El sector privado puede hacer más para combatir al desempleo juvenil

Otro de los puntos positivos que ha dejado el Black Friday CDE es que ha quedado en evidencia que el sector comercial de la capital departamental está lejos de alcanzar sus límites. Todavía da para mucho más, hoy ya se está hablando de extender los horarios hasta las 21:00 horas, lo que dejaría como consecuencia primera – y muy grata – la creación de miles de nuevas fuentes de trabajo.

Este dato es extremadamente importante, teniendo en cuenta las más recientes estadísticas del Centro de Información y Recursos para el Desarrollo (CIRD), en donde señala que tres de cada cinco jóvenes, de entre 15 a 29 años de la población económicamente activa, están desempleados o subocupados en Paraguay. El desempleo y la subocupación tienen peores indicadores en el sector juvenil a nivel urbano en comparación con las zonas rurales. Los datos demuestran que la subocupación, que incluye a las personas que realizan algún tipo de actividad laboral sin pertenecer a alguna empresa ni contar con seguro social y otros, como limpiavidrios, vendedores ambulantes, etc., representa actualmente al 31,3% de la población joven que está en condiciones de trabajar.

Está claro que el gobierno de Fernando Lugo, al igual que sus antecesores, poco o nada ha hecho en concreto para la creación de empleos, mucho menos para el sector juvenil. Cuando asumió este gobierno en agosto de 2008, el presidente Fernando Lugo aseguraba que una de las prioridades de su administración sería generar empleos para los jóvenes. Hoy, la realidad nos muestra que ni siquiera la ley de inserción laboral juvenil -que cambiará la actual ley de primer empleo, totalmente inaplicable- pudo aprobarse y, a poco más de un año para que termine su mandato, no pudo finiquitar los proyectos de empleo juvenil que había anunciado.

Este fracaso no sorprende para nada, teniendo en cuenta la desidia e incompetencia de este gobierno en otros campos del quehacer nacional, motivo por el cual es fundamental el aporte del sector privado en esta cuestión. Volvemos a citar como ejemplo al Black Friday, que si bien contó con la ayuda del sector público, fueron los empresarios y comerciantes quienes dieron el puntapié inicial e hicieron realidad la megaferia. Y son ellos, quienes a través de su deseo de mayores ventas y ganancias, también podrán incorporar a más paraguayos al sistema laboral formal. Esperar iniciativas serias del gobierno es desperdiciar el tiempo, hay que tomar las riendas y buscar la capacitación e inserción laboral de los jóvenes desocupados, lo cual a la larga redundará en beneficio para todos, ya que habrá mano de obra calificada y menos delincuentes en las calles.

http://diariovanguardia.com.py/component/content/article/98-editorial/30153-el-sector-privado-puede-hacer-mas-para-combatir-al-desempleo-juvenil.html

13 comentarios en “El sector privado puede hacer más para combatir al desempleo juvenil”

  1. Las dos ecuaciones
    José Cantero
    Editor de FOCO

    Reducir lo complejo en simple es fundamental para la toma de decisiones. En la economía siempre hay dos caras. Si existe un pasivo es porque existe un activo. La otra cara de la importación es la exportación. Si se dispone de un ingreso fiscal es porque existe un egreso fiscal. Así, podríamos seguir detallando hasta llegar a la dualidad económica más relevante; la demanda agregada y la producción agregada. El desempeño de una economía depende de qué tan sana y estable sean la demanda y la oferta agregada. Recomponerlas es más complicado de lo que parece.

    La demanda agregada puede ser reducida a la siguiente expresión, Y=C+I+G. En esta ecuación, por simplicidad, dejamos de lado la relación comercial con los demás países.

    Si rememoramos los libros básicos de economía encontraremos la relación que define la producción (Y=f(K,L)). Es decir, la oferta depende de la cuantía del mercado laboral, del nivel de capital existente, y del uso productivo de esos factores (K y L).

    Si nos centramos en la ecuación de la demanda, comprobaremos que en Paraguay tenemos un desequilibrio mayúsculo. El Consumo privado –representado por la letra C– equivale aproximadamente el 70% de la demanda agregada, mientras la Inversión total –simbolizada con la letra I– alcanza el 17%. Este desbalance es una falla estructural que limita nuestra capacidad de crecimiento.

    El problema no es solo estructural. Es preocupante la calidad o tipo de inversión que se está emprendiendo, ya que gran parte se destina al sector ladrillo. Las inversiones en viviendas, dúplex y edificios no generan divisas, ya que no son inversiones orientadas a propiciar exportación.

    Así también, si analizamos la calidad de la G o gasto del Gobierno comprobaremos que gran parte va para el consumo o pago de la burocracia y una ínfima proporción para inversión.

    En resumen, tanto el sector público como el sector privado consumen más de lo que invierten, y muchas de las inversiones no son sostenibles.

    Pasemos a la otra ecuación y analicemos la letra L, que representa la fuerza laboral. Paraguay tiene y va seguir teniendo por varias décadas una población muy joven. Esto es realmente una fortaleza, pero que se puede convertir en amenaza.

    Lamentablemente gran parte de la fuerza laboral opera en el mercado informal, realizando trabajos poco o nada productivos –los limpiaparabrisas, los cuidacoche, por citar algunas actividades–. En Paraguay, el nivel de subempleo alcanza el 25%. Nada indica que este nivel retroceda.

