EL PROBLEMA DEL GAS DE COCINA (GLP) Y EL GAS NATURAL

 

  • Guillermo López Flores

Frecuentemente en el debate de los negocios públicos paraguayos,  por  desconocimiento o intereses sesgados,  se manejan conceptos errados que luego se instala como verdad  y finalmente como política publica si es que no pasa al olvido una vez superada la coyuntura problemática. Esto es lo que probablemente sucederá en el caso del gas licuado de petróleo.  Aportamos algunos unos conceptos  y estadísticas básicas e ilustrativos.

El gas natural (GN, 97% metano) y el gas de cocina o gas licuado de petróleo (GLP, 70% propano y 30% butano)  son de uso o aplicación similares pero son muy diferentes en cuanto a su producción, suministro, transporte, distribución, comercialización y precio. Es mas, el GLP se utiliza como combustible sustituto del GN en zonas en donde no hay red distribución local de GN o en zonas alejadas  del sistema nacional de ductos (usualmente las mas pobres) por lo que se considera un gas eminentemente social.

El GN no es un substituto ni automático, ni simple ni barato del GLP como parecen pensar el gobierno y la gente. La inserción del gas natural en la matriz energética es de necesidad estratégica para la industrialización,  pero ello requiere una  bien diseñada y compleja  combinación de  políticas y acciones concretas:  diversificación de nuestra precaria matriz energética (hidroelectricidad y combustible 100% importado, 55% biomasa), crear condiciones para desarrollo del mercado de gas, política de desarrollo agrícola (fertilizantes, urea)  e industrial (calor, química, insumos), política social   de combate a la extrema pobreza (bienestar de la madre que cocina con dañina leña), etc. Pero por sobre todo, se requiere intervención en la geopolítica energética pues ante el neonacionalismo energético de los estados, se hace imprescindible la participación del estado para lograr la seguridad del suministro energético (la mentada soberania energética es solo una quimera). En los tiempos que corren, como ha sucedido con Chile, Uruguay, Brasil y ahora nosotros,   las  reglas y contratos comerciales por si solas ya no pueden garantizar el suministro.

El GLP casi no se transporta a grandes distancias, y si se lo hace, no es mediante gasoductos sino con camión-tanques o barcaza-tanques y con flete elevado por ambos medios. Luego se lo fracciona en botellones (garrafas) para la casa o a granel para las industrias. Practicamente no se usan redes de distribución de GLP.

El gas natural (GN) se transporta a grandes distancias (hasta unos 2-3 mil km)  por medio de gasoductos a elevadas presiones y en forma de gas natural licuado (GNL) desde ultramar mediante grandes barcos criogenicos especiales. Luego en el destino el  GN se distribuye a los usuarios, viviendas e industrias, mediante redes de gasoductos menores. No se distribuye en garrafas, excepto el gas natural vehicular.  Todo esto demanda cientos de millones de dolares y solo se justifica a partir de un elevado consumo del gas, que no es el caso de nuestro pais que tiene baja demanda.

En nuestro pais, asi como en otros vecinos, el GLP  está orientado esencialmente al uso domestico para cocción, aunque actualmente hay una tendencia al consumo del GLP como combustible automotriz, ya que las legislación vigente no  establecen ninguna diferencia entre los productos para ambos usos (doméstico y automotriz). El consumo local  de GLP el  año 2008 fue de 83.00 Tn, según la Asociación Iberoamericana de GLP, con sede Rio de Janeiro,  y contabilizando el consumo no registrado se puede estimar en unos 95.000 Tn por año. El 55% de la demanda es para uso residencial (cocinar y calentar agua), el 15% es para industrias, y el 30% restante para consumo automotor. El 75% de la demanda es abastecida por garrafas y el resto es granel para industrias (10%) y estaciones de servicio (15% vehicular).

El GLP se produce básicamente con la extracción de  GN en los yacimientos, o junto con la extracción de petróleo crudo y/o mediante refinación del crudo en las refinerias. Los yacimientos de GN del Paraguay en el Chaco no son explotables comercialmente (por ahora por lo menos) y  la refinería de Petropar está inactiva desde el año 2002. Petropar posee tres tanques para GLP construidas al precio de unos 8 millones de dólares en el predio de la Refinería de Villa Elisa, pero no están operativas. Por lo tanto, la demanda es totalmente satisfecha con la importación realizada por empresas fraccionadoras privadas.

