Datos preocupantes | Crecimiento y pobreza

En general, vemos como positivo que se va instalando el tema de la importancia central que tiene el crecimiento económico para el desarrollo y, particularmente en nuestro país, para el combate a la pobreza. Es un discurso muy actual y los buenos años económicos han contribuido para analizar en profundidad cómo podemos hacer para sostener todo esto.

Sin embargo, no debemos olvidar que el crecimiento económico es una condición necesaria, pero no suficiente para el desarrollo. Y esta última parte de la frase -«no suficiente»- parece carecer del mismo énfasis, puesto que no discutimos a fondo lo que implica realmente la ausencia de políticas públicas y privadas que nos permitan crecer y desarrollarnos verdaderamente.

En los últimos, días la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC), dependiente de la Secretaría Técnica de Planificación, publicó el informe de los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares correspondiente al año 2010.

En él, las cifras de pobreza, pobreza extrema y desigualdad que se presentan son indignantes e injustificables para un país que ha venido creciendo en los últimos 7 años a una interesante tasa superior al 5 % anual promedio, llegando a picos envidiables del 14,5 % como ocurrió precisamente en el año 2010.

La pobreza total se mantiene en un 34,7 % de la población, lo que en números totales representa a 2.197.000 personas de los cuales 1.230.000 están en la categoría aún peor de pobres extremos. Es decir, el 19,4 % de la población paraguaya. Ser pobre extremo significa no poder satisfacer las necesidades de alimentación diaria.

Es cierto que la pobreza se ha reducido en 9 puntos porcentuales en los últimos 6 años, pero se viene estancando dicha reducción: del 2008 al 2010 solo se redujo en 3 puntos. Y en el caso de la pobreza extrema, el estancamiento es bien notorio, solo se redujo en 4 puntos desde el 2006 e incluso se incrementó de vuelta en el año 2010.

Estos números son totales a nivel país, pero si los desagregamos un tanto, en el área rural la pobreza total llega a casi la mitad de la población rural (48,9 %), ¡unas 1.277.000 personas!, de las cuales casi 900.000 son pobres extremos.

En términos de desigualdad las cosas incluso han empeorado en el Paraguay, pues el coeficiente de Gini –que mide la desigualdad del ingreso– aumentó en un 5 % aproximadamente en el 2010, en lugar de disminuir paulatinamente. Esto ya nos pone definitivamente en los últimos lugares en América Latina en grados de desigualdad.

Podemos seguir compartiendo números, pero la reflexión decisiva es que con estas cifras sencillamente no se podrá sostener un proceso continuo de crecimiento y menos aún de desarrollo.

Todo está conectado. En cuestiones esenciales como la atracción contínua y creciente de inversiones depende mucho de la seguridad real y percibida; que a su vez depende bastante de los niveles de conflictividad social; que por su parte depende mucho de un mejor nivel de distribución de la riqueza, que también depende de mejores políticas públicas y privadas.

La pobreza y pobreza extrema es estructural en nuestro país. Y no bastará simplemente con sostener el crecimiento económico para que su «derrame» acabe con ella. Las estadísticas nos demuestran que un grupo demasiado grande de paraguayos y paraguayas simplemente no poseen las condiciones mínimas para aprovechar los buenos momentos o ciclos económicos.

La complejidad de la situación exige un alto nivel de compromiso, apertura y decisión para encarar este problema a nivel nacional, y es obviamente una tarea focal del Gobierno. Pero también requiere una gran dosis de creatividad y nuevas ideas en sectores claves como educación, salud, vivienda, infraestructura, entre otros, y en esto el sector privado tiene mucho que contribuir.

Por Yan Speranza

Director del Club de Ejecutivos del Paraguay

http://www.ultimahora.com/notas/468249-Crecimiento-y-pobreza

37 comentarios en “Datos preocupantes | Crecimiento y pobreza”

  1. El Gobierno es responsable de que Paraguay sea el país de mayor desigualdad social

    El Paraguay viene creciendo cíclicamente en los últimos 7 años, pero la pobreza casi no se ha reducido. En el anterior, el crecimiento económico llegó a un récord histórico del 15 % , pero la pobreza extrema no disminuyó. Esta contradicción se debe a una asimetría estructural, que coloca a nuestro país en Sudamérica como el de mayor desigualdad social. Uno de los principales responsables de esta degradante situación es el Gobierno, conformado por los tres Poderes del Estado. Por demagogia, incapacidad y deshonestidad. Los políticos, hasta ahora, no han entendido que el desarrollo tiene que estar por encima de las ambiciones personales y las coyunturas.

    La estructura social del Paraguay es la más injusta de la región. Tanto es así que nos hemos convertido en el país más desigual de Sudamérica. Una situación humillante para la mayoría de la población y que acusa de retrógrados e inhumanos a los gobernantes.

    Degrada, en realidad, a un 70 % a la pobreza sistémica, pues la clase media no solo ha venido sufriendo una precarización continua, sino también su ingreso apenas le sirve para hipotecar su futuro. Sobrevive endeudándose. Desagregado dicho porcentaje, la media baja sumaría un 30 %. Mientras, la clase pobre llega al 40 % y se estanca ahí a pesar del crecimiento económico. Lo triste es que abajo de la línea de pobreza subvive un 20 % en la indigencia absoluta.

    Los estudios sociológicos muestran que la estratificación tiende a la inmovilidad hacia arriba y a una movilidad hacia los estratos inferiores. En otras palabras, la concentración de la riqueza se mantiene rígida en pocas manos, en tanto que la desposesión aumenta.

    A raíz de esta estructura social tan asimétrica, el eslogan del “cambio” se convirtió en la idea-eje de las propagandas electorales. El actual Ejecutivo llegó al poder con esa promesa, pero lo único que ha podido demostrar es precisamente su incapacidad para producir una transformación estructural.

    La redistribución de los ingresos, socialmente generados, es la única fórmula que produce esa transformación estructural. Y eso no depende del goteo generoso de los que se apropian del crecimiento, sino de una política de Estado centrada en la generalización de los bienes materiales y culturales del país.

    Pero la franqueza obliga a no culpar solo a la ineptitud del Ejecutivo. Igualmente son responsables del empobrecimiento social del Paraguay los senadores y diputados del Poder Legislativo. En especial, los que impiden el mínimo avance por sus conductas reaccionarias, conservadoras y demagógicas. Tan retardatarios son, que frente a los conflictos sociales carecen de otras medidas que no sean las represivas.

    Y desde el siglo XIX, el Poder Judicial -que completa el Gobierno en el actual sistema- solo es un instrumento servil de los poderosos, ávido no de Justicia sino de dinero. Campea en él la deshonestidad.

    Este es el esquema del poder político subalterno a los poderes fácticos. Esta subalternalización y la práctica retardataria de sus miembros en el Gobierno son los responsables del Paraguay cautivo en la pobreza. Y de la incertidumbre de nuestro futuro. Pero ningún pueblo está definitivamente condenado a no rebelarse contra la injusticia.

    http://www.ultimahora.com/notas/468474-El-Gobierno-es-responsable-de-que-Paraguay-sea-el-pais-de-mayor-desigualdad-social

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  2. Los pobres son el sustento más preciado de los regímenes prebendarios

    El programa de política social que financia el Estado paraguayo y que se administra a través de la Secretaría de Acción Social con la burlesca denominación de Programa Tekoporã, fue inventado por astutos electoralistas en tiempos del régimen de Nicanor Duarte Frutos. Oficialmente, la idea expuesta era la de ayudar a familias pobres o indigentes pero la intención realmente abrigada por los políticos gobernantes era contar con fondos públicos líquidos para repartir a ahijados, amigos, correligionarios y a la clientela electoral, a través de los operadores, que, por supuesto, se quedaban con una buena tajada en concepto de “remuneración por trabajos electorales”.

    Según la retórica propagandística del populismo, organismos como la SAS y sus multimillonarios fondos supuestamente sirven para combatir la pobreza, para reducir el número de pobres y su incidencia en la promoción del desarrollo pero hasta ahora, la realidad en el Paraguay es otra muy distinta: no reducen la pobreza sino que la incrementan, y están sus propias cifras para demostrarlo.

    Estas “transferencias monetarias condicionadas”, o sea la limosna que se reparte dentro del Programa Tekoporã de la SAS, por cuenta y orden de Hugo Richer, su mandamás, pasaron de 36 cuotas mensuales a 72, lo que equivale a duplicar el tiempo de tres a seis años de “ayuda”.

    Durante seis años los beneficiarios recibirán la limosna. Como es lógico suponer, para qué van a buscar trabajo, y si lo tienen, para qué declararlo.

    La necesidad del incremento de tres a seis años no se entiende muy bien porque el que en tres años no halló qué hacer ni le crearon condiciones para que trabaje en su chacra, ni en seis ni en sesenta lo hará. Será eternamente menesteroso y candidato para la SAS.

    Pero hay un motivo oculto: en elecciones nacionales se vota cada cinco años, y si la fecha de las “transferencias monetarias condicionadas”, o sea las limosnas, vencieran cada tres años, tal vez en vísperas de los comicios, los políticos quedarían en gravísima situación, pues para hacer su campaña tendrían que sacar dinero de sus bolsillos.

    Con seis años se evitan este problema. Como cada seis años se renueva la clientela, los candidatos políticos del futuro tienen asegurado el buen funcionamiento y la vitalidad del miserable y humillante régimen prebendario de compra de conciencias.

    Además, lo grave de las cifras expuestas es que demuestran, con la mayor claridad y contundencia, que lejos de combatir la pobreza, lo que se está haciendo es aumentarla, incentivarla y hasta darle jerarquía. Cuando asumió Fernando Lugo había 14.000 familias indigentes, ahora hay 116.000 y se prevé para el año que viene 219.000.

    Se dijo muchas veces y se continuará repitiendo, porque es una verdad inocultable, que a la mayoría de los políticos paraguayos, cualquiera sea su bandera partidaria, no le conviene en absoluto eliminar la pobreza. Al contrario, los pobres se convirtieron en el sustento más preciado del populismo de cualquier régimen prebendario, sea de derecha o de izquierda.

    La fórmula es sencilla: cada mendigo que se crea es un nuevo voto fácil de comprar.

    http://www.diariovanguardia.com.py/index.php?option=com_content&view=article&id=19457:los-pobres-son-el-sustento-mas-preciado-de-los-regimenes-prebendarios&catid=98:editorial

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  3. APORTE FISCAL DEL SECTOR AGROPECUARIO
    (Los números que dan vergüenza)

    -Impuesto Inmobiliario…… 6,3 millones de dólares
    -Imagro …………………………. 7,5 millones de dólares
    -IVA………………………………… 45,1 millones de dólares

    TOTAL, alrededor de….. 60 millones de dólares anuales.

    Nota: Tipo de cambio 4.000 guaranies por dólar. El Imobiliario es
    estimado en 63 millones de dólares anuales por Peter Hansen, pero el
    90% es pagado por los inmuebles urbanos. Los datos del IVA fueron
    dados por el Ing. Gerónimo Bellasai. Y el Imagro se obtuvo de la web
    de Hacienda. El PIB Agropecuario del Paraguay es de 5.000 millones
    de dólares. El aporte fiscal del sector agropecuario equivale al 0,012
    del PIB Agricola.

    jorge villalba digalo

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  4. Inflación del año llegó a 5%

    La inflación paraguaya de enero a septiembre de este año llegó a 5%, según informó el lunes el Banco Central.
    En un comunicado, indicó que la variación del Indice de Precios al Consumidor (IPC) de septiembre fue de 0,2%, superior a la tasa de -0,4% registrada en el mismo mes de 2010.
    La inflación de 5%, por su parte, es superior al 2,9% anotada en los primeros nueve meses del año pasado; por otra parte, el costo de vida de los últimos doce meses fue de 9,4%, por encima del 8,8% registrada entre septiembre de 2009 y septiembre de 2010.
    En tanto, la cotización del dólar estadounidense en el mercado cambiario local mantuvo el lunes su tendencia a la alza desde que el 19 de septiembre pasado el gobierno suspendió unilateralmente las exportaciones de carne bovina a 67 mercados internacionales, debido a un brote de la enfermedad aftosa.
    El signo monetario norteamericano cotizaba el lunes a 4.040 y 4.220 guaraníes para los tipos comprador y vendedor, respectivamente.
    Desde febrero hasta el día en que se confirmó la presencia de aftosa, el dólar se desplomaba lentamente hasta 3.820 guaraníes para el tipo vendedor.

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  5. Recursos para la infancia

    ¿En qué se invierten los recursos que recibe la Secretaría de la Niñez por parte del Estado y de la cooperación internacional? Es evidente que en los niños de la calle no. Por lo menos cuando uno transita por las calles y avenidas de Asunción (y ahora también en cualquier ciudad del interior del país) no se nota ninguna disminución en la cantidad de menores que andan sucios y hambrientos mendigando monedas en los semáforos. Yo entiendo que este es un problema social que no puede ser resuelto de la noche a la mañana. La pobreza y los hábitos culturales no se modifican rápidamente, son necesarios muchos esfuerzos para conseguirlo. Sin embargo, deberían ser visibles ya a estas alturas algunos indicios de que “el cambio” llegó también para este sector tan desprotegido de nuestra sociedad. La cuestión se pone peor todavía cuando se observa la situación de los niños indígenas que vagan bajo los efectos de la droga en cualquier esquina de la ciudad.

    Ojalá el gobierno cumpla sus promesas y haga algo en favor de nuestros niños, porque de lo contrario de la situación social se pondrá cada vez más imprevisible y peligrosa.

    José María Cárdenas

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  6. Pobreza para repartir

    Muchas páginas de El capital de Karl Marx (¡cháque plagio!), son meras transcripciones de informes de funcionarios públicos ingleses.

    Esos funcionarios públicos dijeron que «se degeneraba la raza» a causa de las malas condiciones de trabajo en las fábricas inglesas.

    Por eso no se conseguían soldados para el ejército: los jóvenes de edad militar no tenían ni el peso, ni la estatura, ni el vigor necesarios.

    Bajo el reinado de Victoria de Inglaterra (1838-1901), en pleno capitalismo salvaje, se aprobaron leyes para mejorar las condiciones mínimas de trabajo.

    Fueron leyes humanitarias. En muchas hilanderías británicas del tiempo de Marx, los menores trabajaban encadenados a las máquinas y sometidos al látigo de los capataces. (Cambiando lo que se debe cambiar, era la situación de los yerbales del Paraguay).

    La revolución anunciada por Marx no se produjo porque los dirigentes europeos hicieron las concesiones necesarias.

    En Alemania, el primero en promover la instalación de un sistema social fue el canciller Otto von Bismarck (1815- 1898), menos bruto de lo que se cree, y no carente de ingenio. «Cuando uno sabe cómo se hacen las leyes, ya no puede vivir tranquilo», dijo el Canciller de Hierro.

