.000 millones, lo que en términos nominales pareciera una enormidad y supondría una nueva duplicación de la deuda pública, en términos relativos solo tendría un efecto mínimo en el ratio deuda/PIB, que es el que se utiliza para medir la capacidad de pago y la sostenibilidad del endeudamiento.

Según su cálculo, tal ratio pasaría de 19,8% del PIB expresado en dólares (solo deuda de la administración central) a 21,1%, muy por debajo de lo que internacionalmente se considera riesgoso.

El problema con los números es que con ellos se puede argumentar prácticamente cualquier cosa, dependiendo de qué se ponga a cada lado de la ecuación.

El cálculo de Fernández presupone que habrá un aumento sostenido del PIB en dólares del 5,75% por año, resultante del crecimiento económico, más la inflación interna, menos el diferencial de inflación con Estados Unidos.

Es como que alguien se endeudara por encima de sus posibilidades suponiendo que todos los años le van a subir el sueldo, que no tendrá ningún imprevisto, que nadie de la familia se va a enfermar y que no surgirán nuevas necesidades.

Tendríamos que aceptar que el país va a crecer con baja inflación ininterrumpidamente, que no nos tocará ninguna crisis, que el gasto público se mantendrá bajo control, que se reducirán la corrupción, la evasión, la informalidad, que mejorará drásticamente la gestión de este y los siguientes gobiernos, que no crecerá exponencialmente la presión por servicios públicos y seguridad social.

Y tendríamos que aceptar que todo eso se va a mantener no solo hasta 2023, sino por muchos años más, hasta que se cancelen las obligaciones, porque aquí no estamos hablando de cuáles van a ser las consecuencias del endeudamiento para el próximo gobierno, sino para las próximas generaciones.

La matemática me podrá decir que sí. El sentido común me dice que no.

Por supuesto que el país necesita infraestructura, eso nadie lo puede negar. Al respecto, en una ocurrente alegoría, el exministro Manuel Ferreira dijo que tenemos que decidir si nos endeudamos para hacer la casa o si la construimos a lo Petrocelli, el abogado de la serie de televisión que, cada vez que podía, iba y ponía una hilera de ladrillos. Yo diría que hay cosas peores que no tener una linda casa, como tenerla pero estar con la soga al cuello. Como bien saben muchos en carne propia, no hay peor pobre que el endeudado.

Creo que nadie está planteando suspender completamente el endeudamiento. Lo que se pide es cuidado. La capacidad de pago, en definitiva, no va a depender de los números ni de las proyecciones, sino de la prudencia y de la correcta política fiscal. Parte de la casa la podemos hacer con deuda, pero parte la tenemos que hacer con buena administración, paciencia y ahorro. La idea debería ser dejarle la casa a nuestros hijos, no la cuenta.

Por Armando Rivarola

http://www.abc.com.py/edicion-impresa/opinion/el-peor-pobre-es-el-endeudado-1532796.html

8 comentarios en “El peor pobre es el endeudado”

  1. Crecimiento económico no es suficiente motivo de optimismo

    El Banco Central señaló que sus proyecciones respecto del crecimiento del PIB aumentaron al 4 por ciento para el año 2016. Esta es, sin duda, una buena noticia, teniendo en cuenta que una economía que crece tiene la potencialidad de crear oportunidades económicas, producir los bienes y servicios que requiere la ciudadanía y generar recursos tributarios para financiar las políticas públicas. Sin embargo, en Paraguay esta relación no es directa, por lo que el Gobierno no puede dormirse sobre los laureles del crecimiento económico, sino implementar las medidas para que este redunde en beneficios para todos a corto, mediano y largo plazos.
    El crecimiento económico es necesario, pero no suficiente. Desde hace más de 20 años que la teoría y la evidencia empírica internacionales señalan con total claridad que el crecimiento debe contar con determinadas características para que contribuya al desarrollo del país y al bienestar de las personas.

    El crecimiento económico de Paraguay ha sido uno de los más altos de la región en la última década; sin embargo, nuestro país sigue ubicado en los últimos lugares en cualquier indicador económico o social.

    La economía sigue siendo volátil –exageradamente dependiente de factores exógenos, como el clima o la demanda externa–, con bajos niveles de productividad y poco valor agregado. Las estadísticas de empleo, seguridad social, ingresos, pobreza y distribución han mejorado sustancialmente en el continente, no así en nuestro país.