No se puede traer GLP de Bolivia pues no siempre abastece su demanda interna y el flete es prohibitivo. Lo mismo se puede decir del Brasil. Por lo tanto el 90% de la demanda nacional proviene de la  Argentina. El problema es que Argentina durante el invierno simplemente no abastece su consumo interno ni de GN ni GLP. Para peor,  su industria gasífera está en declinación por lo que a su vez desde hace años se ve obligada a importar desde Bolivia y ultimamente desde Venezuela y Trinidad en forma de GNL . El restante 10% y no con regularidad, proviene desde Bolivia y del Brasil, pero en forma de comercio fronterizo no registrado. Los principales proveedores argentinos son  Repsol-YPF, Petrobras (Refisan), Esso (Campana) y Shell (Dock Sud). No existe contratos de largo plazo y el suministro depende  esencialmente del mercado spot de corto plazo del Rio de la Plata. Uruguay se abastece del GLP producido en su refinería de petroléo de la Teja y no tiene saldo exportable. Está esperanzado en URUPABOL, para combinar las demandas de Paraguay y Uruguay que pueda justificar un gasoducto de 2.000 km desde Bolivia a Uruguay, pasando por Paraguay. El problema es que ya tiene tres gasoductos con Argentina, los cuales están practicament ociosas.

Para el GN, la fuente natural es Bolivia con reservas comprobadas de 1,5 billones de m3 (49  trillones de pies cúbicos) de gas,  siendo   la segunda reserva probada y probable más importante de América del Sur, después de Venezuela. Si bien el decrecimiento de la compra brasileña (30 millones de m3 diarios), aun con el aumento de la compra argentina (7 millones de m3 diarios), y el esperado aumento de producción en la extracción de GN,  los problemas principales para importar GN  son:

i)     el costo de un gasoducto depende de varios factores, entre ellos el  diámetro de la tubería y la longitud,  de las características del territorio que recorra, de su geología, su relieve, su dotación de infraestructura y de los costos ambientales que involucre su instalación. Según la regla “a dedo” (Rule-of-Thumb) del  Banco Mundial  que tiene en cuenta solo dos variables, el diámetro y la longitud, el costo se sitúa entre 15 y 30 dólares por cada pulgada de diámetro y por cada metro de longitud, recomendando inclusive usar 20 dólares para un primer cálculo. Por lo tanto, para una tubería de 10”, el costo es 200.000 US$/km (en realidad el rango de costo es entre 200 mil y 500 mil dolares/km). Por ejemplo si un gasoducto se extendiera desde Vuelta Grande (Bo) hasta Villa Hayes (Py), unos 800 km, costaria unos 160. 000.000 de dólares a lo que hay que sumar la red de distribución en las principales ciudades del pais.

ii)   el volumen de demanda debe ser tal que el proyecto pueda pagarse en 15 años o menos. No es casual que los  proyectos (anteproyectos, en realidad)  de gasoductos mas conocidos en Paraguay  siempre incluyen o se basan en una central termoeléctrica a gas, sea en Vallemí, en Loma Plata o en Villeta, también incluye abastecer la cementera Vallemí y la acería ACEPAR, y en un caso incluye  una planta de Urea y Metanol para consumo interno y exportación. Sujeto a mejor evaluación, y para fijar ideas, se puede decir que ningún proyecto que transporte menos de 1.000.000,oo  m3/día puede justificar un gasoducto de 10”

La pequeña demanda del mercado paraguayo, el costo del gasoducto principal, el costo de la red de distribución, son las   principales dificultades para traer gas natural directamente desde Bolivia. Y para vencerlas, hacen falta políticas públicas, instituciones apropiadas y reforma sectorial que no estan a la vista.  El planteo (pedido) paraguayo al Brasil de un oleoducto o poliducto, demuestra que la improvisación sigue siendo nuestra marca registrada, es decir,  que las cosas seguirán como hasta ahora.

Guillermo López  Flores

ISC Ingeniería  & Consultoría

San Salvador  616

Asuncion, Paraguay

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9 comentarios en “EL PROBLEMA DEL GAS DE COCINA (GLP) Y EL GAS NATURAL”

  1. DE CRISIS EN CRISIS: AHORA GAS

    Guillermo López Flores

    Por las promesas electorales, acicateado por una virulenta opinión mediática al que se alineaban casi-automáticamente políticos y referentes sociales (y que hoy oportunistamente se disocian), el gobierno del Pte. Lugo nunca ha tenido otra mira que la casi obsesiva de negociar el contencioso Itaipú desde el dia mismo de su asunción al poder. Pero ello ha sido en detrimento de la debida atención a los problemas de los demás sub-sectores energéticos como el gasoil via la interminable sucesión de problemas de PETROPAR, el siempre precario suministro de gas de cocina (GLP), el alcohol combustible y el biodiesel que podrían dar muchísimo mas al país, y sobre todo la leña/carbón, el combustible de los mas pobres y el de mayor consumo en el país.

