En la práctica, la educación no es prioridad para el Gobierno

A pocos días del inicio de clases, la grave situación en que se encuentran miles de escuelas y colegios demuestra que la educación es prioridad para el Gobierno solo en los discursos, pero no en la práctica. Del plan de emergencia educativa del ministro Riera muy poco se ha cumplido. Actualmente, de 7.500 establecimientos educativos, 3.900 se encuentran en condición crítica, de los cuales 2.581 están en alerta roja. Hay unos 150.000 estudiantes bajo riesgo de desertar del sistema, principalmente por la pobreza, según un estudio de Unicef. La amenaza de la huelga docente continúa latente y el MEC acaba de suspender un plan de capacitación para 3.600 maestros. Un país que no invierte más en educación está condenado a seguir en el atraso.
En mayo de 2016, luego de que una movilización de estudiantes secundarios causó la renuncia de la entonces ministra de Educación, Marta Lafuente, su sucesor, Enrique Riera, se reunió con los jóvenes y con el presidente de la República, Horacio Cartes, oportunidad en que anunció un plan de «emergencia educativa» y prometió solucionar muchos de los principales problemas en el ámbito de su gestión, principalmente la grave situación de los edificios de escuelas y colegios que se estaban derrumbando.

Nueve meses después y a apenas 15 días de la fecha marcada para el inicio de clases, el ministro Riera solo pudo mejorar un colegio emblemático de los muchos que necesitan ser reparados. Se trata del Colegio Nuestra Señora de la Asunción, en la capital, en donde el derrumbe de una de las aulas encendió la mecha de la revuelta estudiantil que causó la renuncia de Lafuente y su sustitución por Riera.

A nivel nacional, el panorama sigue siendo grave. De 7.500 establecimientos educativos, 3.900 se encuentran en condición crítica, de los cuales 2.581 están en alerta roja, según los propios datos que maneja el Ministerio de Educación, y el propio ministro Riera tuvo que reconocer que, debido al riesgo de derrumbe de muchos locales, los chicos deberán iniciar las clases bajo tinglados o en iglesias, o recurriendo a las carpas de las aulas móviles.

El panorama se agrava aun más con los datos del estudio Perfiles de la exclusión educativa en el Paraguay, elaborado por el Instituto para el Desarrollo (ID) para la Unicef, en el que se sostiene que unos 150.000 escolares, en toda la República, corren el riesgo de desertar del sistema en este 2017, debido principalmente a las condiciones de pobreza.

Otro punto que se arrastra como déficit es el incumplimiento de la promesa de invertir en cursos de actualización curricular o pedagógica y hasta especializaciones de posgrado para los docentes. Algunos de los cursos prometidos por el MEC para 3.600 maestros fueron recientemente suspendidos por «dificultades financieras» de las universidades ante el veto presupuestario y de los demás aún no hay confirmación acerca de si se llevarán a cabo.

La situación se vuelve más compleja ante el anuncio de la huelga docente anunciada para los dos primeros días de inicio de clases, en reclamo de mayor incremento salarial. El Gobierno ofrece un ajuste del 7,7% solo para maestros y funcionarios que cobren aún menos del salario mínimo, pero los docentes reclaman incrementos de entre el 10% y 15% para todo el magisterio.

El panorama que se vive actualmente demuestra que, a pesar de los hermosos discursos del ministro Riera, la educación no es prioridad para el Gobierno. Y ya se sabe: un país que no invierte más en educación está condenado a seguir en el atraso.

http://www.ultimahora.com/en-la-practica-la-educacion-no-es-prioridad-el-gobierno-n1061505.html

12 comentarios en “En la práctica, la educación no es prioridad para el Gobierno”

  1. Docentes políticos son una lacra para la educación

    Hay maestros que no aprenden nunca. El estado calamitoso en que se encuentra el sistema educativo tiene sus raíces en la politización que lo puso al humillante servicio de la dictadura (1954-1989). Ahora que vuelven a aparecer señales totalitarias por todos lados, no es casualidad que haya dirigentes de los gremios docentes involucrados en esta práctica nociva, cuyos perjuicios son de largo alcance en el tiempo y en la conciencia colectiva.

    Efectivamente, Eva Ruiz Díaz, representante del Sindicato Nacional de Directores (Sinadi); Alipio González, de la Agremiación de Docentes y Funcionarios de la Educación Paraguaya (Adofep); Claudio Mongelós y Ángela Bogarín de Arca, de la Federación de Educadores de Capital e Interior (FECI), y el secretario general del Sindicato de Funcionarios y Empleados del MEC (Sifemec), Luis Irala, son algunos de los docentes que firmaron las planillas pro enmienda de la Constitución Nacional para permitir que Horacio Cartes vuelva a candidatarse a la Presidencia de la República, a pesar de que, como lo saben, la misma Carta Magna lo prohíbe. Ninguno de ellos salió a desmentir –como centenares de otras personas– que su firma sea auténtica. Ninguno presentó una denuncia pidiendo que se aclare la situación.