    Después de la Segunda Guerra Mundial, se consolidó el llamado Estado de Bienestar en Estados Unidos, el Japón y los países más desarrollados de Europa.

    La bonanza alcanzó a varios países americanos, que conocieron un crecimiento de la economía y de la clase media.

    A partir de 1970, sin embargo, hubo un estancamiento de la economía mundial, que se pretendió superar con la aplicación de las teorías de Milton Friedman (1912-2006), líder del neoliberalismo.

    Para Friedman, todas las desgracias se debían a la aplicación de las políticas sociales; había que volver a los viejos tiempos del capitalismo decimonónico.

    Inglaterra dejó de ser la primera potencia (dijo Friedman en el programa 60 Minutos), a causa de las leyes sociales. (Sin embargo, Alemania tenía un sistema social más avanzado y también un crecimiento económico más elevado que Inglaterra para 1900).

    En los últimos treinta años, se aplicaron las ideas de Friedman; se fundió a las clases populares y no se levantó la economía.

    Europa se encuentra en una seria crisis. Estados Unidos también, porque los neoliberales que dominan el Congreso se comportan como parlamentarios paraguayos.

    ¿Dónde florece el capitalismo? En China, Indonesia, Vietnam y otras naciones asiáticas. Allí el Estado reprime las reivindicaciones populares, y existe una clase media con capacidad de consumo.

    Esa clase media no es la mayoritaria, pero cuenta con muchos millones de personas; los suficientes para que se pueda producir y vender sin tomarse en cuenta las consecuencias sociales.

    La explotación de los obreros ingleses denunciada por Marx se ve hoy en China comunista.

    El capitalismo surgido en Europa se mantiene en Asia. América se beneficia del crecimiento asiático, y el Paraguay conoce un crecimiento considerable, pero engañoso.

    El mundo no puede soportar tanta desigualdad, tanto derroche, ni tanto daño ecológico.

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  7. ¿Son culpables las gallinas de la presencia del zorro en el gallinero?
    por Gustavo de Gásperi (*)

    El ejecutivo del Banco Familiar Dr. César Barreto viene señalando en ediciones sucesivas de ABC Color que “un segmento importante del sistema financiero puede dejar de ser sujetos de crédito cuando se reduzca el plazo de mora” como consecuencia de la Resolución 15 del Directorio del Banco Central del Paraguay, del 24 de noviembre de 2010, que establece nuevos plazos para que los créditos entren en mora. “A partir de enero del año que viene esos clientes van a pasar a ser categoría dos y automáticamente van a quedar fuera del sistema crediticio y no van a poder acceder a créditos nuevos hasta que regularicen su situación, y su impacto en el corto plazo va a ser muy importante”.

    Para que el lector comprenda mejor la importancia de la observación del Dr. Barreto es conveniente aclarar que el Banco Central por su carta orgánica puede “dictar normas reglamentarias de su competencia” (art. 5º Ley 489/95) y debe “cumplir y hacer cumplir las disposiciones constitucionales, leyes relativas a sus funciones, y sus reglamentos”, pero sus reglamentos no pueden modificar las normas de rango superior, como las leyes y la Constitución, porque no puede alterar el orden de prelación de las leyes sin caer en la invalidez de lo que resuelva por vía reglamentaria (art. 137 CN).

    El Código Civil (art. 424), que es una norma superior a los reglamentos dictados por el Directorio del Banco Central, establece que “en las obligaciones a plazo la mora se produce por el solo vencimiento de aquél“, pero en el párrafo subsiguiente admite que el deudor puede “eximirse de las responsabilidades derivadas de la mora si prueba que no le es imputable”.

    Ello significa que cuando el deudor no es culpable de los atrasos en que incurra, puede liberarse de los efectos de la mora, como lo sería la pérdida del derecho a ser sujeto de crédito en los bancos.

    Pero el Banco Central, a cuyo frente está el Dr. Benigno López Benítez, quien en lo que hace al campo jurídico virtualmente dirige por sobre las atribuciones de sus asesores jurídicos, pretendería utilizar la hegemonía de la institución sobre las entidades prestamistas para condenar a los deudores a la pérdida del derecho a ser sujetos de crédito en los bancos, y a condenar a los bancos a adoptar las previsiones que comportan una carga financiera que afecta sus resultados.

    Los eventuales deudores afectados serán en su mayoría personas de recursos limitados que sustentan su economía familiar en las tarjetas de crédito con las que equilibran sus presupuestos familiares. Ellos son a priori los culpables de la mora, pese a que la ley les otorga el derecho a probar que no lo son. Son como gallinas culpadas por la presencia del zorro en sus magras economías.

    Es necesario restringir la discrecionalidad de las resoluciones del Banco Central, máxime cuando, como lo hemos demostrado muchas veces, se maneja en violación del art. 285 de la Constitución Nacional, que le confiere el carácter de mero partícipe “con los demás organismos técnicos del Estado” en la formulación de las políticas y, por ende, en la formulación de sus resoluciones que revisten un carácter general en su aplicación.

    El Congreso Nacional tiene una gran responsabilidad (art. 202 CN, inc. 1º) en la vigilancia del cumplimiento de sus leyes, de tal forma que amplios sectores de la ciudadanía no se vean de pronto perjudicados por normas reglamentarias abusivas.

    3 de Octubre de 2011

    http://www.abc.com.py/nota/son-culpables-las-gallinas-de-la-presencia-del-zorro-en-el-gallinero-3685/

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  8. Crecimiento económico no disminuyó la miseria.

    El economista Dr. Ricardo Rodríguez Silvero, en su espacio de análisis en el programa Café Para Dos expresó que “efectivamente el año 2010 fue un año de un exitazo económico, batimos todos los récords a favor con un crecimiento del 15 %, sin embargo la miseria no disminuye”.
    Según el último censo realizado por la Dirección General de Estadísticas Encuestas y Censos de octubre a diciembre donde se visitaron más de 5000 viviendas, el Paraguay tuvo un crecimiento del 15 %, sin embargo, el Rodríguez dijo que eso se concentra solamente en los estratos sociales que se encuentran por arriba de la pirámide social. “Los que ya están bien situados y mejoran su posición, individuos como empresas”.

    Sin embargo, los que viven en la pobreza extrema continúan igual y con pocas posibilidades de que puedan mejorar “lo que estamos constatando es que incluso en años de prosperidad la miseria no disminuye”, agregó.

    Rodríguez expresó que tanto el gobierno como el sector privado son responsables del crecimiento económico de un país, pero a la vez, consideró en las instituciones empresas privadas hay muy poca responsabilidad social, salvo, honrosas excepciones.

    Además dijo que el país hubiese tenido un crecimiento mucho más bueno si no existen correas de transmisión que hagan participe a la población de escasos recursos. “Estamos constatando de que no sabemos o no queremos que los estratos que viven en miseria participen también del progreso económico y social y eso es realmente intolerable, no solamente por ética cristiana si no por razones prácticas”, destacó.

    Por otra parte, Silvero acotó que según los datos referido censo más de 1 millón de personas se encuentran en situación de pobreza, de las cuales en el campo se registra el mayor índice. “Cuando la pobreza extrema se concentra en el campo entonces ellos emigran a las ciudades porque creen que en las ciudades van a estar mejor realmente es una ilusión porque de los suburbios vienen a estar todavía peor que en el campo”.

    Sostuvo que la presión tributaria en este país es muy baja y a pesar de eso la evasión es altísima, lo que significa que el sector privado no está cumpliendo ni siquiera con sus responsabilidades tributarias, y agregó “el empresariado moderno no debería solamente pagar impuestos si no hacerse cargo también del desempleo en su entorno”.

    Silvero, concluyó, “en la mayoría de los casos el sector privado no paga los impuestos que debe pagar y tampoco desarrollan solidaridad social y esa combinación doble es fulminante para el aumento de la miseria”.

    Fuente: Agencia Jakueke

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  9. Un país por construir: desafíos y potencialidades

    Por Héctor Farina Ojeda (*)

    El auge económico del año pasado, en el que se tuvo un crecimiento record de 15,3%, parece no tener coincidencia con los datos que provienen del sector de la construcción. Ante un súbito aumento en la generación de riqueza, podríamos suponer que ello detonaría la inversión en obras, con un consecuente salto favorable en la industria de la construcción. Con un país por construir, en el que hay enormes potencialidades y mucha necesidad de obras y generación de empleo, la línea lógica de crecimiento debería apuntar hacia un fuerte desarrollo de todas las construcciones que se necesitan.

    Sin embargo, los problemas recurrentes y paradójicos de la falta de cemento –en el país que cuenta con la mayor cuenca cementera de la región-, la escasez de varillas, la falta de materia prima y la desaceleración de ciertos sectores de la industria, nos muestran el otro lado de la moneda, en el que se notan la falta de visión de la construcción de un país y la incapacidad de una planificación del rumbo económico que nos permita lograr desarrollo y sostenibilidad. Mientras tenemos todo por construir, nuestro proceso de construcción se da a los tumbos, con golpes de coyuntura, con inversiones aisladas y con mucho dinero perdido en parches que no solucionan problemas de fondo.

    La mediterraneidad del Paraguay, que representa un sobrecosto del 43% para las exportaciones, debería obligarnos a construir en forma urgente carreteras, puentes, caminos y todo tipo de infraestructura vial para mejorar las comunicaciones y elevar la competitividad del país. No solo estamos ante la necesidad de construir para incentivar la generación de empleos, sino para la proyección de una economía competitiva, que tenga las condiciones que hoy requiere un mundo globalizado. Pero, a pesar de las necesidades y potencialidades, seguimos padeciendo la carencia de cemento y los constantes frenos a la industria de la construcción, que se grafican con la caída de casi 10% que sufrió el sector en el segundo trimestre de este año.

    El Paraguay sufre por la carencia de rutas en buen estado, por la inestabilidad de su economía y por la incapacidad de generar empleos que ayuden a contrarrestar los elevados niveles de pobreza. Y, curiosamente, cuenta con los recursos para combatir estos malestares, pero faltan ideas, planificación y capacidad de gestión.

    En un país en donde tenemos todo por construir deberíamos empezar por aplicar la inteligencia y la autogestión para la explotación de recursos y para cubrir las demandas. Bastaría con planificar un sistema de carreteras para comunicar a las comunidades nacionales con las principales rutas para el comercio en la región, para detonar la demanda en el sector de la construcción e incentivar su desarrollo. Se pueden encontrar muchos mecanismos de financiación, desde el sistema de concesiones hasta la decisión política de hacer de la construcción de obras una inversión estratégica para el desarrollo, la mejor comunicación, la creación de empleos y el mantenimiento de un dinamismo económico propio que nos proteja de eventuales recesiones.

    Tenemos que dejar de depender de préstamos internacionales y de proyectos esporádicos, para hacerlo todo en forma planificada y con visión de largo alcance. Las ciudades y los pueblos que requieren comunicación, deberían promover sistemas de autogestión y autofinanciamiento para construir obras de infraestructura. Un buen convenio entre una ciudad y la industria cementera nacional, para pavimentar las calles con cemento, podría servir para obligar a la INC a que modernice sus obsoletas fábricas, que mejore su competitividad y que se convierta en una empresa eficiente. Si pavimentamos las calles con cemento nacional lograremos varias cosas: generar demanda para la INC, crear empleos, facilitar las comunicaciones y, sobre todo, hacer que los recursos propios se conviertan en generadores de riqueza, la misma riqueza que puede invertirse en el interior del país, para potenciar lo que tenemos.

    En un país por construir no podemos estar a merced de la negligencia, la corrupción en empresas estatales o la ineficiencia para planificar. Dejemos de depender del asfalto que no tenemos, para potenciar el cemento que nos sobra. Con buenos proyectos y con una utilización estratégica de nuestros recursos, podemos lograr una década de obras, de crecimiento económico y de mejoramiento de la capacidad de competir. No necesitamos de nadie más que de nosotros mismos.

    (*) Periodista y profesor universitario

    Desde Guadalajara, Jalisco, México

    http://enfoqueparaguay.blogspot.com/

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  10. Aprovechándose de nuestra gente

    Por pa’i Oliva – http://www.paioliva.blogspot.com

    El martes me llamaron a uno de los barrios más alejados del Bañado Sur. Me esperaban 30 adultos con un tema candente. En esa cuadra y en la siguiente habían perdido 60 millones jugando en la estafa conocida como «esquema Ponzi».

    A primera vista algo inaudito. Personas en la pobreza, perdiendo esa cantidad.

    A una señora le había hablado alguien. Ella prestó un millón y a los días ganaba varios. Aquello fue una bomba que explotó. Por supuesto, nadie sabía ciertamente de qué se trataba. Solo que invertía un millón y a los pocos días se lo iban a devolver aumentado.

    La hartura de ser pobre pudo más que la prudencia. Un hombre vendió su vaca, otro su carro o su caballo. Los que no tenían nada, acudieron al usurero. Este cobraba el 50 % de rédito. Parecía que por fin iban a poder tener para mejorar su casa o comer mejor.

    Pero aquella burbuja se rompió de pronto. Dos señoras recibieron algo. El resto de la plata se volatilizó. Y quedaron sin nada y debiendo al usurero.

    ¿Culpa de estas personas? Por supuesto, pero pongámonos en sus vidas y sin sospechar que todo era una estafa.

    Fue difícil hablarles, pero les dije la verdad. Pecaron de ingenuos. Pero un grupito, que anda suelto, son canallas estafadores. Y deseé que no les engañaran más en estos juegos ni… en las elecciones con la compra de votos. Y parece que me entendieron.

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  11. Bonanza económica e ingresos

    Un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) viene a corroborar que el enorme crecimiento que experimentó la economía paraguaya en el 2010 no se tradujo en un aumento en el ingreso anual per cápita. En efecto, Paraguay ocupa el penúltimo lugar en el continente en este ranking, solo por delante de Bolivia. El ingreso por persona en nuestro país es de US$ 5.208, mientras que en el otro extremo se ubica Argentina, con más de tres veces más, US$ 15.901. Chile se encuentra en segundo lugar con US$ 15.040 seguido por Brasil con US$ 11.273.

    El año pasado, Paraguay se ubicó en el tercer lugar a nivel mundial en crecimiento económico, con 15,3%. Se trata de un verdadero récord histórico, que supera incluso a las tasas correspondientes a los años de expansión debido a la construcción de la Itaipú Binacional. Sin embargo, tal como ya se había informado desde el gobierno con los resultados de la encuesta permanente de hogares, los datos del FMI prueban que se mantienen los mismos niveles de desigualdad social. Este es un hecho que debe llamar la atención no solo de las autoridades, sino también del sector privado. La bonanza económica que vivimos hasta el año pasado se concentró en áreas que no se caracterizan por la generación de empleos, al menos no en las proporciones que reclama nuestra sociedad. El desafío para las empresas y el gobierno era explotar la coyuntura favorable y la estabilidad macroeconómica para estimular nuevas inversiones y, de forma muy particular, para la creación exponencial de puestos de trabajo.