    Por ello la crisis del sector eléctrico, al que hoy se suma el temas del gas de cocina (gas licuado de petróleo) no es casual ni fruto de un designo divino. Nuestro pais, uno de los privilegiados del mundo que produce mas de 7 veces la electricidad que consume, debe recurrir a generadores diesel eléctrico o termogas para sostener su sistema eléctrico a pesar de la extraordinaria utilidad financiera registrada por su empresa monopolica en los pasados ejercicios; o que hoy suframos aguda escasez de gas de cocina, pues dependemos totalmente del abastecimiento de Argentina, un pais que a su vez depende de otro para enfrentar el drama de su abastecimiento, Bolivia, a su vez con sus problemas. «La mitad de toda la energía que la Argentina consume es gas natural, y su oferta es cada vez menor». Decia un Ex-Secretario de Energia de la Argentina y remarcó «la Argentina dejó de ser un país gasífero y hoy tiene dificultades para abastecer su propia demanda pues año a año la producción baja y la demanda crece”. Y advirtió que la escasez de gas es un problema que tiende a agravarse con el paso del tiempo y el problema es serio y la solución va a demandar mucha materia gris, dinero y tiempo. Pues bien, nosotros dependemos de éste pais y lo sabemos de hace rato, sin hacer nada, de nada.

    El estado paraguayo, en vez de empantanarse en el suministro de gasoil, con un subsidio ineficiente que mas beneficia a los ricos, y en una interminable sucesión de problemas, desmajeno y obscuras transacciones como el de PETROPAR-PDVSA, debía redefinir su rol en el suministro del gasoil y dejarlo al sector privado bajo un régimen de libertad vigilada al menos, que tan buenos resultados diera en el tema de las naftas. ¿Cuanto hace que no hay problemas con las naftas?

    El GLP tiene reservas sustanciales gracias al doble origen, ya que unos 60% proviene de la extracción del gas y petróleo y el 40%, del refinado del petróleo. De todo el gas natural y petróleo extraidos, 5% por lo menos constituye GLP. Asi que cuando Bolivia, y sobre todo Brasil, exploten sus ricos yacimientos hidrocarburíferos habrá GLP, a tutiplé. El suministro de GLP no depende de la disponibilidad de ninguna fuente en particular y el GLP se puede obtener desde todas las partes del mundo, no solo desde un país. Esto constituye una ventaja importante durante una crisis de suministro, cuando la disponibilidad inmediata es esencial. Además, en lugar de depender de una infraestructura fija que puede ser vulnerable a los cortes de suministro, el GLP se puede transportar desde cualquier sitio de la región y del mundo, usando una combinación óptima de mar, tren y carretera. Esta flexibilidad facilita no solo el transporte del GLP al territorio nacional sino también su distribución a los hogares e industrias. El GLP no utiliza redes de tuberías de lo que nosotros carecemos totalmente. Con su disponibilidad y sus diversas opciones de fuentes, rutas de transporte y aplicaciones, el GLP debería jugar un papel importante en un modelo energético más competitivo, sostenible y seguro.

    El gas natural o el GLP, son muy necesario para diversificar la matriz energética y como insumo industrial en un pais agroindustrial. Pero como este sector no existen las condiciones de mercado y de geopolítica energética regional, sí es esencial la presencia del estado, mediante una empresa nacional de petróleos moderno, al estilo ENAP, ECOPETROL, PETROBRAS, etc. Simplemente, no hay condición para que el sector privado invierta y garantice el suministro. Una empresa publico-privada (nacional oil company), participando en los negocios regionales de gas y gasoducto (y porque no de petróleo también), en asociación publico-publico o publico-privada puede posibilitar el abastecimiento nacional, seguro y de largo plazo del gas natural o el GLP.