    El desafío es educar y alimentar a los miles de niños que están en etapa de estudio, y que conformarán la oferta laboral, tema que hasta hoy día no lo hemos podido encarar.

    También, por el lado de la oferta se ve un grave problema de productividad en los distintos sectores económicos, situación que nos hace pensar del fracaso de las políticas sectoriales o del bajo nivel de adiestramiento técnico de la fuerza laboral.

    Para recomponer estas dos ecuaciones, primeramente necesitamos tomar conciencia del grado de deterioro. Seguidamente, necesitamos transitar del prebendarismo o clientelismo a un sistema de gobernabilidad. Requerimos de una vez por toda un sistema donde el Estado y los actores no estatales cooperen para recomponer las dos ecuaciones y posibilitar una sociedad más prospera e inclusiva. Es muy sencillo, pero difícil.

    “Tanto el sector público como el sector privado consumen más de lo que invierten, y muchas de las inversiones no son sostenibles”.

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  2. Proteger al que trabaja

    Las cosas más simples, que están a la vista de todo el mundo, son las que a veces pasan desapercibidas, como si no existieran.

    Esto sucede con millones de compatriotas que cada día deben trabajar arduamente para ganarse el sustento familiar y pese a su condición de respetables ciudadanos no son tenidos en cuenta ni por el Gobierno ni por los líderes políticos. No hay suficiente y sistemática protección para quien trabaja honradamente.

    Alguien dirá que esto es un výro rei, que no tiene importancia, que es algo natural y rutinario. Los estrategas del Estado y los reconocidos economistas hablarán de los grandes planes, del proyecto Paraguay 20-30, de los objetivos macroeconómicos, del crecimiento anual del PIB, de los millones de dólares que ingresan por las exportaciones, etc., enfatizando que estas cuestiones sí son relevantes.
    En la dura realidad cotidiana del ciudadano común estos grandes proyectos, estas cifras y porcentajes de alto nivel, estos números llamativos de las estadísticas, no tienen ninguna importancia; no le sirven en absoluto para nada. Lo que las personas necesitan es protección y aliento para conservar un trabajo seguro que les permita llevar una vida digna.
    No es una demanda demasiado difícil, complicada e inalcanzable. Solo se trata de crear y proteger las fuentes de trabajo. En la economía de los países no hay recetas mágicas ni progresos milagrosos. El único camino válido y real es el trabajo y que el Estado proteja y aliente la producción.
    Estamos hablando de un trabajo serio y productivo. De ninguna manera esto incluye a los miles y miles de supuestos trabajadores fantasmas que figuran en las planillas de los entes públicos y que no solamente no hacen nada, sino que, además, utilizan bienes del Estado, malgastan los servicios de agua, luz y teléfonos, y no faltan quienes exigen aportes “voluntarios” a quienes contribuyen con tasas o impuestos al fisco. Son una plaga y ni siquiera merecen ser llamados trabajadores.
    La protección estatal y social debe abarcar a quienes trabajan dentro de la legalidad. Por tanto, no incluye a los que se dedican al contrabando, a la piratería, a la usura, al cultivo y tráfico de estupefacientes, a la explotación sexual de personas necesitadas, etc. Quienes sí necesitan y deben recibir respaldo y seguridad son los trabajadores comunes: el despensero, el mecánico de taller, el taxista, la modista de barrio, la peluquera, el agricultor en su chacra, el empleado de comercio, el productor de leche, etc.
    Las personas que trabajan hon-
    radamente para mantener a sus familias constituyen la base fundamental sobre la que se sostiene la sociedad. Estos padres y madres de hogares, por más humildes que sean, merecen el respeto, el reconocimiento y la protección de las autoridades nacionales y de la sociedad toda.
    El mentado granito de arena es el trabajo común de millones de personas que al unir sus esfuerzos construyen y consolidan el tejido social de la nación. Para tener un país mejor, no hacen falta grandes discursos, ingeniosos planes ni endeudarse en cuantiosos préstamos internacionales. Lo fundamental es apoyar y proteger a quienes trabajan honradamente. Parece muy poca cosa, pero de verdad sería un buen primer paso hacia la senda correcta.
    Por Ilde Silvero

    http://www.abc.com.py/edicion-impresa/opinion/proteger-al-que-trabaja-403937.html

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  3. PARAGUAY NECESITA UNA POLÍTICA DE EDUCACIÓN LABORAL COHERENTE

    El mundo globalizado pone un fuerte énfasis en la capacidad de quienes desempeñan diversas tareas remuneradas, en las más variadas esferas. En el Paraguay falta trabajo digno y por eso prolifera la subocupación, que muchas veces está inmersa en quehaceres que denigran la condición humana o, en el peor de los casos, empujan a la delincuencia.

    Es de justicia, sin embargo, reconocer que esa situación -además de darse por la ausencia de oportunidades para una ocupación formal- se da, muchas veces, por la falta de preparación de los que aspiran a acceder a un puesto laboral, pero carecen de la idoneidad necesaria.

    Una de las causas de la migración a Argentina o a España es la carencia de conocimientos teóricos y prácticos -sumados a la experiencia- para acceder a puestos laborales. Muchos tienen los títulos otorgados por las universidades, que se han multiplicado en los últimos años, pero no los contenidos que debieron haber adquirido si las instituciones de enseñanza terciaria fueran honestas.