    Sin un fuerte impulso al empleo no se avanzará gran cosa en la solución de los problemas sociales y el atraso, por más importante que sea el crecimiento económico. Las políticas de combate a la pobreza y a la inequidad no pueden basarse en programas de asistencia social o en subsidios, sino que deben orientarse a conseguir la radicación de nuevos capitales que generen una fuerte y sostenida demanda de mano de obra. Esa es la única manera de que el tan alabado crecimiento “llegue al bolsillo de la gente”, para usar palabras sencillas.

    Ahora bien, a juzgar por el informe del FMI el ciclo de expansión de la economía parece haber entrado en una fase de enfriamiento. Saltan a la vista varios síntomas que apuntan a una marcada desaceleración de la economía. El mismo Ministerio de Hacienda redujo las expectativas de crecimiento para este año de 5,5% a 4%. Entre tanto, los precios de los commodities en el mercado internacional tienden a bajar, si bien en forma muy reducida. También en el sector de la construcción se nota un brusco descenso, lo mismo que en la industria cárnica, en este caso derivado de la aparición de un brote de fiebre aftosa. En definitiva, estos elementos configuran un escenario económico distinto para nuestro país en el año 2012, a las puertas de una crucial puja político electoral que podría ser un elemento más de complicación.

    Las autoridades -la clase política en su conjunto en realidad- y el sector privado deben diseñar estrategias que atenúen el impacto de un eventual enfriamiento de nuestra economía y nuevos planes que promuevan y defiendan las inversiones.

    http://www.lanacion.com.py/articulo/42097-bonanza-economica-e-ingresos.html

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  12. La turbulencia que puede convertirse en huracán

    «Nunca estuvimos en aguas calmas. Pero, por más de cuatro años ya, hemos experimentado aguas turbulentas, tormentas, huracanes inesperados». Esta es la manera en que Jean Claude Trichet resumió sus ocho años al frente del Banco Central Europeo (BCE), en su última conferencia de prensa, en Berlín, la semana pasada.

    La metáfora de la crisis utilizada por el funcionario da una imagen de la situación de riesgo que vienen viviendo Europa y el mundo en los últimos tiempos.

    La cosa comienza cuando en los años de la plata dulce, antes del 2007, la gran cantidad de dinero prestada a países como Grecia o Portugal, se tradujo en incrementos de precios de inmuebles, bienes y servicios, bonos de esos gobiernos y salarios. El problema es que países como estos no tienen niveles suficientes de productividad, como para que sus empresas puedan aguantar estos niveles de costos, que son superiores a los de otros países (China, por ejemplo), con niveles de precios y salarios menores.

    Ante una situación como esta, un país aislado devaluaría su moneda, haciendo que la facturación relativa de sus empresas mejore. Esto es imposible para países como Grecia o Portugal, ya que su moneda se maneja desde el BCE en Frankfurt y no en Atenas o Lisboa. La salida que plantean la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) es una reducción dramática del déficit fiscal para poder hacer frente a su deuda pública. El plan es levantar tasas de impuestos, despedir funcionarios públicos, bajar salarios. Poco creíble.

    El plan se empezó a probar el año pasado, reestructurando la deuda griega y fracasó. Hoy, Europa parece haber asumido que a Grecia habrá que condonarle una parte de la deuda porque no van a poder pagar. Para eso habían desarrollado su Fondo de Estabilización Europeo (EFSF, por sus siglas en inglés) y le habían dotado de unos 440 mil millones de euros, aportados fundamentalmente por Francia y Alemania, y suficiente para rescatar a los socios menores de la UE.

    El problema es que socios más grandes, como España e Italia, también necesitarían apoyo financiero, pero para estos países ya no alcanza la plata. Ahora se empieza a hablar de entre 0,8 y 2 billones de euros.

    Una alternativa de solución no financiera sería profundizar la intervención europea para superar lo monetario e ingresar a lo fiscal. Esto implica que por lo menos una parte del presupuesto de gastos de los países europeos lo maneje la UE. Significa una pérdida de soberanía a la que alemanes y franceses no están dispuestos, por lo menos en el corto plazo. Pero tampoco están dispuestos a seguir poniendo dinero para rescatar a países que consideran irresponsables. La alternativa que se plantea es utilizar el dinero del EFSF como capital para un fondo mayor, donde colaboren otros países de fuera de Europa, pero que tienen muchos huevos en esta canasta por ser tenedores de euros. El nuevo fondo compraría bonos de países en riesgo y deuda de bancos.

    Entre tanto, el capital no cree mucho en estas soluciones y empieza a buscar otros destinos. Llamativamente, el principal destino de ese capital ha sido inversiones en dólares. Es que, obviamente, a pesar de los problemas de EE. UU., el capital sigue creyendo que los papeles financieros de Estados Unidos son más seguros que los de otra parte del mundo. El resultado ha sido una reducción de la liquidez en dólares que apreció el dólar contra casi todas las monedas del mundo. El guaraní no ha sido ni será la excepción.

    Las materias primas también se han visto afectadas, ya que se negocian en dólares y además una crisis europea impacta en la demanda de estos productos. Como consecuencia, ya hemos visto ajustes en los precios de nuestros productos agrícolas.

    Queda claro que en la medida que la turbulencia europea continúe, y mucho más si se transforma en huracán, los impactos serán sensibles en esta parte del mundo.

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  13. Los responsables de la pobreza

    por Rolando Niella

    A riesgo de resultar reiterativo para mis lectores asiduos, quiero continuar con el tema de la fragilidad de la economía basada en la exportación de materias primas agropecuarias y, también, retomar algo que mencioné al paso en varias de mis columnas, pero que creo que merece una atención más detallada.

    A modo de anécdota, mencioné que presenté, primero a Stroessner y, muchos años después, a Andrés Rodríguez, un amplio estudio –prácticamente un librito – sobre el incremento del desempleo y su relación con una economía de producción de materias primas y sobre la necesidad de impulsar la industrialización.

    Aunque con diferentes palabras y tonos, el contenido de las dos respuestas fue prácticamente el mismo, resumiéndolo: “Acá lo que interesa es la agricultura y la ganadería, este país ni quiere industrializarse ni está capacitado para la industria”.

    Que dos presidentes de la República –y a la vista de lo que ha seguido ocurriendo, todos los que los sucedieron– no hayan tenido el más mínimo interés en entender y afrontar los problemas sociales del país, que los mandatarios casi dos siglos después de la Revolución Industrial no hayan tenido la más mínima noción de la importancia económica y social de industrializar, es simple, lisa y llanamente un escándalo.

    Permítanme sumar, para completar el panorama, otra experiencia de vida: ocurrió cuando hacía gestiones para la exportación de mis productos ante el Banco Central y su presidente de la época, César Romeo Acosta, me abordó en privado y con paternalista tono de complicidad me dijo: “A mí no me bolee, m’hijo, usted no puede producir manufacturas para exportar. Naumbréna. Explíqueme nomás cómo funciona la triangulación”.

    Que un presidente del Banco Central –y, al menos en teoría por su profesión, versado en economía– no creyera que era posible fabricar en el país en la cantidad y con la calidad suficiente para exportar y solamente se le ocurriera, para explicarlo, alguna forma ingeniosa de delito, entra ya dentro del territorio de lo ridículo.

    Aquellas experiencias personales son, en mi opinión, mucho más que hechos anecdóticos, constituyen un botón de muestra de la causa del crecimiento de la pobreza y la marginación en nuestro país. Tanto más cuando, a la vista de lo que está ocurriendo en la actualidad, la conclusión de que íbamos a tener las ciudades llenas de campesinos sin tierra y sin trabajo, que planteaba aquel estudio, resultó profética.

    Por una parte, la economía ha crecido en proporción aritmética, pero los problemas sociales en progresión geométrica. Por otra parte, la enfermedad de unas pocas vacas ha puesto en crisis prácticamente todo el sistema económico del país. Esos son los dos problemas clave: la tierra, aun cuando la hay en abundancia, genera desajustes sociales, porque no crea suficientes puestos de trabajo, y la dependencia de unos pocos rubros agropecuarios exportables hace a la economía del país de una fragilidad extrema, sometida a toda clase de contratiempos y propensa a las crisis agudas.

    Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía, en su más reciente visita a la Argentina, lo resumió inmejorablemente, cuando afirmó que ninguna economía agropecuaria, por poderosa, productiva y rentable que sea, puede generar desarrollo y esa afirmación la avalarían hoy por hoy la totalidad de los economistas serios.

    La falacia de que “si el campo va bien, el país va bien” solamente se sostiene por el hecho paradójico de que la producción de alimentos, que es lo más necesario para la vida humana, sea en realidad un negocio frágil y poco conveniente para los países.

    Esta mentalidad, defendida por las ideologías conservadoras, tanto de izquierdas como de derechas, y sostenida en la práctica por todos gobiernos a lo largo de décadas, es la que ha convertido al Paraguay en un país rico cada vez más lleno de gente pobre y la que nos está llevando cada vez más cerca de una crisis social sin solución.

    No hay que buscar la causa principal de nuestros males en lejanos imperios ni en cercanos vecinos nada amistosos. Han sido y siguen siendo, por lo tanto, nuestros gobernantes y la clase política que los respalda, los responsables de la pobreza, del desempleo y del malestar social generalizado.

    9 de Octubre de 2011

    http://www.abc.com.py/nota/los-responsables-de-la-pobreza/

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  14. Banco Central en auxilio a la producción

    El Banco Central del Paraguay ha tomado una serie de medidas que permitirán al sector pecuario hacer frente con menor grado de angustia los efectos derivados del foco de aftosa y la consecuente paralización de las exportaciones de carne.

    Ya en septiembre, el BCP había decidido librar fondos del encaje legal para inyectar liquidez al sistema y permitir a bancos y financieras disponer de hasta 100 millones de dólares para atender pedidos de reestructuración o refinanciación de deudas.

    Una segunda resolución eliminó la obligación de depositar al menos el 10% de lo adeudado para iniciar un plan de salvataje financiero. De esta manera, los productores, frigoríficos y también transportistas de ganado pueden mantener su categoría de clientes y no sólo tramitar una refinanciación de deudas contraídas sino hasta acceder a nuevos créditos.

    Este balón de oxígeno está dirigido a transmitir calma al mercado local y permite a todos los eslabones de la cadena de valor de la carne esperar con mejores perspectivas la normalización de la faena e industrialización con miras a la exportación.

    El gran negocio de la carne vacuna no se ha evaporado para el Paraguay. Apenas se ha detenido momentáneamente. El evento aftósico es solo una pausa que tendrá su fin debido a que la carne paraguaya es reconocida mundialmente por su calidad y su competitividad.

    La oferta, además, no es muy elástica ya que la producción mundial de carne creció, entre 1999 y 2010, un modestísimo 0,7%. Por lo demás, las emergencias sanitarias son comunes en todo el mundo. En 2007, un foco de aftosa declarado en el sudeste de Inglaterra obligó a la Unión Europea a establecer una franja de 200 kilómetros de seguridad, impidiendo la exportación de carne de dicha región.

    El resto de los productores ingleses pudieron seguir sus operaciones. Es dable esperar que el mundo reaccione de la misma manera en el caso paraguayo, pues el país ha seguido al pie de la letra todos los protocolos sanitarios recomendados por la OIE.

    En estas emergencias, el tiempo es el que marca la cancha. Habrá que esperar un mínimo de tres meses o un máximo de un año para que la mayoría de los mercados vuelvan a hacer pedidos al Paraguay. Mientras tanto, medidas como las adoptadas por el BCP permiten a todos los actores de esta actividad altamente productiva aguardar con calma los plazos y no descapitalizarse en el proceso.
    Fuente: 5días

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  15. Ley de Mipymes

    Finalmente y tras mucho andar, el Congreso acaba de sancionar la ley de micro, pequeñas y medianas empresas, abreviadamente conocida por sus siglas “mipymes”, trámite con el que la norma sancionada pasa a la consideración del Poder Ejecutivo para su promulgación o veto.

    Esta norma está concebida para una razonable flexibilización de las rígidas condiciones generales de prestación de servicios personales en relación de dependencia, en la forma como están establecidas actualmente en el Código Laboral, a fin de hacerlas más posible de enfrentar por las empresas de pequeño y mediano porte.

    La cuestión fundamental que encaran soluciones como las de esta ley es sencilla de comprender: es de urgente necesidad para nuestro país –y así lo certifican unánimemente todos los análisis socioeconómicos, los programas de gobierno y los discursos electoralistas– la creación de empleos remunerados seguros, ya que cada año que transcurre cientos de miles de jóvenes ingresan a la edad de trabajar y carecen de oportunidades, lo cual produce una masa de desocupados que se incrementa cada año y crea toda clase de anomalías sociales y riesgos vinculados a la criminalidad y la marginalidad social.

    Pero para crear empleos hay que fomentar la inversión privada y la formación de empresas, en particular las de pequeño y mediano porte, que hoy encuentran problemas para sostenerse con las rígidas normas laborales establecidas para las grandes unidades productivas. Un empresario que requiere cuatro o cinco personas para producir no puede hoy día soportar las cargas y prestaciones establecidas en la legislación laboral vigente, pensadas para unidades que operan con decenas o centenas de operarios. Y es debido a esta cruda realidad que muchos pequeños y medianos empresarios, que podrían estar generando actividades económicas rentables y dando empleo a mucha gente, no se atreven a invertir para no correr los riesgos a que el inflexible Código Laboral que poseemos les somete.

    Algunas de las ventajas positivas que este nuevo régimen laboral daría a la actividad económica de menor envergadura que comentamos podrían resumirse en las siguientes: no les exige a las micro, pequeñas y medianas empresas el pago a sus operarios del sueldo mínimo oficial; segundo: los contratos laborales son susceptibles de reconsideración anualmente, con lo que se impide la aparición de empleados parásitos que especulan con la antigüedad para no trabajar y que no pueden ser despedidos debido a las cantidades de dinero que el pequeño empresario tendría que abonarles, arriesgando incluso el cierre; tercero: el aporte por seguridad social es menos gravoso que el que se paga actualmente en las empresas regulares, lo que favorece especialmente a los jóvenes, quienes utilizan muy ocasionalmente los servicios de la salud pública y pueden aprovechar esa diferencia compensando con mejoras salariales.

    Estas condiciones fomentarán el interés de los pequeños y medianos empresarios para invertir sus recursos en empresas formales. Y a las que ya existen trabajando informalmente les otorgará una buena oportunidad para blanquearse y operar legalmente, de lo que no solamente la sociedad saldrá beneficiada, sino el propio Estado, que verá incrementarse sus ingresos tributarios en la misma proporción del éxito de esta reforma.

