Lista de candidatos y enmienda

La falta de definición de los cambios en la Constitución empieza a tener impacto en las estructuración de los movimientos de cara al 2018.

En el oficialismo colorado se hace un enorme esfuerzo por mantenerse unidos al proyecto, pero cada día que pasa la situación se vuelve más inestable.

El abierto reclamo de definiciones que hizo días atrás el presidente de la Cámara de Diputados reflejó cómo la enmienda presiona sobre los cuadros partidarios. Usualmente, Velázquez es un hombre que evita la exposición; pero esta vez dejó esa comodidad porque sin definiciones no se puede armar listas para las elecciones generales del próximo año. Todo armado que se pueda hacer sin un escenario firme se vuelve muy precario. Llegado el momento podría incluso jugar en contra.

Con una enmienda que habilite al presidente Cartes a un segundo mandato, Velázquez, al igual que otro par de dirigentes oficialistas, se verá obligado a postergar su deseo de pelear la candidatura presidencial. Exigirá armar las listas de candidatos parlamentarios y de gobernadores de un modo totalmente distinto.

Sin Cartes como candidato presidencial la conformación de las candidaturas parlamentarios será absolutamente diferente. Las listas estarían integradas por nuevas figuras y la dirigencia partidaria no estaría muy cómoda. El desbande podría ser mayúsculo.

La disidencia colorada, a mediados de semana, también sintió el impacto de las indefiniciones con una inesperada fisura. La apertura por fuera de un movimiento manejado por presidentes de seccional para dar lugar a candidaturas parlamentarias de dirigentes de base representó un golpe a las aspiraciones presidencial de Mario Abdo. No es una buena noticia que los presidentes de seccional retiren su respaldo.

Abdo trató de sacar dramatismo a la situación asegurando que nada esta decidido sobre las candidaturas parlamentarias. Pero quien camina las internas coloradas sabe que ese discurso es apenas un intento de poner paños fríos en una decisión que hace rato está tomada. Desde hace meses una mujer cercana al entorno hace campaña con la bendición de la cúpula. Está claro que la candidatura parlamentaria de capital no será para un dirigente de seccional, será para una mujer.

La lista de parlamentarios es el menor de los problemas que tendrá Abdo como cabeza de la disidencia. Con una enmienda que no se define su proyecto presidencial tampoco termina de asentarse. Las lealtades se tornan cambiantes y lo que hoy es seguro mañana podría no serlo.

El PLRA desde hace algunas semanas intenta tomar precauciones para que estas mismas turbulencias no terminen tragándose proyectos presidenciales. El inesperado cambio de mando en el llanismo, en medio de las negociaciones para el 2018, fue acordada para evitar males mayores. La presión dentro del movimiento en algunas semanas más podría haberse vuelto insostenible y amenazaba con explotar llevándose todo a su paso.

Blas Lanzoni, ungido como el nuevo líder del grupo, necesita con urgencia tratar de cerrar las profundas diferencias que se tienen dentro del partido liberal. Su candidatura presidencial necesita apoyos, no divisiones.

Lo que está por verse es si la conformación de una mesa de diálogo para acercar posiciones dentro del partido alcanza realmente para unificar al PLRA. Los proyectos presidenciales parecieran estar muy jugados como para pensar en desarmar posiciones.

En el fondo de estas disputas está la reelección presidencial. Su aprobación o rechazo cambiarán sustancialmente las proyecciones; pero una definición que se demore más allá de lo deseable también tendrá consecuencias.

Por Osmar Gómez

http://www.abc.com.py/edicion-impresa/opinion/lista-de-candidatos-y-enmienda-1577376.html

8 comentarios en “Lista de candidatos y enmienda”

  1. Mienten

    Por Rafael Marcial Montiel

    El expresidente Fernando Lugo (FG) señaló que la enmienda para la reelección “ya murió por el hartazgo que ha generado a la ciudadanía”. La expresión del también exobispo de San Pedro suena a mentira por su condición ambigua y por la falta de firmeza en cumplir sus palabras. Si alguien, siendo sacerdote y obispo de la Iglesia Católica Apostólica Romana mintió al mismo Dios, es capaz de mentir, las veces que sea necesario, a los comunes mortales.

    En algo acertó Lugo; la gente está cansada hasta el hartazgo de este plan de enmienda que ha enturbiado el ambiente político a tal punto de crear divisiones y causar daños al país en los ámbitos económico y social.

    A la par, los sectores colorado cartista, llanista, líbero-luguista, sostienen que la enmienda sigue en pie. El mismo vicepresidente de la República, Juan Afara (ANR), dijo en Villa Florida que el plan continúa en el Senado; “Creo que están los votos a favor”, indicó en una entrevista.

