Ciudades fronterizas: Entre crisis económica e inseguridad

A la fuerte crisis que ya venían sintiendo Ciudad de Este y Salto del Guairá debido a la crisis que enfrenta el Brasil, ahora se agrega la inseguridad en Pedro Juan Caballero debido a varios asesinatos vinculados al tráfico de drogas. Esta situación agrega una complejidad más a las necesarias transformaciones de las ciudades fronterizas, que ya venían requiriendo una reconversión económica para dejar de depender de los vaivenes de la economía vecina. La inseguridad afecta al desempeño económico, más todavía si significa violencia extrema como la que se viene sucediendo. Es urgente un plan de desarrollo que incluya un fuerte componente de seguridad.

Si bien el caso de mayor trascendencia en las noticias siempre fue Ciudad del Este, no hay que olvidar a ciudades como Encarnación, Pedro Juan Caballero y Salto del Guairá, que suman una importante proporción de la población paraguaya y que también deben enfrentar la coyuntura económica de los vecinos y de los cambios en sus normativas y gobernantes.

Tanto Brasil como Argentina tienen economías fluctuantes y en constante movimiento. Frente a este contexto, también sus políticas son cambiantes, acordes con el dinamismo que exige el movimiento económico. La dinámica económica mundial y las condiciones internas en cada uno de estos países exigen a los gobiernos implementar cambios que afectan de manera directa a Paraguay.

Los recientes hechos de violencia en Pedro Juan Caballero agregan otro factor más de preocupación tanto para una buena convivencia social como para el desempeño económico. Aunque esta vez fue esta ciudad, Ciudad del Este o Salto del Guairá no están libres de riesgos y si no se implementan medidas preventivas la violencia puede trasladarse a lo largo de toda la frontera paraguaya.

Las políticas y los planes nacionales nunca han acompañado de manera explícita la problemática que enfrentan las ciudades fronterizas, lo que exige actualmente una rápida respuesta gubernamental. Es necesario diseñar e implementar planes de desarrollo regionales que consideren las potencialidades económicas de cada una de esas ciudades y sus respectivos distritos, así como los diferentes riesgos que enfrentan.

Las estrategias deben generar un entorno favorable a la inversión para la generación de empleos estables, seguros y bien remunerados, así como servicios de amplia cobertura y calidad. Estos distritos requieren una fuerte inversión en infraestructura vial, energética, social y en seguridad.

Dados los niveles de violencia vistos, es necesario incluir en los planes de desarrollo medidas urgentes y estructurales para enfrentar las causas y eliminarlas de raíz, antes que se agraven y se dispersen por el resto del país. En América Latina hay suficiente evidencia sobre la rápida expansión de la delincuencia organizada vinculada al tráfico de estupefacientes y armas si no se actúa de manera contundente. Esta es una tarea conjunta que debe enmarcarse en intervenciones estratégicas e integradas entre todas las instituciones públicas, tanto del Gobierno Central como de los gobiernos municipales y departamentales.

En estas ciudades se concentra una importante parte de la población paraguaya. Su buen desarrollo no solo impactará positivamente en sus respectivos distritos sino también en los distritos vecinos, ya que alrededor de esas grandes ciudades se están desarrollando otras muy importantes.

http://www.ultimahora.com/ciudades-fronterizas-crisis-economica-e-inseguridad-n1004862.html

27 comentarios en “Ciudades fronterizas: Entre crisis económica e inseguridad”

  1. Miedos del pasado

    La larga dictadura que soportamos como sociedad no solo nos dejó con su régimen un país tremendamente atrasado en muchos sentidos, sino que además nos marcó fuertemente en la forma en que miramos hacia adelante.

    Cuando en el año 1992 promulgamos la Constitución vigente, hicimos un gran esfuerzo por instaurar un conjunto de principios, reglas e instituciones democráticas que nos permitiera transitar ese camino al desarrollo en democracia.

    Y como naturalmente veníamos condicionados por todo lo vivido durante la dictadura que estaba aún fresca en la memoria colectiva, muchas de las reglas que instauramos en la Constitución estuvieron muy marcadas por ese miedo al pasado que no queríamos que vuelva de ninguna manera.

    Desde entonces, pero particularmente en la última década, nuestro país ha dado saltos significativos hacia el desarrollo, sobre todo si nos comparamos contra nosotros mismos en décadas anteriores.

    En la gran mayoría de los indicadores sociales y económicos hemos logrado importantes avances. Y en los últimos 10 años la coyuntura internacional fue tan favorable que tuvimos un viento a favor que facilitaba las cosas en muchos sentidos.

    Sin embargo, si las comparaciones las hacemos en el marco del concierto de naciones a nivel mundial, vemos una realidad que nos pone aún distantes en los propios indicadores.

    Pero más allá de las comparaciones, que son útiles para situarse en el contexto, lo real es que tenemos todavía enormes retrasos –particularmente en lo social e institucional– que finalmente limitan seriamente nuestra posibilidad de avanzar más rápido en la senda del desarrollo.

    La coyuntura internacional, por su parte, ha variado de manera sustancial y claramente los años excepcionales de los precios de los commodities por las nubes y las tasas de interés por el piso han terminado. Pues hoy las nuevas condiciones son mucho menos favorables y van a permanecer por un largo periodo, es decir serán de naturaleza permanente.

    En este marco de la nueva realidad, todos los análisis coinciden en que llegó el momento de encarar reformas más profundas si queremos seguir creciendo y progresando en el sentido más amplio.

    Ya no estarán las ganancias extraordinarias que hay que saber aprovecharlas, pero que muchas veces obvian la sensación de necesidad de hacer reformas o al menos lo postergan hacia adelante.

    Ciertamente es mucho más sencillo encarar importantes reformas cuando se tienen ciertas bases sólidas y en materia económica al menos. Es el caso de nuestro país.

    Sin embargo, de alguna manera creo que vuelve a nuestra conciencia colectiva esa sensación de miedo, en este caso de perder o volver atrás en muchos de los avances que hemos logrado.

    Esto se traduce básicamente en una suerte de movilidad en cámara lenta, solo pequeños ajustes a lo que ya tenemos, desconfianzas enormes hacia cualquier tipo de reforma importante y finalmente en un peligroso statu quo.

    Por supuesto que las desconfianzas se basan también en cuestiones reales. Esa es la terrible desgracia de la tan arraigada corrupción e impunidad en nuestro país. Hoy nos cuesta el triple confiar en que una determinada propuesta o proyecto realmente persiga el bien común y todo se vuelve complicado de implementar.

    El miedo ha cumplido una labor esencial en la evolución del ser humano, pues nos ha permitido estar alertas ante los peligros que amenazaban la supervivencia.

    Sin embargo, si dicho miedo nos termina paralizando estaremos lejos de alcanzar el desarrollo y mejorar verdaderamente la calidad de vida de la población.

    Debemos por lo tanto encontrar el sano equilibrio entre el estar atentos, pero no paralizados. Pero ante esa alternativa, tengo la sensación de que hoy los principales tomadores de decisión en nuestra sociedad siguen aún centrados en el retrovisor.

    Por Yan Speranza

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  2. Agresiones

    Los últimos episodios violentos contra periodistas dejaron a la luz pública que fácilmente se puede atropellar la libertad de expresión, uno de los pilares fundamentales de la democracia. La agresión física que sufrió el director del diario Vanguardia, Nelson Zapata, de Ciudad del Este, y los reporteros que fueron golpeados por fusileros de la FOPE durante la cobertura de la audiencia del delincuente argentino Ibar Pérez Corradi son pruebas irrefutables de la prepotencia y autoritarismo que persisten, pese a las garantías constitucionales.
    Ni manifestantes, ni policías ni otros estamentos del poder tienen el derecho de atacar y mucho menos atropellar la integridad de las personas que tienen la misión de informar sobre acontecimientos de interés público.

    En esta transición hacia la democracia, la violencia contra periodistas se volvió reiterativo. Es clara señal de bolsones de autoritarismo y prueba del escaso nivel cívico y falta de racionalidad.

    En el caso de las turbas que siempre aparecen, son más graves aún porque fácilmente son manipulados por políticos oportunistas.

    Con relación a los agentes del orden, no cabe el descontrol, porque significa que no están preparados para administrar conflictos, aguantar presiones y manejar la situación con serenidad.

    No es la primera vez, y quizás no será la última, que guardias con la mente caliente quieran utilizar la fuerza, incluso desenfundar armas de gruesos calibres para intimidar.

    En todos los países civilizados la libertad de prensa es respetada. Significa que existe una conciencia cívica de que los comunicadores tienen la noble misión y la responsabilidad de informar a la opinión pública.

    Los periodistas son profesionales que manejan cámaras y grabadoras, escriben y transmiten los hechos. No existe la menor idea de violencia en el cumplimiento de sus tareas. De modo que agredirlos es atropellar un derecho constitucional de la opinión pública cual es la información.