    En los últimos años, con la llegada de inversionistas extranjeros y el paulatino cambio de mentalidad de los empresarios paraguayos, que dejan de lado sus antiguos moldes conservadores para proyectarse hacia lo nuevo que se vive en el mundo, el panorama laboral está en franco proceso de transformación en todas partes.

    La época de la improvisación -de a poco- va quedando atrás, en una reingeniería que da lugar a la planificación, la evaluación por resultados y la capacitación permanente del personal, para poder responder a los reclamos de una competencia cada vez más desarrollada.

    Por lo tanto, un Estado responsable y con sincero deseo de combatir la desocupación debe contar con una política de educación laboral que incluya a trabajadores urbanos y rurales, teniendo como meta la excelencia, dejando atrás la mediocridad, que no conduce a ningún puerto seguro y condena al atraso.

    Los gobernantes tienen que comprender -y actuar en consecuencia en todos los niveles de decisión y ejecución- que el desempleo solo puede ser combatido con eficacia si hay personas preparadas para trabajar en las diversas áreas, desde las que exigen un elevado cúmulo de saberes como las que son de ámbitos más sencillos, aunque igualmente importantes en la mirada de conjunto.

    http://diariovanguardia.com.py/component/content/article/98-editorial/30616-paraguay-necesita-una-politica-de-educacion-laboral-coherente.html

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  4. Invertir capital humano y económico en la formación

    Para superar la crisis de talentos que existe en el mercado laboral es necesario aplicar una urgente política de formación profesional, que abarque toda la República y las diversas áreas del quehacer humano. Ese requisito es fundamental para combatir el desempleo y reducir los alarmantes índices de pobreza que existen en el país.

    Las empresas no encuentran las personas que -con perfiles específicos- puedan desempeñar tareas que requieren determinados tipos de habilidades concretas. Contratar personal a los que hay que formar implica disminución de la calidad de las prestaciones, pérdida de tiempo, salarios más bajos para los trabajadores y, por lo tanto, resultados insatisfactorios para las empresas que quieren tener un alto grado de competitividad.

    Las causas de la inexistencia de suficiente oferta para cubrir puestos especializados son numerosas y complejas. Una de ellas -la principal- es que la educación formal que reciben los jóvenes, tanto a nivel secundario como terciario, no les proporciona la idoneidad suficiente para responder a las necesidades del mercado.

    La mayoría de las universidades -que deberían entregar al país profesionales capaces de insertarse inmediatamente al mundo del trabajo- crean analfabetos funcionales, porque son incapaces de manejar con solvencia los códigos de la ciencia que estudiaron.

    En los años posteriores a la caída de la dictadura no hubo una voluntad política que diera prioridad a la educación para el trabajo. El Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP) fue parte del esquema prebendario y corrupto antes que un proveedor de gente talentosa y bien formada.

    Hoy, con el avance acelerado de la tecnología -con la omnipresencia de la informática- la formación de talentos para responder a la demanda empresarial es de una importancia estratégica de suma relevancia.

    La localización de experiencias exitosas de gremios empresariales en el rubro de la formación, el aprovechamiento de los conocimientos de organismos internacionales, la reingeniería de las instituciones vinculadas al trabajo y la asignación de recursos suficientes en el Presupuesto General de Gastos tendrían que ser parte del proyecto para enfrentar el problema. Los niveles de pobreza se reducirán sólo si hay materia prima humana capaz de responder al mercado laboral. Por eso, para caminar hacia una sociedad de mayor equidad, el nuevo Gobierno debe invertir capital humano y económico en la formación de profesionales.

    http://diariovanguardia.com.py/component/content/article/98-editorial/32133-invertir-capital-humano-y-economico-en-la-formacion.html

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  5. HAY QUE PLANTEAR SOLUCIONES DE FONDO PARA LIMPIAVIDRIOS

    Editorial Ultima Hora

    La presencia de los niños, adolescentes y jóvenes que limpian vidrios de vehículos en cruces con semáforo de Asunción refleja la pobreza de los que recurren a ese medio de obtener ingresos, pero también la insensibilidad de las instituciones que hace tiempo debieron haber enfrentado el problema con programas que ataquen la forma y el fondo de la situación.La minuta de un concejal capitalino que propone sacarlos de los lugares donde están apostados visibiliza una realidad que requiere una atención interinstitucional para encontrarle una salida acorde a lo que la dignidad de las personas requiere.

    La permisividad y la desidia son dos rasgos de la cultura paraguaya. Las autoridades y la sociedad civil observan un hecho incipiente, conocen sus causas y consecuencias, tienen los medios para solucionarlo antes de que llegue a un nivel crítico y, sin embargo, nadie se preocupa por ofrecer respuestas válidas sustentables en el tiempo.

    El fenómeno social de los niños, adolescentes y jóvenes que limpian vidrios de coches aprovechando la detención de los mismos en las esquinas con señales de semáforos, surgido a principios de la década de 1990, parecía irrelevante en cantidad y en actitudes hacia los conductores.

    Con el correr de los años, sin embargo, el número de los que se ubican en los cruces con servicios semafóricos ha ido aumentando. Paralelamente, fueron más frecuentes los comportamientos agresivos de algunos.