    Según Afara, el proyecto será presentado en un momento oportuno, en señal de que no murió y que su estudio depende del Senado.

    Para algunos entendidos en materia de derecho, la enmienda es una de las vías constitucionales para la reelección presidencial. Pero la manera en que se plantea, a tambor batiente, puede ser traumática y perjudicial para la vida democrática de nuestro país, aunque a muchos politiqueros, mercaderes y contrabandistas inescrupulosos ávidos de poder y dinero no les interesa el funcionamiento de las instituciones del Estado. Son los cuervos que están sobrevolando para darse el festín.

    Mientras se sacan los ojos por el afán de reelección, se olvidan de la necesidad de planes de seguridad ciudadana, salud y educación, combate a la pobreza con creación de fuentes de empleo. Los índices de extrema pobreza siguen en aumento, lo que demuestra que no hay política de Estado para sacar al país adelante con base en planes de desarrollo integral económica y social. Las autoridades, en vez de dedicarse a tareas partidarias, personales y de grupos, tienen la obligación de gobernar y administrar los bienes del Estado con honestidad y transparencia.

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  2. La reelección, o lo peor de la perversión política

    Por Estela Ruíz Díaz
    El interminable debate de la enmienda para la reelección presidencial es desde hace meses el escenario de guerra entre el Gobierno y la oposición. Clarificando posiciones, la puja se da entre el cartismo contra un sector de la ANR, un sector del PLRA y un sector de la izquierda, porque en su plan tiene de su lado a un sector de la ANR, un sector del PLRA y un sector de la izquierda.

    Y así como hay mezcolanza política entre aliados y adversarios, también en ese mismo escenario se da el debate sobre la viabilidad del plan, desde la perspectiva de su legalidad o no, que al fin de cuentas se define a votazo limpio.

    Y si no, con certeza constitucional, que se aplica según la cara del cliente. Existe cuando los ministros de la Corte Suprema quieren perpetuarse en el cargo, o cuando el Poder Ejecutivo quiere legalizar los bonos, pero no cuando se trata del cerro de Ñemby. En el caso del conflicto de la Comuna con una constructora se rechazó in limine porque «este tipo de consultas no pueden formularse con un fin meramente especulativo y resulta absolutamente necesario señalar la norma constitucional que se quiere determinar en su alcance y aplicación», según Antonio Fretes y Miryam Peña. Pero para legalizar los nuevos bonos soberanos, la Corte sí es un órgano de consulta: «Es propicio que toda duda que se suscite sobre el alcance de una norma constitucional, debe ser dilucidada por la instancia judicial de la República», dijo Raúl Torres Kirmser, secundado por Peña y Fretes.

    COMPRA Y VENTA. En este revoltijo también se agregan las acusaciones de toda laya, desde sobornos, compras de conciencia y otras miserias de la política. Con toda naturalidad, el senador Juan Darío Monges afirmó que el senador Juan Carlos Galaverna recibía USD 100.000 del presidente Cartes a cambio de «no ser radical» en sus críticas, secundado posteriormente por Javier Zacarías Irún. Y que el acusado responda que el acusador, Monges, es un «cuatrerito», o sea un abigeo. O que en los corrillos del Senado se diga con desparpajo que el cartismo no presenta la enmienda porque teme traición de último momento del senador Julio César Velázquez porque pide la friolera de USD 1 millón a cambio de su voto.

    Solo en un país que ocupa eternamente el podio entre los más corruptos del mundo y con debilidad institucional categoría inanición, este tipo de confesiones se reduce al cuadrilátero político sin constituirse en un escándalo con consecuencias para los protagonistas. Sobre todo cuando desde el mismo oficialismo se diga campantemente que el presidente soborna. Estas confesiones públicas no constituyen pruebas para los fiscales, tan diligentes cuando están a la caza de ciudadanos comunes sin poder político o económico. Ni siquiera se tomaron la molestia al menos para guardar las apariencias.

    OPORTUNISMO. Las posiciones políticas se reducen a la coyuntura. Los principios no existen, o se echan mano cuando uno está del otro lado de la vereda, especialmente en la llanura.

    Así la enmienda es la vía legal o ilegal según la ambición del presidente de turno.

    Cuando Nicanor Duarte Frutos (2003/2008) planteó reelección vía enmienda, los opositores dijeron que no porque sostenían que la vía para instaurar la reelección es la reforma.

    Cuando Fernando Lugo (2008/2012) planteó la reelección vía enmienda, la Junta de Gobierno de la ANR en el 2011 emitió una resolución rechazando la pretensión «por innecesaria, inoportuna y peligrosa para la vida republicana de la nación». Entonces era presidenta la senadora Lilian Samaniego.