    Muy por el contrario, todos ellos, representantes gremiales del magisterio nacional, se encuentran cerca del Gobierno, negociando con las autoridades el cumplimiento del calendario escolar del año lectivo 2017, que tiene como hito más importante el inicio de clases fijado para el 23 de febrero. Si bien sus gremios son minoritarios, algunos sin incidencia importante, queda claro que están inhabilitados moralmente para ejercer una defensa de los reclamos docentes, si a la par están a favor del Gobierno en la búsqueda inconstitucional del poder emprendida por el cartismo.

    Estos gremialistas del magisterio tienen la edad suficiente para recordar los tiempos de la dictadura stronista. Muchos iniciaron su carrera, y comenzaron a ascender en los cargos, cuando el principal requisito para obtener uno de docente era la obsecuencia al dictador. Eran los tiempos en que una afiliación al Partido Colorado y la cercanía al presidente de seccional del barrio valían mucho más que un título de docente distinguido o el desarrollo de una experiencia exitosa en una comunidad educativa. Por eso, estos maestros involucrados no pueden fingir demencia. Saben perfectamente lo que están haciendo: buscan someter el sistema educativo paraguayo al poder político para provecho propio y de quienes lo detentan.

    Desde luego que, como ciudadanos, tienen derecho a tener opinión y a profesar una ideología. Pero la obligación moral de los dirigentes del magisterio es separar los tantos. Y la de los afiliados a los gremios docentes, es la de exigirles a sus representantes que centren sus acciones en buscar beneficios para el sector docente y para la educación en general.

    Por lo que se ve, los efectos nefastos de la repudiable politización de la educación durante el stronismo se sienten aún. En aquella época los supervisores eran operadores políticos, verdaderos pyrague que privilegiaban el servilismo por sobre cualquier virtud y mérito. Por eso es que la educación se empobreció, se llenó de ignorantes y serviles, que, lejos de buscar la mejoría de la educación de los niños y de los jóvenes, se limitaban a complacer al Gobierno, y empleaban en las escuelas sistemas también autoritarios, donde el pensamiento y la crítica cedían su lugar a la barbarie; formaban maestros y maestras que solo bajaban la cabeza y obedecían, sin objetar nada.

    Aquellos supervisores salieron del sistema, pero dejaron su semilla, que prendió fuerte y se encargan de abonar y fortalecer unos maestros obsecuentes que deshonran su noble profesión.

    Esas prácticas están tan arraigadas en algunos y algunas, que décadas de democracia no han podido ponerles fin del todo; por eso rebrotan con fuerza y están de acuerdo cuando desde la cabeza del Gobierno se disponen a violar la Constitución Nacional y reinstalar el totalitarismo.

    Si es que los docentes no reaccionan ante estos actos tan descarados de sumisión política por parte de sus directivos, no tienen derecho a quejarse luego de la situación en que están: mal formados, sueldos miserables, trabajando en escuelas que se caen a pedazos, sin incentivos para los que se destacan por sus esfuerzos continuos en capacitarse más.

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  2. ¿En qué se gastaron los US$ 90 millones?

    El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) fue creado en 1996 como una entidad dependiente de la Presiden­cia de la República. Su propósito es plausible y 100% digno de apoyo, pero su estructura de funcionamiento y sostenibilidad, más que endeble.

    Apunta a fomentar la carrera de investiga­dor, apoyar a las empresas en proyectos innovadores y -tex­tual-, “apuntalar el desarrollo de las competencias orientadas a la investigación… como un compromiso con el futuro in­mediato del país”. Palabras grandilocuentes, sin duda algu­na.Pero a continuación esta aparente solidez se diluye en una serie de variables cuando entra al terreno práctico.

    Dice, por ejemplo, que para cumplir con esas acciones cuenta con fon­dos muy limitados, sujetos al Presupuesto General de Gastos y supeditados a la generosidad de la cooperación internacional, etc. Y allí es donde los portentosos enunciados comienzan a patinar y a estancarse en su avance. El denominado Fondo de Excelencia para la Educación y la Investigación fue lanzado en 2012 para completar su ciclo en 2018 con una inversión total de alrededor de US$ 125 millones, esto es, a razón de unos US$ 18 millones al año.

    Ya se ejecutaron cinco de los siete que contempla el programa y la pregun­ta es: ¿Cuáles son los resultados de la inver­sión de los US$ 90 mi­llones aplicados hasta ahora en este progra­ma?. El propio CONA­CYT nos puede dar una clave para encontrar alguna explicación en un país que, como el nuestro, practica un concentrado rechazo a la rendición de cuentas y los informes de gestión en el sector público.

