Gobierno es responsable de planificar una política económica de Estado

El Estado no debe descuidar la defensa de los intereses nacionales que apuntan al fortalecimiento de su poder económico, como mejor garantía de su seguridad en el mundo globalizado. En ese sentido, nuestro país debe definir sus intereses en términos económicos e impulsar una política interior y exterior que propenda a tal fin, como la mejor garantía de su seguridad nacional en el concierto de las naciones.

¿Cómo lograrlo? Algunos creen que debe ser el Gobierno el que planifique una “política económica de Estado” que propenda a tal fin. En estos mismos momentos no son pocos los políticos, legisladores e, incluso, empresarios que reclaman del Gobierno del “nuevo rumbo” una planificación acabada, o, al menos, un programa detallado que permita orientar y dirigir la actividad económica. Planes concretos que tendría que cumplir el sector privado para impulsar el crecimiento económico del país.
Sin embargo, la economía libre no precisa la planificación estatal. El Estado solo debe fijar reglas, pero no planificar. Los individuos lo deben hacer de conformidad con sus posibilidades e intereses dentro del marco legal. Lo que el Estado sí debe planificar es el necesario fin del monopolio estatal de ciertos servicios básicos, como agua y electricidad, y el desprendimiento de industrias estatales ineficientes y corruptas, como Petropar, Copaco, Capasa y otras de comprobada incapacidad para competir con el sector privado en el área en que se desenvuelven.
En vez de gastar el dinero de los contribuyentes para sostener empresas públicas ineficientes, lo que el Estado debe hacer es invertir ese dinero en el mejoramiento de la calidad de la educación pública para elevar el nivel de los recursos humanos que la industrialización del país está ya requiriendo ahora mismo; mejorar la infraestructura física indispensable para la eficiencia económica; estimular la economía para crear fuentes de trabajo y promover la masiva utilización de la electricidad disponible en las usinas binacionales.
Dentro de estas medidas estructurales de acicate para el desarrollo de la economía nacional, el Gobierno debe implementar una sensata política de preferencia garantizada a las firmas industriales y comerciales nacionales frente a la competencia de similares extranjeras, en igualdad de condiciones en cuanto a calidad de los servicios o productos ofertados. En lo económico, la política del Estado paraguayo debe apuntar primariamente al logro de fines económicos que redunden en beneficio de empresas paraguayas.
El presidente Horacio Cartes, quien representa a todo el pueblo paraguayo, no debe permitir que funcionarios públicos paraguayos subalternos suyos perjudiquen los intereses nacionales, ya sea por incapacidad o sobornados por intereses extranjeros. El Gobierno Nacional debe defender con claridad y patriotismo los intereses del empresariado local.

http://diariolajornada.com.py/v6/category/editorial/

12 comentarios en “Gobierno es responsable de planificar una política económica de Estado”

  1. Dotar de mayor equidad al sistema tributario

    Es indiscutible la necesidad de dotarle al sistema tributario de mayor equidad. No es posible continuar sustentando las recaudaciones en impuestos indirectos que afectan en mayor proporción a asalariados y a los grupos de menores ingresos y por tanto los más vulnerables de la sociedad.
    Tal como el Ministerio de Hacienda está planteando las reformas necesarias para recaudar más, lo único que consigue es generar indisposición hasta en los sectores que no serán afectados. El reciente planteamiento de esa Secretaría de Estado impactará a probablemente el 2% más rico de la población; sin embargo, la falta de estrategia comunicacional generó un debate poco productivo.
    La discusión generada esta semana en la prensa fue un buen ejemplo de las dificultades que enfrentará el país en su tránsito hacia una estructura tributaria más justa. Un cambio radical exige analizar el tema con evidencia empírica rigurosa que permita conocer a cabalidad a quiénes afecta cada una de las propuestas de reforma y quiénes son los que tienen más.
    Tanto el debate sobre la necesaria reforma al impuesto a la renta personal (IRP) como al del IVA a las cooperativas debe sustentarse en información certera. Al margen del objetivo formalizador del IRP, este impuesto es uno de los más justos, ya que recauda de quienes más ganan. Por lo tanto, uno de los pilares de la reforma impositiva debe ser hacerlo progresivo. A mayores niveles de ingresos, mayores tasas.
    Por otro lado, las cooperativas plantearon la presentación de un nuevo proyecto de ley para mantenerse en el esquema de exoneración del IVA. Este tema también debe ser analizado a la luz de quienes serán los afectados. El tema debe discutirse teniendo como principal criterio la equidad. Las ventajas impositivas no pueden seguir privilegiando a los sectores de alto nivel adquisitivo. Hay socios y operaciones de cooperativas de bajo nivel de ingreso, pero también los hay de muy alto nivel de ingreso.
    Mas allá de la coyuntura semanal sobre el IRP y el IVA, el análisis de la situación debe enmarcarse en la atención hacia otros sectores de altos niveles de ingresos y de baja tributación, como el de los grandes productores, muchos de ellos con fuertes externalidades negativas para el país, especialmente en el área ambiental. Este tema no puede dejar de discutirse desde ahora. El alto nivel de endeudamiento para obras de infraestructura y los beneficios que generarán esas obras deben ser financiados por los sectores que se beneficiarán en mayor medida. Con la actual estructura tributaria, el pago de la deuda terminará sacrificando más a los de menores recursos.
    Es urgente un diálogo nacional sobre la temática, pero con fundamentos empíricos y de manera planificada. El Ministerio de Hacienda no debe continuar con reformas que solo significan parches al sistema. El problema es estructural, por lo tanto merece un tratamiento profundo y con los diversos sectores que componen la sociedad.
    Que no le quepa duda al Ministerio de Hacienda que si propone reformas estructurales que garanticen que quienes ganen más paguen más impuestos, tendrá el apoyo de la ciudadanía. Pero tenemos que estar seguros de que realmente sean quienes tengan más.