    Actualmente, hay miles de pequeñas empresas que no tributan, que no se atreven a contratar más personal o que se manejan “en negro” debido a las altas exigencias en salarios y otras condiciones del Código Laboral existente. Muchas de ellas optarán por regularizarse a la vista de las posibilidades tan convenientes que les proporciona la nueva ley.

    A este tipo de medidas políticas se las denomina “de flexibilización laboral”, que ya están ensayadas en casi todo el mundo y demostraron producir resultados muy significativos para lograr las metas de creación de empleo fijo, un incremento productivo y la formalización de la actividad económica marginal.

    En nuestro medio tenemos a la vista el problema de tantos niños y jóvenes que, pudiendo ejercer una actividad productiva por un sueldo mensual al mismo tiempo de continuar estudiando, se ven impedidos de hacerlo por causa de la rigidez de las normas laborales. Nadie los quiere contratar. Muchos de los que están pidiendo moneditas en los semáforos, o limpiando vidrios, o vendiendo aceite de contrabando, podrían muy bien estar empleados en condiciones formales, ganándose la vida dignamente, con solo aflojar ciertas rigideces que, en su momento, fueron pensadas y establecidas para obreros y empleados adultos.

    Por supuesto que los sindicalistas están en contra de este proyecto; no les interesa permitirles a los jóvenes que ingresen al mundo del trabajo, aspirando a lograr su primer empleo fijo remunerado o a estabilizarse en alguno. Ellos ya están adentro, veteranos en todas las argucias, protegidos bajo el paraguas de los privilegios que las normas populistas les concedieron; de modo que, desde sus atalayas, no ven ni les interesa ver de abrir las puertas del trabajo a las nuevas generaciones, porque inclusive estas, mejor preparadas, son precisamente las destinadas, llegado su momento, a competirles y destronarles.

    Si el presidente Lugo está interiorizado debidamente de la noble finalidad de esta ley sancionada y hace buen uso de su sensatez y sentido común, deberá promulgarla. Debe hacerlo pensando en los miles de jóvenes que se beneficiarán con ella accediendo a un trabajo digno y legal, y posibilitándoles nacer a la vida económica formal, de poder activar en el mercado sin estar “en negro”.

    Se trata, como puede verse, de la oportunidad de dar un salto adelante en los proyectos de modernización de nuestro desarrollo socioeconómico, que de ningún modo debería desperdiciarse con vacilaciones o nuevas dilaciones.

    14 de Octubre de 2011

    http://www.abc.com.py/nota/ley-de-mipymes-9265/

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  16. Karai Octubre

    Guido Rodríguez Alcalá

    Octubre me parece el mejor mes, por ser el de mi cumpleaños. También se lo considera el mes de la carestía, pero ¿falta plata o se quiere más plata? El noventa por ciento de las huelgas del país se hacen en octubre, siguiendo el ejemplo del Poder Judicial, que no se aplica a sí mismo la ley por iniciar una huelga ilegal.

    En los días que vienen, con probabilidad, habrá huelga de parlamentarios o huelga de aeropuertos. Huelga de parlamentarios es una forma de hablar, porque viven holgando; quise decir dilación, más dilación, en la ley de concesión de aeropuertos. Si hay dilación, nadie se va a molestar; si se hace algo, pueden molestarse en la Dinac.

    Debe recordarse que, hace un año el Ejecutivo entregó al Congreso el proyecto de ley, pidiendo una rápida resolución. Se trataba de una cuestión urgente, por estar en malas condiciones los tres aeropuertos principales del país: Pettirossi, Guaraní y Estigarribia. El Gobierno no tenía (ni tiene) el dinero para modernizarlos y, como solución, propuso ceder el manejo de los aeropuertos a empresas capaces de invertir lo necesario para ponerlos en condiciones. Era y sigue siendo una solución razonable, y apoyada en el ejemplo de países vecinos. Con recursos muy superiores a los nuestros, Brasil puso el manejo de sus aeropuertos en manos de empresas privadas.

    Por ineficiencia, o por cálculo político, el Congreso ha dado largas al proyecto del Ejecutivo. Es que el proyecto despertó la fuerte resistencia de ciertos sindicalistas, habituados a manejar el aeropuerto Pettirossi a su manera, y dispuestos a conservar sus privilegios. Uno de los privilegios era el contrabando, que hace ganar millones a ciertos individuos y perder millones al país.

    Otro privilegio era la repartija de cargos con criterio político. También existía el temor al cambio, y de ahí el pretexto nacionalista: ¡no se puede entregar a los extranjeros el manejo de los aeropuertos!

    Sorprende el rechazo a los extranjeros en un país de inmigrantes. Además, el realismo exige buscar los recursos necesarios donde esos recursos existen, y no en la imaginación de uno mismo. Pero la incapacidad de decidirse, o la decisión de no perder clientela política ha dejado el proyecto de ley congelado en el Congreso. Por supuesto, ha perdido el país.

    Para “destrabar” (otro término de moda), se quiere dejar el aeropuerto Pettirossi en manos de los sindicalistas. ¿Cómo? Entregándoles el dinero que recauda el aeropuerto, unos 60 millones de dólares, que no se entregarán al Ministerio de Hacienda. Con ese dinero, supuestamente, los sindicalistas van a dejar el Pettirossi en condiciones. Pero se necesitan 100 y no 60 millones, ¿dónde conseguirán los 40 faltantes?

    ¿Y quién nos garantiza que los 60 palos se van a invertir debidamente? Los de la Dinac no han sido buenos administradores de sumas menores, y no es prudente tentarlos dándoles tanta plata.

    Para ayudarlos a ser auténticos sindicalistas, no debemos convertir a los de la Dinac en capitalistas, y para colmo con dinero público. Ese karai octubre será falta si impone la costumbre de entregar a los empleados públicos el dinero de las reparticiones públicas.

    http://www.ultimahora.com/notas/472531-Karai-Octubre

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  17. Malos hábitos nos sumen en el atraso
    Mucho se ha debatido en distintos ámbitos acerca de si los paraguayos somos o no apegados a la cultura del trabajo. Algunos antropólogos sostienen que factores tales como el exceso de calor o bien ciertos atavismos heredados de la cultura que nos dio origen explicarían una suerte de desapego hacia la actividad laboral o un bajo desempeño en el ejercicio de la misma.

    En nuestro país podemos observar y analizar, por ejemplo, entre otros, el curioso caso de los obreros de la construcción. Estos suelen llegar a su lugar de trabajo en horas muy tempranas de la mañana, en muchos casos antes incluso de las 6:00. Como deben insumir una cantidad de tiempo para trasladarse a la capital, ya que provienen de zonas relativamente distantes de ella, muchos de ellos se presentan a la obra sin haber tomado el desayuno en sus respectivos hogares.

    De esta manera, a las dos o tres horas de haberse iniciado la tarea ya realizan su primer descanso para consumir la primera refacción del día, actividad en la que se invierten 30 minutos. El segundo paréntesis, como es lógico, se produce en horas del mediodía, cuando todos se aprestan a almorzar, entre las 12:00 y las 13:00.

    Dos horas después, a las 15:00, se registra la tercera pausa, una media hora, momento que suele ser dedicado a participar en rondas de tereré, descanso momentáneo y conversaciones de todo tipo. Por último, todo acaba a las 17:00, cuando cada obrero pone término a sus actividades y comienza el camino de retorno a sus hogares. El rito descrito es prácticamente sagrado en el Paraguay, y todo aquel que ose cuestionarlo será inmediatamente tildado de explotador.

    Lo llamativo del caso es que estos mismos compatriotas, cuando por diversas circunstancias del destino optan o se ven forzados a emigrar a Buenos Aires, Nueva York o alguna ciudad española, abandonan sin mayor cuestionamiento las costumbres que aquí consideraban prácticamente improfanables y adoptan el ritmo de trabajo que exige la nueva cultura.

    En aquellos lugares del mundo ningún contratista tolera que alguien pueda parar las actividades laborales apenas dos horas después de iniciadas, para tomar el “desayuno”. Si el problema es que el obrero no pudo recibir esta refacción inicial del día porque vive lejos, lo lógico es que la jornada de trabajo comience más tarde, pero de ninguna manera que súbitamente se suspendan las tareas y, con ellas, el ritmo de la faena.

    En este sentido, sería muy aconsejable que el Paraguay supere el horario actualmente vigente, más propio de la apacible década de 1940, cuando no teníamos que competir con nadie, que de los vertiginosos momentos del presente, cuando el que no corre, vuela.

    Por lo demás, esta situación de rápida adaptabilidad al entorno se registra en muchos otros órdenes de la vida, porque es más que seguro que ninguno de esos compatriotas que tiran latitas de gaseosa o cerveza desde un colectivo o un auto último modelo, o vacían de yerba la guampa de su tereré con sus vehículos en marcha en medio del pavimento ante la vista y asombro de los transeúntes, abrigaría en su mente ni por un solo segundo la posibilidad de comportarse con el mismo nivel de vulgaridad en otro lugar del planeta.

    Todo lo cual nos lleva a concluir que en el Paraguay existen patrones culturales que son verdaderos atavismos y vicios que influyen mucho para mantenernos, lamentablemente, sumidos en el atraso y el subdesarrollo, pero que cuando las circunstancias nos condicionan, somos capaces de superarnos y ponernos a la altura del lugar y el momento en que nos encontramos.

    Es de esperar que los líderes sindicales y empresariales de nuestro país comiencen a reflexionar debidamente sobre esta realidad, que nos llevará, sin lugar a dudas, a desarrollar un oportuno sentido crítico acerca de nuestras pautas de conducta, y hacer el esfuerzo necesario por demostrar cada día un más decidido apego a la cultura del trabajo. Construir un país más justo y acorde con nuestras propias expectativas también depende de cada uno de nosotros, y no solamente de lo que desde arriba se haga para mejorar nuestra sociedad.

    16 de Octubre de 2011

    http://www.abc.com.py/nota/malos-habitos-nos-sumen-en-el-atraso-7664/

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  18. Caminos rurales

    El Gobierno anuncia la inversión de US$ 170 millones para el mejoramiento de caminos rurales y puentes en los distritos de Yguazú, en Alto Paraná, y Trinidad, localidad ubicada en el departamento de Itapúa. Los recursos, provenientes en un gran porcentaje de la cooperación extranjera y de organismos internacionales de crédito, serán canalizados por el Ministerio de Obras Públicas con intervención de las municipalidades involucradas. Se estima que las obras abarcarán cerca de 932 kilómetros de caminos internos en esta zona, así como alrededor de 200 metros de puentes de madera. Los trabajos tienen un plazo de ejecución de 24 meses e incluyen alcantarillas, mejora y ampliación de franjas. La noticia desde luego no podría ser más alentadora. La construcción, mantenimiento y mejoramiento de las redes viales es quizás una de las funciones más elementales, primarias, del Estado.

    Se podría decir incluso que proveer las condiciones estructurales para el desarrollo social y cultural de la población y para el crecimiento económico es una misión del Estado que no puede sino comenzar con la apertura de caminos y rutas. Las comunidades aisladas están condenadas al estancamiento, la pobreza y la decadencia. En nuestro país lamentablemente existe un déficit muy grave en este sentido. Extensas áreas del territorio paraguayo viven cerradas sobre sí mismas debido a la carencia de vías de comunicación apropiadas. Aunque en los últimos años se han registrado algunos avances queda todavía mucho por hacer. Prueba de ello es el proyecto referido que se enfoca en una de las zonas de mayor producción de nuestro país. Si lugares que generan riqueza debido a la pujanza de su actividad agrícola y agropecuaria habían sido descuidados hasta ahora qué sería de aquellas partes del país más atrasadas o que no tienen la posibilidad aún de desarrollar sus potencialidades.

    Se trata de un círculo vicioso que es necesario romper: los caminos no llegan a las comunidades o zonas más atrasadas, las que soportan el estancamiento a su vez porque no tienen vías de comunicación que estimulen y favorezcan el crecimiento. Caminos transitables en todo tiempo y que permitan acceder con facilidad y prontitud a los mercados son indispensables para la atracción de nuevas inversiones. Sin un adecuado desarrollo de la infraestructura es dudoso que el sector privado asuma los riesgos de nuevos emprendimientos.

    Por otra parte, las inversiones públicas pueden ser verdaderas palancas que sirvan para dinamizar la economía de las zonas beneficiadas. El proyecto en cuestión tiene en este sentido características que merecen ser destacadas. El plan prevé un trabajo coordinado con los gobiernos municipales de Yguazú y Trinidad. Involucrar a los municipios afectados en proyectos como éste es siempre una medida saludable que podría además contribuir a una mayor transparencia en el manejo de los recursos y el cumplimiento de los contratos. Asimismo, con muy buen criterio las obras que serán encaradas tendrán una fuerte participación de microempresarios, proveedores y trabajadores locales. Con ello se amplían y se magnifican los efectos positivos de la inversión pública en las comunidades beneficiadas.

    http://www.lanacion.com.py/articulo/43199-caminos-rurales.html

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  19. Lugo y sus ministros

    Se publicó en estos días este dato pavoroso, no desmentido por los organismos oficiales: 385.000 jóvenes sin estudio y sin trabajo. De estos dos males, el peor es el primero. Sin estudio, las posibilidades de conseguir trabajo se complican. Se podría aducir que sin trabajo tampoco es viable estudiar, lo cual es enteramente cierto en nuestro país. En otros, en los más desarrollados –por eso lo son– los jóvenes estudian para trabajar; se capacitan para tener más opciones laborales. Pero esos 385.000 compatriotas que suspiran por estudiar y trabajar –o trabajar y estudiar– tienen un futuro penoso con impacto nacional.

    Cualquiera sabe que sobre la educación se proyecta el porvenir de una nación. Cualquiera, menos el Gobierno; este y los anteriores. El Ministerio de Educación ha sido siempre la entidad del ensayo partidario. Cuando se quiere salir de apuros, cuando se debe satisfacer alguna exigencia política, cuando se tiene que desenredar algún lío presidencial, la primera víctima es la educación.

    Una antigua y repetida leyenda nos cuenta que el rey Midas convertía en oro todos los objetos que tocaba. Entre nosotros, se convierte en política todo lo que tocamos. Es más, hasta lo que miramos. Nada se hace, se dice ni se piensa sino en función de la política. Y de la peor. Esa que conduce a la corrupción, la rapiña, el arribismo, con olvido de los intereses nacionales.

    Con el gobierno de Fernando Lugo se reitera la desgracia de apartar –y siempre del modo más grosero– a quienes han demostrado servir al país con eficiencia. En vez de mantenerlos al servicio de su administración, al menor viento adverso a su proyecto político los despacha sin importarle ni la dignidad de la persona humana ni el resultado de las gestiones como funcionarios.