    Otros indicadores son aún menos auspiciosos. Este patrón de crecimiento económico puso al país como uno de los que más reforestaron en los últimos años, con niveles de conflictividad creciente a causa de las grandes desigualdades económicas que no solo no superamos, sino que se agudizaron, como es el caso del ingreso en el sector rural y de la tierra.

    Frente a este contexto, el exitismo por el 4 por ciento del crecimiento del PIB no está justificado, ya que las razones del aumento de la proyección están dadas por la persistencia de la dependencia del buen desempeño del sector agrícola y de la generación de empleos gracias a la inversión pública que en gran parte está sostenida por un peligroso aumento de la deuda pública.

    Una economía que depende de las exportaciones de bienes de bajo valor agregado ya nos demostró que tiene poco efecto derrame sobre la población, no contribuye a la generación de empleos de calidad, además de ser altamente volátil y lleva consigo altos niveles de conflictividad social por la presión sobre las tierras, la deforestación y la contaminación.

    A pesar del crecimiento económico la proyección de aumento de recaudaciones tributarias para este año implica mantener casi inalterable la presión tributaria, clara señal de que este crecimiento tampoco genera recursos para financiar políticas que permitan incorporar a quienes están excluidos de los beneficios de este crecimiento. Todo esto sin contar que al no aumentar significativamente las recaudaciones tributarias para pagar la deuda con la que se financia la generación de empleo, el aumento del PIB es de corto plazo y sin sostenibilidad en el tiempo.

    La ciudadanía espera que las autoridades tomen en serio la responsabilidad que les fue encomendada e implementen las políticas necesarias para realizar los cambios que exige el desarrollo. La transformación productiva debe ser uno de los objetivos prioritarios nacionales para disminuir la volatilidad del crecimiento y aumentar sus efectos en el bienestar de la población.

    Me gusta

  2. Crecimiento de 4% no sería “descabellado”
    30 Oct 2016

    Por Juan Carlos Zárate.
    Con relación al crecimiento económico de nuestro país para este año, previsto inicialmente en un 3,5%, en los últimos días tanto el Banco Central del Paraguay (BCP), como algunos organismos multilaterales –Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM), Cepal, entre otros–, han señalado que para fines de diciembre del 2016, podría potencialmente ser superior, por lo que han aventurado en principio que hablar de un crecimiento del 4% no sería “descabellado”.

    Si bien es cierto para dicha proyección preliminar han considerado las estimaciones de un buen crecimiento dentro del sector de construcciones, de las industrias de manufactura y del sector de energía, considero que sería mucho más cauteloso y se ajustaría en mayor medida a posibilidades más ciertas de que el mismo bien podría estar cerrando el año con un crecimiento que oscilaría entre un 3,4%/3,5%.

    Se habla de una recuperación en el precio de los commodities en el mercado internacional (específicamente soja en grano), pero tengamos en cuenta que ya la zafra 2015/2016 terminó. Ahora estamos en pleno periodo de siembra y no de ventas externas, por lo que de mantenerse una tendencia favorable recién podría impactar positivamente dentro de nuestra macro y microeconomía para el próximo año.

    Y no podemos dejar de mencionar tampoco que se está hablando mucho de los efectos colaterales que podrían depararnos esta efervescencia política con el tema de la eventual reelección presidencial que se ha instalado y que le está “sacando el sueño” a muchos políticos.

    En el supuesto caso de que se den posibilidades ciertas de que el presidente Horacio Cartes, pueda volver a “entrar en carrera” para las próximas internas, personalmente creo que las aguas no se enturbiarían, dado que se viene haciendo un buen manejo macroeconómico, dándose énfasis a nuestra “raleada” infraestructura a nivel país y otros aspectos que de hecho podrán tener continuidad para que nuestros niveles de competitividad a nivel mundial puedan ir escalando en el ranking, lo cual en contrapartida podría constituirse en un signo de interrogación si eventualmente es otro candidato el que salga ganancioso y más difícil aún de pronosticar a futuro si se llegare a dar que otro partido acceda al poder teniendo en cuenta que cada uno vendría con una plataforma de gobierno diferenciada quizás, lo que de hecho podría impactar negativamente en los niveles actuales de radicación de capitales del exterior.