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  2. Hay crecimiento económico, pero magros resultados

    La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) confirmó recientemente las proyecciones anticipadas el año pasado acerca de una caída del PIB regional. Paraguay será uno de los países de mayor crecimiento económico, a diferencia de un número importante de países que no solo se estancarán sino que además verificarán caídas importantes de su producción. Este relativo escenario positivo para nuestro país no debe hacernos perder de vista los importantes desafíos que presenta nuestro modelo productivo, caracterizado por su escaso impacto en la generación de empleos de calidad y en el sistema tributario y los altos niveles de volatilidad, derivado de la dependencia externa y de factores climáticos.
    En comparación con otros países de la región, los resultados de una década de alto y sostenido crecimiento económico han sido menores.

    Paraguay, después de tasas de crecimiento promedio arriba del 5%, no ha podido cerrar sus brechas de bienestar. Continúa estando en los últimos lugares en materia de salud, educación, calidad del empleo, pobreza e infraestructura vial.

    Este resultado no llama la atención, dado que el crecimiento se dio gracias a una estructura productiva que no permitió mejores y mayores empleos ni recursos tributarios suficientes para financiar la inversión en infraestructura y en capital humano que requiere el país.

    Por otro lado, no hay que considerar que a pesar de los altos niveles de crecimiento, el PIB por persona es uno de los más bajos de la región.

    Mientras el promedio latinoamericano es de 5.000 dólares por persona, el de Paraguay no llega a 2.000 dólares.

    El resultado está a la vista. La mitad de los jóvenes están fuera del sistema educativo y los que pudieron permanecer tienen bajo rendimiento.

    Los niveles de pobreza son altos, al igual que el subempleo y cobertura de seguridad social.

    Por otro lado, a pesar de los años de crecimiento económico, hoy es necesario endeudarnos para financiar el déficit en infraestructura.

    A los débiles vínculos entre el crecimiento económico y el desarrollo se agrega una excesiva dependencia. Pocos productos agropecuarios de exportación dirigidos a pocos mercados hace que nuestra economía sea vulnerable a factores exógenos a la política económica, tales como el clima y los precios internacionales.

    A ello se agrega el hecho de ser un país pequeño en medio de dos grandes cuya historia económica y política reciente muestra permanentes ciclos de inestabilidad que afectaron fuertemente a la economía paraguaya.

    En este contexto de la llegada de un ciclo largo de desaceleración económica mundial y obstáculos estructurales nacionales, las buenas expectativas económicas en comparación a la de los países vecinos no nos debieran oscurecer los desafíos que tiene el Paraguay para hacer que el crecimiento económico se traduzca en desarrollo.

    Debemos ser conscientes de que si una tasa promedio del 5% no nos llevó al desarrollo, menos aun el 2,8% anunciado por la Cepal.

    El crecimiento económico no es un fin en sí mismo, sino el medio para lograr el desarrollo.

    Paraguay requiere políticas que transformen estructuralmente el sistema económico, con mayor diversificación, con empleos de calidad que generen mayores ingresos y, sobre todo, que los resultados económicos se distribuyan a toda la población y no solo a un sector privilegiado.

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  3. Economía 2016: Un comienzo difícil

    “La recuperación de la economía global continúa, pero a un ritmo lento y crecientemente frágil” es la forma en que el Fondo Monetario Internacional inicia su informe sobre el estado de la economía mundial para este año, y que fue presentado recientemente.

    Los economistas del FMI han revisado a la baja sus proyecciones de crecimiento del PIB mundial como ya acostumbra hacerlo en los últimos años. Paralelamente, el Banco Central de EEUU (la FED) ha decidido reducir el ritmo de incrementos de su tasa de interés de política monetaria, debido a una repentina desaceleración de la economía norteamericana desde el último trimestre del 2015.

    Esta decisión de la FED ha dado cierto respiro a los mercados financieros internacionales y a las economías emergentes del mundo. Con esto se ha reducido el fortalecimiento del dólar frente a las otras monedas, lo que a su vez ha impactado positivamente en los precios de los commodities, incluida la soja, nuestro principal producto de exportación.

    Por otro lado, nuestros vecinos han intercambiado roles en sus efectos sobre nuestro país en los últimos meses.

    La Argentina empieza a transitar por un proceso de ordenamiento de su política económica. Esta semana ha retornado exitosamente a los mercados internacionales de capitales al colocar bonos soberanos por un total de USD 16.500 millones.