    Por Rafael Marcial Montiel

    http://www.abc.com.py/edicion-impresa/opinion/agresiones-1495473.html

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  3. Responsables de la violencia
    4 julio, 2016 24

    Una serie de hechos violentos, que afortunadamente no llegaron a mayores, se registraron el martes pasado frente a la Junta Municipal del Ciudad del Este, durante movilizaciones protagonizadas por seguidores de la intendenta Sandra McLeod de Zacarías y adherentes de los concejales opositores que solicitan la intervención de la municipalidad. Hubo agresiones verbales y físicas, algunos llegaron a los puños y otros a comportamientos absolutamente irracionales alentados por dirigentes acostumbrados a la prepotencia y a la violencia, sin que absolutamente nadie les ponga límites.
    Lamentablemente, quienes se hacen llamar dirigentes (opositores y oficialistas) alientan al descontrol, la provocación y la violencia. Desde nuestra perspectiva, sostenemos que todas las movilizaciones son válidas. La ciudad necesita expresarse, los ciudadanos deben salir a las calles a reclamar sus derechos, en el marco de la libertad de expresión, que garantiza la democracia. No obstante, las movilizaciones deben realizarse siempre en el marco del respeto a las personas y a las instituciones, y sobre todo a las normas de la convivencia. Sin embargo, muchos de estos dirigentes creen que pueden imponer la barbarie y el temor mediante amenazas y violencia. Para estos casos, la sociedad civilizada previó las normas y el Estado, que tiene el monopolio de la fuerza, tiene la potestad de actuar, poner orden y garantizar el funcionamiento de las instituciones.
    Lo que se vivió en dicha manifestación fue resultado de la más absoluta ineficiencia de la policía para garantizar el funcionamiento de las instituciones. Durante las movilizaciones del pasado martes hubo grescas, golpes y agresiones físicas, a la vista de las fuerzas del orden cuyos integrantes ni siquiera intentaron actuar para detener a los agresores, o por lo menos individualizarlos e identificarlos. Este desorden fue producto de la ineficiencia y la falta de previsión que permitieron que los manifestantes lleguen hasta las puertas de la sala de sesiones en la que estaban reunidos los concejales en plena sesión.
    Ante el conocimiento de la existencia de dos grupos antagónicos se hubiera previsto la ubicación de los mismos a una distancia prudencial de manera a evitar hechos violentos. Ante la evidencia del inminente choque de dos fuerzas antagónicas corremos el riesgo de que se llegue a una colisión que dispare un pico de violencia sin precedentes. El curso que sigan ambas corrientes, y las consecuencias de sus luchas, dependerá de la prudencia y la racionalidad, que impongan los dirigentes políticos, quienes al final son los únicos responsables ante la sociedad de a dónde vaya a parar esta confrontación. Esperamos todos que se resuelvan las cosas de manera racional y que esto al final redunde en beneficio de la ciudadanía en general.
    Que las movilizaciones se desarrollen en el marco de la normalidad y el respeto a las normas y las leyes dependerá de la acción de la policía, para hacer que se respete a las instituciones y las normas de convivencia civilizada.

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  4. Seguridad en la región fronteriza

    En los últimos días se ha registrado una ola de violentos asaltos en diferentes puntos del Alto Paraná. Locales comerciales y hasta un puesto de peaje fueron atacados por marginales armados. A esto se suman los asaltos de todos los días en las calles, a empresarios, trabajadores y estudiantes. La mayoría de ellos no son aclarados. Los delincuentes se pegan el lujo de operar a plena luz del día a la vista de todo el mundo, parar el tráfico y perpetrar sus robos, hechos que antes solo nuestra sociedad veía en las películas.
    De esta manera, la delincuencia va ganando terreno sembrando la inseguridad y el miedo en la sociedad ante la casi nula reacción de la Policía Nacional, sin patrulleras, sin combustibles y sin armas. En muchos casos, vecinos agrupados, peligrosamente hacen justicia por manos propias. Persiguen y detienen a los ladrones para recuperar sus pertenencias. Esto ocurre porque cuando piden auxilio a la Policía sencillamente no reciben una respuesta eficaz. Es una reacción más que preocupante la de tomar por manos propias la protección ante la delincuencia, que es exclusiva responsabilidad del Estado.
    El máximo responsable de la seguridad de esta zona del país es el jefe de Policía de Alto Paraná, Darío Aguayo, quien había sido condecorado por su gestión en la Junta Departamental, en abril pasado. Poco después también fue distinguido en el municipio de Yguazú. Afortunados los pobladores de Yguazú, ya que otros distritos como Minga Guazú, Ciudad del Este y Presidente Franco, por citar algunos no tienen el mismo concepto.
    Los asaltos de todos los días han motivado manifestaciones ciudadanas dejando en evidencia la escasa efectividad en el combate a la delincuencia, sobre todo en lo que se refiere a la parte de investigación y prevención. De lo contrario cómo se explica que un prófugo de la justicia argentina, Ibar Pérez Corradi, uno de los más buscado por Interpol, se haya paseado a sus anchas por varios años en esta zona del país sin siquiera llamar la atención de los uniformados. De que tenía protección o complicidad de la policía zonal es más que evidente, y eso lo debe saber el jefe de policía. Si lo sabía y no hizo nada es grave y si no lo sabía también es preocupante.
    En una región tan sensible para la delincuencia como la nuestra, la Policía debe redoblar esfuerzo para prevenir y demostrar alto nivel de profesionalismo. Es lo que la ciudadanía desde hace tiempo viene esperando de la institución policial. El caso de Pérez Corradi viene una vez más a echar una mancha negra sobre la institución responsable de la seguridad en la región.

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  5. Dios aprieta…

    Por Rosendo Duarte

    Como toda ciudad fronteriza dependiente del Brasil, la población saltoguaireña afronta la penuria más grande de su historia, por la crisis económica devenida de la escasa concurrencia de compradores.

    El fondo de la cuestión ya todos lo conocemos: crisis política y económica en el país “mais grande do mundo”.

    Después de llegar a récords de 10.000 a 15.000 vehículos que ingresaban diariamente al sector comercial (2007, 2008 y 2009), hoy no arriban 500 autos extranjeros al día a la ciudad.

    Estamos hablando de una caída del más del 90 por ciento en el comercio, único puntal de la economía local.

    No es la primera ni será la última crisis comercial de la frontera, pero esta última golpeó mucho más fuerte que las anteriores porque en los años previos, Salto del Guairá experimentó un crecimiento descomunal.

    De 11.400 habitantes registrados en el censo del 2002, en poco más de 5 años llegó a 60.000.

    Pero el crecimiento no solo fue demográfico. Las inversiones en infraestructura comercial superaron los 300 millones de dólares en ese mismo periodo, especialmente en la construcción de shoppings y galerías comerciales.

    La economía se fue a las nubes en menos de una década; por eso la caída fue mucho más dura y dolorosa esta vez.

    Pero ya no es hora de lamentos. La mitad de la gente que migró hasta los dos primeros años de esta década ya regresó a sus pagos y la gente que ya no se fue, ya queda.

    El polvo levantado por la violenta caída comercial se va extinguiendo y es hora de volver a tomar impulso.

    Como dice el gastado refrán “Dios aprieta pero no ahorca”. Si bien el sector privado está profundamente deprimido, al menos las arcas municipales están repletas de dinero. No tanto como producía el comercio, pero algo puede paliar.

    Gracias a la ley de resarcimiento por los desaparecidos saltos del Guairá, más los royalties y el Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide), la comuna local dispone de casi 10 millones de dólares anuales para invertir en infraestructura y dar mano de obra a la gente.

    Lamentablemente estos primeros seis meses de la nueva administración municipal fueron más de líos internos que de trabajo.

    Más vale que se pongan las pilas porque los saltoguaireños no están en condiciones de soportar la inutilidad de sus autoridades.

    Tímidamente también empiezan los intentos de atraer industrias. No es obviamente nada fácil, sabiendo que las desventajas son muchas para los inversionistas de ese ramo en una ciudad sin mano de obra calificada y de tierras supervaloradas.

    Pero también están los aspectos positivos.

    Salto es la única ciudad del Paraguay que tiene frontera común con dos poderosos Estados del Brasil (Paraná y Mato Grosso do Sul) y es el punto más cercano con los grandes centros comerciales e industriales del país vecino como Santa Catarina y San Pablo.

    Tenemos frontera seca y húmeda y además un puente sobre el Paraná que si bien no es nuestro, geográficamente está a un paso de la ciudad.

    Las autoridades, los terratenientes y los empresarios locales deben unir esfuerzos e inteligencia para atraer nuevas modalidades de inversión y consolidar un nuevo pilar económico en el menor tiempo posible.

