IM-PU-NI-DAD

Hemos tenido una semana divertida en algunos tramos y trágica en otros. Y a la hora de analizar las tramas de las historias uno no sabe hacia dónde correr:

1) El intendente liberal de Limpio que ejercita con entusiasmo sus pasiones sexuales en su despacho municipal solventado con dinero de su comunidad y con una interlocutora –probablemente– también a sueldo de la comunidad.

2) La intendenta colorada de Ciudad del Este que usa de “atajador de sombrilla” a un policía de élite con alto entrenamiento profesional.

3) Unas miserables casas para personas humildes en Horqueta que, a diferencia de las cuchas para perros, son pomposamente inauguradas por un Presidente.

4) La revelación de que sí había material altamente tóxico en el incendio de la ANDE, solo que esperaron ocho días para contarlo… y un poco más para ordenar test toxicológicos gratuitos para los bomberos (se sospecha que hubo un verdadero desastre ecológico y, para peor, no se sabe qué se va a hacer con lo que no se quemó).

5) El Parlamento, que decidió ahora que el Gobierno creará su propia inmobiliaria para vender tierras, lo que abriría puertas a que narcos se apropien de una gran reserva.

6) Una fiscala que ordena la prisión del intendente de Lambaré por supuestos indicios de delito y otro fiscal que lo libera, ambos fiscales con opiniones totalmente opuestas sobre un mismo tema.

7) La “comepapeles”, que además de deglutir en tamaño oficio y carta también tenía sus peones con rango y sueldo universitario para criar letrados pecesitos que luego vendía a la misma universidad.

8) Un decano se unió a un rector ya preso en Tacumbú; a este paso no descontamos abrir una universidad tras las rejas, total en garajes ya hay muchas.

9) En el orden del día de la Cámara de Senadores casi se aceptaron como donación unas tierras que serían luego nuestras, con lo que casi ya superamos al surrealismo de Macondo.

10) En Boquerón ejercía campantemente como médica una (médica) falsa, alguien que parece que no superó ni la materia de pohã ñana. Esto no sería nada si no fuera que fue contratada por el Ministerio de Salud que, por lo visto, no controla ni el registro médico profesional de los galenos que contrata.

Cuando alguno de estos sucesos amenaza con ser lo más insólito que nos pasa, un par de horas después otro lo supera. Con tanto escándalo, la capacidad de sorpresa y de reacción de la gente se adormece. Estamos todos tan hartos que queremos fusionar el hartazgo con la indolencia… y estos corruptos ¡cuentan con eso! Cuanto más los dejemos hacer, más harán.

IMPUNIDAD. La raíz, el principio y el final de cada una de las diez historias. IMPUNIDAD, el alfa y beta de todos nuestros problemas. Todos los protagonistas de cada uno de esos escándalos no temieron hacer lo que hicieron porque saben que si son sorprendidos (lo cual ya es difícil), igual tarde o temprano la justicia bien a$e$orada los olvidará y los dejará sin condena. No serán inocentes pero allí quedarán, así como quedó un narcotraficante al que sorprendieron en la flagrancia de tráfico y tenencia de más de 300 kilos de cocaína con una condena más baja que la que recibió otra traficante, que intentaba traficar 900 gramos.

IM-PU-NI-DAD.

Por Mabel Rehnfeldt

http://www.abc.com.py/edicion-impresa/opinion/im-pu-ni-dad-1420334.html

4 comentarios en “IM-PU-NI-DAD”

  1. ¿Cuál es el rumbo?
    La palabra “rumbo” tiene varios significados, según el diccionario de la Real Academia. Uno de ellos es “camino y senda que alguien se propone seguir en lo que intenta o procura”. Otro, proveniente del lenguaje náutico, es “agujero que se hace o se produce en el casco de la nave”, por el cual entra agua que amenaza hacer zozobrar la embarcación.

    ¿Cuál de esos significados asume el “nuevo rumbo” que nos prometió el presidente Cartes? Los que observábamos con expectativa y con esa buena voluntad con que siempre aguardamos el inicio de un nuevo ciclo, confiábamos en que sería la primera acepción, la de modificar la orientación de un Estado grotesco, un gigante con pies de barro corrupto, ineficiente y fallido en su función primordial de imponer orden ajustado el imperio de la ley.

    Sin embargo, con el correr de estos dos años nos preguntamos si el “nuevo rumbo” no significará un nuevo agujero, en una barca que ya navega dificultosamente y hace agua por todos los costados.

    De un empresario, antes ajeno al poder político, esperaríamos un rumbo dirigido a fortalecer las empresas que son verdaderas creadoras de fuentes de trabajo, como medio más seguro de acabar con la pobreza. Pero no, motivado a buscar nuevas inversiones extranjeras –objetivo loable – no tiene reparo en maltratar y poner trabas a empresas ya establecidas; a encubrir la mala gestión de tantos entes públicos, o a incrementar la presión impositiva incluso a las cooperativas, que podrían haberse aliado al Gobierno para combatir la exclusión social e integrar nuevos emprendimientos a la economía formal. Todo ello bajo la falsa presunción de que el Estado es más eficaz que las empresas en producir y distribuir riqueza.