    Este acceso a nuevo financiamiento externo le da tiempo al Gobierno argentino para realizar los ajustes, reducir el crónico déficit fiscal y la inflación de una manera gradual, y reactivar la inversión privada y el crecimiento económico.

    Sin embargo, en el Brasil, se ha profundizado la recesión de la economía con el agravante de una crisis política que imposibilita tomar las duras decisiones económicas para realizar los ajustes que son necesarios para restaurar la confianza y reactivar la inversión y el crecimiento económico. Este año está prácticamente perdido y probablemente gran parte del 2017.

    Este es el contexto general en el cual están operando los distintos sectores y agentes económicos de nuestro país.

    En los primeros meses del año cayeron las exportaciones (-13%), las importaciones (-22%) y las ventas de automóviles (-10%), además de la continua caída del comercio fronterizo con el Brasil, según reportan los datos del Banco Central del Paraguay.

    Además, hay que sumar los efectos negativos que tuvo la ley de tarjetas de crédito sobre la actividad comercial. Impactó principalmente en la venta de electrodomésticos (-9%) y las ventas de las tiendas y shoppings (-10%).

    Por otro lado, las continuas lluvias redujeron la ejecución de las obras viales y algunos proyectos inmobiliarios importantes fueron completados hacia fines del 2015. Así, la venta de materiales de construcción experimentó una caída del 10% en los primeros dos meses del año.

    Sin embargo, estas mismas lluvias tuvieron un impacto positivo en la cosecha de soja con rendimientos excelentes en todas las regiones del país y en la producción de energía de las entidades binacionales que se incrementó gracias a los altos niveles de los embalses de Itaipú y Yacyretá.

    Además, la eliminación del control de cambios en Argentina redujo los incentivos al contrabando. Esto mejoró la competitividad de los supermercados locales y posibilitó un leve crecimiento de sus ventas en un 2% respecto al año pasado.

    En conjunto, con estos dispares desempeños sectoriales, el estimador del PIB que publica mensualmente el BCP indica que la economía paraguaya creció alrededor del 2,2% el primer bimestre del año.

    Así empezamos económicamente este año 2016, que esperábamos iba a ser difícil. Nosotros mantenemos nuestra proyección de un crecimiento del PIB cercano al 3% para este año, esperando que en los próximos meses mejore el ritmo de ejecución de las obras viales y de la construcción de viviendas.

    Por César Barreto Otazú

    http://www.ultimahora.com/economia-2016-un-comienzo-dificil-n985916.html

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  4. Especialización

    Cuando ocurrió la crisis subprime (hipotecaria) en Estados Unidos, los medios de comunicación que habían prescindido de buena parte de su personal especializado en economía para ahorrar costos se vieron en problemas, porque los lectores, oyentes y televidentes demandaban a alguien que les explique por qué había sucedido y qué pasaría después. Esta lección sobre la necesidad de invertir en recursos humanos sirvió para que los medios no solo no se deshagan de periodistas especializados en un sector, sino además para capacitar a los nuevos.

    Pero como varias cosas en la vida, esa lección está llegando un poco tarde a los medios locales. Una parte considerable de quienes conforman las redacciones de los medios impresos y hacen radio o televisión en el país no sabe hacer porcentajes, convertir guaraníes a dólares o viceversa, o diferenciar entre puntos porcentuales y porcentajes. Y a pesar de la paupérrima formación en matemáticas de los profesionales de la comunicación, son pocas las universidades que preparan a sus alumnos para hacer periodismo especializado, principalmente en economía.

    Si ya de por sí es difícil el arte de comunicar ideas, cuesta más aún encontrar entre quienes abrazamos la profesión del periodismo personas que se interesen por los números.

    Para dar una idea: hay no más de veinte periodistas que hoy ejercen el periodismo en medios de comunicación que puedan explicar datos de los sectores fiscal, financiero o energético. En televisión, hoy solo conozco a una periodista capaz de hacer más entendible el lenguaje económico.

    A pesar de que se usan números para todas las secciones, en general se rehúye de un tema que lleva más tiempo elaborar, pero genera materiales de lectura o de contenido televisivo y radial más completos.

    Los medios precisan contar en su plantel con más comunicadores capaces de explicar, en los términos más sencillos posibles, cuánto cuesta la inflación, qué es y cómo afecta la macroeconomía, por qué el presupuesto público debería ser equilibrado, o qué se necesita para administrar plenamente las dos hidroeléctricas de copropiedad paraguaya.

    Se necesitan más periodistas especializados que analicen los datos oficiales, los desmenucen y los cuestionen. Tratar de hacer entender la economía, cómo le afecta a la gente en su vida diaria y en su futuro debería ser prioridad para los medios.

    Siempre es mejor tener un pueblo (in)formado, para que pueda elegir bien a sus representantes y les pueda exigir resultados que mejoren su calidad de vida.

    Por Wendy Marton

    http://www.ultimahora.com/especializacion-n985403.html

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  5. Cambio buena política por mejor ubicación

    Por Alberto Acosta Garbarino

    En una conferencia que he dictado la semana pasada, un participante abrumado con los datos de la grave crisis que viven Argentina y Brasil me preguntó: ¿Qué debe hacer el Paraguay para enfrentar este entorno tan desfavorable?