    Así, cuando regresen los buenos tiempos del comercio se podrá disfrutar mejor y ya no será tan tenebroso pensar en la llegada de otra crisis, como cíclicamente ocurre.

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  6. Simple fachada

    Por José Miguel González

    Las oficinas de la Dirección Nacional de Migraciones de nuestro país, ubicadas en la cabecera del puente internacional Encarnación-Posadas, son una simple fachada. Les hace el juego a las autoridades argentinas, que pretenden a toda costa desalentar a que miles de sus connacionales vengan a Encarnación a realizar las compras de fin de año. Los exagerados controles en la otra orilla del Paraná también apuntan a desalentar el masivo éxodo de argentinos hacia la capital itapuense.

    Por otra parte, Migraciones está actuando en la ilegalidad. Incumple el acuerdo firmado en el marco del Mercosur, en noviembre de 2001, en el que se estableció que la ciudad de Posadas será cabecera única de Control Integrado de tránsito vecinal. Es decir, funcionarios de Migraciones de ambos países deben fiscalizar el paso de personas por el puente San Roque González, en Posadas. En Encarnación, como ocurre actualmente, está el control integrado de la Aduana paraguayo-Argentina.

    Los comerciantes encarnacenos cuestionan el cuello de botella que se forma en la oficina de Migraciones de nuestro país, de día, cuando más compradores vienen. Lo único que logra es frenar el flujo de visitantes. Por la noche-madrugada ya no hay control, el paso es libre.

    Es necesaria una estrategia que contemple la posibilidad de facilitar la entrada a los turistas al radio urbano de Encarnación a realizar sus compras, similar a lo que acontece en la frontera entre Puerto Iguazú, Argentina; Foz de Yguazú, Brasil, y Ciudad del Este, donde el pasajero cruza de una frontera a otra sin trámite alguno; solamente realizan el papeleo los que van a viajar fuera del radio urbano de cada ciudad.

    En la vecina Posadas, en tanto, los dueños de los locales comerciales exigen al gobierno de la vecina Provincia de Misiones que se establezca un límite en las compras en Encarnación o que se cobre un canon en el puente internacional para desmotivar el cruce de mercaderías. Lastimosamente, Migraciones les hace el juego.

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  7. Potencialidad

    Por Clide Noemí Martínez

    Pilar y varias ciudades del Ñeembucú, ubicadas en la zona ribereña, con amplia frontera con la Argentina, por la incapacidad de sus principales actores políticos y empresariales, pierden la magnífica oportunidad que le brinda una coyuntura favorable para el turismo de compras.

    Encarnación, guiada por líderes positivos, suma a las posibilidades que ya le dan su magnífica costanera y el puente San Roque González, un trabajo conjunto de todas sus autoridades para estimular la presencia de miles de visitantes.

    Pilar, en cambio, con autoridades que no son capaces de ponerse de acuerdo ni en las más terribles situaciones de emergencia, desaprovecha una brillante oportunidad de oxigenar su economía. Con un servicio de balsa, ruta pavimentada para llegar a destino y millones de potenciales clientes en las provincias del Chaco y Corrientes, los políticos que están en el mando de la zona siguen con su política de teléfonos cortados, que frena toda iniciativa para mejorar la deprimida economía local y regional.

    La misma escena se repite en casi todos los pueblos del Ñeembucú, siendo otro ejemplo palpable el de Paso de Patria, con todas las condiciones para el turismo de playa y la pesca, pero sin interés de autoridades departamentales y locales para promoverlos.

    Mientras en la otra orilla del Paraná, Paso de la Patria (Argentina) mueve millones de dólares mensuales con el turismo de playa, en Paso de Patria solo el ordeño de combustible sigue floreciente, generando riqueza para delincuentes y contaminando los valiosos cursos de agua del distrito.

    La excepción es Alberdi, ciudad del norte del departamento que recibe diariamente a miles de visitantes de Formosa y otras provincias del nordeste argentino que cruzan el río atraídos por la diferencia en los precios.

    Es hora de que las autoridades departamentales y locales hagan su parte, articulando alianzas con el sector privado que permitan aprovechar la potencialidad de la zona. Trabajando separados y a «cara de perro», los administradores locales y departamentales lejos están de cumplir con la misión de ser promotores del bienestar de la población departamental. Deben abandonar su ridícula actitud y dejar de ser el lastre que posterga el anhelado desarrollo del sur.

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  8. Agilizar la relación entre Encarnación y Posadas

    A primeras horas de la mañana del domingo último, la cola formada por los buses y automóviles que aguardaban en Posadas cruzar el puente que la une con Encarnación llegaba a nada menos que tres kilómetros. Luego de una larga espera y de haber agotado los trámites ante las autoridades migratorias del país vecino, sus ocupantes tuvieron que someterse a los mismos controles en el lado paraguayo, ante las casillas de nuestra Dirección General de Migraciones (DGM). Recién tras horas de incomodidades, los pasajeros y automovilistas pudieron aprovechar las ventajas comerciales que les ofrecía la capital de Itapúa, tan atractivas que hasta recibe visitantes de ciudades alejadas de la frontera, muchos de los cuales vienen acompañados por sus hijos menores.

    A esta altura de los avances tecnológicos, constituye una vergonzosa aberración someter a viajeros que desean pasar de la orilla de un río a la otra a un doble procedimiento que entorpece innecesariamente la relación bilateral entre las dos ciudades.

    Entre ellas el tránsito debe ser tan fluido como el que existe entre Ciudad del Este y Foz de Yguazú, en beneficio de los turistas y el comercio de ambos lados de la frontera. Para eso, basta aplicar el convenio del Mercosur suscrito en noviembre de 2001 en Montevideo, que establece que Posadas será la cabecera única del control integrado del tránsito vecinal y turístico. No hay motivo para no dar cumplimiento a ese acuerdo tan razonable, que ya se está aplicando en el caso de los pasajeros del tren Encarnación-Posadas, que circula desde enero del año pasado y transporta un promedio de entre seis mil y siete mil pasajeros diarios. Inexplicablemente, no rige para quienes quieren cruzar la frontera en sus propios vehículos.

    No tiene ningún sentido que este irritante sistema se siga manteniendo. La duplicación del control genera costos adicionales a la DGM, que está destinando sus recursos humanos y materiales a un control del todo innecesario. Si de seguridad se trata y no se confía en que las autoridades argentinas impidan que algún prófugo ingrese en nuestro territorio, este podría recurrir simplemente al servicio ferroviario. Si bien la Policía Nacional tiene atribuciones para realizar su propio control dentro de nuestras fronteras, quedó demostrado en los últimos tiempos –con el descubrimiento en nuestro territorio de famosos prófugos argentinos y brasileños– que los delincuentes no precisan utilizar sus documentos originales ni los canales de tránsito habituales para eludir los controles fronterizos.

    Por otra parte, se plantea la cuestión más general de que las ciudades fronterizas constituyen de hecho, por sí mismas, un área económica de notable integración, que requiere solo las intervenciones estatales indispensables para prevenir el contrabando y las transferencias ilícitas de dinero. Las personas deben poder circular entre ellas con la mayor libertad posible. Si para pasar la avenida que divide a Pedro Juan Caballero de Ponta Porã, o viceversa, no hace falta realizar ningún trámite ante las autoridades de Migraciones de ninguno de los dos países, no tiene sentido que el tránsito vecinal y turístico entre Encarnación y Posadas sea tan entorpecido por la burocracia.

    La libre circulación de las personas tiene mucho que ver con el espíritu del Tratado del Mercosur. Los gobernadores de Itapúa y Misiones –Luis Gneiting y Hugo Passalacqua– deben instar a sus respectivos Gobiernos a que se levanten las trabas a la circulación entre ambas capitales regionales. En interés de su comunidad, también el intendente encarnaceno, Luis Yd, está moralmente obligado a reclamar al Poder Ejecutivo que dé cumplimiento al convenio del Mercosur antes mencionado.

    Por cierto, más que la falta de control, la corrupción y la ineficiencia de las fuerzas de seguridad son las que dan vía libre al tráfico de drogas y la circulación de delincuentes, a través, incluso, del puente San Roque González de Santa Cruz. De hecho, el doble control no rige para el crimen organizado, de modo que solo importuna a las personas decentes que quieren efectuar compras o simplemente pasear en una ciudad u otra.