    Pero hay muy poca esperanzas en este tipo de visión o proyecto. Todo estos males que nos aquejan, no son sino el simple y previsible resultado de décadas de desidia, improvisación e incompetencia de una clase dirigencial, política, publica y privada, que sustenta por desidia, desconocimiento o conveniencia una cúpula gerencial que si bien deviene de gobiernos anteriores, se reproduce como la hidra y mediante simple enroques, siguen tan campantemente con la presente administración y sin pudor se acomodarán con los siguientes gobiernos. Los responsables del sector energético paraguayo viven en una burbuja donde la crisis del sector no afecta en lo mínimo su bienestar ni su futuro, pues son los asalariados mejor pagados del país, con los mejores beneficios sociales, reciben capacitación y educación internacional, con generosos viáticos viajan permanentemente a los balnearios mas lujosos de la tierra en un rosario interminable de seminarios, conclaves, conferencias, talleres energéticos, ambientales, regulatorios, a traer inversiones o para mejorar el acceso energético a los pobres, etc. La realidad es que no hacen sino priorizar sus privilegios e intereses personales y corporativos por encima del interés general, pues están exentas de la “accountability”, esto es, de la rendición de cuentas con responsabilidad por los resultados y por el que se recibe castigo y premios. Si fuese asi, y en vista de los resultados, la cúpula energética paraguaya y el poder politico que los sustenta estarían en la calle, bajo el frio y la lluvia, buscando empleo (o disfrutando de lo acumulado), y no poniendo en riesgo innecesario y evitable una actividad tan trascendental para el bienestar de la sociedad y la economía del país. Este gobierno, en muchos aspectos y salvo honrosas excepciones, es prácticamente mas de lo mismo.

    Guillermo López Flores

    ISC Ingeniería & Consultoría

    San Salvador 616

    Asuncion, Paraguay

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  2. ES HORA QUE LA ANDE SEA DIRIGIDA POR PATRIOTAS

    Ing. Orlando Valdés (*)

    Recordemos que a la fecha, la ANDE no puede retirar de Itaipú potencias superiores a 1.350 MW, a pesar de requerir potencias del orden de los 1.900 MW, porque no instaló en tiempo y forma transformadores en la Subestación Seccionadora de la Margen Derecha (SE-MD). También tiene limitada en 420 MW de potencia eléctrica su capacidad de retiro desde Yacyretá, situación que continuará por varios años más, a pesar de tener a su disposición en dicha central más de 1.300 MW de potencia.

    Pésimo servicio. La ANDE tampoco puede entregar a los usuarios energía eléctrica con calidad y confiabilidad para la atención de la actual demanda y mucho menos para atender siquiera el crecimiento vegetativo del sistema eléctrico interconectado nacional por falta de inversión en líneas de transmisión y en las estaciones y subestaciones transformadoras integrantes del sistema de distribución.

    Prioridad nula. Los criterios utilizados para la definición de prioridades en la ANDE continúan siendo una incógnita para el común de los mortales, ya que, a pesar de que sus carencias se concentran en los sistemas de transmisión y distribución, continúa realizando gestiones para ejecutar obras de generación, que nuestro país posee en abundancia en Itaipú y Yacyretá.

    Obra innecesaria. Tanto es así que ha llamado a licitación las obras para maquinizar la represa de río Yguazú, con capacidad para generar 200 MW de potencia eléctrica, por apenas tres horas y media al día, con una capacidad anual de producción de energía de 180 GWh/año.

    Dinero tirado. Los recursos que se utilizarán para la construcción de esta innecesaria, ineficiente y peligrosa central hidroeléctrica acarrearán compromisos superiores a los 240 millones de dólares al Estado paraguayo, que deberán ser pagados por nuestros hijos y nietos, siendo sus principales beneficiarios el banco japonés, las empresa consultora japonesa y las de construcción extranjeras.

    Entreguistas. Desde luego que esta actitud entreguista de los gerentes de la ANDE es la misma que siempre han tenido en las binacionales, en su carácter de representantes del Estado paraguayo y cuyas consecuencias son de público conocimiento.

    Se necesita de patriotas. Es hora de que el sector eléctrico nacional sea dirigido por patriotas, por personas que amen a nuestro país, que no antepongan sus intereses particulares o grupales al bien común; deberían tomar como ejemplo a los integrantes de la selección paraguaya de fútbol, a quienes poco o nada les importó el posible enojo del pueblo japonés, sabían que el resultado positivo de su gestión sería para alegría y beneficio de la población paraguaya.

    (*) Ingeniero electricista, especialista en temas eléctricos.

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    Servicio informativo de Mundo de la Electricidad, revista especializada, 15 años sirviendo al Paraguay.

    Lea esta opinión en la edición 127 de Mundo de la Electricidad que estará en circulación, DIOS medianteel 30 de julio.