    Entonces recordé una noticia que había leído sobre un aviso publicado por el canciller de Rumania en un diario de Londres en la década de los cincuenta, que decía: «Cambio una excelente política exterior por una mejor ubicación geográfica». Recordemos que en el siglo pasado, Rumania sufrió varias veces la invasión de los ejércitos de sus vecinos rusos y alemanes durante las dos grandes guerras mundiales.

    Por supuesto que el aviso era un chiste, pero en el fondo es una moraleja que alerta sobre la enorme influencia que tiene para un país, su ubicación geográfica favorable o desfavorable.

    Si con ese enfoque observamos al Paraguay, vemos que tiene un territorio pequeño y mediterráneo rodeado por dos grandes e inestables países como son Argentina y Brasil. En este momento, el escenario político y económico que se observa en ambos países es de los peores que uno recuerde en mucho tiempo.

    Brasil se encuentra prácticamente sin gobierno, con su presidenta Dilma Rousseff a punto de ser destituida y con una clase política tremendamente desprestigiada por una gigantesca corrupción.

    Los más de doce años de gobiernos populistas del PT dejaron a la economía brasileña destrozada. En el año 2016 se espera que por tercer año consecutivo el PIB siga cayendo, esta vez en un 3,8% y que el déficit fiscal alcance el 10,3%, uno de los mayores del mundo.

    La situación de la Argentina también es mala, a pesar de que el nuevo gobierno de Macri haya tomado numerosas medidas para normalizar la economía, después de la desastrosa gestión del kirchnerismo.

    Levantó el cepo cambiario y normalizó las relaciones con el mundo, pero el PIB caerá este año un 1% y no se vislumbra cómo va a reducir el crónico déficit fiscal que hoy supera el 7,37%, también entre los mayores del mundo. El problema es que para reducir este déficit, Macri debe, o aumentar impuestos o disminuir gastos –ambos impopulares– y es muy difícil que pueda hacer aprobar cualquiera de esas iniciativas en un Congreso dominado por la oposición.

    En resumidas cuentas, los dos países que juntos tienen el 97% del PIB del Mercosur van a estar por un buen tiempo envueltos en graves crisis económicas y políticas, y eso lógicamente tendrá su impacto en el Paraguay que representa apenas el 1% del PIB del Mercosur y que tiene una enorme relación de dependencia con los mismos.

    Pero no quiero concluir este artículo sin responder a la pregunta ¿qué debe hacer el Paraguay ante este escenario?

    Mi primera respuesta se basa en lo que NO debemos hacer. Y lo que no debemos hacer es copiar las recetas populistas que han llevado al desastre a nuestros dos grandes vecinos, que con el pretexto de ayudar a los pobres, incrementaron tremendamente los gastos públicos, asfixiaron con impuestos a los sectores productivos y con cambios de reglas ahuyentaron la inversión.

    Mi segunda respuesta contempla lo que SÍ debemos hacer y que es hacer SIEMPRE lo que debemos hacer si queremos el desarrollo de nuestro país. Debemos estimular la inversión pública y privada y reducir los gastos corrientes; debemos mejorar radicalmente la calidad de nuestra infraestructura y de nuestra educación; debemos mejorar sustancialmente nuestras instituciones y librar una lucha frontal contra la exclusión y la pobreza.

    El Paraguay tiene poco margen para hacer políticas anticíclicas. Lo que el Paraguay debe tener es una política de desarrollo y aplicarla a rajatabla tanto en épocas buenas como en épocas malas.

    Recordemos que el papa Paulo VI en su Encíclica Populorum Progressio decía: «El desarrollo es el nuevo nombre de la paz».

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  6. Previsión

    Por Wendy Marton
    Por cada G. 1.000 que la Administración Central gasta anualmente, aproximadamente, G. 110 son destinados a salud (medicamentos y salarios del personal de blanco y administrativo); G. 180 van a educación (material escolar y salarios de educadores y administrativos); G. 10 van a la construcción de viviendas sociales; G. 110 a programas sociales (Tekoporã y Pensión de Adultos Mayores); y G. 2 a invertir en la promoción de la ciencia y la tecnología.

    Además, destina aproximadamente G. 120 a seguridad ciudadana (policías y militares); G. 120 a mantener la burocracia (papelería, electricidad, combustibles, viáticos, entre otros); y G. 150 a pagar parte de la deuda pública, entre otros gastos.

    En abril de cada año, el Ministerio de Hacienda comienza a trabajar en el delineamiento del proyecto de Presupuesto General de la Nación para el siguiente año, la ley anual más importante del país.

    En el decreto del Poder Ejecutivo que establece las líneas de acción para el próximo año, se fijan los puntos sobre los cuales se enfocará el Gobierno el próximo ejercicio fiscal, es decir, definirá si es más importante la educación o la salud, o los programas de asistencia social, la construcción de viviendas, o si dará un poco de recursos a cada uno de estos programas.