    Me gusta

  3. Doing Business 2017

    Señalábamos en nuestra edición de ayer que nuestro país ha descendido en el ranking Doing Business 2017 publicado por el Banco Mundial en el que se evalúan los factores que revelan el grado de facilidad para hacer negocios en una economía determinada.

    ¿Qué mide el DB?. Esencialmente estos componentes: apertura de una empresa, manejo de permisos de construcción, obtención de electricidad, registro de propiedades, obtención de crédito, protección de los inversionistas minoritarios, pago de impuestos, comercio transfronterizo, cumplimiento de contratos y resolución de insolvencia. De la eficacia con la que puedan resolverse cada uno de estos asuntos depende que una economía sea más o menos accesible para inversionistas. “El informe de este año –señala una comunicación del BM- expande los indicadores de pago de impuestos para incluir los procesos posteriores a la declaración – lo que ocurre después de que la empresa pague impuestos – como la devolución de impuestos, auditorías fiscales y recursos fiscales administrativos”.

    Si ponemos atención en las características de la administración tributaria en el Paraguay tendríamos una pista que nos indique algunos de los aspectos principales por los que hemos caído en el ranking DB2017. En nuestro editorial de ayer señalábamos que las procesadoras de soja están cubiertas, al menos en teoría, por una legislación que les garantiza la devolución del 100% del IVA al exportar productos industrializados a partir del grano acopiado. Esto, afirman los industriales, para no exportar impuestos y ser competitivos en los mercados internacionales. Sin embargo, un decreto reglamentario redujo esa devolución al 50%, en abierta contradicción con lo establecido por ley. Un referente del gremio aceitero ha señalado que esta realidad le genera a los industriales serias dudas que los condicionan fuertemente al pensar en expandir su capacidad procesadora haciendo nuevas inversiones.

    En su informe DB2017, el Banco Mundial señala que la carga tributaria sobre las empresas tiene un impacto directo sobre sus proyectos de inversión y desarrollo. Agrega más adelante que no son menos importantes los bajos costos administrativos en el cumplimiento de las obligaciones impositivas y –añadimos nosotros- la coherencia en la aplicación de normas y en el cumplimiento de los compromisos contraídos.

    El Banco Mundial, profundizando este concepto, afirma taxativamente que en la medida en que se compliquen los sistemas de percepción tributaria, serán también altos los niveles de evasión impositiva y la economía informal seguirá componiendo una buena porción del PIB, con dos subproductos no deseados: más corrupción y menos inversión.

    Muchos se preguntan por qué el Paraguay sigue siendo tan pobre como destino de inversión extranjera directa. Este informe puede dar muchas respuestas.

    http://www.5dias.com.py/50966-doing-business-2017

    Me gusta

  4. Pasajes y viáticos para turistear

    Nuestra administración pública se distingue no solo por la corrupción desaforada, sino también por el derroche descomunal. Se roba mucho, y también se malgasta a diestra y siniestra el dinero de todos, como si las necesidades básicas de la población ya estuvieran satisfechas y los ingresos del fisco fueran inagotables. Dado que se ignora el concepto de austeridad republicana, los fondos públicos se dilapidan para el lucimiento y el recreo de burócratas, magistrados y legisladores. En las altas y medianas esferas son de rigor las oficinas bien montadas, los vehículos lujosos y una buena gastronomía, como también los viajes de placer al exterior, con todos los gastos pagos.

    En ese sentido, continuando con la generosidad de “papá Estado”, en 2017 las excursiones de los servidores públicos costarán a los contribuyentes la friolera de 326.570 millones de guaraníes (unos 58 millones de dólares), un 5,2% más que este año, según el proyecto de Presupuesto General.

    La mayor parte de estos fondos se destinará al pago de pasajes y de estadías en sitios, generalmente turísticos en que se realizan los congresos, los seminarios, los simposios o las asambleas. Estas reuniones son presentadas como de innegable importancia para el desarrollo político y socioeconómico del país, por los organismos en que medran los viajeros, que a veces van acompañados por sus respectivas secretarias privadas. Desde luego, esa apreciación es compartida por los legisladores, siempre tan interesados, ellos también, en darse un paseo por el mundo, supuestamente para recoger conocimientos y experiencias que les ayuden a mejorar su desempeño, pese a que, muchas veces fueron las agencias de viajes las que detectaron los eventos y los propusieron los legisladores, como se ha comprobado.