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  3. LA MADRE DE LAS CRISIS ENERGETICA

    En Paraguay, las crisis eléctrica, que es una crisis de abundancia pues sobra la energía y la empresa goza de un envidiable superávit, la crisis del gas de cocina, que es una crisis de escasez, las cíclicas crisis o amenaza de crisis de diversas índoles en el combustible diesel, la carencia de un “combustible social” para la cocción que en el campo substituya a la dañina leña, la falta de un verdadero y efectivo plan de combustibles agrícolas (alcohol y biodiesel), el pobre resultado en los contenciosos de las hidroeléctricas binacionales, etc. obedecen a una causa común, primaria y endémica: es una crisis de planificación, de gestión, de falta de instituciones y políticas publicas, falta de leyes y reglas de juego, de gerentes y de capital humanos apropiados, falta de evolución hacia la modernización y acumulación continua de mejoras.

    Es decir, lo característico es el cortoplazismo, la improvisación, la incapacidad de enfrentar los problemas energéticos, desde una óptica, enfoque o dimensión geopolítica, estratégica, integral, priorizando el bien común y a largo plazo. Cuando algo es urgente, generalmente ya es demasiado tarde.

    Desde el fin da la autocracia stronista, muy poco o casi nada avanzamos en la creación y construcción del andamiaje institucional. Hacen tanta falta el ministerio de energía, el ministerio de economía, la ley de electricidad, la ley de combustibles y biocombustibles, la ley de defensa de la competencia, la ley de fideicomiso, un tribunal de defensa de la competencia que cuide de la cartelización que se da en todas las obras y servicios públicos importantes y en algunos productos de consumo masivo, nuevas instituciones regulatorias y mejoramiento de las existentes, faltan politicas publicas y planes sectoriales como el de energía, etc. Todos estos están dando vueltas desde hace años, sin concretarse nunca.

    ¿A que obedece esta actitud de eterna procrastinación? Por un lado, la sociedad carece de elites tecnocrática, profesionalmente competentes, patrióticas, capaces de pergeñar y desarrollar ideas y planes y con ellos alimentar a los “formuladores de políticas publicas” (policy maker) para que los “tomadores de decisiones” (decisión makers) implementen acciones económica y socialmente racionales, eficientes, generadores de progreso. El gobierno y los partidos políticos al carecer de cuadros tecnopolíticos, llegan al gobierno o co-gobierno desde el parlamento o la oposición, carentes de planes y programas por lo que luego gobiernan improvisadamente, con gente sin experiencia ni oficio, armados con meros slogans, discursos de campaña o de barricadas, a veces con propuestas delirantes, incumplibles.

    Pero la raiz de nuestros males, arriesgo a conjeturar, es la crisis (o mala calidad) de la política; la vieja y ancestral regla y praxis política: todo se centra en la mera búsqueda de la cuota de poder político, del recurso económico, del control de las instituciones que administran los recursos, o simplemente un cargo en el gobierno. Y esto se da tanto en la conformación de las altas instancias del estado, corte suprema de justicia, la justicia electoral, en las mesas directivas del congreso, en los curules del congreso, etc., un puesto de frontera en la Dirección de Aduana, un cargo de maestra en el Cerro Chovoreca, en las empresas publicas, ni que decir en las joyas de la corona como son los entes binacionales, en la obtención de un contrato, de una consesión o de una franquicia. En Py, estos son “soquetes supremos” por los cuales se muere o se mata, se vende lealtades, votos y conciencias. Cuando cuestioné a un parlamentario porque habían “matado” la ley de creación del ministerio de Energia y Minas que tan útil hubiera sido en las presentes circunstancias y ya con media sanción parlamentaria, me respondió, mas en serio que en broma: jamás pondríamos semejante poderosa institución en manos de la “zurda” nacional. Una verdadera demostración de bajeza política.

    El consuelo de tontos es que todos somos co-responsables de estos males, porque como sociedad civil, simplemente miramos extática y resignadamente, sin hacer nada y frecuentemente, sin entender nada y seguimos votando en vez de “botar” a nuestros representantes. Nada es permanente sino el cambio, decia Heráclito hace 2.500 años, pero por lo que hemos vistos en estos dias en el ámbito político y de gobierno, el autentico cambio en el Py, debe esperar todavía otro Mesías.

    Guillermo López Flores

    Ingeniero Consultor

    Guillermo López Flores

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  4. CON “ESCOMBROS” NO HABRÁ CAMBIOS EN EL SECTOR ELÉCTRICO

    Por Ing. Ramón Montanía

    “Me hago responsable de lo que firmé, pero debo aclarar que a mi me presionaron para hacerlo. Le puedo asegurar que las obras existen, solo que no coinciden con las planillas porque se hicieron en las seccionales coloradas. Todas las irregularidades cometidas en la administración anterior, y todo esto de las supuestas obras fantasmas, yo le conté al presidente Lugo; él está al tanto de todo”.