    Una vez que se establecen las normativas para el próximo año, las entidades tienen tiempo de cargar sus prioridades en el sistema hasta junio. Entre julio y agosto, Hacienda anali- za los datos y acepta o rechaza los pedidos. Una vez termina- do el proceso, presenta el proyecto de gastos al Congreso, a más tardar el 1 de setiembre.

    Es por ello, que lo importante es prestar atención a cómo se elabora el presupuesto estatal entre mayo y agosto, porque marcará lo que el gobierno de Horacio Cartes quiere (o no le interesa) hacer el próximo año.

    Cuando llega al Congreso, en setiembre, es muy poca la modificación que puede hacerse. Este es el momento en que debemos involucrarnos y preguntar qué sectores se priorizarán en el 2017, si los jóvenes seguirán sin merienda escolar; si los hospitales tendrán medicamentos o no el próximo año; o cuántos adultos mayores más serán incluidos en el Programa de Pensión Alimentaria.

    Este es el momento en que los ciudadanos debemos exigir que el dinero proveniente de nuestros impuestos vaya a parar a programas que beneficien a todos los que habitan el país y no simplemente a un grupo que malgasta el dinero estatal a su antojo. Este es el momento en que debemos preguntar qué se está haciendo para mejorar nuestra calidad de vida y exigir que los programas elaborados sean realizables y perduren en el tiempo.

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  7. ¿Y si le cobramos a Argentina?
    El Ministerio de Hacienda se encuentra con un hambre voraz. Está viendo las posibilidades de obtener recursos y recaudar a cómo dé lugar, viendo medidas tanto populistas como no populistas. Cualquier fórmula vale en estos momentos, desde la emisión de bonos soberanos, hasta la aplicación de impuestos a las compras por internet, tasas elevadas por la licitación del 4G LTE y el IVA a los préstamos cooperativos.

    De acuerdo con lo expuesto por autoridades del Tesoro, el objetivo del IVA al acto cooperativo es conseguir USD 60 millones al año, una cifra que podría ser importante si se pasasen por alto muchas cuestiones, como los gastos estatales superfluos, el prebendarismo, las sobrefacturaciones y demás malos manejos.
    ¿Y recaudar más para qué?, es la legítima pregunta de muchos ciudadanos, cuando ven que los recursos se derrochan en casi todas las esferas.

    Pues bien, a la indignación generalizada le añado un ingrediente más. Desde el 2013, Paraguay no está recibiendo en tiempo y forma el dinero por la cesión de energía de Yacyretá (aquella energía que nuestro país no usa y cede por muy bajo valor). El pago lo tiene que hacer el Tesoro argentino.

    A la fecha, Argentina adeuda más de USD 110.000.000 por la cesión de energía. De ese total, USD 19,7 millones corresponden al 2014; USD 72,8 millones (la totalidad) al 2015; y más de USD 18 millones por los primeros tres meses del corriente año.

    El monto de lo adeudado puede incluso llegar a molestar menos de lo que ofende la manera en que los argentinos se están comportando, puesto que están bicicleteando a Paraguay, pero cumpliendo con otros Estados. Lo que se pensaba que era solo un modus operandi de Cristina Fernández parece contagiarse a Mauricio Macri.

    El jefe de Estado argentino había comprometido el pago del saldo del 2014, en marzo pasado. Sin embargo, apenas se recibió una transferencia de USD 4,8 millones por ese periodo, en los primeros días de abril. La cesión de energía de la EBY representa en promedio USD 70 millones anuales para el Tesoro nacional (más que las cooperativas).

    Aquí no se está proponiendo declarar una guerra, ni que Paraguay cierre sus fronteras, ni nada por el estilo. No. Lo que se pide es reciprocidad y trato justo. Que nuestros gobernantes hagan valer un derecho genuino. Si Argentina tuvo para pagar USD 300 millones a Bolivia (en solo tres meses) por la compra de gas, también puede cumplir con su otro querido vecino, aquel con el que se tiene tanta “buena voluntad”, según afirmaron nuestros representantes diplomáticos.

    Por Miguel Benítez

    http://www.ultimahora.com/y-si-le-cobramos-argentina-n987232.html

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  8. FMI: Informe con elogios y advertencias

    El Fondo Monetario Internacional ha emitido un informe sobre el Paraguay que, “prima facie”, luce positivo y alentador para la economía. Augura un crecimiento del 3% para este año y un 3,25% para 2017, teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas favorables que podrían respaldar un vigoroso crecimiento de la cosecha de soja. Más adelante señala que pese a un ligero aumen­to del 0,2% del gasto fiscal por encima del límite marcado por la ley, “la política fiscal ha respaldado la actividad económica” a la vez que “la política monetaria continúa siendo ligeramente aco­modaticia, tras un ciclo de distensión a mediados de 2015”.

    El FMI evalúa también positivamente el sector bancario. El fondo estima que “a pesar de las posibles vulnerabilidades generadas anteriormente por la rápida expansión del crédito, el sistema fi­nanciero parece sólido. La mayoría de los bancos registraron in­gresos netos positivos en 2015, aunque los indicadores de renta­bilidad se ubicaron en la mayoría de los casos en niveles inferiores a los del año 2014. En comparación con otros países de la región, la situación de los bancos de Paraguay es más favorable desde el punto de vista de sus balances y utilidades”.