    Un caso emblemático de afición a las escapadas al exterior es el de la diputada Esmérita Sánchez (PLRA), quien entre julio de 2013 y marzo de 2015 realizó once viajes a ciudades tales como Madrid, París, Lausana, Taipéi y México D.F., cobrando en concepto de viáticos, por siete de esos paseos, unos jugosos 46.760.250 guaraníes. El titular de esa Cámara, Hugo Velázquez, debería dar a conocer la utilidad que ha traído el periplo de la citada viajera a costa del contribuyente.

    Debe admitirse que los diputados se han vuelto algo más hogareños, luego de que en 2014 estallaran los escándalos protagonizados por Carlos Portillo (PLRA) y Jorge Baruja (ANR). El primero percibió un viático de 20 millones de guaraníes para un viaje a Las Vegas, que no realizó, y el segundo se llevó igual suma a Cancún para asistir a un congreso sobre menopausia, que se realizó tres meses más tarde al viaje del legislador. Como se ve, el despilfarro va unido a la corrupción pura y dura.

    De hecho, la rendición de cuentas de los viajeros es ocasión de múltiples corruptelas, como la perpetrada en 2008 por el inefable Camilo Soares, entonces titular de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), cuando presentó a la Contraloría General de la República la factura adulterada de un hotel madrileño, en la que figuraba un costo de 969 euros en vez de 27 que habría costado. Encima, recibió por cinco días un viático de 18 millones de guaraníes pese a que los gastos de estadía iban a ser cubiertos por los organizadores del evento al que asistió.

    La Justicia Electoral, a su vez, juega un destacado papel en esta bochornosa materia, incluyendo la corrupción: Luego de revelarse que dilapidó 2.452 millones de guaraníes para que más de 50 de sus funcionarios inscribieran a paraguayos residentes en España, Argentina, Brasil y Estados Unidos, de cara a los comicios municipales de 2015, salieron a la luz los viáticos inventados para que los miembros del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) gocen de un sobresueldo. Sirvió de detonante la constatación de que la miembro María Elena Wapenka se reunió supuestamente con jueces y funcionarios electorales de Itapúa, cuando en realidad en esas mismas fechas la descarada mujer se alojaba en un hotel guatemalteco de cinco estrellas, a costa de los contribuyentes.

    Los casos referidos, entre tantos otros de igual o mayor gravedad, deberían de haber alertado al Ministerio de Hacienda en el sentido de ser mucho más riguroso al estudiar las sumas para pasajes y viáticos solicitadas por las entidades en sus correspondientes anteproyectos. En dicho rubro, el proyecto de Presupuesto exhibe importantes reducciones con relación a la Defensoría del Pueblo (-97%), al Ministerio de la Defensa Pública (-70.7%) y a la Contraloría General de la República (-43,7%), pero a la vez notables aumentos con respecto al Ministerio de Agricultura y Ganadería (92,2%), al Consejo de la Magistratura (79,4%), al Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (71,3%) y al Ministerio de Educación y Cultura (60,4%). Las disminuciones están plenamente justificadas, atendiendo la inoperancia de las instituciones referidas, sobre todo las dos primeras. En cuanto a los incrementos, es de esperar que los Ministerios de Agricultura y Ganadería y de Educación y Cultura no los derrochen en paseos al extranjero, sino que los destinen a asistir a los labriegos y a los docentes del interior del país, controlando estrictamente la rendición de los viáticos.

    En relación con el Consejo de la Magistratura y el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, cuesta creer que necesiten, respectivamente, 1.145 millones y 156.153.700 guaraníes para pasajes y viáticos dentro del territorio nacional, de modo que cabe concluir que una gran parte de esas cantidades irá a parar a las agencias de turismo, para solaz de los consejeros, de los jurados y de sus funcionarios.