    La Secretaría de la Niñez y la Adolescencia implementó un programa para acompañar a los niños en situación de calle, sobre todo aquellos que habían interrumpido la conexión con sus familiares. La Municipalidad de Asunción también, cada tanto, dio alguna muestra de interés hacia las personas en estado de vulnerabilidad ubicadas en las esquinas.

    Ya sea por la inconsistencia de los métodos empleados o por lo difícil que resulta sacar de su actividad a aquellos que se habían acostumbrado ya a un modo de vivir que incluía como fuente de ingresos limpiar los vidrios, la efectividad de los planes aplicados fue relativa.

    Debido a la creciente agresividad de algunos limpiavidrios, el concejal Daniel Centurión solicitó en la Junta Municipal capitalina la aprobación de una ordenanza para sacar a los niños, adolescentes y jóvenes de los sitios en los que se encuentran apostados.

    Según los datos que proporcionó el proyectista, en Asunción hay 176 esquinas con semáforos. Al menos 240 personas se ocupan en esos lugares de limpiar parabrisas. De acuerdo a sus datos, en unos 20 cruces hay unas 100 personas que exhiben una conducta agresiva hacia los que van al volante.

    A raíz de estas constataciones, propone que a través del Centro de Promoción Empresarial (Cemupe) se les consiga un empleo y, también, que la Intendencia firme un acuerdo con el Gobierno para capacitarlos en oficios diversos para que puedan conseguir un trabajo.

    Asimismo, plantea que el Poder Ejecutivo, a través de sus instituciones pertinentes, se haga cargo del tratamiento y la rehabilitación de los consumidores de estupefacientes.

    La iniciativa del edil tiene que ser aprovechada para abordar una situación de múltiples y complejas aristas a la que hasta ahora no se le dio la debida relevancia. Su planteamiento simplista es útil porque puede generar interés en un problema que requiere un tratamiento multidisciplinario y, por lo tanto, interinstitucional. Ningún órgano del Estado, solo, podrá ofrecer soluciones efectivas y, sobre todo, duraderas.

    http://www.ultimahora.com/hay-que-plantear-soluciones-fondo-limpiavidrios-n845890.html

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  6. De limpiavidrios a más…

    La intención de retirar a los limpiavidrios de los cruces semafóricos capitalinos, previa puesta en marcha de un proyecto de inserción laboral de los mismos, es oportuna y debe alentarse. Sobre todo, si la idea parte de una mirada a la dignidad de las personas.

    Si a lo que se apunta es a poner en vigencia el derecho de todo ser humano de aspirar y acceder a una mejor calidad de vida, ¡enhorabuena! entonces. Si efectivamente lo que busca el concejal Daniel Centurión es promover que los cerca de 250 limpiavidrios apostados en 40 cruces semafóricos de Asunción superen la etapa de mera subsistencia, hay que aplaudir la iniciativa.

    Porque, no hay que engañarse: ¿Qué tan sustentable puede ser ganarse la vida de limpiavidrios?

    ¿Qué planes puede trazarse una persona en esta función que, apenas llueve, ya no puede realizarse y que no permite a nadie proyectarse a mediano y largo plazos?

    Una actividad que, encima, perpetúa la espiral de pobreza. A priori, lo que el concejal Centurión propone es auspicioso, desde el momento que coloca en la agenda municipal a un grupo de compatriotas que, como tantos otros, tienen derecho a ser atendidos y a que se les brinden oportunidades de salir de la informalidad, para generar recursos en un trabajo de verdad.

    Según expresiones del concejal, la intención no es simplemente aprobar una minuta para prohibir la presencia de limpiavidrios en las esquinas con semáforos, sino diseñar un programa integral que incluya capacitación laboral de los afectados para ir incorporándolos paulatinamente en puestos de trabajo que la Municipalidad está en condiciones de gestionarles. Así debe ser.

    La preocupación por los problemas sociales de la Comuna debería estar en primerísimo lugar dentro de la lista de prioridades de la administración municipal.

    Las propuestas de solución tienen que ser dialogadas con los sectores más vulnerables, desde el comienzo, para que sean efectivas y acompañadas.

    Desconozco si este fue el camino que siguió el concejal Centurión. Espero que sí, para que su intención no quede a medio camino por la resistencia del grupo al que pretende convencer de que abandone las calles, ofreciéndole una oportunidad laboral.

    Con trabajo digno se construye ciudadanía. La persona asume responsabilidades, toma conciencia de sus derechos y puede aspirar a más; mucho más. La resignación a ganarse solo el alimento diario se transforma en la aspiración de crecer, superarse y vivir mejor cuando se tiene un empleo.

    Si la Municipalidad de Asunción toma lo que un solitario concejal está planteando y lo convierte en una causa institucional, sabremos qué tan relevantes son las personas para el gobierno local capitalino.

    Susana Oviedo

    http://www.ultimahora.com/de-limpiavidrios-mas-n846957.html

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  7. El desarrollo del país exige empleo juvenil de calidad

    Un reciente informe mundial sobre la situación de la juventud da cuenta de los problemas que enfrentan los jóvenes en relación al empleo en Paraguay. Para los adolescentes, trabajar prematuramente los obliga a dejar el sistema educativo, lo cual impacta negativamente en las posibilidades de contar con un trabajo decente en su adultez. En los jóvenes mayores de 18 años, el desempleo, subempleo y la informalidad les conducen a una vida futura sin seguridad social y con una alta probabilidad de permanecer en la pobreza. El Estado debe contar con políticas públicas eficientes que modifiquen esta situación en el corto y mediano plazo.