    Sin embargo, por sobre estas consideraciones optimistas, los di­rectores del FMI han hecho algu­nas advertencias en especial sobre la supervisión del sistema financie­ro. “En vista del rápido crecimien­to del crédito en períodos anterio­res –señalan los directores- sigue siendo esencial mantener una actitud vigilante frente a posibles vulnerabilidades a fin de contener los riesgos en el sector financie­ro”.

    Y agregan luego: “Deberían redo­blarse los esfuer­zos para reforzar el sector financiero, entre otras formas, me­diante el seguimiento de cerca de las prácticas de clasificación de préstamos de los bancos y el fortalecimiento de la supervisión del sector de las cooperativas”. Finalmente celebran “los avances realizados para implementar la supervisión basada en el riesgo y alentaron a las autoridades a seguir mejorando la supervisión y la capacidad de análisis y fortalecer los mecanismos institucionales para llevar a cabo estas funciones”.

    Desde su aparición, 5días ha puesto énfasis en la necesidad de que el BCP dé un salto cualitativo en la supervisión de bancos y financieras para borrar definitivamente toda posibilidad de vín­culos potencialmente tóxicos entre la superintendencia y los di­rectorios de bancos privados. Este peligro ha quedado expuesto en varios casos, sobre todo en el de Financiera Ára, una quiebra tal vez evitable si el monitoreo de activos se hubiera hecho en tiempo y forma.

    “Seguir mejorando la supervisión y la capacidad de análisis” es una recomendación que el fondo hace al BCP para evitar posibles futuros cimbronazos en el sistema bancario que, aunque “sóli­do” como expresa el informe, no deja de estar expuesto a peligros que, por acción u omisión, generen los controles no suficiente­mente rigurosos de la banca central.

    http://www.5dias.com.py/46379-fmi-informe-con-elogios-y-advertencias

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  9. Gestión política

    En las últimas semanas vivimos momentos especiales en la sociedad paraguaya, pues una verdadera rebelión estudiantil logró algo bastante inédito como conseguir la salida de una ministra de su cargo.

    Con mucha decisión y valentía, jóvenes líderes demostraron que son perfectamente capaces de lograr adhesiones masivas en muy poco tiempo, convirtiéndose por derecho propio en actores activos del tan necesario mejoramiento de nuestro sistema educativo.

    En realidad, no creo que se trate de un fenómeno aislado, sino que esto forma parte de este proceso de transformación social que vive la sociedad paraguaya, y en donde los niveles de exigibilidad vienen creciendo de manera sostenida.

    Los años de libertad en democracia, el crecimiento de la clase media, la progresiva urbanización, el tremendo desarrollo de las tecnologías de la información y comunicación, la población joven y, en general, la mayor transparencia son fenómenos que van configurando velozmente un nuevo tipo de sociedad.

    Ya son varias las señales que vamos teniendo en el sentido mencionado. Y las demandas ciudadanas de todo tipo seguirán creciendo, particularmente, en aquellos sectores en donde el hartazgo esté más presente.

    En definitiva, se trata de navegar en tiempos más turbulentos y esto obliga a las instituciones y a los líderes de los diferentes sectores a mejorar ostensiblemente sus capacidades de gestión para enfrentar estas realidades.

    Claramente no basta con una propuesta de valor basada casi exclusivamente en la capacidad técnica de los líderes de las instituciones.

    Claro que la gestión técnico-programática es importante, pues obviamente las propuestas que se van generando para enfrentar los desafíos que se presentan deben ser sólidas, consistentes, técnicamente fundamentadas. Y capaces de agregar valor real.

    Sin embargo, vemos una y otra vez que la simple existencia de buenos programas está lejos de garantizar su efectiva implementación. Y, consiguientemente, los impactos que se buscan lograr.

    Por ello, dicha capacidad técnica debe estar acompañada por una capacidad de gestión operativa-organizacional. Esto implica estructuras, sistemas y procesos más ágiles y adecuados a las verdaderas necesidades. Si no existen, hay que crearlos.

    Pero en función a los tiempos que vivimos, probablemente, lo más importante sea precisamente la capacidad de gestión política. Esto se refiere a saber contar con la autorización, los recursos, apoyos y legitimidad para llevar adelante la propuesta de valor.

    Exigen constantes gestiones, diálogos y negociaciones con todos aquellos actores claves, relevantes y que son afectados o tienen intereses relacionados con la propuesta que se quiere implementar.

    Estos actores provienen de los más diversos sectores y pueden ser políticos, legisladores, sector privado, sociedad civil o como lo hemos visto, directamente jóvenes menores de edad organizados y con mucha capacidad de movilización y contagio.

    En su excelente libro El fin del Poder, el escritor Moisés Naím explica muy bien cómo la dinámica del poder ha ido cambiando aceleradamente y cada vez más se encuentra bastante repartido en la sociedad.

    La rebelión estudiantil en nuestro país y las consecuencias directas que se han generado pusieron de manifiesto este tema.