    Cuando Horacio Cartes decidió tardíamente embarcarse a la aventura, la ANR cambió drásticamente su posición institucional. En la convención de octubre del año pasado, decidió apoyar el rekutu dando el mandato para impulsar «las medidas políticas y los mecanismos constitucionales y legales para instalar la figura de la reelección», bajo amenaza de proscribir la candidatura por el partido de quienes se opongan.

    Hay mucha razón cuando se dice que en Paraguay nadie gana ni pierde reputación. Si no que lo digan Blas Llano y su grupo que lideraron la destitución de Lugo en el 2012 y ahora lo apoyan nuevamente para ser presidente. O cuando Lugo vota contra la enmienda, pero su movimiento a favor, o cuando sostiene que su juicio político fue un golpe de Estado, y hoy se alía con sus verdugos. El colmo del Síndrome de Estocolmo.

    Y después sorprende que gane el Centro de Estudiantes de Derecho UNA la hija del zar antidrogas, echada del Ministerio Público por planillera, que gozaba de una beca destinada a estudiantes de bajos recursos, que basó su campaña en la compra de votos sorteando un automóvil, regalando alcohol, fiesta y agresión a periodistas, convenciendo a un millar de estudiantes que ese es el modelo de liderazgo que hay que premiar.

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  3. Nuestros políticos y el juego de suma cero

    Alberto Acosta Garbarino

    Desde hace meses la sociedad paraguaya asiste estupefacta a una serie de enfrentamientos entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo que –en muchos aspectos– tiene paralizado al país.

    La sociedad paraguaya está harta de la interminable discusión sobre la legalidad, tanto de la reelección presidencial vía enmienda constitucional como de la utilización del Presupuesto del 2016 y la consecuente emisión de bonos soberanos.

    Realmente es sorprendente que gran parte de nuestra clase política cometa la torpeza de dejarse atrapar en conflictos que en la teoría del juego se llaman juegos de suma cero. Juegos donde uno juega al todo o nada. Donde lo que uno gana el otro lo pierde.

    La teoría del juego es un área de la matemática que fue desarrollada para entender mejor el comportamiento de las personas en la economía, en la política y en otros campos de la actividad humana.

    Según esta teoría, si un solo elemento está en juego, el resultado siempre será ganar-perder. Por ejemplo: si en la compra de un automóvil el único elemento de negociación es el precio, lo que una parte gana la otra lo pierde. Es un juego de suma cero.

    Pero si los puntos a negociar son dos o más, se abre la posibilidad de una negociación ganar-ganar. Por ejemplo: si en la negociación además del precio entran el financiamiento, el plazo de entrega y la garantía de posventa.

    Un empresario hábil y ni qué decir un político hábil siempre intentarán entrar en una negociación con varios elementos, de manera que el juego sea ganar-ganar.

    Solamente las personas muy simples y con mentalidad autoritaria se centran en un enfrentamiento donde intentan derrotar a la otra parte y, si es posible…, hacerla sentir humillada.

    La vida moderna es tan compleja y tan interdependiente que la única manera inteligente de negociar los conflictos es con una actitud de ganar-ganar.

    El ex presidente norteamericano Bill Clinton decía que cuando más complejas se vuelven las sociedades, y más complejas son las redes de interdependencia en las comunidades y en las naciones, más personas estarán interesadas en encontrar soluciones que sean ganar-ganar en lugar de soluciones ganar-perder, porque cuanto más crece nuestra interdependencia, generalmente prosperamos solo si los demás también prosperan.

    Esta teoría es útil para entender lo que ha ocurrido la semana pasada en el Paraguay, con hechos que parecen que están poniendo fin a los dos grandes conflictos de los últimos meses.

    El primer hecho ha sido la exitosa colocación en el mercado financiero internacional de los bonos soberanos por un valor de 500 millones de dólares.

    Bien por el Paraguay, pero muy mal por las declaraciones triunfalistas e incluso burlonas que hizo uno de los ministros del Poder Ejecutivo hacia los parlamentarios. Con esa actitud no se construye una relación más positiva hacia el futuro.

    El segundo hecho han sido una serie de declaraciones y acontecimientos que nos indican que el tema de la enmienda va camino a desinflarse y a eliminarse un foco de tensión que enfrenta a la sociedad paraguaya.

    La semana comenzó con la declaración de Fernando Lugo de que «la enmienda está muerta», luego fue la inscripción del movimiento del vicepresidente Juan Afara para las internas del Partido Colorado y por último las declaraciones de Lilian Samaniego de que la enmienda pasa para el mes de junio.

    En el primer enfrentamiento el triunfo ha sido del Poder Ejecutivo y en el segundo enfrentamiento parece que el triunfo será de los disidentes del Poder Legislativo.