    Dentro del programa dotado del ya citado “fondo de excelencia…” existe un capítulo dedicado a la repatriación y radicación de investigadores del exterior. Según el documen­to levantado a la Web de CONACYT, el programa está activa­do y en funcionamiento, de manera que en sus cinco años de vigencia debió haber rendido algún fruto específico. Según la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICYT 2015), en el Paraguay el número de científicos por millón de habitantes era de 74, mientras que en Argentina marcaba 1.091, Brasil 704, Uruguay 520, etc. La inversión en ciencia y tecnología en el Paraguay no consigue despegarse de su sótano de 0,07% del Producto Interno Bruto mientras que en Brasil es del 1,24%, Argentina 0,61 y Uruguay 0,3%.
    De nuevo estamos frente a la calidad del gasto público, en el sentido de que la cantidad puede o no impresionar, pero la ca­lidad sí debe hacerlo. ¿Cuántos científicos incorporó el Para­guay en el periodo 2012-2016, cuantos trabajos se publicaron, cuantos proyectos innovadores se incorporaron al movimiento económico del país?. ¿Fortalecieron las universidades sus ra­mas de investigación, cuántas empresas se beneficiaron con nuevas herramientas producto de la inversión en I+D propul­sada por el Estado y sus organismos competentes?. Son pre­guntas que debieran tener una respuesta inmediata y clara.

    http://www.5dias.com.py/53537-en-que-se-gastaron-los-us-90-millones

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  3. Días intermedios

    Por Carolina Cuenca
    Estamos entrando en esa fase de las vacaciones de los chicos en la que ya vale la pena ir revisando uniformes, útiles reciclables en casa y otros detalles para la vuelta a clases.

    Durante el tiempo de ocio algunos habrán nadado, paseado, leído, compartido con amigos, pero muchos, lastimosamente, muchos habrán también dormido, gastado dinero y comido más de la cuenta, sin apoyo educativo real.

    El uso del tiempo libre es materia seria, pero pendiente.

    Lo ideal sería que los adultos les diéramos al juego y a los pasatiempos de nuestros hijos el plus de nuestra conciencia y experiencia.

    No se trata de ponernos densos, sino serios, que es una cualidad que se puede llevar muy bien con la sonrisa y la alegría.

    Por un lado está la desidia y por otro, el otro, la sobreestimulación y la sobreexigencia que surge a veces de nuestra propia ansiedad de padres que deseamos cosechar éxitos en la vida de nuestros hijos haciéndoles hacer de todo en horarios planificadísimos, pero quizás nos equivocamos al presionar más de la cuenta, sin darles espacio para reconocer sus propios gustos, intereses y manifestar más libremente su personalidad, según su sexo, edad y circunstancias sociales.

    También la vuelta al cole es un desafío educativo. Requiere paciencia, entrenamiento y grandes dosis de sentido común para enfrentar, por ejemplo, las presiones publicitarias y comprar solo lo justo y necesario, descartar lo trivial o caro, y divertirse en el intento.

    Eso sí, que a nadie se le ocurra enfermar. Los hospitales públicos tienen su propio ritmo vacacionero. Y el que no se adapta es fríamente descartado del sistema.

    Lo que nunca está de más, y es muy beneficioso, es la educación de la solidaridad.

    Ponerse a disposición de los compañeros, vecinos o conocidos que por ahí necesitan una ayuda extra en este tiempo, es un ejercicio de humanidad.

    Quien más quien menos tiene algo que compartir. Nuestros hijos tienen que aprender a hacerlo en cosas concretas. Y esto implica salir de enfrente de la tele un rato y saber mirar alrededor, también requiere ceder espacios y tiempos al resto de la familia. Y nosotros tenemos la enorme responsabilidad de poner al día nuestra rica herencia cultural en materia solidaria. Tenemos abuelos a quienes imitar y también tenemos nuestra propia experiencia.

    Empezamos hoy a educar, en este tiempo intermedio, o de balde nos quejamos luego de la indiferencia y de la apatía que reinan en la sociedad. Ojo, estos son los primeros ladrillos del muro de la violencia.

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  4. ¿Una utopía?: Mejor educación y alimentación de los escolares
    10 Feb 2017

    Por Milia Gayoso-Manzur

    En estos días recordé la historia de mi antigua vendedora de camineros de encaje ju y su nietito, cuando buscaba uno de ellos en el baúl de los manteles. Corrían los años ochenta y tantos o principios de los noventa cuando escribía para otro medio, específicamente para un suplemento femenino. Por entonces tenía una entrevistada que luego se convirtió en la marchante que nos vendía complementos para el hogar (manteles, camineros, cortinas, tohallitas, etc) con detalles de encaje ju, que ella misma fabricaba y/o adquiría de otras vecinas que lo confeccionaban.

    Mi entrevistada/vendedora, una señora de alrededor de sesenta años, me contó un día que necesitaba vender mucho más porque quería comprarle una bicicleta a su nieto, para que no tuviera que caminar más los doce kilómetros (seis de ida y seis de vuelta) por día, para ir a la escuela.

    Recuerdo que mi entonces jefa y yo, adquirimos varios de sus productos (ella para regalárselos a su madre que vivía en Pilar) y yo para mi naciente hogar, con el fin de darle una mano. Luego de varios meses de ahorrar, mi marchante cumplió su sueño y el niño amado pudo alivianar sus trajines diarios.

    Más de dos décadas después de aquella historia, en estos días en que los niños y jóvenes regresan a las aulas, siento como muy actual la historia de aquella abuela y su sacrificado nieto que tenía deseos de estudiar, pero encontraba dificultades para ello.