    Cuesta entender, además, que Lugo se juegue por quienes pronto le van a dar las espaldas. Para dar un ejemplo inmediato: ¿no saca lecciones de lo sucedido con Nicanor? Pero lo que le suceda en lo personal poco importa, a fin de cuentas. El problema es que sus decisiones influyen en la vida nacional.

    Siguiendo la mala costumbre de gobiernos anteriores –de quienes Lugo prometió que sería distinto–, manoseó también el Ministerio de Educación. Como si nada, puso fin a un proyecto que, de acuerdo con los entendidos, venía funcionando bien bajo la batuta de Luis Alberto Riart. Es posible que el actual, Víctor Ríos, esté igualmente capacitado para el cargo. Es todavía muy temprano para juzgar su trabajo. Pero aunque fuese igual, o mejor que el anterior, apenas le quedan dos años –en el mejor de los casos– para implementar sus planes. Además, con nuevos colaboradores que igualmente se irán cuando comiencen a aprender el manejo de una institución compleja y esencial.

    Ignoro si es Lugo, o quienes le rodean, el que no soporta que la opinión pública se acuerde bien de un ministro o de cualquier otro alto funcionario. Así sucedió, entre otros, con el ex ministro de Obras Públicas, Efraín Alegre, que dio un notable dinamismo a su institución. Salió él y solo se publican quejas acerca de la paralización de las obras que se venían ejecutando. Esto quiere decir, desde la lógica de Lugo, que el actual ministro tiene asegurado el cargo hasta el 15 de agosto de 2013.

    Por otro lado, están –todavía– el ministro de Hacienda, Dr. Dionisio Borda, y la ministra de Salud Pública, Dra. Esperanza Martínez, señalados como buenos funcionarios. Tal vez por ello mismo casi no hay día en que no se anuncie la “renuncia” de ambos. De seguir siendo eficientes, pronto se cumplirá la profecía. No hay malos augurios que en nuestro país no se cumplan con admirable puntualidad.

    Volviendo al nuevo ministro de Educación, le deseo buena suerte. O sea, que su tarea beneficie al país. Pero el asunto es que si mi deseo se cumple, pronto dejará de ser ministro y tengo entendido que para serlo abandonó a sus amigos del movimiento político donde militaba.

    Un nuevo ministro de Educación nos recuerda que en el Paraguay todo es un eterno comenzar de nuevo.

    por Alcibiades González Delvalle

    16 de Octubre de 2011

    http://www.abc.com.py/nota/lugo-y-sus-ministros/

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  20. Huelgas extorsivas
    23 OCTUBRE, 2011

    Los sindicatos de oficios, organismos y empresas estatales que brindan servicios públicos, desde que llegó la “democracia” en 1989 se convirtieron en máquinas de chantajear. Conscientes de la importancia que tiene para la sociedad mantener en ritmo normal sus actividades, aprovechan los momentos en que mayor daño pueden causar para amenazar con una huelga o efectuar sus “protestas”.

    Le llaman “lucha social” a lo que generalmente no es más que griterío histérico en reclamo de alguna medida que les conviene por motivos estrictamente egoístas, incluidos los que no les competen como organización social, como es el caso de que un proyecto de ley se apruebe o se rechace, o que una ley sancionada se vete.

    Afirman cínicamente que están ejerciendo su “derecho inalienable” a protestar, convirtiendo este supuesto derecho en un arma de agresión contra la sociedad entera, afectando, no al Gobierno, que es supuestamente contra el que dirigen sus demandas, sino a la población inocente, que se halla inerme ante ellos.

    Para causar más daño y alcanzar a perjudicar a mayor cantidad de gente, escogen cuidadosamente los momentos en que van a realizar sus famosas “huelgas” o “paros reivindicatorios”. Si marchan por las calles, eligen las más requeridas por el tránsito, en las horas de mayor actividad, a fin de provocar todas las molestias posibles, el caos y el desorden de que sean capaces.

    Si son los docentes los que declaran una huelga, es al comienzo del período escolar o en vísperas de exámenes. Si son los funcionarios del Poder Judicial, es cuando se aproxima el final del año, época en que más necesidad hay de acelerar los trámites judiciales y registrales.

    Recientemente, los transportistas amenazaron con realizar un paro en vísperas del referéndum ciudadano, en la esperanza de extorsionar al Gobierno con la amenaza de hacer fracasar el acto comicial. Ahora mismo, los funcionarios aeroportuarios intiman al Presidente de la República a que vete una ley que no les agrada y anuncian que van a huelga por diez días… ¡justo en el momento en que debe realizarse en Asunción una cumbre de Jefes de Estado!

    El cálculo para que la extorsión tenga el efecto más destructivo o desmoralizador posible lo efectúan los caciques sindicales, esos personajes dueños de los sindicatos que invocan la democracia, pero que hace decenas de años, generalmente a través de triquiñuelas, están aferrados a esos cargos de privilegio, en esas organizaciones que de democráticas tienen poco o nada. En materia de argucias y maniobras, estos tipos se las saben todas. En materia de civismo, solidaridad y conducta ética, no saben nada; o les importa un rábano, que viene a ser lo mismo.

    En todos los países organizados del mundo, que suelen ser también los más democráticos, existe un límite para ejercer el famoso “derecho a huelga”, igual que paros patronales; ese límite suele fijarse allí mismo donde empieza el interés público. Donde comienza este, acaban todos los derechos particulares, en especial los sindicales o gremiales, por cuanto la demanda de estos, como se vio, es susceptible de causar mayor perjuicio social.

    Cuando en nuestro país introdujimos las prácticas democráticas, nadie se atrevió a hablar de estos límites. El democratismo, asociado al populismo, hacía impronunciables propuestas que tendieran a frenar el ímpetu abusivo de los que emplean los derechos políticos como arma de chantaje. Los sindicatos comenzaron a convertirse en feudos de caciques que eran tanto o más dictadores que el que se acababa de derrocar; en especial los de organismos estatales, que se sienten amparados por una legislación que les concede graciosamente privilegios que nunca debieron haber tenido, pues ni los merecen, ni saben hacer uso sensato y patriótico de los mismos.

    En este momento, el gobierno de Fernando Lugo y los senadores y diputados están siendo abierta y descaradamente chantajeados por los funcionarios aeroportuarios y por los funcionarios del Poder Judicial. Los unos pretenden obligar a Lugo a vetar una ley sancionada por el Congreso; los segundos pretenden forzar a los legisladores a que les incrementen las remuneraciones.

    A ninguno de ellos les importa un pepino cuánto daño causen al país y a sus comunidades. Pues bien, lo que el presidente Lugo y los legisladores deben hacer, para no ceder vergonzosamente a estos chantajes, es aplicar o hacer aplicar por los jueces, a rajatabla, el principio constitucional establecido en el Art. 128: “En ningún caso el interés de los particulares primará sobre el interés general”.

    Además, los legisladores deben ponerse a trabajar en un proyecto de ley que establezca los límites de los derechos de huelga y de paro, en particular y muy especialísimamente, en el ámbito de los servicios públicos. Educación, salud, justicia, seguridad personal y colectiva, alimentación, libre tránsito, son aspectos de la vida social cuya regularidad resultan fundamentales para todos, y que de ningún modo pueden ser tratados con la liviandad y displicencia con que lo hacen los sindicatos abusivos y chantajistas.

    Para frenar y desalentar de una vez por todas la audacia de los sindicatos y gremios chantajistas, las autoridades tienen las herramientas políticas en sus manos y el fundamento de un principio constitucional de rango supremo. Solamente tienen que tener autoridad personal, coraje y firmeza de convicciones para comenzar a ordenar este caos que día a día va creciendo.

    23 de Octubre de 2011-10-23

    http://www.abc.com.py/nota/huelgas-extorsivas/

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  21. Excepciones del Estado

    por Rolando Niella

    Hay situaciones en las que uno no sabe si reír o llorar. Lo ridículo resulta gracioso, pero muestra los aspectos más disparatados y con frecuencia trágicos que ocurren a nuestro alrededor y, por desgracia, la ridiculez se está volviendo cada día más frecuente en nuestro país.

    Un buen ejemplo de ello nos los proporcionaron esta semana esos manifestantes que convirtieron su acto de protesta en un peculiar modo de recaudar fondos. No se limitaron a bloquear el tránsito de una carretera, sino que, ya que estaban en ello, decidieron cobrar peaje.

    Tal parece que los manifestantes se tomaron demasiado al pie de la letra aquella vieja frase que dice “el Estado somos todos”, y se constituyeron en entidad recaudadora sustituta del Ministerio de Obras Públicas o cualquiera que sea el organismo gubernamental encargado de determinar cuánto, dónde y cuándo se cobran los peajes y de poner el personal para cobrarlos.

    Lo disparatado de esta situación no tiene nada que ver con los motivos de la protesta o con que fueran justos o injustos, razonables o irracionales, sino con el hecho mismo de que estas personas se tomaran la atribución de recaudar, que es exclusiva del Estado. Si cunde el ejemplo, mañana cualquiera puede tomarse la atribución de cobrar impuestos o de acuñar moneda.

    Si creen que exagero, en la misma tapa de este diario, la del martes 18 de octubre, donde aparecía a gran tamaño la hazaña de los manifestantes peajeros, se daba cuenta de otro hecho similar de apropiación de potestades institucionales: el Indert declaraba expropiables unas tierras sin que el Congreso Nacional, único organismo con autoridad para realizar expropiaciones, hubiera ni siquiera recibido un pedido de estudiar la expropiación.

    De hecho, hoy por hoy, la ausencia del Estado y la falta de acción institucional de sus organismos están llevando a los ciudadanos individuales, a los grupos sectoriales de todo tipo y a las organizaciones económicas y sociales a pasar por alto por completo las vías normales, legales e institucionales de realizar sus reclamos y defender sus intereses.

    La parálisis institucional induce a las personas a la búsqueda de alternativas para hacer las cosas fuera del sistema, puenteando cuando no rompiendo el orden legal y adjudicándose, por la vía de las medidas de fuerza, las atribuciones que el Estado tiene pero no usa.

    Uno llega a tener la impresión de que si los funcionarios de algunas reparticiones públicas se declararan en huelga y los medios de comunicación no lo informaran, podrían pasar años sin que nadie notara la diferencia.

    Se está hablando mucho del estado de excepción declarado para el Norte del país, porque el estado de excepción es una medida extrema que limita los derechos y garantías de las personas, pero en realidad creo que deberíamos estar mucho más preocupados por las cada vez más obvias excepciones del Estado que simplemente dejan en suspenso el imperio de la ley y del orden institucional, dejando cualquier situación de conflicto librada a la ley del más fuerte.

    23 de Octubre de 2011

    http://www.abc.com.py/nota/excepciones-del-estado/

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  22. La tasa PYIBOR

    Por Manuel Ferreira Brusquetti

    -¡Finalmente, Paraguay tiene una tasa de interés de referencia! ¡Apareció la tasa PYIBOR! -dice Carlos entusiasmado.

    -¡¿Pi quéeee?! -responde José, más perdido que rengo en tiroteo-. Mba’e pio upéa?

    -Chamigo, ¡hace años que necesitamos algo así! -le contesta Carlos, con un dejo de impaciencia.

    -Che aimo’a peteî marca de helado, mba’e.

    -¡No, viejo! La tasa PYIBOR es la tasa de interés a la cual los bancos están dispuestos a recibir dinero de los aho- rristas.

    -Y eso pio acaso antes no se sabía luego -cuestiona José, como si la respuesta fuera obvia.

    -No, antes vos tenías que llamar al banco y preguntarle cuánto te iban a pagar. Ahora ya se publica el número que todos los bancos en promedio pueden pagar -contesta Carlos, sintiendo que la sangre se le iba calentando. “Ajépa itavy ko che socio”, piensa, tratando de mantener la compostura-. Para construir la tasa PYIBOR -continúa explicando Carlos-, los bancos le pasan a una empresa, que se llama Reuters, su cotización por depósitos de ahorro a diferentes plazos. Reuters calcula el promedio de estas tasas y las publica una vez por semana. O sea que la tasa PYIBOR es el promedio que el mercado financiero está dispuesto a pagar a los particulares por sus ahorros a la vista en cajas de ahorro o a plazos en Certificados de Depósitos de Ahorro.

    -Pero yo no entiendo -dice José y pregunta:- ¿Y a mí pio qué me importa esa tasa Pipi mba’émbo? ¡Como si fuera que hace alguna diferencia en mi vida o qué!

    -¡Chamigoooo! -explota Carlos-. ¡No te das pio cuenta de que una tasa de interés pública de referencia puede ser utilizada como base para ajustar cualquier tipo de acuerdo, como un crédito para la compra de una casa, un contrato de alquiler o un crédito para infraestructura de una empresa, o cualquier otra operación de las que normalmente son de largo plazo! O sea, ¡si te comprás una casa y usás en el contrato para ajustar la tasa PYIBOR, no te vas a sorprender cuando te tengas que ir a pagar tu cuota al banco! -dice Carlos, resoplando para dejar escapar un poco del vapor que le producía la conversación.

    -¡Hee! O sea que si yo compro para mi casa y pago la cuota en el banco, no va a cambiar más esa cuota -pregunta José, que parecía ver la luz al final del túnel-. Porque yo ngo, por la casa que pago, todos los años me llama el muchacho del banco y me cambia la cuota que tengo que pagar. ‘¿Por qué pio, jeýma?’, le digo yo. Y me dice: ‘Porque subió aipo las letras’, he’i chéve. ¡Che kuerairóma hína!

    -No -responde Carlos-, la tasa te va a seguir cambiando, pero antes se utilizaban el Índice de Precios del Consumidor -que mide la suba de los precios- o la tasa de interés de las Letras de Regulación Monetaria -que usa el Banco Central para combatir la inflación-. Pero estas variables pueden cambiar por causas que tengan poca o ninguna relación con el costo del dinero. La tasa PYIBOR representa el monto que los bancos están dispuestos a pagar por el dinero, y por eso es una mejor variable para el ajuste de transacciones de largo plazo, como es el caso de la cuota que le pagás al banco por tu casa.

    -Pero, ¿va a cambiar o no mi cuota? -insiste José.

    -Sí, tu cuota va a cambiar, porque nadie puede predecir lo que va a pasar en un futuro de tan largo plazo, como es el que se necesita para comprar una casa. Pero ahora va a cambiar con una variable que tiene relación con lo que ocurre con el mercado de dinero.

    -¿Y qué tiene de bueno eso, kapelu?

    -Y antes los bancos no se animaban tanto a prestarte plata porque no sabían qué podía pasar en tan largo plazo. Ahora que tienen un instrumento creíble, van a estar más dispuestos a dar créditos a largo plazo -replica Carlos.

    -¡Ahh! O sea, ¿voy a poder comprar otro para mi casa, pio? -pregunta José.

    -Y ahora eso va a ser más posible -le contesta Carlos, que recién parecía ver que la conversación se encaminaba.

    -¡Hee! Entonces aentendéma. ¡Péa iporã!