    Los trámites burocráticos fronterizos van a contramano con la integración regional, y resultan aún más irracionales si contradicen un convenio internacional que busca flexibilizar el intercambio entre dos ciudades vecinas y hermanas. Se le debe poner fin a tan absurda situación.

    http://www.abc.com.py/edicion-impresa/editorial/agilizar-la-relacion-entre-encarnacion-y-posadas-1549439.html

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  9. Doble discurso

    Por Juan Augusto Roa

    Los miles de seres humanos condenados a sufrir el calvario de cruzar el puente internacional San Roque González de Santa Cruz, que une las ciudades de Encarnación y Posadas, son víctimas del doble discurso y la hipocresía de mucha gente, desde las autoridades políticas hasta funcionarios de control de frontera, que obtienen pingües ganancias en todo este proceso.

    Solamente quien se ve obligado a permanecer tres horas en una fila de vehículos sobre el puente, bajo un calcinante sol puede entender lo duro, difícil y extenuante que resulta cruzar los tres kilómetros del puente. Entre quienes utilizan el puente hay personas con problemas de salud, adultos mayores, niños.

    Detrás de esta cotidiana violación a los derechos humanos de miles de personas, que propician las autoridades de ambos países, existen algunas cuestiones que nadie plantea sobre la mesa, como el contrabando hormiga que beneficia a funcionarios aduaneros de ambas orillas. Se establecen “rigurosos” controles aduaneros, pero el contrabando pasa de largo.

    No es casual que el control sea lento, burocrático y la infraestructura insuficiente. Un intento por aplicar un programa de control integrado, acordado en el marco del Mercosur, tanto migratorio como aduanero, fracasó porque ninguna de las partes está dispuesta a renunciar a su “parte” en la repartija de beneficios provenientes de la coima.

    Para nadie es un secreto que buena parte de los usuarios –tal vez la mayoría– son “paseros” que cruzan el puente varias veces al día, llevando y trayendo mercaderías. También lo saben las autoridades.

    Así como están las cosas, el problema del cruce del puente parece no tener solución. La gente va a seguir siendo atropellada en uno de sus elementales derechos que es la protección de su integridad y su dignidad. Se impone que la cuestión sea encarada con honestidad y sinceridad por quienes fueron electos para administrar las cuestiones públicas con diligencia y respeto a la condición humana de sus mandantes.

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  10. Paraguayísimas leyes

    Por Juan Augusto Roa

    Se acostumbra decir que en nuestro país las únicas leyes que se cumplen a rajatabla son las del ñembotavy, del mbarete, del pokarê, de la gravedad y alguna que otra por el estilo. El resto, desde la Constitución Nacional para abajo, son “violables” prácticamente sin consecuencia. El “firmatón” por la reeleción es la mejor prueba.

    Otra cosa en la que somos especialmente habilidosos en nuestro país es en el “negocio” de “inventar un problema” para luego “vender la solución”. Esto se da hasta en la más remota y perdida oficina pública hasta en los grandes centros de decisión.

    El comentario viene a cuento de la oportuna aparición de “vendedores de soluciones” en las interminables filas de vehículos de turistas argentinos que todos los días se forman para regresar de Encarnación a Posadas. Los avivados de siempre, en complicidad con funcionarios corruptos, alimentan esa imagen de que somos un país de piratas, y daña terriblemente los grandes esfuerzos por crear un ambiente propicio para la venida de turistas a disfrutar de los atractivos que ofrece Encarnación.

    Muchos conductores, cansados de esperar, o acompañados de niños pequeños, acceden a la “oferta” de adelantar en forma indebida en la fila, a cambio de 200 a 500 pesos, dependiendo de la “cara del cliente”. Esto ocurre en una zona de control de la Policía Municipal de Tránsito de Encarnación y de efectivos de la Marina paraguaya.

    La solución del problema pasa por la voluntad política de los gobiernos de Paraguay y Argentina. Por una decisión de respetar elementales derechos de los ciudadanos de ambas orillas que por el motivo que fuere necesitan cruzar la frontera. Derechos que comprometen su condición de persona humana.

    La penosa situación que se vive diariamente en el puente internacional, que en lugar de unir separa a Encarnación y Posadas, hasta ahora tiene por respuesta las paraguayísimas leyes del ñembotavy, del mbarete y del pokarê.

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  11. Transformación con participación ciudadana

    Encarnación vuelve a ser noticia una vez más en todos los medios de nuestro país, al concentrar una gran cantidad de turistas. La capital de Itapúa experimenta una verdadera revolución luego de las intervenciones que se realizaron con el aporte de la Entidad Binacional Yacyreta, que significaron la construcción y habilitación de la costanera y el atractivo de sus playas.
    Encarnación se convirtió así en el lugar privilegiado del verano en nuestro país. La iniciativa privada también contribuyó con la instalación de hoteles de primer nivel. Todas estas transformaciones significaron un gran empuje para la economía de la Perla del Sur.
    Los encarnacenos también se sumaron a la iniciativa, mediante la participación ciudadana, logrando una ciudad ordenada, limpia y atractiva. Es que todos los procesos de transformación si no van acompañados de la participación ciudadana van directo al fracaso. La experiencia de Atyrá sigue siendo un ejemplo para todo el país y el mundo, donde un intendente (Feliciano Martínez +) armado solamente de escobas, comenzó a barrer su cuadra y logró poner a su pequeño pueblo en el centro de atención, convirtiéndola en la ciudad más limpia del país.
    Nuestra región está experimentando un enorme proceso de transformación, que apunta también a atraer el turismo. Existen grandes proyectos y también la iniciativa privada se va sumando con importantes inversiones en infraestructura, instalación de corporaciones internacionales y de reconocidas cadenas hoteleras.
    En donde todavía estamos teniendo una grave falla es en el acompañamiento ciudadano para construcción de una ciudad limpia y ordenada. El problema radica simplemente en la falta de conciencia y eso se logra con campañas de educación y sobre todo con autoridades que promuevan la participación de todos los sectores.
    Nuestras calles y avenidas se llenan de basuras arrojadas por ciudadanos inconscientes. Los baldíos se convierten en vertederos clandestinos y las calles se tornan insoportables por la falta de cultura cívica y respeto de las normas de tránsito. Experiencias como la de Encarnación y Atyrá demuestran que cuando la ciudadanía colabora se pueden lograr transformaciones importantes. Autoridades y ciudadanos deberíamos aprender de estos compatriotas y procurar la construcción de una ciudad limpia y ordenada. Al final los beneficios son para todos.

    http://www.vanguardia.com.py/2017/01/17/transformacion-con-participacion-ciudadana/

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  12. Encarnación y tu bolsillo

    Por Samuel Acosta
    Estamos en temporada alta de visitas a la que es hoy –con toda justificación– la ciudad veraniega del país. A los que tienen ganas de ir, no se asusten por las odiosas comparaciones que se han hecho últimamente de que «ir al Brasil es más barato» que a Encarnación.

    En la Perla del Sur encontrarás opciones para todos los bolsillos. Desde hoteles de tres y hasta cinco estrellas; pero, si vas en grupo, te recomiendo la opción de alquiler de casas.

    Eso hicimos con un grupo de familiares y conseguimos una vivienda muy cómoda, a tan solo unas cinco cuadras de la playa que, al repartirnos los gastos, nos salió realmente muy económico.

    Si hace tiempo no vas a la capital de Itapúa te sorprenderá la limpieza y el orden de la ciudad; los vehículos se detienen para el cruce del peatón y, salvo los fines de semana, en la playa tendrás suficiente espacio para disfrutar del día.

    A diferencia del Brasil, almorzar en un restaurante con vista al río no es costoso; por ejemplo, vas a encontrar opciones de comida rápida –precios exactamente iguales a la capital– y hasta restaurantes con platos tipo gourmet. Todo dependerá de tu presupuesto.

    Hay una excelente opción que no te podés perder. Visitar la Reducción Jesuita de Tavarangue que está a solo 38 km de Encarnación. Llevale a tu familia de día y pedí un guía en la entrada que te va a contar la fascinante historia detrás de esta reliquia.

    Cuando compres tu ticket, ese mismo boleto te sirve para visitar el espectáculo nocturno de luces y sonidos de las reducciones de Trinidad, es sencillamente espectacular. También podrás visitar las ruinas de San Cosme y Damián.

    No te apures, visitalas tranquilo, pues te darán tres días para hacer el circuito. ¿El costo de esto? Apenas G. 15.000 por persona.

    Tampoco dejes de pasar por El Dorado. Es un parque acuático fantástico para la diversión de los chicos. Queda apenas a unos 15 kilómetros de Encarnación y podrás pasar el día, ojo, tienen parrilla para hacer el asado. La entrada es G 50.000 para adultos y G 30.000 para los niños.

    Por las noches, la ciudad de Encarnación te ofrece todo tipo de opciones para cenar con la familia, están las principales cadenas de comida rápida, como también restaurantes de alta cocina y mi debilidad: muy buenas pizzerías.

    Antes de volver hacia tu lugar de partida, dejá reservado por lo menos un día para visitar la cercana ciudad de Carmen del Paraná. La playa es preciosa, el ambiente mucho más tranquilo y es especial para hacer deportes acuáticos.