    En un país que no posee la inmensa cantidad de habitantes como en otros lugares (por lo tanto, menos escolares) y donde hay ingresos (ejemplo Itaipú y Yacyretá), que se podrían utilizar para mejorar la infraestructura de la educación pública, seguimos asistiendo a la triste imagen de escuelas que se derrumban sobre los niños, con sanitarios en condiciones deplorables, pupitres con clavos salientes que les agujerean las ropas y estudiantes de las afueras de las ciudades que deben caminar muchos kilómetros para llegar a sus aulas, porque no hay suficientes cantidades de escuelas en zonas rurales y semirurales.

    En el país bañado y bendecido por el Acuífero Guaraní, existen niños que todavía toman agua de aljibes que juntan agua de lluvia, o de pozos contaminados, que les producen malestares estomacales, vómitos, diarreas y parásitos intestinales.

    En el país donde se puede salir para siempre del atraso educando a nuestros niños, escasean las bibliotecas públicas en territorios menos agraciados por la modernización; no llegan los materiales y libros en tiempo y forma como debiera ser en muchas instituciones educativas y no se incentiva de manera sistemática y eficiente a la redacción y la lectura, dos puntos fundamentales para la formación de todo ser humano.

    En un país rico en frutas, que crecen hasta en las calles, los niños no reciben buena alimentación escolar (en muchos casos ni en el hogar). Además del vaso de leche, se podría crear un plan nacional de alimentación que por ejemplo incluya, en épocas de bananas, esta fruta en la merienda; en época de naranjas, este manjar; cuando abundan los mangos, rebanadas de mango una o dos veces por semana, reemplazando a la leche; o bien prepararles ensaladas de frutas o ir rotando las ofertas de una mediamañana o mediatarde sana y nutritiva, para que tengan fuerzas para estudiar. Se pueden incluir granos secos como el maní, licuados de frutas naturales, galletas enriquecidas con ciertas vitaminas, etc.

    No es ningún secreto que miles de niños humildes que son mal alimentados en sus casas, por falta de medios, se desmayan o se duermen en clase y no aprenden porque tienen mucha debilidad, que en “cristiano” se traduce en anemias que hasta pueden convertirse en algo más grave.

    Si todo el dinero público mal utilizado, desviado y robado, se reencauza para la educación, se mejoran las condiciones físicas de las instituciones y se atiende mejor a los paraguayos del futuro, se habrá ganado una de las batallas más importantes. No es una utopía, solo falta de decisión y voluntad.

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  5. Educación postergada
    10 febrero, 2017

    Cualquier ciudadano que se tome el tiempo de revisar los archivos, desde el inicio de la democracia en nuestro país, se encontrará que siempre al llegar esta época del año, las noticias son las mismas. Se encontrará que los niños acudirán a aulas precarias, que las vacaciones no fueron aprovechadas para las refacciones, que las escuelas están en pésimas condiciones, cayéndose a pedazos y que varias instituciones no comenzarán las clases porque los maestros tienen reivindicaciones.
    Increíblemente, en nuestro país siempre repetimos los mismos lamentos y volvemos a repetir los mismos errores. Por eso nunca superamos el atraso, porque nos quedamos en el escándalo, pasa unos días y desaparece el escándalo con otro drama y ya nadie se acuerda del problema, hasta que vuelve a aparecer. Es así que ahora solo a unos días del inicio de clases nos encontramos nuevamente con los mismos dramas de todos los años. Cinco gremios de educadores anunciaron ahora que no iniciarán las clases a menos que se presente una propuesta concreta del Gobierno respecto al aumento salarial.
    Gabriel Espínola, secretario de la OTEP Auténtica, reiteró que cinco gremios mayoritarios siguen firmes en su postura de no iniciar las clases. “El 7,7% de aumento salarial del que se habla es solo el cumplimiento de la norma fiscal que indica el ajuste respecto al salario mínimo vigente”, indicó.
    Las clases deben iniciarse en las instituciones públicas el próximo 23 de febrero.
    Los docentes habían protagonizado una serie de movilizaciones el año pasado reclamando el aumento salarial. Lo consiguieron en parte, pero el presupuesto aprobado en el congreso fue vetado por el ejecutivo, con lo que se presenta el problema, dado que lo que se ejecutará este año es el presupuesto del 2016.
    Volvemos a repetir los mismos problemas, postergando una vez más la educación, factor fundamental para sacar al país del subdesarrollo. Nuestros niños seguirán sufriendo las consecuencias de tener autoridades analfabetas que están más enfrascadas en sus intereses y luchas particulares, hipotecando el futuro de niños y jóvenes de toda la nación. Lamentable.

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  6. Peligro real

    Por Desiré Cabrera

    El Ministerio de Educación y Cultura (MEC) dio a conocer un listado de instituciones educativas “en peligro de derrumbe”. En el departamento de Cordillera figuran solo dos escuelas: Juan Andrés Aguilera, ubicada en la compañía Kary Loma de Itacurubí de la Cordillera, y San Francisco de Asís, de la compañía Candia del distrito de Atyrá.

    En el primer caso, no existe requerimientos en la microplanificación. Además, está en el listado de instituciones a ser racionalizadas por la escasa cantidad de alumnos. La segunda escuela “en peligro”, con menos de 20 alumnos, según la microplanificación realizada por los directores, no necesita de reparaciones.