    El referido informe y los propios datos oficiales dan cuenta de la difícil situación laboral de la juventud. Muchos jóvenes empiezan trabajando a temprana edad sin la protección exigida por la ley. Esto los excluye de por vida de finalizar la secundaria y conseguir posteriormente mejores oportunidades laborales.

    Por otro lado, la mayoría de los jóvenes mayores de edad que deberían estar plenamente ocupados, no encuentran trabajo, trabajan menos tiempo del que querrían, no están incluidos en la seguridad social ni ganando el ingreso establecido legalmente.

    El trabajo es la principal fuente de ingresos de la mayoría de la población, pero también es una de las principales formas de integración social y económica, ya que permite generar relaciones gremiales y laborales, acceder a los mercados de vivienda y crédito y a la seguridad social. De ahí su importancia a lo largo de toda la vida, no solo en el periodo de trabajo remunerado, sino también para la tercera edad.

    La calidad de vida presente y futura tiene directa relación con la trayectoria laboral de las personas desde que se convierten en mayores de edad. Esto hace que la problemática laboral deba ser objeto de políticas públicas y especialmente en la juventud, que es el momento en el que se sientan las bases para el acceso a un trabajo decente.

    La escasa preocupación por la problemática laboral en el país se refleja en la inexistencia de programas dirigidos al empleo y a la creación de empresas, y menos aún focalizados en la juventud.

    Si bien existen el Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP) y el Sistema Nacional de Formación Técnica y Laboral (Sinafocal) con muchos recursos financieros, su impacto es bajo debido principalmente a la poca vinculación de sus acciones con las necesidades del mercado.

    El país no puede darse el lujo de mantener la situación actual del empleo juvenil. Estamos en el famoso periodo de bono demográfico, momento para fortalecer las capacidades educativas y laborales de los jóvenes, pero eso requiere políticas activas, integrales y de amplio alcance.

    Necesitamos un sistema de formación técnica y laboral que forme a la juventud en las demandas que requiere el mercado, programas que vinculen a los jóvenes capacitados a puestos de trabajo decentes y que apoyen a quienes deseen crear sus emprendimientos con créditos y asistencia técnica, un mecanismo eficiente de intermediación laboral y capacidad de los entes fiscalizadores para el cumplimiento de las normas laborales vigentes.

    Si no cambiamos en el presente la situación de los jóvenes, el Paraguay moderno y desarrollado que aspiramos será solo una expresión de deseo, ya que en estas condiciones serán los pobres del mañana.

    http://www.ultimahora.com/el-desarrollo-del-pais-exige-empleo-juvenil-calidad-n850094.html

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  8. La juventud, ese desafío

    Las cifras emanadas desde el Ministerio de Industria y Comercio, de boca de su titular, Gustavo Leite, anunciaban ayer que el país crece a un promedio de tres empresas nuevas por mes, lo que en número de trabajadores significa –según la misma fuente– la generación de más de 18 mil empleos.

    Las palabras del titular de la cartera de Comercio, junto a otras informaciones relacionadas con los planes a futuro, destacaron que el presidente Cartes ha insistido en la necesidad impostergable de ofrecer más empleo a los jóvenes paraguayos. Mencionó que los indicadores económicos del Paraguay están bien y que esperan un despegue vigoroso que, con medidas adecuadas y voluntad, serán la base del cumplimiento de ese deseo, que el propio Leite dijo es para ellos una “obsesión”.

    Y, puestos a analizar de cerca el tema de la necesidad de empleo para la enorme población joven del país, podemos decir que es muy significativa, ya que el Paraguay tiene –en comparación con otros países– la gran ventaja de ofrecer ante los diferentes mercados internacionales ese potencial de mano de obra tan positivo.

    La tarea de crecer y de generar más puestos de trabajo es algo vital para que el futuro tenga las respuestas que la sociedad espera: mayor calidad de vida basada en el trabajo formal.

    Lo que es una necesidad también urgente, es la formación de esa gran masa de jóvenes, para que no solo representen una mano de obra barata y abundante, sino que también se destaque por la capacidad de desempeñarse en puestos de trabajo como los mandos medios y las especialidades técnicas relacionadas a la producción.

    Hoy por hoy, muchos empresarios o inversores se quejan de esa escasa cantidad de profesionales o técnicos y deben contratar personas del extranjero para ocupar los puestos que podrían convertirse en un gran factor de cambio para el desarrollo del país.

    Y esa necesidad también debe ser una llamada de atención para los institutos y universidades, que deberían asumir la responsabilidad de crear espacios en los que los jóvenes se formen en disciplinas que les aseguren una salida laboral genuina. Comprender realmente las necesidades del sector y poner el esfuerzo y la acción en busca de una formación más ajustada a la realidad del país sería un gran aporte de las instituciones dedicadas a la formación.

    La ciencia y la tecnología hace rato que han dejado de ser en el mundo un misterio develado solo para unos pocos. Deben formar parte de la instrucción formal, tanto en las escuelas como en colegios y, sobre todo, en educación terciaria. Países como la India, Corea del Sur y otros que manifiestan un crecimiento económico constante lo han comprendido y están recogiendo los frutos abundantes de esa inversión que genera enormes beneficios.