    -Bueno, compái, me tengo que ir. ¡Qué suerte que ahora ya entendiste! -dice Carlos. “¡Estuvo duro esto!”, piensa para sus adentros, mientras se aleja.

    http://www.ultimahora.com/notas/474774-la-tasapyibor

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  23. El veto del ejecutivo

    Andrés Granje.

    El Presidente Fernando Lugo vetó parcialmente la ley de mipymes, o de los pequeños empresarios, que según la determinación del ejecutivo es inconstitucional porque se contrapone con expresos artículos de la carta magna y acuerdos internacionales con la OIT. La Organización Internacional del Trabajo, del cual nuestro país es signatario. Ente los puntos cuestionados están los artículos que hace tabla rasa del salario mínimo, de indemnizaciones, pre avisos para despidos y de pago de seguro social, con lo cual todas las conquistas de los trabajadores quedaría sin efecto. Lo que en vez de ser un avance en la legislación laboral paraguaya sería un gran retroceso y el seguro camino para la injusticia laboral, ya que se daría vía libre para los atropellos.

    Por eso desde el primer momento los sindicatos estuvieron en contra de esta ley que ya tenía la aprobación de ambas cámaras del congreso y que ahora debe volver a Diputados para ser tratado nuevamente. Sucede que en aras de dar facilidades a los microempresarios se quería flexibilizar muchas reglas laborales inclusive algunas con rango constitucional, como el salario mínimo, lo que constituye una aberración por donde se lo mire. Además, ni siquiera se cumplen las leyes laborales vigentes, la irregularidad campea en el trato obrero patronal, ¿que pasaría si se liberalizara totalmente la relación laboral, como pretendía está ley?.

    Lo que llama poderosamente la atención es la falta de aplicación de los parlamentarios a las tareas que el pueblo le encomienda, que es la confección de la ley, no pueden hacer leyes que flagrantemente se opongo a los mandatos de la constitución nacional, no puede ser que los parlamentarios no conozcan la ley madre de la nación y los acuerdos internacionales que el gobierno suscribe, se supone que es lo elemental. Los equipos de asesores que tienen en cada cámara deben brindarles la información precisa antes de elaborar un instrumento legal, para no caer en entredichos constitucionales, que constituyen errores tan groseros como los mencionados. En todo caso si quieren confeccionar esta ley deben antes someter estos artículos a un referéndum.

    Es increíble como presionan los empresarios y sectores retardatarios exigiendo estas medidas que atentan contra los trabajadores del país, con sus cantos de sirena, al señalar que solamente de esta forma nuestro país se puede desarrollar y dar empleo pleno a la mano de obra desocupada. Nada mas falaz y lejano, pues podemos ver que solamente las sociedades que respetan sus códigos laborales y contemplan ventajas sociales a la clase trabajadora progresan y tienen equidad social, fíjense solamente en nuestros vecinos Argentina y Brasil que tienen empresas solidas que respetan la formalidad laboral y son los países que mas crecieron y exportaron en los últimos años, mejorando la economía de la región.

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  24. Primarización de la economía

    Jose Cantero (Director de la Fundación Primero Paraguay y Editor de la revista Foco.)

    ¿Cómo cree que será la economía paraguaya de aquí a 10 años? ¿Cuál será el patrón de crecimiento de nuestra economía en esta nueva década? Esta es sin duda una interrogante que no muchos queramos aventurarnos a responder de antemano, ya que al no disponer de una estrategia económica propia nuestro trajinar se torna un tanto opaco y de difícil predicción. Este no sería el caso para países que configuran e implementan rigurosamente un plan económico.

    De todos modos, no sería insensato osarnos a afirmar que el futuro de Paraguay depende residualmente de los proyectos económicos que implementan exitosamente los países emergentes que, al expandirse, demandan crecientes niveles de productos primarios.

    En la medida en que la estrategia de los países emergentes sea sostenible, es de suponer que la demanda por recursos primarios seguirá en alza y nuestro país seguirá siendo remolcado por ese contexto y, por ello, el avance de la primarización de nuestra economía será irreversible.

    Entonces, si existiese una palabra que encierra con mayor acierto la tendencia de la economía paraguaya para década que estamos arrancando es la intensificación de la primarización.

    Por la primarización nos referimos a la participación creciente que va adquiriendo la producción agrícola, que al crecer a mayor ritmo que los otros sectores tiende a acaparar la torta de producción de bienes y servicios.

    De hecho, este es un fenómeno que lo venimos experimentando en la última década. En el año 2000, el sector agrícola representaba el 14% del PIB, para el 2010 su participación trepaba al 20%.

    Destaquemos que el reciente crecimiento económico con primarización trajo beneficios económicos innegables, caracterizados por el auge de las reservas internacionales, la afluencia del crédito bancario, el boom del consumo, la consolidación de las cuentas fiscales y la reducción del endeudamiento externo, por citar algunos factores.

    Si bien la primarización ha resuelto gran parte de los problemas macroeconómicos, ha sido incapaz de lidiar con los problemas sociales de fondo. Pese al auge del sector primario, el nivel de la pobreza sigue tan alto como a inicios del 2000. El alto nivel de desempleo –camuflado bajo el subempleo- tampoco ha cedido un ápice en la última década.

    Pero realmente el verdadero problema no son las limitaciones de la primarización económica en resolver los problemas sociales, sino nuestra incapacidad de aprovechar este auge para transformar nuestra economía de manera estratégica, hacia la incorporación de sectores que adhieran mayor valor agregado y contenido tecnológico a los productos, ofreciendo así mayores niveles de empleo con calidad.

    La abundancia de la primarización, sin inversiones transformadoras, describe las oportunidades perdidas, así como nuestra notable incapacidad de catapultar el éxito del sector primario.

    ¿Cómo cree que fue nuestro desempeño económico en la década que acaba de culminar? Cuando miremos hacia atrás para analizar nuestro pasado reciente, es muy probable que concordemos que la década que acaba de finalizar no fue una década pérdida como las anteriores, pero también estoy seguro que eventualmente llegaremos a comprender que fuimos incapaces de apalancar los beneficios de la primarización para transformar la economía hacia una estructura económica que genere oportunidades crecientes para todos.

    http://www.lanacion.com.py/articulo/39010-primarizacion-de-la-economia.html

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  25. El privilegio de ser vaca

    Por pa’i Oliva

    ¡Y qué privilegio, Dios santo!

    Para su alimento existen en el Paraguay dedicadas a la ganadería 17 millones de hectáreas. Y, como tenemos 11 millones de vacas, cada una tiene más de una hectárea para comer.

    Y, mientras tanto, en el Paraguay existen más de 300.000 campesinos que no tienen ni una hectárea.

    En nuestro país existen más veterinarios para las vacas que médicos para los humanos. Y, peor todavía, los veterinarios no temen irse al interior para cuidar las vaquitas, mientras muchos médicos prefieren quedarse en Asunción y capitales, abandonando los enfermos del campesinado.

    ¡Menudo privilegio es ser vaca!

    Y nuestros campesinos, unidos a los paraguayos y paraguayas de buena voluntad, nos movilizamos hoy para gritar a todos que queremos también una solución para las tierras mal habidas. Que se examinen todos los títulos de posesión y que se pongan impuestos a la tierra de acuerdo a su extensión, producción y mano de obra que emplee.

    En el cultivo de la soja, 500 hectáreas dan trabajo con maquinarias a una sola persona. Una huerta familiar da trabajo a cuatro.

    Entre vacas con privilegios y tierras casi sin impuestos y acumuladas en pocas manos, mal andamos en el Paraguay. Por eso nos indignamos y exigimos una solución pronta ya. El tiempo corre demasiado y no queremos llegar al 2013 sin ver resuelto este problema.

    http://www.paioliva.blogspot.com

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  26. Asedio de paros y huelgas contra la ciudadanía

    Nuestros convencionales constituyentes a la hora de prever un derecho tan noble y necesario dentro del sistema laboral, cual es el Derecho de Huelga y de Paro (Art. 98 de la C. N. y 358 ss del C.L.) no tuvieron en cuenta la idiosincrasia del paraguayo; el atavismo generacional autoritario, opresor e individualista al que fuimos sometidos en los muchos años de dictadura y que condicionan nuestro comportamiento colectivo.

    En este contexto, debemos también convenir que no hemos dado grandes pasos, como sociedad, desde nuestra emancipación; esta democracia o demagogia que estamos padeciendo y que supuestamente está en proceso de transición en aras a su consolidación pero que, contradictoriamente, los que podemos hacerla crecer y particularmente gran parte de la clase política y administradora del Estado (responsable principal), asumimos sin tapujos ni sonrojos, una conducta obstinada porque las cosas sigan exactamente igual.

    Tal vez tengamos miedo a la libertad porque sencillamente no sabemos administrarla.

    Somos cotidianamente arrinconados, perseguidos, acosados por huelgas y paros llevados a tambor batiente por una clase sindicalista decadente; dirigencias que se eternizan en sus cargos al igual que Stroessner y, probablemente, con métodos similares en el manejo electoral.

    Por reducir este plagueo, de manera intencionada, dejaré de analizar algunos de los eventos, como el paro de los empresarios del transporte público y las huelgas de docentes, médicos, funcionarios aeroportuarios, funcionarios del Ministerio de Hacienda y otros tantos sectores, cuyos reclamos en su mayoría tuvieron un tinte eminentemente extorsivo y sin más pretensión que la económica.

    Me detendré de manera particular en la huelga declarada hace pocos días por el Sindicato de Trabajadores del Poder Judicial, a cuyos “líderes” o “cabecillas” los veo hace por lo menos dos décadas ejercer la “representación del funcionariado” –algunos políticos hasta deberían pedirles “su receta”–.

    Cada año, con precisión matemática, llegando octubre se declaran “en huelga” y a los ciudadanos sufrientes que dependemos del “funcionamiento” del Poder Judicial nos pasan por las horcas caudinas.

    Entendemos que los destinatarios de sus reclamos salariales -pues ese es el único motivo de la huelga- son los parlamentarios, pero la víctima y afectada directa es la sociedad paraguaya. Los paraguayos debemos saber que el Poder Judicial debería trabajar 11 meses al año (un mes son vacaciones), sus miembros son asalariados por 13 meses; en la práctica trabajan 10 o 9 meses y esta realidad vergonzosa se debe a que sus integrantes han asumido como derecho laboral adquirido 1 o 2 meses de huelga adicional cada año lectivo.

    La calidad y ritmo de trabajo de los servidores públicos que integran el Poder Judicial, salvo honrosas y contadísimas excepciones, están caracterizados por la mediocridad, la lentitud, la desidia, el trato indigno, a lo que se suma una estructura -con excepción de las oficinas de los ministros de la Corte- calamitosa e insalubre.

    Muchas de las dificultades se solucionarían si los que manejan este poder del Estado tuvieran trazado un Plan de Trabajo donde el usuario del servicio sea el principal beneficiario, tal cual ocurre en las empresas privadas; la mejoría en el trato y las mediciones de resultados de gestión no demandan multimillonarias asignaciones presupuestarias, sino voluntad y conciencia de un modelo y una visión diferente en la administración de justicia.

    Este mal endémico de utilizar la Constitución Nacional saboteando su espíritu y voluntad, dando pie a la realización de HUELGAS Y PAROS que en esencia pisotean la dignidad del pueblo paraguayo, se terminará cuando algún magistrado patriota aplique esta disposición legal: “Será ilegal toda huelga declarada durante la vigencia de un contrato colectivo y que no se refiera al incumplimiento, por la parte empleadora, de algunas de las cláusulas de ese Contrato o la ley, salvo las huelgas de solidaridad o huelgas generales” (sic, Art. 366 del Código Laboral).

    Así están las cosas en este país.

    Kattya González

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  27. Atentados contra el país en temas claves

    Lo público privatizado

    La palabra privatización refiere a la transferencia de una empresa o actividad pública al sector privado, y en función de eso puede tener muchas variaciones. En esencia, lo que se busca es mejorar la eficiencia y eficacia general de un sistema. Y es por ello que estos procesos se van dando normalmente en diferentes países.

    Cuando se trata de determinados bienes públicos, es decir de aquellos que deben estar a disposición y beneficiar a toda la población (educación, salud, caminos, etc.), se espera que las privatizaciones aseguren realmente una mejora -en todo sentido- de la provisión de dichos servicios o bienes públicos.

    Estos procesos de privatización tampoco están exentos de peligros, monopolios y críticas. Pues al pasar el «control» a manos privadas, y si no existe una regulación eficiente, se pueden generar incentivos perversos que solo maximizan beneficios privados en desmedro de lo público.

    En nuestro país, en ciertas áreas críticas para el desarrollo económico y social, estamos viviendo de hecho una situación de «privatización» de lo público. Pero paradójicamente protagonizada por actores estatales o empleados públicos que asumen el «control» para tomar decisiones que afectan seriamente determinados bienes públicos.

    Veamos tres casos en concreto:

    El primero se refiere a la situación que se vive en el sistema educativo, donde este año se han perdido 20 días de clases solamente por huelgas diversas de gremios docentes, que si bien plantean reclamos que pueden ser considerados legítimos, afectan con fuerza a un sistema desfasado con la menor cantidad de días de clase en Latinoamérica.

    Se percibe constantemente una suerte de actitud chantajista en defensa de intereses propios, pero que muy poco plantean propuestas para mejorar sustancialmente el sistema, como por ejemplo la formación continua, los sistemas de evaluación, la revisión de competencias didácticas, etc.

    En pocas palabras: pareciera que el sistema educativo se encuentra privatizado por los gremios docentes y el propio Ministerio de Educación con poca participación e incidencia del resto de la sociedad.

    Un segundo caso atañe a la concesión de los aeropuertos, algo que había sido propuesto por el propio Poder Ejecutivo en su momento pero que ahora, ante la oposición y la amenaza de huelgas de un pequeño grupo de sindicalistas de la Dinac, se detiene todo el proceso.

    ¿No es acaso esto también una forma de privatizar algo que podría generar bienes públicos para una mayor cantidad de personas, vía el desarrollo de todo un sector que requiere un sistema de aeropuertos más moderno y eficiente? En síntesis, pareciera que tener mejores aeropuertos depende de los intereses de un grupo que no quiere perder el control que ejerce actualmente.

    Y el tercer caso es el tema del Impuesto a la Renta Personal (IRP), que es apoyado hoy por diversos sectores de la ciudadanía, pero que sigue sufriendo la resistencia de un pequeño grupo de políticos, que contradictoriamente se supone nos representan.

    Es decir, la posibilidad de contar con un impuesto más justo, cerrar el círculo recaudador y mejorar los ingresos públicos que se necesitan para diversos programas, se dificulta y empantana porque una mayoría de parlamentarios «privatizan» este tema, obviando sin problemas la conveniencia de crear más bienes públicos.