    La eliminación de los gastos innecesarios, como los comentados, permitiría liberar considerables recursos para los programas sociales y pondría fin a la farsa que suponen esos viajes al exterior que poco o nada benefician al país. Es de esperar que, por una vez, el Congreso piense en los compatriotas necesitados antes que en los turistas de la función pública, eliminando o reduciendo sustancialmente las sumas presupuestadas en este rubro.

    Me gusta

  5. Los índices internacionales muestran nuestras falencias

    La semana pasada se hizo público el índice del proyecto Doing Business, en el que ubica a Paraguay en el lugar 106 de 190 países, con una caída con respecto al año anterior de varios lugares, debido a un retroceso en uno de los indicadores del ránking relativo al crédito. A principios de año se difundió el Índice de Competitividad del Foro Económico Mundial, que señala importantes obstáculos para el avance económico nacional. El Gobierno paraguayo debe analizar las razones por las cuales Paraguay se encuentra siempre entre los países más desventajados en la mayor parte de los índices mundiales y diseñar e implementar medidas que reviertan esta situación.
    El desarrollo económico de Paraguay requiere de un ambiente propicio para que las empresas, desde las micro hasta las grandes, puedan desarrollar sus negocios, hacerlos rentables y generar los ingresos suficientes para que sus propietarios, familias y trabajadores vivan con dignidad.

    En lo que va del año, dos organizaciones internacionales han dado a conocer índices que valoran el ambiente económico para desarrollar adecuadamente la actividad empresarial. A inicios de año, el Foro Económico Mundial dio a conocer el Índice de Competitividad, mientras que esta semana el proyecto Doing Business publicó su índice de similar denominación.

    Ambos instrumentos ubican a Paraguay en los últimos lugares. El primero pone a Paraguay en el lugar 106 de 190, mientras que el Índice de Competitividad Global en el lugar 118 de 142 países.

    El índice construido por el proyecto Doing Business, recientemente dado a conocer, mide la facilidad para hacer negocios. Este último año, además de posicionar al Paraguay lejos de los mejores lugares, muestra una caída en términos relativos con respecto al año anterior, fundamentalmente por el mal desempeño del componente vinculado a la obtención de créditos. Este componente observa los derechos legales de los acreedores y deudores respecto de las transacciones garantizadas y la difusión de información crediticia.

    Por su parte, el Índice de Competitividad del Foro Económico Mundial también analiza los factores problemáticos para hacer negocios, encontrando que los más importantes para el país son la corrupción, el bajo nivel de educación y también el acceso al crédito. Ambos indicadores presentan factores comunes que afectan a las posibilidades de que las personas y empresas puedan dar impulso a sus emprendimientos productivos y que ellos se constituyan en fuentes de ingresos honestas, duraderas y capaces de proveer los medios necesarios para vivir.

    El Gobierno debería revisar cuáles son los problemas que enfrenta el país e implementar las políticas que reviertan la situación de Paraguay reflejada en estos dos índices. Estos problemas señalados en los índices no son desconocidos en el país. La corrupción, reflejada esta semana en el contrabando que afecta a los precios de los productos agrícolas, la baja calidad de la educación, problema también presente con los conflictos con estudiantes secundarios y universitarios, y el bajo y mal acceso al crédito señalado por los empresarios y campesinos dan cuenta de que los índices muestran las falencias que efectivamente existen.

    Un contexto adecuado para el desarrollo de los negocios es central en un país que requiere impulsar el empleo e insertarse internacionalmente. Las políticas públicas son fundamentales en este objetivo.