    Es importante y válida la generación de empleos para una población mayoritariamente joven, como la de nuestro país. Todo esfuerzo en ese sentido representará un cambio positivo. Y, más aún, si se crean fuentes de trabajo en zonas del interior del país, donde la juventud suele estar condenada de antemano a migrar a las grandes ciudades en busca del trabajo que no existe en sus pueblos.

    De esa manera, se evita la migración y la marginalidad que crece alrededor de las grandes urbes, además del desarraigo y los problemas familiares creados por esa situación.

    El Paraguay tiene a su favor gran cantidad de ventajas con respecto a otros países que han logrado crecer económicamente. Siempre hablamos de la calidad de la energía renovable; de la abundancia de agua y otras ventajas que a cualquier empresa le seduce. Pero también debería tomarse como ventaja de gran valor el hecho de tener una población joven, cuya formación adecuada puede convertirse en el buque insignia del desarrollo que todos deseamos.

    Con una fuerte inversión en educación, en ciencia y tecnología, la fuerza transformadora de la juventud será un arma poderosa e invencible contra el atraso y la exclusión económica y social.

    http://www.lanacion.com.py/articulo/185133-la-juventud-ese-desafio.html

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  9. MOSTRAR LA ESCALERA

    Por Víctor Pizzurno

    Cuando veo en las esquinas con semáforos a niños, jóvenes y adultos que están “limpiando parabrisas”, creo que están encaminados a reeditar y multiplicar la miseria en sus descendientes. Además pienso en la gente que logró salir de la indigencia o que creció económicamente.

    Sin aseverar si la acelerada migración campesina es culpa de unos o de otros y esperar soluciones del Estado, me gusta recordar a la gente de mi entorno que emergió de la pobreza y que hoy tiene una mejor calidad de vida sin la ayuda directa del Gobierno; se trata de personas comunes, sin cualidades extraordinarias, que pasan desapercibidas.

    Por ejemplo, mi amigo don José, que vivía en una suerte de “Chacarita”, en una plaza ocupada del Barrio Herrera. Su historia es que tras cumplir su servicio militar en la Marina, trabajó como estibador y empleado en el comercio de un coreano, en la zona de Garibaldi (Clorinda’i), donde aprendió la disciplina y los secretos de dicha actividad; luego se desempeñó como empleado en la despensa de un paraguayo, cuya “llave” compró posteriormente; y más adelante también adquirió la propiedad donde funcionaba dicho comercio, en el centro de Asunción. Hoy don José es un próspero microempresario, que ofrece a su familia todos los beneficios de la vida moderna.

    Otro es el caso de mi amigo “Pantera”, que durante su niñez vendía diarios y hoy es un respetado licenciado en enfermería, especializado en fisioterapia deportiva, cuyos hijos tienen un nivel socioeconómico muy superior al que él tuvo en su niñez.

    Igual que los mencionados, tengo una larga lista de personas que vivían con severa carencia material y que trabajaron desde niños en diversas actividades, camino que hoy está “vedado” por los derechos de los niños.

    Entonces, al buscar un denominador común acerca de cómo salieron de la pobreza dichas personas, veo que no hay recetas, pero estoy casi seguro de que nadie recibió regalos como los que hoy el Estado da a los “pescadores”, a los “productores de chía”, etc., sino que el crecimiento económico logrado es el resultado de un largo esfuerzo en el tiempo, impulsado por el ferviente deseo de superación, un gran amor al trabajo, disciplina y responsabilidad, antes que la inteligencia académica o preparación educativa.

    Pero el gran desafío es cómo incorporar el deseo de superación, el amor al trabajo y los otros valores en los indigentes, ya que son actitudes intrínsecas que no son fáciles de enseñar ni aprender. En algunos casos, se las adquiere por imitación de alguien que se admira o respeta. También hay casos en que se las asume gracias a sabios consejos recibidos de personas que se aprecian y que se quedan grabadas en la historia personal, porque se dieron en el periodo sensitivo adecuado del desarrollo infantil.

    Para ir todavía más allá se deberá trabajar en la orientación a los jóvenes, en lo que los expertos denominan la inteligencia financiera y el sentido del ahorro, cuando logren sus primeros ingresos.

    Entonces, lo que podríamos hacer la gente común es ayudar a ese niño pobre que está en nuestro entorno, del que somos amigo o podríamos serlo, y tratar de encaminarle, “mostrarle la escalera”, como si fuera un hijo, para que busque subir no hacia el tener, sino hacia el querer ser alguien en la vida, primero con el estudio o en su defecto con el trabajo.

    Podríamos comentar que existieron grandes personas que cuando niños eran muy pobres, por ejemplo, Thomas Alva Edison, gran benefactor de la humanidad, que por la necesidad vendía diarios en trenes. O recordar que la energía más poderosa en el universo no es la atómica, sino la voluntad, según una frase del científico Albert Einstein.