    Pero si en ambas partes continúa esa actitud agresiva y de confrontación; si en ambas partes continúa esa actitud de querer ganar todo y que el otro pierda todo, el conflicto continuará como un juego de suma cero y el gran perdedor será el Paraguay.

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  4. Oscuridad

    Benjamín Fernández Bogado –

    Al país que más luces debería tener se lo ve a oscuras a la noche en un retrato de la NASA, desde el espacio. La elocuencia de la imagen nos enfrenta a una de las grandes contradicciones del Paraguay: mucha energía, pero pocas luces.

    El presidente inaugura una fábrica de focos esta semana y se corta la luz. Cruel metáfora de una realidad que nos debe sacudir de manera profunda si queremos alcanzar alguna vez el desarrollo. El país sigue con niveles de inequidad preocupantes y ¡celebramos que nos presten plata para pagar deudas! Cómo creen que las instituciones internacionales no querrán aflojar el dinero si finalmente sirve para garantizar el cobro de sus acreencias. Sería estúpido de parte de ellos rechazar tal generosa propuesta. El pagarlo o no a futuro no será un problema de ellos ni tampoco de este Gobierno. El costo lo cargarán las generaciones por venir. Estamos a obscuras y nos resistimos a ver la claridad.

    Nadie puede explicar por qué tardaron tantos años en darse cuenta de que la generación de energía requería de líneas de transmisión a los centros urbanos. ¿Cómo nadie notó que el impacto del crecimiento de la frontera agrícola a un 8% anual generaría un caos a nivel urbano no solo en la provisión de energía, sino en infraestructura, escuelas, hospitales e inseguridad? Seguimos navegando creyendo una cosa diferente a lo que somos; sin instrumentos y con tripulación improvisada. Pagamos por los créditos de Itaipú una tasa fija del 11% cuando en las calles de Brasil no alcanza el 5%. Inmovilizamos nuestras reservas de 6.000 millones para no ser embargadas por una demanda cuyo valor inicial de USD 27 millones no alcanzaba ni un mes de ganancias por mejores colocaciones. Los chilenos tienen sus reservas con una ganancia superior al 6% anual combinada y ¡nosotros nos contentamos y estamos felices con un 0,25% en Basilea! Solo en este Gobierno (tres años y medio) dejamos de ingresar a los valores de colocaciones chilenas más de un billón de dólares en reserva y celebramos las victorias pírricas en tribunales mientras perdemos dinero a borbotones. Tenían razón Manuel y Amílcar Ferreira que sacando esos fondos de Basilea –incluso a riesgo de embargo–, los márgenes de ganancia eran diez veces superiores a la deuda en el año. Una oscura revista económica palmotea como el mejor banquero central al presidente del BCP recordando que esa misma publicación había felicitado en iguales términos al ministro de Hacienda, Germán Rojas, quien tuvo que ser removido por haber pagado siempre las deudas, pero no haber movido la economía por casi dos años.

    La oscuridad es tan grande que hay muchos que disfrutan de esa condición. Nos hacen perder recursos vitales que podrían bien administrados proporcionar una mejor calidad de vida. Tenemos que negociar las cuestiones más obvias y cuando nos conceden gritamos felices un triunfo que solo prueba la gran equivocación en la que estuvimos y lo tonto que somos. Muchos sonríen pícaramente ante nuestra ignorancia y sacan partido de ella. Nos confunden primero para someternos después y, lo peor jugamos en los términos de ellos, pero en cancha nuestra.

    Paraguay requiere una élite capacitada y entregada de lleno a la defensa de nuestros intereses y como Perú sancionar duramente a quienes cuando debían evitar los goles desde la barrera o el cargo y dieron la espalda para observar ellos también la conquista del rival. Nunca sabremos si perdemos por estúpidos o por corruptos o quizás por ambos a la vez.

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  5. Arruinando el nuevo siglo

    Por Luis Bareiro

    Dos vecinos eligen caminos distintos para mejorar la calidad de sus vidas y la de sus familias. El primero, a costa de un duro régimen de privaciones, ahorra lo suficiente como para ir comprando gradualmente ladrillos, cemento, pintura, cables, tejas e ir montando su casa, a lo largo de cuarenta años. Pasadas las cuatro décadas, tiene una morada digna sin jamás haber debido un peso.

    El segundo, tomó un crédito y construyó su casa de una sola vez con todo lo que le hiciera falta, y fue pagando el préstamo a lo largo de cuarenta años. Siempre debió dinero, pero siempre vivió en un hogar confortable.

    La pregunta clásica que se hace en economía es cuál de ellos vivió mejor. La respuesta simple es que tuvo una vida mejor quien optó por el financiamiento. Esta parece además una respuesta obvia para el debate que nos ocupa hoy como país sobre la cuestión de si es correcto o no endeudarnos para financiar obras, y hasta dónde deberíamos hacerlo.