    Me gusta

  6. Monitoreo permanente del desarrollo económico de Brasil y Argentina

    Luego de un año 2015 sumamente desalentador para la región latinoamericana, con tasas de crecimiento económico negativas, en 2016 el desempeño económico viene mostrando una estabilidad que tranquiliza. Los mercados financieros internacionales se moderaron, los precios de las materias primas se recuperaron levemente y se redujeron los temores de un eventual aumento de las tasas de interés por parte de la FED.
    No obstante, los riesgos permanecen ante la caída de la demanda externa, el comercio internacional que continúa sin recuperarse desde 2009, la volatilidad de los mercados financieros y el avance del brexit.
    Se espera que en 2017 se recuperen levemente los precios internacionales y con ellos los términos de intercambio, lo cual beneficiará a Argentina y Brasil. El mejor desempeño externo junto con el probable empuje a la inversión podrían dinamizar estas economías. Sin embargo, ambos países tienen fuertes restricciones fiscales y en 2017 se mantienen las presiones inflacionarias. Un factor menos cuantificable y medible, pero igualmente importante, es la confianza.
    Varios indicadores en ambos países vecinos dan cuenta de los bajos niveles mostrados por la ciudadanía –tanto consumidores como empresarios–. Esta no es buena señal, ya que las expectativas afectan sobre todo a la efectividad de la política monetaria.
    Más allá de las variables típicamente macroeconómicas, también es necesario considerar el impacto de la evolución de indicadores que afectan al empleo y al ingreso de las personas, sobre todo en el caso de la Argentina donde vive un gran número de paraguayos, trabajando y enviando remesas.
    Las autoridades económicas nacionales deben monitorear permanentemente la evolución del desempeño económico en estos dos países, teniendo en cuenta los vínculos cercanos entre esas economías y la nuestra. No hay que olvidar que una parte importante de las exportaciones tienen como destino final al Brasil o Argentina y que también somos compradores de bienes y servicios originados allí.
    La volatilidad del crecimiento económico paraguayo, en parte, se explica a partir de las condiciones inestables que históricamente han caracterizado a ambos países. La volatilidad introduce un alto grado de incertidumbre, lo que afecta a la inversión, fundamento actual del crecimiento.
    Paraguay ha logrado mantener un ritmo de crecimiento aceptable, dado el contexto internacional no solo inestable, sino también con fuertes signos de depresión. Es de esperar que nuestra política económica cuente con los mecanismos e instrumentos necesarios para anticipar posibles eventos adversos en las condiciones en los países vecinos y atenuar las consecuencias negativas de los mismos sobre la economía paraguaya.

    Me gusta

  7. Pese a debilidades, país mantiene crecimiento y las buenas perspectivas económicas

    A pesar de las desventajas, a lo largo de los últimos años el país empezó a vivir una nueva bonanza que permite la consolidación de un sistema que lo ubica entre los de mayor crecimiento. En ese sentido, se debe tomar las recientes declaraciones del ministro de Hacienda, Santiago Peña, quien afirmó que por primera vez en la historia, Paraguay deja de depender económicamente de Brasil y Argentina. El ministro sostuvo que el país empieza a “desacoplarse” de economías que en este momento están pasando por mal momento. Esta es una muy buena señal no basada en una declaración oficial, sino sustentada en informes de organismos internacionales.
    El secretario de Gobierno explicó que Paraguay está en medio de una región que está sufriendo la peor crisis de su historia, como la de Brasil, que es el principal socio comercial. “Esto no tiene comparación en más de 100 años que ellos llevan de estadística económica. Que Paraguay pueda crecer cuando Brasil está en crisis es algo muy destacable y esto no es algo al azar”, sostuvo.
    Sus apreciaciones, como se dijo, no son meras palabras. Esa visión es la de organismos internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que han destacado cómo nuestra economía está creciendo en la región.
    A decir del secretario de Gobierno, el balance es muy positivo porque Paraguay sigue viviendo un proceso de desaceleración. El FMI confirmó que las expectativas de crecimiento son menos alentadoras, principalmente impulsadas por una desaceleración en Brasil, Argentina y Venezuela, explicó Peña. Añadió que, sin embargo, decidió no solamente mantener la economía de Paraguay, sino aumentar la proyección de crecimiento del 2,9% que tenía en el mes de abril, al 3,5%.
    A lo largo de esta administración, Paraguay recibió reconocimiento de organismos internacionales. En esta ocasión, reveló Peña, el trabajo en el campo económico fue valorado en sus informes tanto por el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Fondo Monetario Internacional.
    Señal del respaldo monetario de los dos primeros entes son los proyectos que están en marcha o son proyectados para diferentes áreas. El BID, por ejemplo, será el principal financiador de una obra que puede lograr una solución al transporte en una zona de acceso a la ciudad. Estamos hablando del proyecto Metrobús. El Banco Mundial financia, por su lado, grandes proyectos de construcción como el de la primera planta de tratamiento de aguas residuales que implica una serie de obras de ensanchamiento de tuberías en varios barrios de Asunción que está en pleno desarrollo.
    Estos hechos concretos no pueden ser desconocidos por la clase política y por quienes en un periodo anterior ocuparon cargos importantes con la aparente intención de ayudar al país, pero dilapidaron tiempo en detrimento de la gente, sobre todo de la franja más sensible. En ese contexto, se debe decir que no dejan de sorprender actitudes incoherentes y mezquinas, asumidas de acuerdo al interés político de turno.
    Pero hay que avanzar. El país necesita de la fuerza de todos los paraguayos que desean realmente el crecimiento. Y, aunque hay mucho que mejorar y cambiar, a decir del ministro de Hacienda, la situación económica actual y nuestras perspectivas para fin de año y para el 2017 son buenas. El ministro está en lo cierto cuando sostiene que todavía hay grandes desafíos por delante, pero una gestión macroeconómica responsable y prudente seguirá permitiendo a Paraguay mantener los niveles de crecimiento, que es lo que todos deseamos.