    Y dar a conocer ejemplos de superación como el de Elizabeth Murray, una indigente cuyos padres eran dependientes de las drogas, que se fijó como objetivo estudiar en Harvard y lo logró.

    http://www.abc.com.py/edicion-impresa/opinion/mostrar-la-escalera-1336937.html

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  10. PRIMER EMPLEO Y EXPLOTACIÓN

    Por Sergio Cáceres

    A veces el mundo de colores y discurso exitoso que ciertos ámbitos empresariales recrean para captar a jóvenes que buscan su primer empleo me recuerda a las tácticas de ciertos animales y plantas predadores que fabrican un ambiente agradable en la cual la presa cae fácilmente para luego ser devorada.

    Esta semana tuvimos la visita de Randi Zuckerberg, hermana de Mark Zuckerberg, uno de los paradigmas actuales de joven emprendedor y exitoso.

    Aunque posiblemente esta hermana que estuvo por Asunción… no tuvo nada que ver en la creación de la poderosa red Facebook, el hecho de estar cerca de Mark ya la convierte en su representante y posiblemente se haya empapado del emprendedurismo de este para poder transmitirlo por todo el mundo a través de sus confererencias.

    En la edición del jueves pasado de Última Hora leíamos todos los tips que proponía a las empresas para aprovechar al máximo la creatividad de los jóvenes.

    Se supone que la juventud de por sí es creativa, dinámica y libre, lo que bien administrado puede traer enormes ventajas a cualquier firma.

    De este modo las palabras de la chica Zuckerberg se alinean al discurso genérico que todas las empresas elaboran siempre cuando están en campaña de captar empleados nuevos.

    Y contra esta visión del trabajo en una empresa nada tengo en particular.

    Lo que sí me es molestoso es que nunca escuché a ninguna empresa que al momento de abrir sus bellas fauces para engullir a su nuevo orgulloso empleadito no le ofrezca nada más que un futuro brillante.

    Nunca jamás vi una empresa que le diera garantías de que será bien tratado, de que no será manoseado y explotado hasta que llegue el día en que vence sus meses de prueba y lo pongan de patitas a la calle.

    Allá va otro Zuckerberg en potencia, engañado en la flor de la vida.

    ¿Se tiene acaso aunque sea una vaga idea de los millares de jovencitos y jovencitas que entran ilusionados a las empresas a trabajar y se encuentran con condiciones ilegales de trabajo?

    No se les paga lo que se les promete, o una vez cumplido el periodo de prueba se les invita a ser contratados, pero bajo condiciones leoninas.

    Ni qué hablar de seguro social obligatorio, agremiación y otros derechos laborales que les son negados solo por ser jóvenes.

    Qué lindo sería ver alguna vez una campaña del Ministerio de Justicia y Trabajo, que a la par de las campañas empresariales de primer empleo, conciencie a nuestra juventud de sus derechos como futuros empleados.

    http://www.ultimahora.com/primer-empleo-y-explota-cion-n878743.html

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  11. DESEMPLEO EN PARAGUAY AFECTA MÁS A MUJERES Y JÓVENES

    El desempleo afecta negativamente a la economía, ya que cuando menos personas están con trabajo, el consumo se retrae y el crecimiento económico es menos dinámico. Paraguay no se encuentra exento de esta realidad, tiene un mercado laboral con numerosos desempleados y con asimetrías importantes, que debe subsanar para que se den mejoras la competitividad y productividad.

    Para entender esta realidad a afecta a miles de compatriotas, es necesario comprender qué se entiende por desempleo.

    ¿Qué es el Desempleo?

    La palabra desempleo tal cual es utilizada actualmente aparece en el año 1878 cuando Carol Wright realizó una investigación donde definió el concepto a efectos empíricos y prácticos, en el que un desempleado no es solo quien no tiene un trabajo, sino que desempleado es quien reúne las condiciones: cuentan con edad de trabajar, gozan de salud y efectivamente quieren un empleo. Aquí ya se empieza a considerar al desempleo como un fenómeno involuntario, pero pasarían varias décadas para llegar al concepto universalmente utilizado.

    Según la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos (DGEEC), en Paraguay se considera desempleadas a aquellas personas de la fuerza de trabajo que estaban sin trabajo en los últimos 7 días previos a la aplicación de la encuesta, que están disponibles para trabajar de inmediato y que habían tomado medidas concretas para buscar un empleo asalariado o un empleo independiente. Se incluyen también en esta categoría a las personas que no buscaron activamente trabajo en los últimos 7 días por razones de enfermedad, mal tiempo o esperando noticias.

    La desocupación tiene dos categorías, por un lado, los cesantes, que son los desocupados que tienen experiencia laboral, esto es, que habían trabajado antes del período de búsqueda de empleo, por otro lado, los aspirantes, que son los desocupados que no tienen experiencia laboral.

    Situación Laboral en Paraguay

    Al cierre del 2019, en Paraguay existe una población en edad de trabajar (PET) de aproximadamente 5.042.421, es decir, comprende a todas las personas de 15 y más años de edad que pueden realizar una actividad económica.

    En el periodo determinado, el 40% de la PET tenía de entre 15 a 30 años, 29% de 31 a 45 años, 18% de 46 a 60 años y el restante 13% tenía más de 60 años. Estos datos reflejan que la mayor parte de la población en edad de trabajar se concentra en el segmento juvenil (15 a 30), lo que revela que el bono demográfico está vigente.

    Al último trimestre del 2019, la tasa de desempleo a nivel país fue de 5,7% equivalente a 209.538 personas, este porcentaje es el mayor registrado en los cuartos trimestres de los últimos 2 años, lo que denota que el país no ha logrado encauzar correctamente políticas orientadas a crear más puestos de trabajo.