    Para el sector privado, en general, estos temas son claves para su desarrollo. Y no podemos permitir que sigan estando privatizados en manos de unos pocos. Esto implica fortalecer nuestra capacidad de incidencia, promoviendo y ayudando a implementar nuevos modelos de gestión, no perdiendo de vista el verdadero sentido de la creación de más y mejores bienes públicos. ¿Es lo que nos conviene a todos!

    Por Yan Speranza Director del Club de Ejecutivos del Paraguay

    http://www.ultimahora.com/notas/476400-Lo-publico-privatizado

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  28. Relaciones con China

    En estos momentos, cerca del 80% de las exportaciones –consistentes sobre todo en soja, minerales y alimentos– a China está absorbido por Brasil (41%), Chile (23%) y Argentina (15%). A pesar de estos indicadores y de las obvias posibilidades de concretar negocios y operaciones sumamente favorables para nuestro país, el Estado sigue dándole la espalda a la realidad al no encarar una política inteligente en relación al crucial mercado chino y a otros emergentes en el extremo Oriente.

    Aunque existen infinidad de estudios, informes y estadísticas que demuestran que China es ya en la actualidad una potencia y un mercado de importancia planetaria y que su influencia crecerá exponencialmente en las próximas décadas, nuestro país sigue siendo el único en el continente que no estableció aún relaciones diplomáticas con esa nación.

    Al asumir el gobierno, el presidente Fernando Lugo había anunciado que se iniciarían de inmediato las gestiones para estrechar vínculos diplomáticos y comerciales con el gigante asiático y daba por descontado la futura apertura de una embajada en Pekín. Transcurrida ya más de la mitad de su mandato esta promesa, como otras tantas, se ha evaporado.

    Lamentablemente, una vez más el Paraguay llegará rezagado a los negocios y beneficios que puede reportar una relación más fluida con China. Brasil, México, Chile y Argentina son los principales socios comerciales de China en el continente. El volumen del comercio bilateral de estos países es enorme: Brasil con US$ 49.000 millones, México con US$ 18.000 millones de dólares, Chile con un monto similar y Argentina con US$ 10.000 millones. Exactamente en el otro extremo de esta tabla se ubica Paraguay, cuyas importaciones proceden en más del 25% de China. Otra estadística puede ayudar a comprender el papel gravitante que tiene y tendrá esta potencia en la economía regional. Mientras el comercio mundial entre el 2000 y el 2010 creció a una tasa media anual del 9,9%, el de la región con China se incrementó en no menos de 31%. Pero eso no es todo.

    Las proyecciones de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) indican que China superará a Europa como el segundo mayor mercado de las exportaciones de este continente en el 2014 y, con el tiempo, tenderá a alcanzar el primer lugar. Con las importaciones ocurrirá un fenómeno similar, ya que la nación asiática desplazará al Viejo Continente en el 2015, como segundo mayor proveedor de bienes manufacturados.

    En estos momentos, cerca del 80% de las exportaciones –consistentes sobre todo en soja, minerales y alimentos– a China está absorbido por Brasil (41%), Chile (23%) y Argentina (15%). A pesar de estos indicadores y de las obvias posibilidades de concretar negocios y operaciones sumamente favorables para nuestro país, el Estado sigue dándole la espalda a la realidad al no encarar una política inteligente en relación al crucial mercado chino y a otros emergentes en el extremo Oriente.

    Es verdad que al Paraguay le une una larga historia de amistad con Taiwán, un país que ha colaborado mucho con nuestra nación. En contrapartida, no han sido pocas las ocasiones en que Paraguay ha honrado este vínculo en tribunas internacionales y diplomáticas. Pero también es cierto que la obligación de las autoridades es velar antes que cualquier otra consideración por los intereses nacionales. Un país como el nuestro –tan necesitado de crecimiento económico y desarrollo social– no puede darse el lujo de mirar pasivamente cómo otros se benefician subidos al imparable tren chino.

    Es crucial que desde el Estado, en estrecha cooperación con el sector privado, se diseñe una nueva política exterior que apunte a fortalecer rápidamente las relaciones con Asia, de manera particular con China.

    http://www.lanacion.com.py/articulo/45998-relaciones-con-china.html

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  29. ¿Porque Paraguay es Pobre?
    Me tome la libertad de leer, analizar y entresacar algunas partes de un articulo de Carlos Alberto Montaner en donde analiza hábilmente parte de la realidad latinoamericana, principalmente la Panameña, siempre desde su punto de vista Liberal, pero creí conveniente compartirlo a fin de que podamos tener una inteligente visión acerca del porque de nuestros males.

    Quiero invitarlos a debatir un punto, desde mi parecer, de vital importancia, dentro del debate ideológico sobre el control de la economía, el debate de modelos, se ha hablado mucho de la distribución de la riqueza, pero nadie ha mencionado nunca sobre la creación de la misma, como repartir o distribuir una riqueza cuando todavía no hemos aprendido a crearlo? ¿ como se crea la riqueza? y como se lo distribuye?

    La cantidad de riqueza que una sociedad es capaz de crear estará en función de estos cuatro factores que se conjugan de manera inextricable: primero, el tipo de sicología individual que prevalece; segundo, los valores subyacentes en la comunidad en que ese individuo actúa; tercero, la clase de Estado en el que desempeña su trabajo; y cuarto, el modelo económico dentro del que realiza sus transacciones.

    Primero concretémonos al ámbito de la formación de la personalidad: ¿educan nuestras familias y nuestras escuelas para la disciplina, la búsqueda de la excelencia, la sujeción a la autoridad legítima, el respeto a la jerarquía, el cumplimiento de normas, incluida la puntualidad, y el establecimiento de metas individuales procuradas por procedimientos lícitos? ¿Predicamos la ética de la responsabilidad y enseñamos a nuestros hijos y alumnos a colocarse siempre bajo la autoridad de la verdad? ¿Fomentamos en ellos un espíritu de tolerancia, de curiosidad intelectual, de competencia sana?

    Sigamos con la atmósfera en la que respiran nuestras sociedades: ¿estimulamos la admiración por quienes han alcanzado el éxito económico o preferimos zaherirlos contrastando sus medios de vida con los de las personas desvalidas? ¿Censuramos con severidad a quienes quebrantan las normas y violan los derechos de los demás y los excluimos socialmente, o no hay sanciones morales para ellos? ¿Reconocemos nuestras responsabilidades con los gastos comunes y afrontamos seriamente el abono de los impuestos que fija la ley, o tratamos de evadir estas obligaciones y ni siquiera nos indigna que otras personas las incumplan? ¿Participa voluntaria y entusiastamente la sociedad civil en organizaciones espontáneamente creadas para ejercer la solidaridad con los necesitados, con los marginados, con los que requieren ayuda? ¿Ejerce esa sociedad civil la fiscalización y vigilancia de los actos de gobierno, o se comporta de una manera estricta y honorable dentro del marco de la familia y los amigos y de una manera laxa y complaciente en el terreno de la vida pública, como si no le concerniera directamente lo que sucede en este sector? ¿Participa la sociedad civil activamente en la vida política seleccionando a los mejores candidatos y respaldando a los partidos de su predilección, o rechaza y esquiva cualquier forma de vinculación con una actividad que le parece «sucia» o «deleznable»? ¿El espíritu que anima a la comunidad universitaria profesores, estudiantes, administradores es el de la investigación, la colaboración con el sector productivo y el acatamiento de las reglas, o predomina el gusto por el desorden y la protesta sistemática?

    Y ahora el Estado: ¿protege nuestras vidas y propiedades adecuadamente? ¿Es confiable nuestro sistema judicial? ¿Son realmente independientes nuestros jueces? ¿Son realmente iguales ante la ley todas las personas que componen nuestra sociedad? ¿Elegimos a nuestros funcionarios y establecemos las jerarquías en el sector público mediante un sistema de reclutamiento basado en los méritos de las personas o nos guía el clientelismo y el amiguismo? ¿Las relaciones entre el Estado y las empresas privadas están basadas en la transparencia y el mercado o en vínculos políticos y clientelismo? ¿Son honrados nuestros funcionarios y políticos? Cuando no lo son, y se demuestra, ¿resultan apartados de sus cargos y debidamente juzgados y castigados conforme a lo que establece el código penal? ¿Responden los funcionarios y los políticos electos de sus actos de gobierno? ¿Dan cuenta periódica y de forma transparente de la ejecución de los presupuestos y de los dineros confiados a su cargo? ¿Se cuenta con una burocracia imbuida del espíritu de servicio que acepta, humildemente, que su función es trabajar en beneficio de quienes pagan sus salarios por medio de los impuestos? ¿Se ofrece en los planteles públicos, o en los concertados con el sector privado, incluidas las universidades, una educación de calidad, moderna y equiparable a la de las naciones desarrolladas, acompañada de una buena formación cívica? ¿Garantiza el sector público de la salud, la educacion y la alimentacion, de manera que pueda decirse, seriamente, sin incurrir en una suerte de cinismo, que se trata de una sociedad abierta en la que los adultos pueden competir limpiamente y procurar su felicidad individual?

    Y ahora el Estado: ¿protege nuestras vidas y propiedades adecuadamente? ¿Es confiable nuestro sistema judicial? ¿Son realmente independientes nuestros jueces? ¿Son realmente iguales ante la ley todas las personas que componen nuestra sociedad? ¿Elegimos a nuestros funcionarios y establecemos las jerarquías en el sector público mediante un sistema de reclutamiento basado en los méritos de las personas o nos guía el clientelismo y el amiguismo? ¿Las relaciones entre el Estado y las empresas privadas están basadas en la transparencia y el mercado o en vínculos políticos y clientelismo? ¿Son honrados nuestros funcionarios y políticos? Cuando no lo son, y se demuestra, ¿resultan apartados de sus cargos y debidamente juzgados y castigados conforme a lo que establece el código penal? ¿Responden los funcionarios y los políticos electos de sus actos de gobierno? ¿Dan cuenta periódica y de forma transparente de la ejecución de los presupuestos y de los dineros confiados a su cargo? ¿Se cuenta con una burocracia imbuida del espíritu de servicio que acepta, humildemente, que su función es trabajar en beneficio de quienes pagan sus salarios por medio de los impuestos? ¿Se ofrece en los planteles públicos, o en los concertados con el sector privado, incluidas las universidades, una educación de calidad, moderna y equiparable a la de las naciones desarrolladas, acompañada de una buena formación cívica? ¿Garantiza el sector público de la salud, la educacion y la alimentacion, de manera que pueda decirse, seriamente, sin incurrir en una suerte de cinismo, que se trata de una sociedad abierta en la que los adultos pueden competir limpiamente y procurar su felicidad individual?

    http://debatamosparaguay.blogspot.com/search/label/Articulo

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  30. En Paraguay el problema es el empleo precario y no la cesantía

    Más que el desempleo, cuyas tasas en país son mejores que en varios países de la región, es el subempleo o empleo informal el “verdadero problema laboral en el país”.

    Lo señaló el ministro de Justicia y Trabajo, Humberto Blasco, quien según consignó un reporte del portal de la Información Pública del Paraguay (IP), indicó además que el 26 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), se encuentra en esta condición. El subempleo o empleo informal es aquella en que el empleado trabaja trabajan más de ocho horas diarias por un salario mínimo, sin cobertura social y sin la observación de sus derechos laborales, explicó el ministro en conversación con Radio Nacional del Paraguay.

    Señaló que en esta situación se encuentran unas 780 mil personas, lo que representa el 26 por ciento de la Población Económicamente Activa, siendo la zona este del país donde se registran los mayores niveles de subempleo. En cuanto al desempleo abierto, el secretario de Estado destacó que el Paraguay registra una tasa del 5,5 por ciento, cifra más positiva que varios países como Brasil, donde el desempleo llega al 7 por ciento, o España donde esta cifra llega casi al 11 por ciento.

    “En el tema de desempleo no es muy grave la situación en Paraguay”, dijo Blasco al indicar que “son al menos 170 mil personas que no tienen empleo y que están buscando”. Insistió en que “la problemática verdadera es el subempleo o empleo informal” que revela un “porcentaje alarmante” en la zona del este del país donde se desarrolla una gran actividad comercial de importación y exportación de productos.

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  31. desde el MSP y BS se manipula a la gente de APS y a la ciudadania
    INFORME DE UN COLEGA DEL INTERIOR Para que mañana reclamen en la calle para solicitar más presupuesto pero para la SAS.
    La única forma de movilizar es diciendo que se recorta el rubro de APS y SAS y le digo x que yo vivi una jornada muy agitada, venían los mayores de la 3era edad a decirme que mañana tienen que irse frente al parlamento x que se quiere cerrar los puestos de salud ????????? y recortar sueldos de los niños y ancianos para subir el sueldo a los funcionarios públicos y a los médicos de hospitales.
    Si no consiguen tienen que quedarse a dormir ahí hasta que consigan y me dijo hasta a mis nietos tengo que llevar o si no después que no proteste si no cobra, le dijeron.
    Muchos funcionarios de APS ya se están manifestando en contra, porque les dijeron que se les va a recortar, es decir YA ESTA SUPER INSTALADA la version del ministerio «Se va recortar el presupuesto de APS para aumentar a funcionarios de hospitales»
    Comentario de algunos compañeros.

    Asi estan CONFUNDIENDO a la gente de todo el pais.

    Médicos de Misiones se movilizan este miércoles
    SAN JUAN BAUTISTA. Médicos de Atención Primaria de Salud (APS) y de la Unidad de Salud Familiar (USF) realizarán este miércoles, a las 15:00, una movilización del personal de blanco en la plaza La Ermita, en la entrada de esta ciudad.
    Por Rafael Marcial Montiel, corresponsal
    Fuente: ABC Color – Rafael Montiel
    La medida de fuerza es para evitar que el Senado recorte el presupuesto de salud.
    El doctor César Penayo, médico de APS del barrio Universitario de esta ciudad, señaló que, de concretarse el recorte presupuestario, afectará la provisión de insumos, mobiliarios, medicamentos y la parte edilicia de lo centros asistenciales.
    Añadió que unas 400 unidades de salud familiar a nivel país quedarían sin el personal de blanco. “Significa que unas 1.200 personas se quedarán sin médicos ni equipos de salud”, dijo Penayo. El recorte afectaría más a las comunidades que a los médicos, precisó el galeno.
    Por su parte, la doctora María José Guillén, de USF de la compañía San Cristóbal de este distrito, señaló que con el recorte va a ser afectada la gente más humilde. Explicó que los médicos de USF realizan censos, vacunación y atienden a pacientes con enfermedades crónicas dentro de la población. “Nosotros no queremos que la gente quede sin puesto de salud, sin médicos ni medicamentos”, dijo.
    A su vez, la doctora Laura Sánchez, de la Colonia Ibáñez Rojas, señaló que los pobladores de distintas localidades acompañarán la movilización de los médicos. Mencionó los puntos de movilización: San Juan Bautista, la plaza La Ermita; en el cruce Santa María, kilómetro 230 de la Ruta I, Mariscal López y en el cruce de Ayolas, kilómetro 270.
    23 de Noviembre de 2011 07:12

    Por ultimo que dijo Desiree Masi en su pag :

    CON RELACIÓN A LA APS Y LAS USF NO HAY RECORTES!!!LA MINISTRA ESTA MIENTIENDO PARA TRATAR DE DESVIAR LA ATENCION DE LAS INNUMERABLES CRITICAS HACIA SU GESTION, LAS 12 HORAS Y LAS HUELGAS POR FALTA DE INSUMOS Y OTROS PROBLEMAS. ESTOY HARTA DE LAS PERSONAS QUE QUIEREN MANIPULAR A LA GENTE MAS NECESITADA.