    Justamente, a propósito de ese debate, yo quiero agregar a la fórmula tradicional un tercer vecino, uno que tomó el crédito, pero que lo destinó en su mayor parte a pagar la mejor educación que se pudiera ofrecer a sus hijos, y un seguro médico que les garantizara cobertura de salud.

    Ahora sí, ¿cuál de estos hogares creen que terminó con una mejor calidad de vida? Estoy seguro de que el tercero. No habrá sido inmediato, pero a los diez o quince años, esos hijos con la mejor formación y los cuidados médicos garantizados habrán tenido una infinidad de oportunidades para generar la renta necesaria como para construir la casa familiar que quisieran, con y sin financiamiento.

    Esto mismo quiero trasladarlo al debate actual. Tengo la impresión de que estamos perdiendo de vista lo importante porque el punto principal no es el endeudamiento en sí, que sigue siendo razonablemente bajo, sino en qué estamos invirtiendo el dinero, o mejor, en qué no lo estamos invirtiendo.

    Y no lo estamos haciendo en educación. Ya ni hablemos de la infraestructura, que es casi lo menos relevante, no estamos invirtiendo en reformular por el sistema de la educación pública. En tres años y medio de gobierno, no hicimos un solo congreso de educación, jamás nos planteamos siquiera cómo revolucionar el modelo, no tenemos la más mínima participación en el debate mundial sobre lo que hoy se llama la educación del siglo XXI.

    La escuela tradicional que sobrevivió un siglo y medio, aquella montada en torno al fenómeno de la reforma industrial, con alumnos formados en filas en pupitres iguales frente a un maestro que repetía verdades indiscutibles, el de los uniformes y el pelo cortito, el de la acumulación de conocimientos, esa vieja escuela que tantos veneran y que nosotros ni siquiera logramos montar aún está en quiebra.

    Y nosotros ni siquiera nos dimos por enterados. Seguimos enfrascados en una discusión del siglo XIX, mientras les arruinamos el XXI a nuestros hijos.

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  6. Gobierno y enmienda: que siga la distracción

    Por Jorge Torres Romero

    La semana pasada el senador colorado disidente Arnoldo Wiens lamentó que el gobierno de Horacio Cartes hoy esté distraído en la enmienda para lograr la reelección presidencial, porque mientras esto sucede se están dejando de atender temas vitales que importan a la ciudadanía.

    Lo dicho por Wiens es la muletilla de un sector de la oposición y una buena parte de la prensa. Que el tema enmienda nos tiene a todos hartos es verdad, por su indefinición, pero quienes están en contra, no están precisamente muy preocupados porque se va a violar o no la Constitución Nacional, sino porque cada uno tiene un candidato perfilado en el 2018, por lo que la enmienda les corta la posibilidad de avanzar en ese propósito.

    O sea, no existe el análisis objetivo de si la reelección conviene o no al Paraguay mirando en la gente, en el futuro, en el desarrollo y el crecimiento económico del país. Solo importa el interés particular.

    Sin embargo, si fuera cierto lo que declara el senador Wiens, este motivo sería más que suficiente para que justamente la reelección sea ya incluida en la Constitución Nacional, pues ojalá tengamos gobiernos «distraídos en la reelección» y que peleen por el Paraguay hasta el final para evitar demandas fraudulentas contra el Estado, como el caso Gramont Berres.

    Porque convengamos que gobiernos anteriores, senadores opositores y destacados periodistas que no estaban precisamente «distraídos» en la reelección estuvieron a punto de reconocer la deuda e incluso sugerían pagarla, vaya uno a saber a cambio de qué.

    Ojalá tengamos «gobiernos distraídos en la reelección» que logren despertar el interés de la comunidad financiera en la colocación de bonos a intereses que nos posicionan como países desarrollados y con una economía sólida.

    Porque también es cierto, que quienes no están con la distracción de la reelección enviaron hasta notas a las calificadoras internacionales con la intención de perjudicar el posicionamiento de Paraguay en la comunidad internacional.

    Ojalá tengamos «gobiernos distraídos en la reelección» que logren entregar 20 mil viviendas terminadas a familias paraguayas que siempre vivieron en condiciones precarias, porque gobiernos que no andaban distraídos y que jugaban concentrados solucionando los problemas que a la gente les interesa, entregaron en cinco años un promedio de 1.200 casas, y su entonces titular de la Senavitat hoy está imputado por corrupción.