    Viajá con la familia, no es caro como dicen. Te aseguro, el sur del país está ¡muy bueno!

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  13. El crecimiento de Encarnación
    31 Ene 2017

    Una de las ciudades que siguen dando muestra que es posible lograr un crecimiento sostenido, si se trabaja de manera seria y coordinada, es Encarnación. Nadie puede discutir que en los últimos años, de una ciudad que casi solo era ubicada porque estaba en la frontera, hoy demuestra un potencial económico que va en aumento sin pausa alguna.

    A modo de ejemplo, podemos decir que solo este fin de semana por la capital del departamento de Itapúa pasaron unas 75 mil personas, la mayoría de ellas para hacer turismo.

    Desde luego, el carnaval encarnaceno de vuelta se convierte en esta época en el eje de las actividades de dispersión y diversión, pero las playas a orillas del Paraná, igualmente, atraen a cientos de personas. O el comercio favorable para los argentinos, que en algunas temporadas llegan a la ciudad para hacer compras.

    De acuerdo con datos ofrecidos por la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur), el fin de semana se registró una ocupación hotelera del 95% y para graficar que el nivel seguirá elevado, se detalla que para este que llega ya se cuenta con el 85% de reservas en hoteles. Es decir, la Perla del Sur de vuelta este fin de semana será copada por turistas nacionales y extranjeros, especialmente argentinos.

    Indudablemente la actividad principal en Encarnación se refiere ahora a los corsos, donde en cada jornada los organizadores estiman que participarán unas 12 mil personas. Desde luego este evento y todo el turismo en la zona dinamizan el comercio. Y más que eso, hacen que ese progreso que está teniendo la ciudad sea sostenido.

    La enorme cantidad de movimiento de turistas no solo se da en Encarnación, sino también en otras ciudades vecinas, como Carmen del Paraná, un destino que se ha puesto también de moda, sobre todo para el disfrute familiar, por ser una localidad más tranquila que Encarnación.

    El buen momento de Encarnación y toda Itapúa no se logró de la noche a la mañana, sino a través de un largo proyecto en el que la binacional Yacyretá fue fundamental, atendiendo a la gran cantidad de obras de infraestructura e inversión que se realiza en la zona. Los accesos, la mejora del centro de la ciudad, las carreteras y la ayuda social en diferentes áreas fueron acciones concretas y estratégicas que hoy reditúan en una Encarnación cada vez más bella y económicamente fuerte.

    Este hecho se suma a que Itapúa es una de las principales zonas productivas del país, lo que demuestra también que la sólida economía no solo debe estar sujeta a lo que pueda hacer el Estado, sino también el sector privado. Cientos de industrias de todo tipo funcionan en Itapúa y todas ellas contribuyen al crecimiento del departamento.

    La fiesta de carnaval de Encarnación es la más grande del país y en ella cientos de personas se involucran para que las carrozas luzcan de manera espléndida para que la gente disfrute de un hermoso espectáculo. En la preparación para este gran encuentro, los clubes, los barrios, los vecinos se unen para dar todo de sí para que sus representaciones sean las mejores. Hay trabajo y sacrificio en unidad para un logro.

    Es lo que sucede con Encarnación. No hay un secreto en lo que se puede denominar el fenómeno del Sur. Así como se arman y se estiran las carrozas en cada presentación del carnaval, simplemente en la zona se decidió trabajar en serio, en coordinación, sin peleas y poniendo mucho esfuerzo para estirar un carro en busca de un objetivo que está logrando sus frutos. Encarnación es pujante y hoy es un ejemplo de crecimiento.

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  14. Cucarachas

    Por Juan Augusto Roa

    El escandaloso robo y discrecional manejo de los recursos del municipio por los sucesivos administradores comunales entre 2013 y 2015 revelados en un informe de auditoría ante el pleno de la Junta Municipal, el miércoles último, es un indiscutible ejemplo de que cuando la ciudadanía asume su responsabilidad de exigir el respeto a sus derechos, se convierte en una fuerza incontenible.

    Con creatividad, determinación, y a veces hasta contra la apatía de sus conciudadanos, un grupo importante de personas se movilizó e impuso el sentido de justicia, el reclamo de transparencia, el fin de la impunidad, pese a los esfuerzos de un sector mayoritario dentro de esa misma Junta, que prefería la oscuridad, la impunidad, el “borrón y cuenta nueva”, tal vez buscando proteger a sus amigos políticos, y por qué no, algunos a sí mismos.

    Esta es una lección para quienes pretenden administrar la cosa pública y meter las manos en la lata. Tarde o temprano se levantarán los tablones y las cucarachas quedarán al descubierto. Es una lección para mucha gente que se siente derrotada y no se involucra en los asuntos que le atañen como ciudadano, y es un ejemplo para muchos que, a cambio de migajas, se prestan a jefes partidarios corruptos para quienes operan comprando o vendiendo votos y allanan el camino a los “piratas” del poder”.

    Esta ciudadanía no debe bajar la guardia. Debe cultivar memoria histórica. No olvidar a los corruptos que, agazapados, esperan la oportunidad para ocupar cargos en la gobernación, o alguna banca en el Congreso Nacional, para seguir robando las esperanzas del pueblo.

    Atendiendo a la impronta en nuestro sistema judicial, donde impera la cobardía y el sometimiento a los politicastros, es poco probable que quienes se engulleron los recursos públicos sean juzgados y condenados. Queda, sin embargo, una poderosa herramienta: cuando pidan nuevamente el voto de confianza ciudadana, reciban el castigo moral de la ciudadanía y sean enviados a la cloaca de la historia, lugar del que se hicieron acreedores.

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  15. ¿Dónde está la plata?

    Por Juan Augusto Roa

    Desde la semana pasada, técnicos de la Contraloría General de la República (CGR) realizan una auditoría patrimonial en la Municipalidad de Encarnación. Esta investigación, si bien es importante, no está vinculada a la auditoría externa recientemente practicada, y apenas se limitará a conocer el estado patrimonial de la Comuna.

    No es la auditoría que la gente espera y reclama del organismo de control, máxime cuando ya una investigación externa e independiente reveló inescrupulosas irregularidades en el manejo administrativo y financiero de la Comuna durante los tres últimos años de la anterior administración, y puso al descubierto una estructura de poder que manejó discrecionalmente los recursos de la comunidad mediante contrataciones, concesiones, adquisiciones, en una repartija a gusto y paladar entre parientes, amigos y aliados políticos.

    Esta montaña de hechos posiblemente hubiese seguido en la más absoluta oscuridad, bajo un manto de silencios cómplices, si no se hubiese dado el “votazo” ciudadano de noviembre de 2015, que tumbó a la claque instalada durante décadas en la Municipalidad.

    Esta inesperada caída del poder tomó por sorpresa a muchos que se beneficiaron de la fresca viruta y ahora se defienden como gato panza arriba, atacando la calidad y veracidad de la auditoría externa.

    Es de esperar que la CGR responda con prontitud y eficacia al pedido formulado por el actual intendente, Luis Yd (Alianza), y que el anhelo ciudadano de transparencia y justicia no se vea frustrado por argumentos tales como falta de recursos, de personal, con que el organismo suele responder.

    Que la pregunta ciudadana: “¿Dónde está la plata?”, viralizada en las redes sociales y convertida en “grafiti”, tenga una respuesta real, honesta, justa. Por la salud de la democracia, la CGR debe responder al requerimiento ciudadano desprovista de presiones y juegos de intereses políticos. Si existen hechos dolosos, que sus responsables sean llevados a la justicia, y que los jueces y fiscales simplemente actúen con coraje y honestidad. Es lo mínimo que la ciudadanía espera de sus instituciones.

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  16. Que impere el bien

    Por Clide Martínez

    El Ñeembucú, un departamento que por largo tiempo ha sido subestimado por la sociedad paraguaya, hoy parece recobrar el protagonismo que ha tenido en los primeros años de nuestra vida independiente.

    La inversión privada se hizo sentir con la instalación de un puerto en Pilar, una procesadora de arroz en Villa Oliva y la posibilidad de la radicación de nuevas industrias. El interés de los empresarios no es casual, ya que el capital no se mueve sin tener la seguridad de trasladarse a una zona que le brinde ventajas comparativas.

    La ola de inversiones es la segunda que se da en el departamento, desde aquel lejano 1929, cuando el italiano Paolo Federico Alberzoni decidió montar un complejo textil en Pilar. La renovada mirada al sur también se da desde el sector público, con la pavimentación de las precarias vías de tierra del Ñeembucú y otras obras que podrían cambiar el presente gris de gran parte de la población sureña.