    Sin embargo, obviaron instituciones que fueron visitadas y verificadas por peritos del MEC y que sí requieren de una urgente intervención. Tal es el caso de la escuela Virginia Ayala de González, de Piribebuy, donde el año pasado cinco niños resultaron heridos, dos de gravedad, al derrumbarse una parte de la galería.

    Peritos del MEC habían recomendado demoler el edificio y ahora una entidad bancaria privada está construyendo cuatro aulas, pero la escuela necesita de tres aulas más y salas para la dirección, además de la demolición del edificio antiguo, que representa un peligro para los niños.

    La escuela “Natividad Sanabria” de la compañía Santa Lucía, de Mbocayaty del Yhaguy, se encuentra apuntalada por el desplome de uno de los pilares y el techo está por derrumbarse. La directora Saturnina Medina manifestó que ya no se animan a iniciar las clases en estas condiciones por lo que solicitaron se les provea de aulas móviles.

    Otra escuela clausurada por técnicos del MEC es San Marcos, ubicada en la compañía del mismo nombre de Mbocayaty del Yhaguy. Las paredes y pisos presentan total deterioro y se constituyen en grave amenaza para la integridad física de niños y maestros.

    Ninguna de estas instituciones están en el listado del MEC. La comunidad educativa se pregunta qué criterios manejaron los técnicos de la cartera de Estado para seleccionar las escuelas que figuran en la planilla divulgada . También se cuestionan si la secretaría proyecta alguna solución a días del inicio de las clases.

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  7. Alerta de derrumbe en escuelas es un fracaso de este Gobierno

    El ministro de Educación dispone de 18 millones de dólares para reparar y construir aulas de escuelas y colegios, y tuvo 9 meses de tiempo para resolver el problema de las instituciones que están en alerta de derrumbe, pero a escasos días del inicio de las clases avergüenza a todo un país que se mendigue ayuda a países amigos para paliar el problema. Tal es la situación de la educación en el Paraguay: aulas a punto de desplomarse, docentes llamando al paro y hasta la merienda escolar en riesgo. Esta es, sin lugar a dudas, una de las mayores expresiones del fracaso del actual Gobierno, porque es más que evidente que la educación no es una prioridad para Horacio Cartes. Sin inversión y gestión eficiente en educación el país estará condenado al fracaso.
    El nuevo ciclo escolar se iniciará el próximo 23 de febrero, según el calendario del Ministerio de Educación, en medio de un ambiente caracterizado por la incertidumbre: el paro de maestros y la situación crítica de la infraestructura de las escuelas.

    La realidad señala que, de 7.500 establecimientos educativos en todo el país, 3.900 se encuentran en una condición crítica, de los cuales a su vez 2.581 están en alerta roja. A 684 escuelas el Ministerio ni siquiera llegó para verificar la condición edilicia.

    Esta es una información oficial y pública, conocida por todos, y repetida hasta el hartazgo. El MEC contaba con el instrumento de la Ley de Emergencia Educativa y los recursos asignados para afrontar la crisis de infraestructura. Con todo a su favor, el ministro Enrique Riera, al parecer, prefirió dormir sobre sus laureles y hoy, a 9 meses de la declaración de la Emergencia Educativa, pide ayuda a países amigos para obtener la donación de carpas para que los niños paraguayos puedan aprender a leer y a escribir.

    Riera informó que se solicitó ayuda a ocho embajadas (Israel, Japón, Corea, España, Gran Bretaña, Colombia, Estados Unidos y Rusia). A todas ellas se pidió la donación de 100 carpas o aulas móviles para que los niños cuyas escuelas están en la lista de la alerta de derrumbe puedan estudiar al menos con seguridad.

    El país sufre de graves problemas sociales, cuya solución requiere tiempo y recursos de los cuales carecemos, pero la emergencia de las escuelas que sufren el peligro de derrumbe no es uno de esos casos. Para eso se cuenta con los recursos: 18 millones de dólares están disponibles; con ellos se debería haber iniciado –al menos– el arreglo y la construcción de aulas.

    La solución dependía exclusivamente de la capacidad de gestión de las autoridades del área educativa, pero, y parafraseando a nuestro gran escritor Augusto Roa Bastos, el infortunio sigue enamorado del Paraguay.

    Las explicaciones del ministro suenan a excusas, y culpar a los legisladores a estas alturas ya no tiene sentido. Esta penosa realidad hace que el Paraguay de la imagen de un país improvisado, un país que tiene autoridades que a cinco días del inicio del periodo escolar piden socorro a países amigos, para resolver un problema para cuya solución existen hasta recursos financieros, que es de lo que generalmente se carece.

    El Gobierno de Horacio Cartes debe demostrar un genuino interés por la educación. La retórica no sirve para superar las décadas de atraso. Hay que invertir más en la educación de los niños y de los jóvenes, pero también hay que invertir mejor. El futuro del Paraguay depende no solo de la inversión financiera, sino también en recursos humanos; esto es, los funcionarios deben ser los mejores y más comprometidos.