    Esperemos que en cinco años venga otro gobierno «distraído» que apueste a la inversión en infraestructura vial y que anuncie la inauguración de «megaobras» como el superviaducto de Aviadores del Chaco, la ruta en la zona de Laguna Grande o la ampliación de la Ruta 3 (Mariano Roque Alonso-Limpio), que descomprimen el caótico tráfico y logran que la ida de Asunción a Ciudad del Este no nos lleve más de tres horas y media y eviten más accidentes a la bajada del cerro de Caacupé. Porque gobiernos concentrados en lo que quería supuestamente la gente se hicieron famosos con la «ruta de la mentira» y en las famosas paladas iniciales que nunca terminaron.

    Ojalá cada cinco años tengamos otro «gobierno distraído» que permita el arreglo histórico de las cuentas en Yacyretá y nos permita avanzar en nuevas obras generadoras de más energía, porque los gobiernos que debían estar concentrados -según Wiens- utilizaron siempre a la entidad binacional como una oficina de empleos y un botín de los amigos del poder, beneficiados con millonarios contratos.

    Ojalá tengamos en cinco años otro gobierno «distraído» que entregue 1.000 becas Carlos Antonio López para que talentosos paraguayos se formen en 27 países dentro de las 300 mejores universidades del mundo con la obligación de volver al país a invertir su conocimiento. Porque gobiernos no distraídos en la reelección lo que hacían eran expulsar a los jóvenes y separarlos de sus familias porque emigraban a España para trabajar por la falta de oportunidades.

    Por último, quiero en cinco años, otro gobierno mucho más distraído que apueste como política de Estado a la educación, que hoy es aún tarea pendiente, quiero otro gobierno distraído que defina una hoja de ruta para eliminar a los delincuentes de EPP y nunca más tengamos secuestros en Paraguay.

    A juzgar por los resultados, por los números, por la percepción que tiene el mundo de nuestro país, a pesar de algunos paraguayos histéricos y pesimistas, que quieren pintarnos que vamos a la deriva, Paraguay está cambiando y se ve. Claro que falta un montón, pero ojalá vengan más gobiernos distraídos en la reelección y no en las soluciones de los problemas de la gente, si de este modo se pudo avanzar hasta donde llegamos ahora. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.