    El lado negativo de esta recuperación del interés de la sociedad en el departamento es que también la mafia ha descubierto que este territorio es ideal para sus pretensiones. El megaoperativo de las fuerzas de control de la Argentina en el fronterizo pueblo de Itatí sirvió para demostrar la magnitud de la incursión de narcotraficantes.

    La ventajosa ubicación estratégica del departamento no solo es favorable para las actividades virtuosas, y solo el futuro revelará si se impone el progreso que generan la producción, la industria y el turismo, o los que progresan son los traficantes de drogas y otros delincuentes que se hacen sentir cada vez con más fuerza en la zona.

    Las inversiones públicas y privadas, generadoras de trabajo y bienestar, a la par irán desplazando a los irregulares, que encuentran tierra fértil en una población que desde hace tiempo sobrevive en condiciones paupérrimas. Quiera Dios que la aspiración de contar con más rutas pavimentadas y fundamentalmente la instalación de un puente internacional en la zona se haga realidad en el menor tiempo posible. Con su concreción, el camino de la redención de los herederos de una generación de gloria estará despejado y el Ñeembucú ocupará el lugar de trascendencia que con justicia merece.

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  17. Encarnación profunda

    Por Juan Augusto Roa

    No todo lo que brilla es oro, dice un refrán, y el aserto bien se puede aplicar a Encarnación, convertida en esta última década en una verdadera joya del Paraguay, gracias al impulso económico que genera el turismo en la región, y donde sus atractivas playas sobre el río Paraná juegan un papel preponderante.

    La transformación que vive Encarnación como efecto de la construcción de Yacyretá, con sus avenidas ribereñas, atractivas playas –es justo reconocerlo– convirtieron una cuasi aldea monótona e insulsa de hace una veintena de años en una ciudad refulgente, con crecimiento urbanístico vertiginoso. Brotaron lujosos hoteles, restaurantes, paseos y una fisonomía moderna, dinámica, atractiva.

    El precio fue bastante alto: la mitad de su historia quedó sepultada bajo cuatro metros de tierra, y muchas familias sufrieron el duro desarraigo. No pocos murieron de angustia.

    La ciudad brilla, pero todavía este brillo no le llega al ciudadano de a pie. A ese que tiene que ir y venir todos los días a su trabajo por calles rotas, con un transporte insufrible e ineficiente. Muchas familias sobreviven como pueden en las casitas que les fueron entregadas en un barrio alejado. No se les previó una fuente alternativa a la que tenían para ganarse la vida, no porque no había planes, sino porque la corrupción imperante distrajo los recursos a otros fines.

    Encarnación reluce en su zona ribereña, brillo que –amo ipahápe– todavía beneficia solamente a los que más tienen, a quienes disponen de “contactos” en las esferas de poder.

    Existe una “Encarnación profunda” que aún sufre las consecuencias de la monumental obra y goza poco y nada de sus beneficios. Miles de familias viven ahora en los suburbios, con escasas posibilidades laborales, sin haber sido reinsertados con nuevas habilidades para sobrevivir.

    Con la riqueza que genera Yacyretá todas las calles del distrito podrían estar asfaltadas. Deberían pulular centros de capacitación y formación gratuita para jóvenes. Por supuesto, eso requeriría representantes patriotas y honestos, pero parece que todos se traspapelaron entre los muchos billetes que cobran como asalariados y agentes de intereses extraños.

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  18. Chatarras

    Por José Miguel González

    En Encarnación la relación entre la Intendencia y la Junta Municipal es tensa. Es que en una acción inconsulta y a contramano de los usuarios del transporte público de pasajeros, la corporación legislativa, con los votos de la mayoría colorada, a través de una ordenanza decidió darle siete años más de vida a las chatarras que circulan por la ciudad. El intendente, Luis Yd (Alianza), adelantó que vetará la normativa.

    El artículo 19º de la ordenanza indica que desde junio de 2017 los buses deberán ser “modelos 1992 en adelante”, es decir, chatarras con 25 años de antigüedad. Para dorar la píldora, los ediles de la ANR introdujeron en el dictamen el medio pasaje para los universitarios; boleto gratuito a personas de la tercera edad y con discapacidad, a sabiendas de que los buses chatarra no tienen rampas ni otras condiciones especiales.

    Así como el año pasado intentaron frenar la auditoría externa al municipio, Sebastián Emilio Remezowski Squef, Jorge Hrisuk Klekoc, Andrés Morel Fretes, César Albini Rojas Núñez, Eduardo Víctor Florentín Bolf, Diego Rafael Aquino Mercado, Pablo David Novosad Paszniuk y Ana María Palacios de Guerreño, todos de la ANR, pretenden impedir el llamado a licitación nacional e internacional para la concesión de líneas para el servicio de transporte público, acorde con el modelo de una ciudad moderna y en expansión como es Encarnación.

    “Sin consultar al intendente y menos a los usuarios, el Legislativo saca una ordenanza express, a la carta y a la medida de los transportistas”, expresó Yd. Subrayó que, una vez más, queda en evidencia que la bancada colorada está decidida a no permitir que su administración genere los cambios necesarios y prometidos, al prorrogar por siete años un problema tan sensible a los encarnacenos, como es el mal servicio del transporte público.

    En tanto, jóvenes usuarios de buses y comisiones vecinales empezaron el jueves pasado a juntar firmas para entregar a la Municipalidad el martes próximo y apoyar el llamado a licitación propuesto por Yd. Son los mismos que en 2014 recolectaron 2.500 firmas para exigir cumplimiento de horario e itinerario, pero nada cambió, pese a promesas y contratos.

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  19. Invertir para el bien común

    Por Clide Noemí Martínez

    Los habitantes del departamento de Ñeembucú sufren múltiples dificultades provocadas por las intensas precipitaciones de las últimas semanas. A pesar de la experiencia de similares situaciones, la imprevisión de las autoridades y la nula voluntad para realizar las inversiones requeridas complican el panorama.

    La situación es repetitiva, frecuentemente lluvias prolongadas cortan los caminos y aíslan a numerosos pueblos de la zona. Las viviendas precarias se inundan y las familias de escasos recursos económicos pierden sus pocos bienes.

    Cada vez que esto ocurre las autoridades departamentales, locales y del Ministerio de Obras Públicas, prometen dirigir sus esfuerzos para evitar que se repita el sufrimiento de los habitantes del sur. Invariablemente, estas promesas no han sido respaldadas por los hechos y las deficiencias; en vez de ser superadas gracias al tino de los jefes de las instituciones, se han profundizado por obras mal hechas y determinaciones desatinadas.

    Cientos de miles de millones de guaraníes son derrochados en trabajos de pésimas características, como los tortuosos caminos pavimentados con piedras de desecho, que no tienen la base adecuada y mucho menos los puentes y alcantarillas necesarias. En casi todos los distritos, a pesar de los recursos cada vez mayores que manejan los municipios y la Gobernación, no son reemplazados los podridos puentes de madera, que son un peligro para los automovilistas. Varios se han derrumbado, mostrando la extrema indolencia de las autoridades. Tampoco se ocupan de construir los terraplenes necesarios para evitar que los caminos se inunden con una lluvia de mediana proporción.

    Observando el drama que envuelve a un alto porcentaje de la población, se puede percibir que en la elección de las obras primó el interés personal y político de los administradores sobre el interés general de los que habitan el sur. Los problemas que prometieron ser resueltos se han profundizado, mientras se multiplican obras caras y de pésima calidad en todo el departamento.

    Es hora de que la población reivindique sus derechos exigiendo el buen uso de los recursos y que los organismos de control cumplan su rol de verificar lo que se hace con el dinero público. Es inconcebible que presupuestos millonarios en dólares sigan siendo derrochados caprichosamente por quienes confunden las instituciones públicas con sus establecimientos privados.

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  20. Nudo gordiano
    Por Juan Augusto Roa

    Este asunto de la integración en la frontera entre Encarnación y Posadas (Argentina) es un verdadero nudo gordiano. Las largas demoras para pasar el puente internacional San Roque González de Santacruz de tres kilómetros, ya adquieren ribetes de agresión hacia los más elementales derechos ciudadanos, y su solución requiere que el problema sea abordado sin las medias verdades que priman en las reuniones de los representantes de ambos países, con la mirada puesta en el respeto y el bienestar del ciudadano.

    Los funcionarios del vecino país tienen sus razones para aplicar sus controles, en el cual está en juego una cuestión de soberanía que es saber quién entra y sale de su territorio. El factor económico no es una cuestión menor: millones de dólares se “fugan” todos los días a través de los turistas compradores.

    Nuestros vecinos no admiten, al menos oficialmente, que las demoras, que cuando menos es de dos horas, pudiendo llegar a 12 o 15, responden a una “estrategia” de frenar el flujo de pasajeros. Los argumentos de siempre son cuestiones como capacidad de infraestructura o falta de mayor recurso humano para dar respuesta a la demanda.