    Dichas declaraciones fueron publicadas por el diario ABC, y corresponden al Ing. Gustavo Bogarín, que durante la administración de Dr. Víctor Bernal, se desempeñaba como jefe de división de infraestructura de Itaipú.

    Según la publicación, el Ing. Bogarín acepta públicamente su participación en el desvió de fondos de Itaipú y también afirma que el presidente Lugo conocía sus actos ilícitos. A pesar de sus antecedentes oscuros, igual fue promocionado al cargo de director administrativo. Para los funcionarios honestos de la entidad binacional, el hecho representa un mensaje de total incoherencia e impunidad a las transgresiones y una fuerte bofetada a la sociedad decente de la nación.

    En un país que pretende ser serio, un personaje como Bogarín ya estaría fuera de la institución y lidiando con la justicia, pero no ocupando un elevado cargo en la empresa más estratégica del país que maneja más de 3.000 millones de dólares de presupuesto anual.

    Lograr el soñado cambio en el sector eléctrico será muy difícil mientras “hombres escombros”, que con sus actos ilícitos han degradado a las empresas del Estado a condiciones deplorables sigan ocupando importantes cargos en las mismas, y gozando de la protección de los mandamases de turno.

    Debido a su importancia para el desarrollo nacional, el sector eléctrico debe ser manejado con claridad y con alto grado de responsabilidad. Lamentablemente el Gobierno actual hasta hoy no entiende de esta manera, por lo que a nadie le debe extrañar las lamentables situaciones que están atravesando las empresas.

    La ineptitud y la falta de patriotismo de los directivos de la ANDE e Itaipú esta a la vista. En 16 meses de gobierno ni siquiera pudieron adjudicar las obras de ampliación de la subestación margen derecha. Por falta de esta obra nuestro país no puede traer ni siquiera 1 MW más energía de Itaipú para atender las acuciantes necesidades de su mercado. Mientras no podamos disponer de nuestra energía, nunca podemos hablar de soberanía energética en Itaipú.

    El presidente Lugo pidió “fumigar” la corrupción, pero el dueño de la “máquina fumigadora” es él. Hace 16 meses que la gente espera que su promesa se haga realidad, para que los sinvergüenzas, los “hombres escombros” del sector eléctrico no sigan gozando de buena salud y para que el Paraguay no siga siendo uno de los más corruptos de la región.

    Pero la experiencia que se tiene no es alentadora; porque en algunas empresas, como Yacyretá, los “fumigados” fueron los que estaban luchando contra la corrupción y la impunidad. Es la pura verdad y hay que decirla duela a quien duela.

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  5. Usando su propia energía, Paraguay puede reducir su dependencia de otros países

    «Uno de nuestros principales ejes de lucha es la recuperación de los derechos sobre la energía que producimos en las entidades binacionales». Son palabras textuales del presidente de la República, Fernando Lugo, expresadas en una columna exclusiva para Última Hora, publicada el domingo 18 de julio.

    El Paraguay tiene su energía eléctrica cautiva. Desde el 5 de mayo de 1984, fecha en la que se puso en funcionamiento la primera turbina de Itaipú, hasta hoy, nuestro país no ha dispuesto de la suficiente infraestructura para aprovechar la mayor cantidad posible de su propia energía. El Paraguay, en estos momentos, consume apenas un 5 por ciento de la electricidad de la usina. El 95 por ciento restante usa el Brasil, incluyendo la parte paraguaya que compra a un precio insignificante.

    Mientras el Paraguay subsidia a grandes industrias de San Pablo, aquí se frena el crecimiento industrial por falta de capacidad de transmisión de la energía paraguaya. Como un gran contrasentido, el Paraguay es el único país exportador de excedentes hidroeléctricos en la región mientras su mercado interno está por entrar en un colapso.

    Desde setiembre del 2008, la ANDE venía expresando la necesidad de una línea de transmisión de 500 kV para que, en el 2012, no sucumbiera el servicio energético. Solo ahora se tiene la autorización para que el Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (Focem) financie la obra con recursos que serán proveídos por el Brasil. Y aquí la duda: ¿permitirá Brasil que el Paraguay posea la estructura necesaria para aumentar su consumo de energía? El crecimiento de la industria brasileña es asombroso y la energía paraguaya de Itaipú le es imprescindible.

    He aquí la tremenda responsabilidad que tiene Lugo: hacer cumplir el compromiso brasileño, que, en el fondo, no será una donación, sino apenas una reparación parcial a todo el daño que le causó al Paraguay despojándolo de su hidroelectricidad.