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  7. Marketing de mentiras

    Enrique Vargas Peña
    Dice el diccionario Merriam Webster que “Marketing” significa: “1. a: the act or process of selling or purchasing in a market did most of her marketing in local store. b: the process or technique of promoting, selling, and distributing a product or service New automobiles are the subject of intense marketing. 2: an aggregate (see 3aggregate 1) of functions involved in moving goods from producer to consumer: The company will increase its budget for marketing”.
    Y el de la Real Academia dice que “Marketing” es “Voz ingl. 1. m. mercadotecnia. Mercadotecnia. De mercado y -tecnia. 1. f. Econ. Conjunto de principios y prácticas que buscan el aumento del comercio, especialmente de la demanda. 2. f. Econ. Estudio de la mercadotecnia”.
    Para sintetizar, por “marketing” entendemos el proceso y las técnicas de promover, vender y distribuir un producto o un servicio.
    El grupo Cartes ha tenido éxito en instalar en nuestra sociedad la idea de que Horacio Cartes es un exitoso empresario que quiere trasladar su éxito al país pero que para lograr su benéfico objetivo debe enfrentar a poderosas fuerzas al servicio de la corrupción que se resisten a aceptar las propuestas cartistas porque son enemigos del Paraguay que medran en el atraso.
    Además, el grupo Cartes ha tenido también éxito en instalar la idea de que no sabe comunicar sus logros, razón por la que dichos logros no son evidentes para todo el mundo que vive engañado por los corruptos enemigos del Paraguay.
    Con esa estrategia, Horacio Cartes ha ocultado exitosamente hasta hoy que su gobierno es un fracaso y, lo que es más grave, su propósito de establecer un régimen de hegemonía en el que el grupo Cartes dirija los destinos de nuestro Paraguay por muchos y muchos años.
    Un ejemplo, entre los muchos que pueden darse para confirmar lo anterior es la campaña que el grupo Cartes desarrolla en todos los niveles contra el intendente de Asunción, Mario Ferreiro, a quien acusan de no atender adecuadamente la gestión municipal por estar distraído por la posibilidad de ser candidato presidencial en 2018.
    Me decía Camilo Soares, en nuestro programa “Sin Límites” en Red Guaraní TV, que es una verdadera obra de arte de marketing que el grupo que lleva más de un año ocupándose de su propia perpetuación con la reelección vía enmienda, desatendiendo realmente todos los problemas reales del país, sea el que acuse a Mario Ferreiro de distraerse por sus ambiciones políticas.
    Y agregaba Camilo la sugerencia de que Cartes es el creador de una antinomia (“Del lat. antinomĭa, y este del gr. ἀντινομία antinomía. 1. f. Contradicción entre dos preceptos legales. 2. f. Contradicción entre dos principios racionales) artificial, la de que Fernando Lugo es la amenaza que tiene la sociedad paraguaya que solamente puede ser frenada por él, por Cartes: “Cartes lo tiene a Fernando Lugo para dividir a la oposición”.
    Cartes viene sosteniendo desde 2013 que él representa la transparencia en la gestión pública, aunque ninguno de los negocios que está armando para su grupo o sus amigos ha podido ser auditado por nadie: Hizo una ley de alianza público privada que impide en los hechos revisar quién se lleva millones de dólares de los créditos que obtiene sin aval del Congreso y lo oculta bajo el disfraz de la publicación de los salarios de los funcionarios públicos.
    Realmente son obras maestras del marketing político. Y de la mentira utilizada sistemáticamente como instrumento de acción política.
    Embarcado en la tarea de engañarnos a todos los paraguayos, el grupo Cartes adquirió numerosos medios de comunicación, para formar la más grande red de prensa que tiene nuestro país, pero teniendo el cuidado de impedir que se sepa la verdad utilizando para ello numerosos prestanombres.
    El grupo Cartes controla el grupo Nación de Comunicaciones, el grupo Wasmosy de medios y el grupo Bernardes, que recientemente adquirió la Red Privada de Comunicaciones (canal 13), pretendiendo que existe en ellos una pluralidad que solamente sirve para engañar.
    El grupo Bernardes adquirió también la cartera comercial del Holding de Radios, encabezado por radio Ñandutí, en la que ya hemos visto desfilar, para exponer el discurso oficial a los más conspicuos jefes del grupo Cartes, como José Ortiz.
    No contento con eso, el grupo Cartes desea limitar que los medios radiales privados del Interior del país den a conocer lo que se publica en los diarios independientes de Asunción, tal como lo reconoció, también en Sin Límites en Red Guaraní de Televisión, Javier Correa, presidente de la Unión de Radiodifusoras del Paraguay quien insinuó “que hay molestias en oficialismo porque solamente se leen ABC Color y Ultima Hora”.
    En el mismo programa el diputado oficialista Bernardo Villalba reconoció que tienen que contratar medios para hacer llegar al Interior las noticias que desean propagar y que si se acepta pauta del gobierno esos medios deben cumplir con las estipulaciones que se les piden.
    La idea del grupo Cartes expresada toda la semana pasada, con ocasión del tema de la colocación de bonos en los mercados financieros internacionales, es que hay dos países, uno real, que sería el del grupo Cartes, y otro inventado por los medios que forman parte de ese grupo de corruptos enemigos del Paraguay que se oponen a Horacio Cartes.
    Es otra genial operación de marketing y de mentiras, pues los hechos son los hechos y sobre ellos hay solamente dos versiones posibles, la verdad y la mentira.
    Cuando los medios independientes cuentan cómo creció la deuda pública paraguaya no están mintiendo; cuando cuentan que se otorgan contratos públicos de manera irregular no están mintiendo; cuando cuentan sobre el fracaso en materia de seguridad no están mintiendo, cuando cuentan que el tarifazo de ANDE es debido a fallas de gerenciamiento no están mintiendo, cuando cuentan que Cartes está operando con todas sus fuerzas para quedarse en el gobierno violando nuestra Constitución no están mintiendo.
    Cuando el grupo Cartes y su enorme red de medios dicen que nada de lo anterior existe, están mintiendo y mienten como nunca antes se mintió en la historia de nuestro Paraguay incluido en el recuento el régimen de Alfredo Stroessner.

    Todo el gobierno de Horacio Cartes, todo entero de principio a fin, es una gran operación de marketing para instalar mentiras que encubren que el único y verdadero propósito del grupo Cartes es hacer negocios a costa de nuestro Paraguay por muchos, muchos años.

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  8. Los ladrones al ataque a la República

    Los senadores cartistas Mirtha Gusinky, Juan Darío Monges, Gustavo “Pipo” Alfonso, Derlis Osorio, Óscar González Daher, Víctor Bogado y Lilian Samaniego; los llanistas Enzo Cardozo, Zulma Gómez y Ramón Gómez Verlangieri, y el luguista Carlos Filizzola solicitaron ayer la convocatoria de una sesión extraordinaria de la Cámara de Senadores para hoy a las 8:00, con el fin de que ella estudie un proyecto de resolución por el cual se modifican artículos de su Reglamento interno, no mencionados por los peticionantes. El fin único y último de esta presentación sería que se abra la posibilidad de que posteriormente se trate sobre tablas el malhadado proyecto de enmienda inconstitucional en el momento en que se lo presente, sin previo dictamen de una comisión asesora permanente. En otras palabras, que cuando los conspiradores contra la Constitución Nacional reúnan los 23 votos necesarios, se trate de inmediato la cuestión, no sea que algún senador dubitativo cambie la dirección de su voto en el tiempo que suele transcurrir entre la presentación de un proyecto y su tratamiento en la plenaria.