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  8. Las clases deben iniciar el 23 de febrero
    16 Feb 2017

    Una vez más un conflicto pone en riesgo el inicio de las clases en las instituciones de educación del sector público. Hay un peligro de paro docente. Como casi siempre, el tema de fondo es el reclamo de los gremios docentes por mejores condiciones laborales con un ajuste salarial, pedido plenamente justificado atendiendo a que es uno de los sectores cuyos ingresos no condicen con el papel que cumplen para un país.

    Además, ahora se suma el justo reclamo de los estudiantes que desean mejores condiciones en infraestructura, no para estar más cómodos, sino incluso por una cuestión de seguridad.

    Ninguno que pretenda el mejoramiento de la educación puede oponerse a una solicitud como la de los docentes y menos como la de los estudiantes, pero de una vez por todas se debe entender que los niños no son culpables de la desidia que acarrea el Estado desde hace décadas con respecto a estos temas y, como dijera el ministro de Educación y Ciencias, Enrique Riera, los niños no deben ser los “castigados” con la postergación del calendario académico. Las clases deben comenzar el 23 de febrero en los colegios públicos si queremos seriedad para la educación.

    De acuerdo con la interpretación del ministro Riera, este será un año puramente político, aunque esto puede darse solo en el microclima, en el entorno de la política, y no en la ciudadanía. A decir del secretario de Gobierno, “hay una sensación de crispación y de confrontación en un microclima” porque lo que realmente importa a la gente es el día a día. “Los chicos quieren ir al colegio, las maestras quieren recibir a sus alumnos, las familias quieren llegar a fin de mes; a veces nosotros creemos que esto es así, pero probablemente acá a una cuadra, la gente esté pensando en cómo llegar a fin de mes”, sostuvo el secretario de Gobierno al hacer un análisis sobre la situación que se vive en el país.

    Respecto al pedido de los gremios, el MEC prepara con Hacienda tres mecanismos que permitan lograr una solución. Se plantea ampliar los fondos para llegar al reclamo de los gremios, que piden un aumento del 7,7%. Riera, al hablar de las tratativas sobre el paro, dijo que el Ministerio de Hacienda otorgará unos 60 mil millones más de lo que ya se había anunciado para el rubro docente. El secretario de Estado explicó que se tiene un total de casi 245 mil millones de guaraníes, dinero que puede ser destinado para el pago a los educadores y también para los administrativos que están relegados hace varios años.

    “Tenemos alrededor de 245 mil millones y yo le planteé al ministro de Hacienda cómo repartir mejor ese dinero para que alcance a todos los sectores, desde la categoría Z hasta la categoría L y también a los administrativos que tienen un rezago importante. Ellos consideran una discriminación y su reclamo es legítimo”, indicó. “Estamos haciendo tres posibles escenarios; vamos a ver el impacto presupuestario y vamos volver a convocar a todos los sindicatos para encontrar una solución antes del 23”, había anunciado el ministro de Educación.

    El encuentro entre autoridades del MEC, de Hacienda y de los gremios puede darse hoy mismo, atendiendo a que hay una convocatoria a una reunión en la que se pretende presentar las alternativas para lograr un acuerdo y así evitar el paro.

    Esperemos que en el encuentro prime la conciencia de todos los actores, tanto del ámbito público como el de los gremios, para que se selle un acuerdo y ya no se hable de obstáculos para el inicio de clases.

    Es cierto que hay muchas cosas que se deben ir ajustando en diferentes áreas, como el de educación, que es primordial para que el país avance. Pero se necesita esfuerzo, comprensión de todos y, sobre todo, en el caso de la educación, poner en primer lugar a los miles de niños que necesitan un ejemplo de responsabilidad y compromiso.

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  9. Calidad educativa

    Darío Lugo –
    El regreso a clases marca uno de los momentos más álgidos del año, atendiendo a los preparativos en presupuesto para uniformes y útiles, al reacomodo en los tiempos y el biorritmo de toda la familia, además del estrés natural que causa tan solo pensar en que la billetera deberá desangrarse nuevamente para las inversiones propias de la educación de los hijos.

    Surgen las promociones, las ofertas y las mil y una estrategias de márketing con el fin de ofrecer –a quienes pueden– la camisa más linda o el cuaderno de mejor rendimiento. La atención está centrada en las incontables propuestas del mercado, desde lo modesto hasta lo más sofisticado; al tiempo de instalarse en la retina de los espectadores el deplorable estado de muchas escuelas, con su secuela de limitaciones y necesidades.

    En el fondo, se trata de cumplir un ciclo más dentro del proceso educativo que brinde la formación académica a los pequeños y adolescentes, además de la concreción de un rito cargado de expectativas por la inserción de los estudiantes al sistema, agregado al recurrente tire y afloje entre Ministerio de Educación y docentes sindicalizados, enfrascados en diferencias atávicas y con amenazas mutuas que derivan en menor propuesta pedagógica.

    Pero más allá de lo que anualmente permite encender los motores para arrancar un nuevo periodo escolar, poco y nada se gesta el debate en torno a la utópica y tan anhelada calidad educativa, que abarque ámbitos allende las fronteras del ámbito de un centro educativo o de la burocracia estatal.