    Este polo de comercio ventajoso en la frontera es un poderoso atractivo y necesariamente impacta en el flujo de personas, situación que requiere de respuestas eficientes.

    De este lado del río tampoco se reconoce que existe un ejército de paseros –paraguayos y argentinos– que movilizan un multimillonario negocio de contrabando hormiga, que tiene detrás a poderosos comerciantes, entre ellos grandes contrabandistas, y que también beneficia a un sector de la burocracia administrativa afectada al control aduanero.

    Mucha agua ya corrió bajo el puente en estos 28 años de que fue puesto en servicio, con los mismos viejos-nuevos problemas e incontables fueron las reuniones para la “búsqueda” de soluciones. Pero, mucha más va a correr todavía, mientras la situación no sea abordada en un diálogo sincero y honesto.

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  21. Fogoneando
    Por Juan Augusto Roa

    Si en algo coinciden los líderes de los partidos de oposición en el departamento de Itapúa es que divididos no tienen ninguna chance de ganar la Gobernación.

    El oficialismo no solo tiene mayoría propia de electores, un factor que históricamente inclinó la balanza hacia su candidato, sino también el hecho de que tiene a su disposición el aparato estatal para hacer campaña, una formidable proveedora de “oxígeno”, que es la Entidad Binacional Yacyretá (EBY). Además tiene un ejército de operadores rentados “trabajando” todo el año, pagados con recursos públicos, mimetizados en cuanta organización, comisión barrial, o grupo de “pikivoli” que se arme.

    En tales condiciones, “tumbar” al Partido Colorado de la Gobernación es una tarea un tanto dura. Además de ofrecer un candidato “potable”, capaz de aglutinar a toda la oposición y “arrastrar” un buen caudal de votos colorados.

    Algo así aconteció en las elecciones municipales de 2015 en Encarnación, donde el coloradismo cayó mediante el voto de sus afiliados.

    Creo que todos coincidimos en la necesidad de una alternancia en el poder departamental. La variación es saludable para cualquier democracia, porque permite, cuando menos, que se pueda echar una mirada crítica y descubrir los malos manejos administrativos de las anteriores autoridades. Además permite desmantelar los pequeños feudos de poder que se instalan en la administración de los recursos públicos.

    Pese a que en sus discursos los líderes de la oposición pretenden “vender” al electorado la idea de su interés por consolidar un frente común y viabilizar un cambio, en realidad no se muestran dispuestos a sacrificar su parcela de poder en pos de un objetivo común.

    Según trascendió en el ámbito de las negociaciones, una de las dificultades que se muestra insalvable es el hecho de que esto afectaría las posiciones en las listas para la Junta Departamental, y no todos están dispuestos a ceder sus lugares.

    Una virtual alianza dejaría a más de uno en una posición poco ventajosa, y algunos sectores se estaría fogoneando para impedir cualquier acuerdo.

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  22. Free shops en Brasil, la visión estratégica que no tenemos

    Es inminente la inauguración de los free shops o tiendas libres de impuestos por parte del Brasil. La más afectada en Paraguay será Ciudad del Este y con ella el país. Esta medida brasileña no solo tiene como propósito impulsar la integración regional, sino también es un tema de interés nacional, una cuestión geopolítica con visión estratégica. El comercio fronterizo implica pertenencia de sus habitantes al Estado, de soberanía y defensa territorial.
    Si toda sale como Brasil desea y Paraguay se queda de brazos cruzados porque no tiene visión estratégica alguna, significará modificar de una vez por toda la preeminencia de Ciudad del Este en la zona de la triple frontera. El turismo de compras afecta a la economía por su directa e indirecta relación con miles de puestos laborales y multimillonarias inversiones, tanto públicas como privadas.

    Y si algunos esperaban que Brasil seguiría sin tomar medidas diferentes en su comercio fronterizo, como las de modificar el cupo de compras a los productos ofertados en Ciudad del Este y, de ese modo, seguir afectando sus intereses comerciales, no solo estaban pecando de ingenuos, sino también desconocen acerca de la historia de este país continental.

    Ingenuos, porque Brasil con sus complicada agenda política y económica de los últimos años que lo llevaron a poner en entredicho su liderazgo en la región, algo tenía que hacer. Y, en efecto, sus empresarios y políticos están dispuestos a arremangarse las camisas para poner la casa en orden. Era cuestión de tiempo.

    En cuanto a la historia, desconocer que Brasil fue y sigue actuando bajo el sustrato de un imperialismo que nunca se fue del todo es un error y grave, especialmente porque al desconsiderar esta cuestión que forma parte de la visión estratégica, nuestros diplomáticos y negociadores no podrán defender con argumentos y carácter los legítimos intereses del Paraguay, los que los convierte en débiles y a estar a la defensiva, presas fáciles de un entreguismo con fuerte olor a corrupción.

    Paraguay, Argentina y Uruguay ya cuentan con normativas para los free shops. Pero, Brasil pretende llevarla a cabo aplicando un cupo de compras de hasta 500 dólares a los extranjeros que compren en sus tiendas y apenas permitiendo entre 150 y 300 dólares a los brasileños que realicen compras en las tiendas de nuestro país.

    Esto significará una fuerte estocada a los ingresos en los comercios de Ciudad del Este que repercutirá hasta Salto de Guairá y Pedro Juan Caballero. Con la disminución de los ingresos se vendrá la reducción en los costos administrativos como laborales. Los free shops en el Brasil, además, tendrán el empuje de un ambiente de seguridad e infraestructura mucho mejor dotadas de las que contamos aquí en Paraguay.

    La ausencia de visión estratégica por parte de nuestros gobernantes y dirigentes que siguen enfrascados en sus luchas internas al solo efecto de seguir ocupando cargos altamente remunerados, sigue causando pérdidas de oportunidades a un alto costo para la población paraguaya en un mundo globalizado y cada vez más competitivo.

    Por Dr. Víctor Pavón

    http://www.abc.com.py/edicion-impresa/opinion/free-shops-en-brasil-la-vision-estrategica-que-no-tenemos-1690371.html

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  23. Reconvertir
    Por Rosendo Duarte

    En las ciudades fronterizas del Paraguay existen grandes oportunidades para emprender actividades económicas legales y salir adelante. Muchos paraguayos y extranjeros han logrado “el sueño americano” al saber quitar ventaja de las bondades comerciales que ofrecen los extremos territoriales.

    Sin embargo, muchos también se han aventurado por aquí y no les fue muy bien. Llegaron y sin conocer las reglas que imponen los vaivenes fronterizos, terminaron “en la lona” y tuvieron que regresar con los bolsillos vacíos a su zona de origen.

    El gran problema de la frontera es que se vive casi directamente en función de la situación de la economía y la política del vecino país. Actualmente, por ejemplo, va disminuyendo de manera preocupante la afluencia de visitantes por el alto valor del dólar ante el real brasileño. La semana cerró 3,80 por dólar, uno de los picos más altos registrados en la historia reciente en Brasil.

    Por otro lado, ha venido dinamizando la economía la llegada masiva de universitarios brasileños que son atraídos por la carrera de medicina ofrecida por universidades privadas; Pedro Juan Caballero está literalmente invadida y Salto empieza seguir el mismo camino

    Lo que hace falta en la frontera son alternativas económicas más seguras y menos dependientes de las fluctuaciones financieras del vecino país. Las industrias maquiladoras y otras son alternativas que hasta ahora no se pudieron explotar, aunque ha habido pequeños avances.

    Pero la que más promete, aquí en Salto del Guairá, es la playa con costanera. Un emprendimiento que debe avanzar lo más rápido posible y empezar en los siguientes dos años a atraer y fortalecer el gran negocio del turismo (interno y externo).

    Y en ese aspecto existe la promesa política del presidente electo, Mario Abdo Benítez, de contribuir para que la obra avance y sea concluida cuanto antes. Ojalá el nuevo gobierno apoye y propicie la verdadera reconversión de las ciudades fronterizas que por ahora solo cuentan a la hora de exigir impuestos.

    La potencialidad de las ciudades fronterizas tiene mucho aun que aportar al desarrollo del Paraguay, siempre y cuando reciban las inversiones y el respaldo político que precisan por parte del gobierno central.