    Esta iniciativa implica que los confabulados se aprestan a dar el golpe final contra la ley suprema, sin más dilaciones. Como ya habrían conseguido los votos necesarios, ahora están apurados para consumar de inmediato el atropello, una vez que la sesión extraordinaria efectúe la modificación reglamentaria propuesta. Quieren liquidar de una vez por todas la cuestión y sorprender a la ciudadanía con un hecho consumado. Es evidente que los coaligados por la sed de poder quieren asestar un súbito mazazo para burlar la capacidad de reacción de los defensores de la Constitución.

    Así que, ciudadanos y ciudadanas, ya sabemos a qué atenernos. Lo que está en marcha es un complot contra el ordenamiento jurídico, y no sería de extrañar que hoy mismo fuercen una sesión extraordinaria bajo la égida del vicepresidente del Senado, Julio César Velázquez, sin que haya sido convocada por el presidente en pleno ejercicio, Robert Acevedo. Este dispone de cuarenta y ocho horas para convocarla, según el art. 184 de la Constitución, de modo que mal podrían los senadores reunirse antes de que venza dicho plazo si el responsable de ese cuerpo legislativo no convoca a sesión. Sin embargo, como los conjurados parecen dispuestos a todo, la opinión pública no debería sorprenderse si hoy se consuma este primer atraco para que seguidamente se consume el segundo y principal, en contra del art. 290, que prohíbe el procedimiento de la enmienda para aprobar la reelección.

    Cabe llamar la atención sobre la mala fe de esta presentación, pues los senadores proyectistas solicitaron que la sesión extraordinaria se realice ya hoy, a sabiendas de que el presidente de la Cámara Alta puede convocarla para mañana. Evidentemente, están de pronto muy urgidos y con el ímpetu suficiente para vencer cualquier obstáculo, con tal de imponer sus perversos designios.

    Es preciso que la ciudadanía se manifieste en defensa del orden constitucional, y les haga saber claramente a quienes intentan vulnerarla que no se saldrán tan fácilmente con la suya. Como en el mundo físico, también en el político a toda acción corresponde una reacción, que en este caso solo puede ser la movilización ciudadana que repudie con toda energía el atentado en marcha. Sus promotores están decididos a llevarse por delante la Constitución, de modo que el repudio a este atropello necesita ser reforzado en las plazas y en las calles por quienes creen que es absolutamente necesario respetar el Estado de derecho.

    Los impulsores de esta operación antirrepublicana –Horacio Cartes, Fernando Lugo, Nicanor Duarte Frutos y Blas Llano– solo están unidos por la ambición de continuar en el Palacio de Gobierno o de volver a él. Todo lo demás les importa un bledo, de modo que si la aventura que emprendieron en mala hora llegara a feliz término para ellos, solo cabe suponer que quien gane las elecciones de 2018 seguirá violando la Constitución a como dé lugar.

    Más allá de los resultados electorales que pueden pronosticarse, debe enfatizarse que la maniobra comentada supone el inicio de la última etapa de la conjura montada por unos personajes mafiosos, sedientos de poder. Entraron en connivencia para transgredir la Constitución, valiéndose de unos parlamentarios adulones y voraces, que buscan más que nada medrar a costa del erario. Lo que tienen en vista es el Presupuesto nacional, al que desean seguir exprimiendo en su propio beneficio y el de su clientela. Si su conciencia jurídica es nula, su codicia es inmensa.

    Eso de urgir de pronto la convocatoria a una sesión extraordinaria del Senado para modificar unos artículos del reglamento interno, que ni siquiera tienen a bien señalar cuáles son, solo puede explicarse por el hecho de que creen llegada la hora de dar el asalto, una vez concluidas las negociaciones, acaso acompañadas de suculentas coimas. Estas conjeturas no son descabelladas, ni mucho menos, sino que responden a la experiencia acumulada en estos últimos años en el accionar de nuestros políticos inescrupulosos.

    Como venimos insistiendo, es nula cualquier autoridad que surja de un procedimiento que viola la Constitución Nacional, y ella no solo habilita a los ciudadanos y ciudadanas a no reconocerla, sino a emplear todos los medios a su alcance para oponerse a los usurpadores (Art. 138). Quienes fuercen a la población a una situación extrema, deben responder por sus actos ante las leyes y la Historia por cualquier consecuencia indeseable que se produzca.

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