    Uno de los principales problemas es que la población juvenil tiene una elevada tasa de desocupación, en el cuarto trimestre del 2019, la población de 15 a 30 reportó una tasa de desempleo de 9,8%, equivalente a aproximadamente 135.000 jóvenes; donde el 86% de estos están sin trabajo, pero cuenta con experiencia laboral y el restante 14% no tiene experiencia.

    Otro de los problemas del mercado laboral local es que el desempleo ataca más duramente a las mujeres que a los hombres, para el periodo de referencia, la tasa de desempleo de los hombres fue de 4,2%, mientras que la de las mujeres fue de 7,8%. Cabe mencionar que, del total de personas desempleadas, 59% de ellas son mujeres y 41% son hombres.

    La tasa de desempleo también varía dependiendo del área de residencia, en el área urbana la tasa fue de 6,3%, mientras que en el área rural es de 4,6%. Esto se debería a que la migración desde las áreas rurales hacia las áreas urbanas provoca una mayor oferta de mano de obra y, por ende, más personas están buscando trabajo, mientras que, en el área rural, las personas son empleadas generalmente en actividades primarias o se dedican a labores del hogar, por lo que el desempleo de acuerdo al concepto delimitado es menor en las zonas rurales.

    En América del Sur, Paraguay es la economía con tercer menor nivel de desempleo, sólo por detrás de Ecuador y Bolivia, comparativamente parecería que no es una mala posición. Sin embargo, Paraguay es uno de los países de la región con los menores ingresos promedio por trabajadores.

    Teniendo en cuenta el salario promedio a nivel Sudamérica corregido por la Paridad del Poder Adquisitivo (PPA), Paraguay tiene el cuarto salario promedio más bajo de la región.

    Los salarios promedios bajos restan el incentivo a los trabajadores, muchas personas prefieren estar sin trabajo porque lo que percibirá como salario no cubriría sus necesidades básicas.

    Otro factor importante en el empleo es que las empresas, principalmente las micro y pequeñas empresas utilizan como criterio de contratación la experiencia, y la preparación académica pasa a un plano secundario, lo que resta el incentivo a invertir en educación.

    En Estados Unidos, una variable determinante para el crecimiento económico es el empleo, por lo tanto, la reducción de su tasa de desempleo es una prioridad para el Gobierno. Al cierre del 2019, la desocupación era sólo del 3,5% y los salarios reales mostraron incrementos sucesivos en el año. Con un mayor empleo e ingreso per cápita, el consumo se dinamiza y eso genera una expansión del Producto Interno Bruto (PIB).

    En Paraguay una de las prioridades debería ser reducir la tasa de desempleo mediante políticas que incentiven la inversión nacional y extranjera, fomenten el emprendedurismo tanto a zonas urbanas como rurales, mejoren las capacidades de las personas, desarrollen acciones tendientes a reducir las brechas relacionadas al género y reduzcan la informalidad en el mercado laboral.

    Si hoy se realizan esos cambios, en algunos años Paraguay podría convertirse en una economía altamente competitiva, potenciar el mayor activo con que cuenta, su población juvenil y obtener más beneficios de ellos.

    ECONOMIA@MENTU.COM.PY

    http://www.5dias.com.py/2020/03/desempleo-en-paraguay-afecta-mas-a-mujeres-y-jovenes/

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  12. El concurso de Itaipú y la realidad del desempleo juvenil

    El concurso de Itaipú Binacional para llenar 220 cupos en diferentes dependencias, con salarios que superan varias veces los que se pagan en el sector privado, ofreciendo G. 8.451.200 de ingreso a bachilleres, y que convocó a más de 1.000 postulantes refleja una lacerante realidad. En el Paraguay, mientras crece el desempleo, hay una masa juvenil que carece de oportunidades para acceder a empleos y salarios dignos. Es inadmisible que la respuesta sea aspiracionalmente encontrar la solución en el patrón Estado.

    https://www.ultimahora.com/el-concurso-itaipu-y-la-realidad-del-desempleo-juvenil-n3062835.html

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  13. Disminución de desempleo juvenil: desafío impostergable
    Por el Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro

    Precisamos de la creación de más fuentes de trabajo para nuestros jóvenes, dado que los niveles de incorporación plena dentro del ámbito laboral se encuentran restringidos por las altas tasas de desocupación e informalidad que seguimos sufriendo a nivel país.

    Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la tasa de desempleo en Latinoamérica sigue manteniéndose a niveles similares a los reportados antes del inicio de la pandemia, que era del 18 por ciento, aunque con perspectivas de una recuperación gradual.

    Estudios realizados revelan que la cantidad de jóvenes en busca de empleo a nivel regional es de aproximadamente de 10 millones, una de las peores crisis laborales de los últimos años.

    Ante este escenario, se torna en un problema de carácter estructural que guarda íntima relación con situaciones de pobreza y exclusión, siendo “caldo de cultivo” para la delictividad del cual no escapamos, pues muchos, en su desesperación, cometen actos deleznables que vemos, leemos y escuchamos todos los días.

    https://www.lanacion.com.py/columnistas/2023/10/24/disminucion-de-desempleo-juvenil-desafio-impostergable/

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