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  24. El buen trato a los visitantes

    El consejo de Desarrollo de Ciudad del Este (Codeleste) arrancó con una interesante iniciativa de ofrecer cursos gratuitos de formación para brindar un mejor servicio al turista. La actividad se desarrolla en el marco del programa “Buen Anfitrión” y tiene por objetivo lograr que la gente que trabaja en lugares donde tienen algún contacto con visitantes de la zona, tengan una preparación mínima para brindar servicios.
    El departamento de Alto Paraná guarda interesantes atractivos que centran el interés para la explotación turística. Sin embargo, durante años el poco interés de las autoridades y de la propia población hizo que estas riquezas no sean aprovechadas en toda su potencialidad.
    A esto se suma que los escasos turistas que llegan a los lugares, son vistos como una fuente extra de ingresos, a quienes hay que exprimir. Una práctica que se instaló como toda una cultura en nuestra sociedad, es lamentablemente el desprecio al visitante.
    Cuando el vendedor o dueño de local comercial se da cuenta de la presencia de foráneos, automáticamente eleva el precio del producto ofertado. En otros casos directamente estafan. Afortunadamente está comenzando a florecer una neuva cultura del empresariado para ir desterrando este tipo de práctica, ya afectado por la crisis y sobre todo por la negativa imagen que proyecta la ciudad.
    Sin embargo, todavía persisten muchas prácticas especialmente entre el funcionariado público. Los efectivos de la Policía Municipal, o la Policía Caminera y de la misma Policía Nacional siguen viendo a los visitantes como verdaderos “cajeros automáticos” para obtener dinero fácil.
    En países vecinos, como Brasil o Argentina, por poner de ejemplo algo cercano, los pobladores de ciudades turísticas tratan a los visitantes con mucha deferencia, pues estos son considerados un importante fuente de ingreso capaz de generar una importante cadena. El que fue bien tratado en un sitio, obtuvo ventajas o sencillamente disfrutó de gratos momentos, lo más probable es que vuelva alguna vez o recomiende a algún pariente, vecino o amigo. Hasta los niños tratan bien a los visitantes pues saben que estos son los que traen plata y ellos deben hacer lo posible para que los gaste, así el dinero se queda en el pueblo.
    Todo el país, no solo Alto Paraná, tiene la fama de tratar mal a los vistantes, y para cambiar se tiene que llevar adelante una campaña que involucre tanto a las autoridades como a la ciudadanía. El turismo es una industria altamente rentable, pero se requiere de una política de Estado para hacer entender esto.
    Las capacitaciones que está llevando adelante Codeleste son más que loables y no solo tiene que ser respaldado por las autoridades, comerciantes y pobladores, sino también imitadas de tal forma a que en un futuro cercano el Alto Paraná se convierta en un lugar lindo y agradable para visitar, lo que redundará en beneficio de toda la población.

    http://www.vanguardia.com.py/2018/07/06/el-buen-trato-a-los-visitantes/

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  25. Honestidad y patriotismo
    Por Clide Martínez

    Las autoridades locales y departamentales de Ñeembucú, tras varios años de enfrentamientos estériles y lamentable despilfarro de los recursos públicos en pésimas obras que no responden a la prioridad de la zona, hoy están obligadas a actuar con honestidad y patriotismo para atender el clamor de un pueblo marginado por años. Ñeembucú necesita que el dinero previsto para su desarrollo sea invertido considerando el bienestar general y nunca más para el beneficio de gobernantes y su entorno rapaz.

    Ya es tiempo de abandonar las reprochables prácticas del uso irracional de los recursos en proyectos que son elaborados entre cuatro paredes y que tienen toda la apariencia de ser simples negociados entre autoridades y empresarios, traicionando la confianza que les depositó el pueblo. Si las autoridades locales y departamentales deciden trabajar honestamente, se podrá cambiar la historia del Ñeembucú.

    Quedarán atrás las penurias que representa aventurarse en horrorosos caminos, la mayoría de ellos de tierra y varios que tienen el pavimento más feo que se conozca a nivel nacional. Se debe poner fin a obras descabelladas, como enormes edificios en zonas inundables de Pilar y otros pueblos del Ñeembucú, haciendo vito del dinero del pueblo.

    Si el dinero se utilizara de manera inteligente y honesta, ya no tendríamos enormes porciones del territorio departamental bajo agua durante meses, aun cuando ya no se produzcan grandes precipitaciones, ni el río tenga una crecida extraordinaria. En muchos casos, el dinero público fue utilizado para construir caminos sin alcantarillas ni puentes, con largos terraplenes que no dejan pasar el agua, desencadenando pérdidas de cultivos y amenazando la propia supervivencia de los campesinos. Las nuevas autoridades tienen la misión de cambiar esta situación y recuperar la confianza en la clase política, que prácticamente ya no existe por la continua exposición de gigantescos hechos de corrupción, que en su gran mayoría sigue impune.

    Ojalá la reacción del pueblo motive a los gobernantes a hacer rendir la plata que les toca administrar y así reparar históricas injusticias. Ñeembucú espera con expectativa las primeras acciones y obras. Las mismas ya estarán dando el síntoma del rumbo que emprenderán nuestros representantes; o eligen el camino de la honestidad y el patriotismo o que obrando mal reciban el castigo que merecen los que traicionan al pueblo que les votó.

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  26. Pescar con mazo
    Por Juan Augusto Roa

    Un principio elemental para abordar cualquier problemática es tener adecuada y suficiente información sobre la misma, de manera de poder planear las estrategias tendientes a la búsqueda de soluciones. Es una cuestión hasta si se quiere de sentido común.

    La impronta en nuestros gobiernos, sin embargo, es la improvisación. En lugar de poner los bueyes delante del carro, los ponen detrás. Así tenemos que, por ejemplo, se construye un asfalto, y luego se rompe ese asfalto para instalar cañerías de desagüe o de agua corriente.

    El lamentable sistema vial de Encarnación es un ejemplo más que elocuente. Cuando se diseñó la “nueva ciudad” post-Yacyretá no se previeron los espacios para construir rotondas en las principales avenidas, y hoy tenemos una serie de cruces más que peligrosos, que no dan respuestas al creciente tráfico automotor. Hubo mucho de negligencia en este tema, pero también de corrupción, porque no fue falta de dinero el problema para hacer bien las cosas, sino su empleo.

    La administración municipal de Luis Yd (Alianza) hizo algunos remiendos, como la rotondita en la ruta 14 y la avenida perimetral Este. Sin embargo, son precarios paliativos.

    El acceso al puente internacional es otra demostración de improvisación y precariedad. Es un milagro que no ocurran accidentes todos los días, con una doble avenida angosta y prácticamente sin veredas.

    Pero, la reflexión viene a cuento de un anuncio del ministro de la Vivienda, Urbanismo y Hábitat (MVUH), Dany Durand, el sábado pasado, de una inversión de más de G. 40.000 millones para dar respuesta al déficit habitacional de la ciudad.

    Durante unas consultas realizadas tanto en la Municipalidad como en la oficina regional del MVUH, comprobamos que en ninguna de las dos tienen la más pálida idea de cuánto es el déficit habitacional de Encarnación, y mucho menos de Itapúa.

    Obviamente, si desconocemos el problema, resultará difícil abordar la solución del mismo. Un antiguo refrán español dice que “pescar con mazo no es renta cierta”, que bien se puede aplicar a esta promesa.

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  27. Año de los puentes
    Por Clide Noemí Martínez

    A la necesidad de concretar la ilusión de los pobladores de Ñeembucú de contar con un puente que integre la zona, conectando al duodécimo departamento con el nordeste argentino, hacíamos mención días atrás. Menos ambicioso, aunque igualmente necesario, también es construir numerosas pasarelas de pequeñas dimensiones en las rutas de la zona, que cruzan grandes humedales, pero carecen de estas obras fundamentales para dejar correr el agua de las lluvias.

    Siempre parece todo muy repetitivo, pero sobre este último pedido podemos decir que desde hace varios años, no solo las poblaciones ribereñas sufren el acoso de las aguas, como ocurría periódicamente a lo largo de la historia. Llamativamente, en los tiempos actuales, zonas rurales padecen casi permanentemente la invasión de las aguas a los campos de cultivo y pastoreo.

    La nula planificación y el “ahorro” registrado en la construcción de caminos son las causas fundamentales de este fenómeno que mantiene en agonía a los productores de Ñeembucú. Autoridades municipales, de la Gobernación y del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) son los responsables de este castigo a los sureños.

    Las vías construidas en el territorio de los grandes esteros del país carecen de algo esencial, puentes y alcantarillas para evacuar el agua de lluvia. Resulta lamentable que ninguna institución busque resolver este problema que martiriza a miles de familias rurales, afectando permanentemente sus medios de vida.

    Las tímidas intervenciones para limpiar los canales naturales de arroyos y esteros son muy parciales e insuficientes. La construcción de caminos, obras que deberían significar un avance hacia el progreso, se siguen realizando sin contemplar las estructuras necesarias.

    El año 2019 debe ser el año de los puentes; uno de ellos representa el progreso y unirá a Paraguay y Argentina. En tanto, las pasarelas pequeñas ayudarán a sacar a los pobladores de la condena impuesta por autoridades, al financiar obras improvisadas y con tufo a corrupción en el departamento.

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