    La economía paraguaya está creciendo, pero, para que se convierta en desarrollo, se necesita energía y capacidad para distribuirla.

    Tenemos que reemplazar los combustibles y electrificar todo lo que se pueda; consumir electricidad. Nuestra electricidad. Incluso el transporte público debería depender de la energía hidroeléctrica. El Paraguay importa combustibles por unos 800 millones de dólares al año, mientras que recibe por vender su hidroenergía apenas 350 millones de dólares. Es una situación absurda que hay que revertir.

    Una valiosa herencia que podrá dejar el Gobierno de Lugo al país será la independencia energética. Esta es la hora de lograrla, en vísperas del Bicentenario y con miras a un futuro en el que viviremos integrados plenamente en la región, pero ya sin someternos a nadie; ni a los usurpadores de afuera ni a los traidores de adentro.

    El presidente Fernando Lugo afirmó recientemente, una vez más, que uno de los ejes principales de su Gobierno pasa por la recuperación de los derechos sobre «la energía que producimos». Pero esta afirmación no debería quedar en una simple retórica de discurso vacuo. Es hora de que un Gobierno paraguayo piense en el futuro del país y haga valer su derecho. Si no rescata con urgencia la energía que le usurparon, el Paraguay tiene un porvenir incierto.

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  6. Nacionalizaciónde YPF

    Por Guido Rodríguez Alcalá

    «Se pueden hacer profecías pero solamente sobre el pasado», dijo Oscar Wilde. Lo menciono a propósito de las profecías sobre la nacionalización de YPF, porque recuerdan a las del 2001. En 2001 la Argentina incurrió en default; dejó de pagar la deuda internacional (mayormente espuria), y se le profetizó la catástrofe.

    ¿Cuál fue la catástrofe? Que, entre 2002 y 2011, el producto nacional bruto creció el 94%; el desempleo bajó del 50% al 8%; la pobreza bajó de los dos tercios a la séptima parte de la población. En otras palabras, la situación mejoró cuando se dejó de hacer lo que decían el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, pregoneros del neoliberalismo.

    El neoliberalismo se impuso en Sudamérica con las tiranías militares chilena, argentina y brasileña. No terminó con ellas, siguió como ideología dominante en la década de 1990. Aunque caído en el descrédito, conserva la vitalidad perniciosa de Drácula, el muerto vivo; de tanto en tanto, encuentra en el camino el crucifijo que lo detiene.

    Las críticas contra la privatización del YPF tienen un marcado sesgo ideológico. ¿Dónde se ha visto semejante intervención estatal?, preguntan los críticos. Respuesta: en todo el mundo. En todo el mundo, el petróleo ocupa un lugar muy importante en la política de energía de los gobiernos. La intervención gubernamental va desde la creación de Petropar, en el Paraguay, hasta la acumulación de reservas de hidrocarburos, en Estados Unidos y otros países desarrollados.

    La intervención gubernamental tiene más de cien años: comenzó con la consolidación de la industria petrolera, a fines del siglo XIX.. En 1911, la Justicia norteamericana decidió la disolución de la petrolera Standard Oil por monopolista. El petróleo provocó guerras y revoluciones. Sobre el asunto, es muy instructivo el libro de Daniel Yergin, La historia del petróleo.

    Así que el Gobierno argentino hace lo que los demás: intervenir. ¿Cómo interviene? Esto es lo que debiera discutirse. Según los términos del acuerdo inicial con Repsol (accionista mayoritario de YPF), el asunto debe resolverse en los tribunales argentinos.

    El Gobierno argentino tiene sus quejas. Repsol compró sus acciones por USD 13.000 millones y tuvo utilidades de USD 16.000 millones entre 1997 y 2011 (lo cual obligó a importar petróleo por USD 9.000 millones). En ese periodo, su producción bajó en 44% y su endeudamiento llegó a los USD 9.000 millones. Repsol envió ganancias al extranjero, no invirtió ni colaboró con la política energética local.

    ¿Son justificadas las quejas? Esto es lo que debiera aclararse, en vez de tramarse un bloqueo internacional.

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  7. Argentina vs. el país de Cristina

    Por Eduardo Quintana

    De pronto, la preocupación de la comunidad internacional giró en torno a Argentina luego de la expropiación de la petrolera YPF-Repsol por parte del gobierno de Cristina Fernández y con el apoyo del Congreso. Mientras el problema de las Falkland Islands (Islas Malvinas) va quedando relegado, la administración kirchnerista ha creado otro foco de conflicto, esta vez, menos histórico y más directo, pero ya no con Inglaterra, sino con España.