    La campaña política para las elecciones municipales ha traído una nueva desviación en el rumbo, en la que Cartes asume abiertamente y sin rubor el respaldo a la fracción colorada que lo apoya, y pronuncia consignas que no escuchábamos desde la época de la oprobiosa dictadura, en las que todos los que no pertenecemos al partido gobernante y a la línea política del presidente somos traidores, malos paraguayos, antipatriotas, y hasta casi aliados al EPP que queremos hacer fracasar su gobierno.

    Si este es el rumbo que se pretende imponer, no tiene nada de nuevo, sino por el contrario, un hedor insoportable. La presidencia partidista es un grave daño que se hace a nuestra democracia y que vaticina tiempos más duros, pues la actitud del mandatario es profundamente divisiva de la sociedad paraguaya. Pretende gobernar, en los menos de 3 años que le quedan de mandato, no buscando impulsar el diálogo y consenso sino la hegemonía de un sector cuya única fuerza de cohesión proviene de las ingentes sumas de dinero que se utilizan para comprar conciencias y alquilar lealtades.

    Asistimos a una involución de la democracia paraguaya. La enfermedad del poder, la hubris o desmesura se ha apoderado de la cabeza, que hace caso omiso de los frenos y contrapesos que garantizan el equilibrio republicano de los poderes del Estado. La defensa de candidatos imputados por lesión de confianza exhibe esa actitud arrogante, antidemocrática, conflictiva y disociante de un presidente que ha desperdiciado las oportunidades de escuchar a otros que no sean sus incondicionales porque, proviniendo de un ámbito externo a la política partidaria, siente la necesidad de proclamar su coloradismo como si fuera de toda la vida, de ser “más papista que el Papa”, o más colorado que Bernardino Caballero.

    http://www.ultimahora.com/cual-es-el-rumbo-n941630.html

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  2. La injerencia política puede otorgar impunidad a corruptos

    Ante los hechos de corrupción en el manejo de bienes públicos que a diario se descubren, es necesario que el Ministerio Público y el Poder Judicial mantengan una posición que no permita dudar de las determinaciones que adoptan los fiscales y jueces en las investigaciones por corrupción de funcionarios públicos que han lesionado la confianza depositada en ellos. En un país donde la injerencia política forma parte de la agenda cotidiana y tratándose de políticos investigados, el peligro real es que influencien –o traten de hacerlo– con el propósito de otorgar impunidad a quienes están imputados por administrar la cosa pública con criterios tipificados como actos delictivos.

    Aunque exista la sana intención de castigar a los funcionarios públicos corruptos, que en vez de administrar correctamente el patrimonio colectivo que se les confió lo utilizan en beneficio propio, es necesario contar con el criterio realista de que no es fácil.

    Es sabido que los perversos poderes reales de la sociedad actúan en estos casos para ejercer influencia sobre los agentes encargados de llevar adelante las averiguaciones acerca de los imputados y los magistrados que intervienen en la causa. El propósito final de esas fuerzas oscuras que se despliegan es lograr la impunidad de los que hoy están en la mira de la sociedad, por no haber sido leales al mandato de gerenciar con honestidad los bienes públicos.

    En el caso en el que se investigan las acusaciones en contra del ex intendente de Lambaré y candidato a la re-reelección, Roberto Cárdenas, han habido situaciones que permiten pensar que factores externos extraños a los procedimientos jurídicos y al contenido de las leyes están interviniendo a favor del que está en plena campaña política por el Partido Colorado.

    Uno de los hechos llamativos es que, mediante maniobras judiciales, quedó apartada del caso la fiscala Blanca Agüero, quien había solicitado la detención del ex intendente y su remisión a prisión. Con una recusación de parte de la defensa del político y la resolución de la jueza de San Lorenzo, María Elena Cañete, la agente fiscal fue temporalmente marginada. Además, devolvió la carpeta fiscal porque el caso no podía ser considerado urgente, por lo que no era posible admitir la presentación. El fiscal Miguel Quintana, que sustituyó a la agente cuestionada, dijo que para él no existen suficientes elementos de juicio que justifiquen el pedido de prisión, por lo que dejó sin efecto el mismo.

    Es muy llamativo que un caso que está en la mira de la opinión pública desde hace varios días fuese declarado como no urgente y que dos agentes del Ministerio Público, que se supone deben actuar con los mismos criterios institucionales, exhiban criterios dispares: una pide la cárcel, otro lo anula.

    Ante esta situación, el fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, ordenó la reposición de la fiscala Agüero y decidió que un sumario indague por qué hubo dos modos diferentes de actuación de los fiscales. Con ello dio un paso a favor de la credibilidad del Ministerio Público.

    Habrá que ver todavía, sin embargo, cuál es el curso de los hechos, porque está a la vista de la opinión pública que Díaz Verón se reunió con el presidente Horacio Cartes cuando Cárdenas declaraba en Villa Elisa. En el momento de esa conversación estaba también en Mburuvicha Róga el presidente de Diputados, Hugo Velázquez, a cuyo liderazgo político responde el imputado.