    No es posible, por cierto, obtener resultados en un año o en cinco cuando se implementa una reforma como la que aconteció en los años noventa; sin embargo, ya se dejaron escuchar algunas críticas en torno al abordaje del currículum y las prioridades hacia materias que ofrezcan como resultado un producto más orientado a las nuevas tecnologías y alejado de contenidos meramente teóricos.

    Ciertamente que el conocimiento de las llamadas tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) constituyen un excelente esquema para el aprendizaje de los niños y jóvenes; pero se evidencia a la par el déficit en cuestiones relacionadas con el llamado aprendizaje para la vida o la orientación con el fin de lograr jóvenes preparados para el entorno que les tocará, llegado el momento de salir adelante por sí mismos.

    Sigue imperando la mera repetición, la limitación para conceptualizar, el exiguo vocabulario y la poca generación de un aprendizaje genuino y verdadero, flagelos que seguirán mientras no se insista por todos los medios para un mayor compromiso de toda la comunidad en pos de una todavía renuente calidad educativa.

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  10. “Aportes voluntarios”
    17 febrero, 2017

    Las clases en las escuelas públicas deben comenzar la próxima semana y el escenario, una vez más, es penoso. Ayer se supo que no hubo acuerdo entre los docentes y las autoridades de los ministerios de Educación y Hacienda sobre el reclamo de aumento salarial para los docentes, en ese marco, los maestros siguen amenazando que no comenzarán las clases en la fecha fijada por el gobierno. Ayer, nuestro diario publicaba también la situación de algunas escuelas, que a días del inicio de las clases todavía están sin techos, porque los trabajos de reparación, que debían realizarse durante las vacaciones, no concluyeron.
    El panorama se completa con las denuncias de los padres, de que varios colegios siguen con la misma práctica de todos los años, de los “aportes voluntarios”, para la inscripción. Con esto, el verso de que la educación primaria es obligatoria y gratuita, es puro cuento. Los padres deben pagar para el mantenimiento de las aulas y luego inscribir a sus hijos. La excusa siempre es que es un aporte para la comisión de padres, que el dinero se utiliza para reparaciones y para el pago a docentes sin rubros.
    Desde la implementación de la Ley de Acceso a la Información Pública pudimos enterarnos de cómo se dilapida el dinero de los contribuyentes en todas las instituciones públicas. Así tenemos los triples aguinaldos, familias enteras de planilleros, amantes con salarios mutimillonarios, lujosos paseos al exterior a cuenta del dinero público, el derroche de los recursos del Fonacide y otros tantos groseros abusos. En medio de este mar de derroche y galopante corrupción es absolutamente vergonzoso que los niños compatriotas sigan soportando humillaciones, acudiendo a formarse en escuelas precarias y que los padres deban aportar de sus bolsillos para el salario de los docentes.
    Mientras somos testigos de estas vergonzosas precariedades, nuestras autoridades están embarcadas en proyectos reeleccionarios y disputas particulares, que solamente apuntan a mantener los privilegios de una pequeña claque que maneja el país.
    Salta a la vista que con una pequeña racionalización de los gastos y con un poco de honestidad y patriotismo, nuestros niños podrían recibir educación de calidad y en aulas con todas las comodidades sin tener que apelar a los miserables aportes ni soportar las vergonzosas precariedades de todos los años.

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  11. Violación y deconstrucción

    Cuesta mucho encarar este tema y con todo respeto me atrevo a escribir porque lo creo justo. Y espero no caer en ningún morbo. Ya nos enteramos: un chico fue violado por sus propios compañeros en una de las tantas, recientemente puestas de moda, fiestas del último primer día (UPD).

    “El problema no es la fiesta, sino que faltan límites”, me dicen. “¿Y los adultos?”, cuestionan otros.

    Son dos temas educativos: la adultez y los límites en la crianza. Es verdad. Pero también faltan otros factores que vienen antes.

    Primer punto. Es impresionante el empeño, hasta obsesivo, de los padres en las fiestas de sus hijos hoy. Desde el Jardín de Infantes.

    El gesto, la expresión del sentimiento se ha convertido en algo más importante que el propio sentimiento de alegría y orgullo que nos produce un logro de nuestros hijos.

    Pero la alegría se da antes que la fiesta. Y este es el quid. Porque no es el gesto el que hace al sentimiento, sino que lo expresa.

    Atención, que si en el interior del hogar no hay armonía, no hay más que consumismo, vanidades, distracciones y hasta falta de amor, el vacío interior de los jóvenes intenta autogestionar su satisfacción con la parafernalia de la exterioridad. Y así crece la competencia por “demostrar” más allá del “ser”, del contenido real.

    Segundo punto. La educación de la sexualidad. Tan manoseada, tan reductiva, tan esquivada en sus factores morales.

    Sí, morales, es decir, relacionados con la inteligencia y la voluntad que hacen a la libertad de las personas. Y ni hablemos de la pornografía, abierta, pululante, descarada.

    De moda casi o más que el sofisma de que si les instruyéramos a usar preservativos ya estarían “cuidados” y protegidos.