    Aunque no se vea una crisis socioeconómica dura, la situación es mucho más compleja que una “simple nacionalización”. El Gobierno, a través de sus órganos oficiales, señala que la inflación llegó solo al 9,8% en los últimos meses. Sin embargo, la crítica generalizada de la gente, que afirma gastar mucho más que en años anteriores, se confirma con la versión de los datos no oficiales. La verdadera inflación podría oscilar entre el 20 y 25% entre los datos más optimistas.

    A esto se suman las trabas a la importación y las cifras escalofriantes sobre el desempleo. En las últimas semanas se informó que las empresas que incorporan a jóvenes que comienzan a trabajar ya no renuevan las contrataciones ni están pagando beneficios para antiguos empleados. También se incrementó el número de indigentes en la calle y esta problemática se extendió a varios barrios de la capital, algo impensable años atrás.

    Pero la preocupación interna es aún mayor. Ya no se puede sacar dólares americanos del país. El gobierno impuso un límite de cambio de hasta 500 dólares a pesos argentinos para cada persona y las transferencias para enviar dinero afuera no deben sobrepasar los 1.500 pesos. Algunos economistas indican que el sistema cambiario está colapsado y que el peso vale mucho menos de lo que se maneja.

    Las limitaciones o cercenamiento de libertades por parte del Estado o del grupo que goza del poder en el gobierno traen tras de sí objetivos, quizás democráticos, pero que postergan el verdadero desarrollo y acortan la propiedad y vida de los ciudadanos. Ya se habla de fuga de capitales en Argentina y el clima de inversiones por el momento es inseguro.

    Aun así, algunas multinacionales seguirán con sus proyectos de inversión en el país sudamericano con el temor a una expropiación impensable.

    En este contexto, y aunque no gusta hablar de ello, las economías minoritarias del Mercosur, como Paraguay y Uruguay, deberían aprovechar la situación y tratar de captar esos posibles capitales que saldrían de Argentina, en vista a la inseguridad jurídica existente y al actuar populista de la administración kirchnerista. Los gobiernos de Asunción y Montevideo podrían garantizar un clima de buenas inversiones y negocios en un momento en que la economía mundial no se ha recuperado de la crisis reciente.

    Lamentablemente, los más perjudicados son los ciudadanos argentinos que están siendo engañados por el Gobierno. Si bien no existe una crisis real, los problemas están a la orden del día y los conflictos sociales no tardarán en llegar.

    Aunque lo sorprendente de todo esto es que, a diferencia de periodos pasados, los argentinos están quietos y en silencio, viendo cómo nuevamente el Gobierno va creando un clima propicio para el desastre.

    La presidenta Fernández sigue prometiendo mayor presencia del Estado en todas las facetas posibles. Gracias a las leyes, que los propios estatistas redactan, el Estado puede atentar contra la propiedad privada y la libertad de sus gobernados. Esto lo está ejecutando al pie de la letra la mandataria populista. El verdadero problema vendrá cuando los ciudadanos se percaten de que no existe una Argentina próspera y desarrollada como difunden, sino que existe un país con inseguridad física y jurídica, con fuga de capitales, con aumento de desempleo y con inflación maquillada. A esto se suma la caradurez de una administración que lo único que ha ofrecido a los argentinos es atraso y sumisión.

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  8. La agenda del odio versus la agenda de la esperanza

    Por Jorge Torres Romero

    Ña Matilde contó que es ama de casa y vive en el Bañado Norte desde hace 25 años. Sus dos hijos trabajan en el centro, uno es portero de un conocido edificio sobre la calle Estrella y el otro es cajero en un estacionamiento privado sobre Benjamín Constant. Tiene 3 nietos. Sus hijos, nietos y una nuera todos los días van a almorzar con ella. Son seis bocas que alimentar diariamente. Fue la nota pintoresca de la mañana del viernes cuando se hizo el anuncio de la vuelta de una política pública pensada en el bolsillo de la gente: “Ñande gas móvil vuelve a los barrios”. Ña Matilde estaba en la fila con una carretilla y dos garrafas. Con G. 5.500 el kilo de gas, llenó sus dos garrafas con G. 110 mil, esperando que le dure por lo menos dos meses y aliviane los gastos para la comida de todos los días.

    https://www.lanacion.com.py/columnistas/2023/10/08/la-agenda-del-odio-versus-la-agenda-de-la-esperanza/

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