    Las sospechas de injerencia política siempre van a estar presentes en casos que involucren a autoridades e incluso de los que aspiran serlo. Sin embargo, el Ministerio Público y el Poder Judicial tienen que desmentirlo con decisiones que no favorezcan a los delincuentes y sus protectores.

    http://www.ultimahora.com/la-injerencia-politica-puede-otorgar-impunidad-corruptos-n941186.html

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  3. Los “amos insaciados”

    Cuando la eternidad de Stroessner fue cortada por el golpe de Rodríguez hace casi 27 años, parecía que se iniciaba un proceso que aspiraba alcanzar aquella patria soñada de la que habla el poeta  Carlos Miguel Jiménez. ¿Cuál era la patria soñada, entonces?

    Era una con libertades, oportunidades, justicia social, estado de derecho, honestidad, gobierno de los mejores y no de los peores, soberana, con personalidad propia, respetada y solidaria.

    En suma, «que no tenga hijos desgraciados ni amos insaciados», tal como pedía el escritor pilarense.

    Un cuarto de siglo después esos sueños casi se han vuelto polvo: sobreabundan los «hijos desgraciados» que se asfixian en la pobreza y los «amos insaciados» parapetados en instituciones públicas o empresas financieras con lucros que desconocen el límite ético que no se cansan de devorar el hígado de la patria como el águila que engullía sin pausa el del mítico Prometeo griego.

    La Constitución de 1992 fundó la democracia institucional en el Paraguay. Aparecieron allí instituciones de control jamás imaginadas a nivel local: la Contraloría para cuidar que el dinero público se use correctamente y si no, que los ladrones hagan una larga temporada de pasantía en Tacumbú y la Defensoría del Pueblo para proteger los derechos humanos y canalizar los reclamos populares.

    El criterio subyacente en la creación de organismos de reaseguro del patrimonio social es que con instituciones públicas que controlaran instituciones públicas se frenaría la corrupción y se defenderían con eficiencia los intereses de los más vulnerables.

    Mamótapa. Ahora están las evidencias de lo que la Carta Magna olvidó: crear un organismo de control de las instituciones de control y defensa de los derechos humanos.

    Conociendo, sin embargo, la cultura paraguaya, a la larga, ese supraorganismo iba a ser el zorro que cuida el gallinero.

    Hoy los hechos están a la vista de todos: la Contraloría «aprendió» los «trucos» utilizados por sus supuestamente controlados practicándolos con un entusiasmo digno de hallar causas más honorables; la Defensoría del Pueblo no defiende a nadie.

    «¿Quién dijo que todo está perdido?», pregunta Fito Páez. Y no todo está perdido.

    Tanto descontrol ha permitido que cobrara cuerpo el contralor ciudadano que empieza a despertar.

    Este poder incipiente que libra sus primeras batallas puede ser la semilla de «la patria soñada» que aún bosteza. Ya se ha probado que por vía de los políticos nunca llegará.

    Por Mario Rubén Álvarez

    http://www.ultimahora.com/los-amos-insaciados-n941184.html

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  4. Cartes, la haraganería y la caradurez
    26 octubre, 2015
    Por Santiago González

    En un nuevo capítulo de “hablemos sin saber”, Horacio Cartes nos regaló un pedazo de historia en la Seccional 18. El mismo hombre que piensa que la elección sexual amerita “pegarse un tiro en las bolas”, el que piensa que el pecado de Stroessner pudo haber sido sacarle a alguien la novia y el que cree que Paraguay tiene que ser como una mujer fácil, es el que ahora ve al periodismo como la máxima expresión de haraganería.

    El presidente además de acusar al Frente Guazu de ser responsable del incendio en la subestática de la ANDE, sin tener un solo elemento probatorio, además de demostrar un altísimo y lamentable nivel de xenofobia al decir que estamos importando agitadores extranjeros como el estudiante chileno y otros españoles, dijo que Mario Ferreiro, el que por 10 años o más se despertaba a las 4 AM para iniciar La Mañana de Cada Día, el que hacía de DJ por las madrugadas, el que animaba fiestas y por las noches presentaba las noticias del 9, había decidido trabajar recién a sus 60 años.

    No voy a defender a Mario, no viene al caso y no es oportuno hacerlo. Pero, ¿es eso lo que piensa sobre el periodismo el Presidente de la República? ¿Es lo que piensa del periodismo el mismo presidente cuyo grupo empresarial compró en los últimos meses casi una decena de medios y por debajo maneja otros?

    Cartes no debería olvidar que si hablamos de participación activa, de ciudadanía y de interés por cuestiones de la realidad nacional, recién en el 2009 se inscribió en el Registro Cívico Permanente y votó en el 2010 por primera vez a sus 55 años de edad. La verdad, nada sorprende de HC.

    El episodio con el telepronter explica la gran falta de pienso y de sentido de ubicuidad que requiere la improvisación para un gobernante que ocupa el lugar que hoy le toca. Si para evitar el bochorno trasnochado que mantiene un inigualable promedio hay que guionarle el pensamiento por favor que sus asesores lo hagan con urgencia.

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