    ¿Y entonces cómo se explica el paso de la delgada línea roja que lleva a los chicos de la excitación a la violencia animalesca? ¿Sirve de “barrera” moral saber seguir los 11 pasos básicos para colocarse un condón antes?… ¡Por favor! Perdonen, pero da rabia ese discurso tan difundido.

    Tercer punto. Humano se nace, como dice Quino, pero también se hace, gente. “Persona, llega a ser lo que eres”, decía Wojtyla, luego Papa católico. Persona. Que puede dignificarse o caer bajísimo.

    Aquí falta el yo, que no nace del puritanismo o de la evasión. Nace de encuentros, de apertura y respeto, mucho respeto, a la vida y a la dignidad, incluso la de los agresores.

    De esta deconstrucción moral solo se sale reconstruyendo los pilares más sólidos que tenemos. La persona en primer lugar, y esta en una familia concreta, real, donde “el otro es un bien”.

    La ley viene mucho después.

    Por Carolina Cuenca

    http://www.ultimahora.com/violacion-y-deconstruccion-n1070843.html

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  12. Tendencias del trabajo

    Por Jesús Montero Tirado

    Cada año unos sesenta mil jóvenes acaban el bachillerato y por lo menos otros tantos de la misma edad sin bachillerato saltan en su mayoría a la sociedad buscando trabajo. Nuestra sociedad no ofrece empleo para todos por dos causas principales: no hay puestos de trabajo y los jóvenes llegan con insuficiente formación y capacitación. Las empresas buscan entonces trabajadores extranjeros.

    El 56% de nuestra población tiene menos de treinta años, consecuentemente es lógico esperar que en los próximos años crezca el número de jóvenes que acrecentará la demanda de trabajo. ¿Lo encontrarán? Hay respuestas que se dan por ciertas: crecerá el desempleo y el tipo de trabajo a realizar será distinto al de ahora.

    “El dos de marzo de 1821 en Alcoy (España), un millar de campesinos y jornaleros de pueblos vecinos, que cardaban e hilaban lana en sus casas para la industria textil local asaltan la ciudad reduciendo a cenizas 17 máquinas y otros enseres, actuando en cuadrillas, a plena luz del día, y con las armas en las manos, según relata el Diario del Congreso del 18 de Marzo de 1821. Por perder trabajo, era la mayor manifestación en España, hasta el momento, a principios del siglo XIX”.

    Han pasado dos siglos y las crisis que provocan a trabajadores y empresas los descubrimientos científicos, las tecnologías y concretamente la mecanización, la robótica y la inteligencia artificial son mucho más radicales que la de aquellas primerizas máquinas textiles de Alcoy. Ya no se habla de “mano de obra”, porque no son precisamente manos lo que hace falta para el trabajo, sino cerebros, que produzcan conocimientos y sepan trabajar con sofisticadas variedades de inteligencia artificial. De las diez profesiones más demandadas por las empresas actualizadas, ocho son profesiones relacionadas con la producción y comunicación de conocimientos.

    Hay signos claros de algunas tendencias que dan pistas para descubrir el futuro del trabajo. Por ejemplo, la economía de servicios es mucho más grande que la economía de bienes. Por eso las profesiones vinculadas a servicios tienen más probabilidades de encontrar trabajo que las profesiones características de la producción de bienes. El desplazamiento de los trabajadores hacia el desempleo pronto será masivo. Hay futurólogos que pronostican que dentro de quinientos años el 90% de la población en edad de trabajo estará en el desempleo.

    Sin pensar en futuro tan lejano, mirando al futuro próximo y a medio plazo, la importante “MIT Technology Review” afirma que “cada vez hay más empleos en ciencias y tecnologías y están mejor pagados”. Las profesiones relacionadas con ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas, según el Departamento de Empleos de Estados Unidos, representan la tendencia más alta de crecimiento de profesiones hacia el año 2022, más aún, entre las 35 profesiones de mayor crecimiento, las citadas suman 14, prácticamente la mitad.

    Hay otras áreas del saber y del trabajo que también crecen en la demanda empresarial. El campo de la “vida” en general y de la vida humana en concreto, con las distintas formas de encarar las biologías, la genética, la neurología, etc…, así como el ámbito de la física cuántica y las ciencias del medio ambiente, ocupan puestos de vanguardia en las posibilidades de trabajo.

    Por la brevedad de espacio no pretendo en este artículo ofrecer una opinión definitivamente fundada sobre las profesiones que tienen mayor horizonte de empleo en el futuro próximo y a mediano plazo, pero sí me parece necesario hablar del tema para promover un diálogo que mueva a las instituciones educativas formadoras de profesionales (universidades, institutos superiores, institutos técnico profesionales de tercer nivel) y a los planificadores de educación superior y media a revisar las políticas de formación profesional que estamos desarrollando, ante las presiones que afectan duramente a las profesiones tradicionales y no actualizadas.

    La relación entre educación y trabajo es compleja. No se trata de formar hombres y mujeres reducidos a ser una pieza más del aparato productivo, como máquinas humanas que compiten con las de inteligencia artificial, se trata de recurrir a la antropología del trabajo y otras ciencias sobre el ser humano, que ayuden a definir el perfil profundamente humano de los profesionales, que respondan a las exigencias del trabajo futuro.

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