    No tener en cuenta estas nuevas realidades que se manifiestan por doquier dificulta enormemente la capacidad de impulsar verdaderos cambios y reformas en los lugares donde se precisa.

    No se trata de quedar atrapados en una lógica dicotómica entre lo técnico y lo político. Se trata de la necesidad de integrar ambos factores y entender cabalmente el tiempo que nos toca vivir.

    Las reformas estructurales son absolutamente necesarias en nuestro país en muchos ámbitos. Pero para encararlas con reales posibilidades de éxito, vamos a necesitar líderes que sepan navegar en aguas turbulentas. Y con una fuerte dosis de capacidad de gestión política.

    Por Yan Speranza

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  10. Estructura con credibilidad
    19 May 2016

    Los esfuerzos para lograr un país más ordenado, transparente y fortalecido que beneficie a la sociedad deben darse desde todos los sectores en un clima de estabilidad política y económica, que se logra teniendo una ruta consensuada y respetada por la credibilidad de sus actores.

    Para llegar a ese estado es preciso sostener un compromiso decidido de las autoridades gubernamentales, departamentales y municipales, que los organismos de control sigan exigiendo y aplicando sanciones a quienes salgan de la ley, y que la ciudadanía no deje de presionar para que los fondos públicos sean destinados efectivamente a las áreas para las cuales fueron programados.

    En el ámbito de la economía se habla de la necesidad de reforzar el proceso de reforma estructural. En ese sentido, se debe indicar que el Fondo Monetario Internacional (FMI) recomienda que, para empujar aún más el crecimiento económico del país, se tiene que seguir en el proceso de reforma estructural. Así expresó el representante residente del organismo internacional para Paraguay y Perú, Alejandro Santos, tras una reunión con el ministro de Hacienda, Santiago Peña.

    De acuerdo con estimaciones del FMI, Paraguay crecerá al cierre de este año 2,9%, mientras que el Banco Central del Paraguay (BCP) proyecta que la evolución del Producto Interno Bruto (PIB) del país será del 3%. A consideración de Santos, lo primero que se debe hacer es mantener la estabilidad macroeconómica, fortalecer las políticas monetarias y fiscales. Sostiene que para que la economía crezca a tasas más elevadas, hay que reforzar el proceso de reforma estructural.

    Si bien la economía paraguaya, a diferencia de otros países de América Latina, se mantiene sólida a pesar del complicado contexto regional e internacional, la aplicación de las acciones programadas para fortalecer el sistema no puede ser retrasada. En el contexto de la participación de todos los estamentos para determinar los pasos a seguir, es importante que las discusiones se desarrollen en el marco de la responsabilidad mirando los intereses del país y no aquellos que estén sustentados en los económicos, empresariales, políticos, partidarios o ideológicos.

    El proceso de fortalecimiento del sistema debe tener como aliadas a la transparencia, la responsabilidad de los administradores en la ejecución correcta de los fondos y la rendición de cuentas. Los resultados de un sistema económico más fortalecido no podrán ser beneficiosos para la población si persisten los esquemas sustentados en la desidia, la malversación y la corrupción. Si los mismos administradores no hacen llegar esos beneficios a la gente, es alta la posibilidad de que el descontento social crezca de una manera acelerada.

    En este tren de análisis, en el ámbito público, se debe señalar que es inaceptable el descontrol en el uso de los fondos de royalties y del Fonacide. Además de la discrecionalidad en la que se manejan, ahora la mayoría de los municipios osan incluso en no rendir cuentas sobre lo que están haciendo. Según la Contraloría General de la República, el 73% de los municipios está en falta al no entregar informes de rendición de cuentas. El porcentaje de la no presentación de documentación de parte de las gobernaciones es menor, pero debería ser cero.

    Esta inacción por parte de los municipios y gobernaciones es una afrenta a la ciudadanía y debilita considerablemente la credibilidad no solo de las administraciones departamentales y locales, sino también de la propia administración central que, a pesar todo el esfuerzo que haga ahora o más adelante, seguirá siendo calificada según el beneficio que la ciudadanía reciba, sin importar que los números de la economía sean mejores que los de antes.

    Un crecimiento económico permea todas las áreas y de aplicarse las medidas consideradas oportunas el futuro del país será mejor. Sin embargo, se deberá considerar un aspecto que puede afectar a cualquier gestión. La tarea que se realice en el área económica será en vano si las políticas públicas son desarrolladas de una manera ineficiente, perdiendo credibilidad. La falta de transparencia, como ocurre en los casos de las municipalidades y gobernaciones y los fondos públicos, sin lugar a dudas es un punto en contra porque genera mucha desconfianza.

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  11. Estéril beligerancia política

    En la hora actual, con marcados cambios políticos y económicos en nuestro entorno regional, se necesita más que nunca prudencia en la administración de la economía y sabiduría política para prever los escenarios que se vienen. Las peleas de gallinero no aportan nada útil a semejante causa.
    Un reciente informe del Fondo Monetario Internacional tuvo la virtud de desatar a nivel político una controversia que re­vistió todo el carácter de superficialidad e intrascendencia que sus protagonistas pudieron darle. Mientras desde el Gobierno se insistía en remarcar el carácter elogioso del documento, una senadora se desgañitaba negando tal cosa y poniendo el foco sobre un presunto “aplazo” del Gobierno en diversos ítems de su conducción económica. Bien mirado y sin ofensa para nadie, más bien parecían colegiales discutiendo sobre el contenido de sus boletines de calificaciones y no adultos abocados a un aná­lisis político y económico.