    Me gusta

  8. La importancia de la formalización de las mipymes

    Durante dos días, Asunción fue sede de un importante encuentro nacional e internacional de pequeñas empresas, propiciado por esa área de interés de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), que contó con una gran participación de pequeños y medianos empresarios, emprendedores e interesados en convertirse en ellos.

    Y, además de destacar como un emprendimiento e idea muy importante y positiva para el desarrollo del país, vale adentrarnos en este espacio en la importancia de la formalización para que el éxito acompañe realmente a los emprendimientos, desde el comienzo.

    Recordemos que de acuerdo a estudios realizados en el 2015, el 40% del PIB del Paraguay estaba representado por el sector informal, una cifra más que preocupante, pues en ella se incluyen no solo la falta de ingresos al fisco a través de impuestos. La informalidad evita que ese ingreso sea aplicado a cumplir desde el Estado con inversiones que beneficien a todos y generen puestos de trabajo genuinos. Solo beneficia a quienes fomentan el trabajo informal y explotan a los trabajadores que además carecen de toda cobertura y beneficios sociales.

    Por ello, nunca es suficiente insistir en las ventajas de la formalidad para las micro y pequeñas empresas. De acuerdo a lo dicho en el marco del 2do Encuentro Anual de Mipymes que, según los medios de comunicación, convocó a unos 3 mil emprendedores, este aspecto es vital para la supervivencia de las pequeñas y microempresas. Y lo dijeron numerosos disertantes, tanto del país como de otros de Latinoamérica que participaron de la reunión.

    Las razones son muchas, como la falta de capacitación de los emprendedores, que ven muchas veces naufragar una buena idea por falta de manejo adecuado y fundar su negocio solo en la intuición y no con el apoyo del conocimiento y aprendizaje de herramientas imprescindibles para competir en un mercado cada vez más exigente, aunque sea pequeño en tamaño.

    Pero se destacan entre todas las causas las falencias e impedimentos que provoca la falta de formalización de las mismas, lo que les impide actuar “a la luz del día” en el mundo empresarial del país y mucho menos, exportar o mostrar sus productos en el exterior.

    Y no es un dato menor, pues de acuerdo a lo dicho en el encuentro por el vicepresidente primero de la UIP, Luis Tavella, es necesario que el sector de mipymes tenga acceso a la información adecuada y también ingrese al mundo de la formalidad pues, hoy por hoy, mueve el 90% de la economía nacional.

    Por ello, es absolutamente necesario que este gran sector de la economía se vea representado con fuerza y también se convierta en generador de empleos formales y desarrolle sus capacidades más allá de los límites de las paredes de sus propios negocios.

    Un logro que será posible también con el desarrollo de la tecnología, que es un auxiliar importante e imprescindible para que el éxito de las pequeñas y medianas empresas sea el que determine la capacidad y el esfuerzo.

    Hoy por hoy, entender la importancia de las mipymes es abrir las puertas al presente y el futuro del desarrollo de la economía del país.

    Sobran ejemplos a nivel mundial de países que se han desarrollado y mantienen una economía estable y una buena calidad de vida, evitando la marginalidad y la informalidad, gracias al apoyo y a la gestión de las pequeñas empresas que en muchos casos se unen para cumplir con solicitudes desde el exterior y también han hecho de la tecnología, su herramienta principal para salir al mundo.

    Me gusta

Deja un comentario