    Ni el FMI ni ninguno de los organismos financieros multilatera­les califican. No aprueban ni reprueban. Simplemente señalan aspectos puntuales de la marcha de la economía de un país, ubi­can los probables factores desencadenantes de un determinado comportamiento y formulan recomendaciones. Veamos algunas de ellas.

    En un fragmento del informe, el FMI señala “que la infraestruc­tura sigue siendo una prioridad fundamental” y remarcan la necesidad de introducir mejoras en “la distribución de electri­cidad y el trans­porte”. En otra parte, en su diag­nostico del siste­ma financiero, el documento cele­bra “los avances realizados para implementar la supervisión ba­sada en el riesgo” pero también re­comienda “seguir mejorando la su­pervisión y la ca­pacidad de aná­lisis y fortalecer los mecanismos institucionales para llevar a cabo estas funciones”.

    Desalienta com­probar como en el Gobierno paraguayo –y nos referimos tanto al Poder Ejecutivo como el Legislativo- se prioriza el abordaje necio de un tema tan importante en lugar de abrir espacios al debate constructivo y mutuamente enriquecedor. Informes como el que incluye este comentario son un instrumento a ser aplicado en la conducción económica y social del país. No han sido emitidos para conver­tirse en un fin en sí mismos ni mucho menos en munición para abastecer contiendas políticas de baja calidad.

    El presente y el futuro del país necesitan, y con urgencia, que quienes lo conducen desde sus diversos cargos de responsabi­lidad, apelen a sus reservas de racionalidad y sepan trazar te­rritorios de baja conflictividad política pero de alta calidad de gestión. Si el FMI dice, por ejemplo, que “la limitada capacidad para administrar y ejecutar las inversiones públicas… represen­ta un riesgo a la baja para el crecimiento”, debería entenderse tal expresión como un llamamiento a encontrar la fórmula para corregir esa “limitada capacidad para administrar y ejecutar” y no para convertirla en un misil disparado contra el adversario. En la hora actual, con marcados cambios políticos y económicos en nuestro entorno regional, se necesita más que nunca pru­dencia en la administración de la economía y sabiduría política para prever los escenarios que se vienen. Las peleas de gallinero no aportan nada útil a semejante causa.

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  12. Se debe… 1 Eliminar y/o reducir varios Consejos de Entes. 2 Bajar los escandalosos salarios en entes binacionales. Hacer topes. 3 Transparentar los Fondos Sociales de Itaipú. 4 Iniciar proceso constituyente.. para reforma de la Justicia. 5 Comunicación con Ministros y Funcionarios por Twitter. Transparente todo. 6 Concurso Público para acceso a funcionarios públicos. 7 Disminución tarifa de Ande. 8 Aumento de impuestos a tabacaleras. 9 Aduanas y Embajadas sin ningún político. 10 Relaciones con China Continental.
    11 Iniciativas parlamentarias: 11.1 Control de Seprelad en Fútbol y Campañas Electorales 11.2 Multas para elector que no sufraga. 11.3 Balotaje (R.C.N.) 11.4 Declaración Jurada bajo control ciudadano y penalidades. 11.5 Cero nepotismo en acceso a función pública. 11.6. Concesión Privada en Aeropuertos, Correos, Copaco, INC, Puertos y Ferrocarriles (para inicio Tren eléctrico metropolitano, Tren del grano PJC – Concepción, Tren Eje Sur). 11.7 Reforma Tributaria, mayor formalización de economía. Mayor presión tributaria del 9,5 al 13 %. 11.8. Suba del Impuesto Inmobiliario al propietario de más de 5.000 has. de tierras. Lo que pagan hoy día es chiste. 11.9 Recuperación de tierras malhabidas sobre indemnización al poseedor hereditario o traslativo. 11.10 Gobernación con facultades recaudatorias y coparticipación sobre recaudaciones propias. 11.11 Capacidad Jurídica de celebrar acuerdos comerciales con Gobiernos Provinciales o Federales s/inversión en infraestructuras y paso fronterizos comerciales. 11.12 Radares en Aeropuertos para lucha frontal contra el narcotráfico y contrabando 11.13 Cooperación con EEUU y la CEU sobre lucha frontal contra el crimen organizado, el lavado de activos. 11.14 Universalidad programa Tekopora y 3ra. Edad. Fuente Financiación FONDOS SOCIALES ITAIPU. 11.15 Revisión de aranceles de exportación de productos transformados REDUCCIÓN. 11.16 Combustible. Petropar debe recuperar su rol de fijación de precios. Debe priorizarse al ciudadano y no a las utilidades de empresas (en tiempos de crecimiento menor al 2% del PIB). 11.17 Ley de Foja Cero sobre Incumplimientos Civiles, sobre moras o demandas del ciudadano.
    Julio David Fischer

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