    Ustedes tienen la ultima palabra
    Dr. Pimienta

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  32. Latinoamérica: Paraguay es el segundo país más pobre

    A lo largo de 10 años, Paraguay redujo su porcentaje de población que se encuentra en la pobreza en un 4,9 %; sin embargo, a pesar de esta disminución, el país se encuentra en segundo lugar (detrás de Honduras) en América Latina, con un 54,8 %, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

    El Paraguay ocupaba el quinto lugar en Latinoamérica a inicios del siglo XXI, con un 59,7 %, y aunque este porcentaje se redujo, se registró un salto al tercer lugar en el año 2009, con un 56 %, solo por detrás de Honduras y Nicaragua. En tanto que en el 2010 -este análisis es sobre ese año- llegó al segundo lugar con un 54,8 %, teniendo en cuenta las cifras preliminares del organismo, en las cuales aún no se contemplan países como Nicaragua, Bolivia y Guatemala.

    Igualmente, Paraguay se había situado en la última década en el cuarto lugar en el nivel de indigencia en América Latina, escalando al segundo puesto el año pasado con un 30,7 % de población indigente; es decir, 1,8 millones de personas en el país. Si bien en este rubro también hubo una disminución en las cifras, Paraguay no ha descendido del 30 % de indigencia, según el informe.

    AMÉRICA LATINA. Este año se estima una caída general de la tasa de pobreza a 30,4 % de la población de esta región, mientras que la indigencia tendría un incremento de 12,8 %, afirmó la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, durante la presentación del informe Panorama Social de América Latina 2011, en Santiago de Chile. Ese aumento sería como consecuencia del alza en el precio de los alimentos que se enfrentó al incremento del ingreso per cápita que se había previsto.

    El documento emitido por la comisión destaca que cinco países presentaron una disminución en sus tasas de pobreza en los últimos años: Perú, Ecuador, Argentina, Uruguay y Colombia. Otro punto resaltante en los datos recabados por la Cepal es el bajo porcentaje de pobreza y de indigencia de Uruguay. Por otra parte, el gasto público, y en especial el social, han registrado un aumento significativo en las últimas dos décadas.

    Entre los países con menor gasto por habitante (menos de 300 dólares) se encuentran Bolivia, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Paraguay. En este grupo la educación constituye la principal partida de gasto. En cambio, en los países con gasto social per cápita superior a los 1.000 dólares, como Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Cuba, Trinidad y Tobago y Uruguay, la seguridad y la asistencia social son las áreas de mayor importancia.

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  33. Programas de transferencia a sectores vulnerables disminuyen pobreza y desigualdad, según CEPAL
    POR EDUARDO ARCE ⋅
    El 55% de los paraguayos es pobre y el 30% vive en la indigencia, según informe del organismo.

    «También se reduce de manera importante la fecundidad, lo que presume mayores posibilidades de bienestar en familias con menor número de dependientes».
    La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) es un organismo dependiente de las Naciones Unidas responsable de promover el desarrollo económico y social de la región.

    Este organismo difundió recientemente un informe sobre pobreza e indigencia en América Latina, que ubica al Paraguay como el país con el segundo índice de pobreza más alto del continente, apenas detrás de Honduras y muy lejos de sus socios del MERCOSUR, Argentina y Uruguay.

    Los números del Paraguay asustan: el 54,8% de la población vive en la pobreza y el 30,7% de estos pobres en la indigencia.

    ¿Cómo se explica que un país cuya economía en 2010 creció un 15% tenga estos índices? Fácil: ese crecimiento económico no representa el crecimiento del país sino el de un sector específico y privilegiado que concentra toda la riqueza que se produce, a partir de la inexistencia en el país de herramientas redistributivas adecuadas para un desarrollo justo de todo el conjunto de la población.

    La escasa presión fiscal termina por ensanchar la brecha social y las desigualdades, en una sociedad a todas luces injusta.

    Este crecimiento con desigualdad genera marginación, que a su vez genera violencia y radicalización de las protestas sociales.

    El único país que presenta peores cifras que el Paraguay es Honduras, con un 67,4% de pobres y un 42,8% de indigentes.

    Venezuela, tan criticada por la derecha paraguaya, revela números mucho menos alarmantes que los nuestros. Tiene un 27,8% de pobres y un 10,7% de indigentes, según la CEPAL.

    Y Colombia, un país al cual nos estamos acercando mucho, tiene índices muy cercanos a los nuestros: 44,3% de pobres y 14,8% de indigentes.

    Argentina, presenta un 8,6% de personas bajo la línea de pobreza de las cuáles 2,8 viven en la indigencia, y Uruguay, el mismo índice de pobres con 1,4% de indigentes.

    Para la CEPAL, por un lado, está disminuyendo la pobreza y la desigualdad en la región, porque casi todos los países tienen las transferencias públicas, como el programa Tekoporã de nuestro país, hacia los sectores más vulnerables.

    También se reduce de manera importante la fecundidad, lo que presume mayores posibilidades de bienestar en familias con menor número de dependientes.

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  34. DIONISIO BORDA

    Señor ministro Dionisio Borda: Ud. me va a disculpar porque supongo que Ud. tendrá muchas preocupaciones para resolver los problemas económicos que tiene nuestro querido país.

    Le contaré una pequeña historia: somos 3 hermanas solteras de 75, 71 y 51 años. Las tres vivimos en la casa que nos dejaron en herencia nuestros padres. La mayor es la única que tiene un hijo y las demás no lo tenemos. Las dos primeras no tenemos el sueldo de las personas de la tercera edad; solamente nuestra hermana menor es la que trabaja y tiene un pequeño sueldo con el cual nos mantenemos. Ya se imaginará que pasamos las de Caín para que nos alcance el sueldo para la comida, agua, luz y el impuesto inmobiliario, que estamos pagando por cuotas.

    Ahora, con el dolor en el alma, leo que ya no va a ser posible pagarlo por cuotas.

    Entonces la única solución sería no comer, no pagar luz ni agua por un mes para pagar el impuesto inmobiliario.

    Veo en la televisión una propaganda en donde Ud. dice que los que ganan más deben pagar más. Me parece muy bien eso de que los ricos paguen más.

    En lo que no estoy de acuerdo es en que los pobres no podamos pagar en cuotas, con un poco más de comodidad, para que no nos esfuerce demasiado cumplir nuestras obligaciones tributarias.

    Conozco a muchos vecinos y amigos que no pueden pagar sus impuestos ni siquiera por cuotas, menos al contado. Recuerde señor ministro que la mayoría somos gente pobre.

    Para terminar, le ruego que reconsidere esta nueva disposición que va a implantar y que Dios y la Virgen bendigan a Ud. y a su familia.

    Justina Solís

    CI: 230.403

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  35. Paraguay 2011: Un año perdido para el desarrollo

    La sociedad paraguaya termina el año con las alarmas encendidas sobre la cada vez mayor grieta entre privilegiados y excluidos . Es lo que los sociólogos llaman riesgo de desintegración. Tomás Palau, sociólogo, escribe que “desintegración social es…un proceso de acentuación cada mayor del “sálvese quien pueda…nuestro país entró en esto hace ya unas décadas”. Una pendiente de desintegración “vuelve a la gente agresiva, frustrada, desconfiada, del otro, egoísta,” (ACCION. Revista de reflexión y diálogo de los Jesuitas del Paraguay. Asunción, noviembre de 2011, p. 25).

    Unos 500 asentamientos de extrema precariedad y miseria se encuentran distribuidos en el Departamento Central. Esto significa, haciendo un cálculo de la población que se encuentra en los mismos, que 1 de cada 10 habitantes de dicho Departamento sobrevive entre la miseria, la sobrevivencia y la marginalidad. No es infrecuente en las informaciones policiales que muchos de los denominados motochorros provienen de esos asentamientos. En Asunción, la proporción es parecida. Unas 60.000 personas malviven en los bañados. Como si fuera poco, en el conjunto del país, alrededor de 260.000 jóvenes no estudian ni trabajan.

    El 10% más rico se queda nada menos que con el 40% de la riqueza producida y el 40% más pobre no alcanza ni al 5% del conjunto de los bienes. Es peor aún. De acuerdo a datos oficiales, la desigualdad se incrementó entre el 2009 y el 2010.

    No exageramos si añadimos que el Paraguay es una fábrica de miseria. La extrema pobreza se acentuó en los dos últimos años y ya alcanza a casi el 20% de la gente. En otras palabras, prácticamente 1 de cada 5 habitantes del país está en la franja de la extrema pobreza. Y si se toma a la pobreza en general, más de dos millones de personas están en esa situación.

    Expulsión del sistema educativo, migración desesperada a los núcleos urbanos, delincuencia persistente ( 1 de cada 5 delitos en la vía pública son cometidos por motochorros), empobrecimiento campesino ( la mitad de los mismos está en la pobreza extrema), desempleo más subempleo ( 1 de cada 3 paraguayos sufre esa situación) van conformando un tejido en tensión al lado de la impunidad para los poderosos, acumulación y ostentación de riquezas en el otro extremo y la interpelación continua para consumos cada vez más sofisticados pero al alcance de pocos.

    Este es el paisaje que describe el colega Tomás Palau. Se delinean con creciente nitidez dos países. Uno es el que crece con los grandes números de la macroeconomía como el incremento del Producto Interno Bruto y su modelo agroexportador y otro es el que no genera industrialización y menos inversiones que produzcan masivamente puestos de trabajo.

    Es tan absurdo este Paraguay de finales del 2011 que basta agregar un dato. El economista Fernando Masi, en una entrevista con Radio Caritas el 30 de noviembre, me decía que pese a contar con abundantes recursos hidroeléctricos, sólo el 15% de toda la energía que se usa en el país proviene de esa fuente. Y más grave, de ese exiguo porcentaje, apenas el 20% va a uso industrial.

    Por su parte, Víctor González Acosta, premiado como el empresario del año por la Asociación de Empresarios Cristianos, me apuntaba en Radio Caritas el miércoles 21 que para despegar hacia el desarrollo nuestro país necesita de 1.400 millones de dólares en inversiones anuales. Apenas alcanzamos unos 400 millones de dólares. Así se explica que solamente el 27% de los caminos del país estén transitables todo el tiempo.

    Si se concibe el desarrollo como bienestar y como un sendero hacia mayores niveles de equidad social, el 2011 es un año perdido para el Paraguay. Estamos en el sinuoso y peligroso camino de una sociedad desintegrada y violenta.

    Carlos Martini

    Sociólogo y periodista.

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  36. Pobreza: de la crónica a la gestión

    Mario Abdo Benítez y Mauricio Macri pueden darse la mano. Ambos son buenos cronistas de su época al expresar en la ONU su preocupación por Venezuela, por el terrorismo internacional y los derechos humanos. Los dos sintonizaron la misma onda respec­to a la integración, el medio ambiente y la sociedad inclusiva.También demostraron ser sensibles a un problema que atraviesa al Paraguay y a Argentina: la pobreza, que mientras aquí era, a comienzos de 2018, de 26,4% total (20,2% urba­na y 36,2% rural), en Ar­gentina llegaba en agosto pasado al 27,3% (32% en el Gran Buenos Aires). Dijo MAB ante la ONU: “Es nuestra responsabili­dad… dejar de ver a la po­breza como un indicador económico, sino como un problema humano.

    El compromiso de nuestro Gobierno es profundizar las políticas sociales, apostar con más intensidad al desarrollo humano con una mayor democratización en el acceso a la educación, a la salud y al empleo digno”. Macri se propone “avan­zar hacia pobreza cero; esto es lograr un país con igualdad de oportunida­des, donde nuestros hijos puedan ser protagonistas de su futuro, y donde cada argentino pueda desarrollar su potencial”.

    En anuncios, todo bien. Pero en los hechos, los dos operan en terreno inestable: fundan sus logros en los planes sociales. MAB todavía tiene alguna reserva sobre la cual trabajar, producto de una razo­nable disciplina fiscal.

    A Macri se le acabó el cré­dito. Sin la ayuda del FMI su gobierno se hundiría.

    MAB debe tomar en cuenta esta amarga experiencia argentina y dar un golpe de timón en el gasto público impro­ductivo, redoblando esfuerzos para fomentar la creación de trabajo le­gítimo hacia el cual hacer migrar el sobre empleo que lastra al Estado.

    La crónica está bien. Ahora falta la gestión.

    http://www.5dias.com.py/pobreza-de-la-cronica-a-la-gestion/

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  37. Crecimiento de la pobreza

    La constante investigación que hace el CADEP nos ha dejado un interesante estudio sobre la pobreza. La dolorosa situación de tantos paraguayos que la padecen y la grave repercusión que su injusta situación produce nos obligan a todos a reflexionar sobre los hechos y actuar en busca de soluciones reales. Digo todos porque todos somos activa o pasivamente, corresponsables de la dramática desigualdad y porque hemos elegido no pocos políticos para que resuelvan el problema de la pobreza y la injusticia social, administrando y desarrollando con justicia el bien común, y en vez de trabajar para el bien común se aprovechan del poder que se les ha confiado para su propio beneficio y no para el beneficio de todos equitativamente compartido. O, peor todavía, no faltan políticos con poder y en gobierno que están siendo agentes provocadores de pobreza.
    Estos políticos acrecientan la pobreza porque son corruptos y corruptores y roban y enseñan a robar el dinero del pueblo. Los hay comprometidos con el narcotráfico, grupo criminal que vive al margen de la ley, que con las drogas destruyen los cerebros de niños, adolescentes y jóvenes, empobreciéndolos radicalmente y empobreciendo a la sociedad al destruir lo más valioso dejándonos la carga de sujetos inútiles y adictos.

    La pobreza está creciendo, por más que el marketing político nos quiera convencer de lo contrario, manejando las cifras para hacerles decir lo que la realidad no dice.

    Hay políticos que nos empobrecen privilegiándose y regalándose combustible, turismo, seguro médico y hospital de lujo, con, jubilación precoz y abultada. No hay dinero para los hospitales, camas, medicinas del pueblo, pero sí para que con apoyo de políticos corruptos el IPS, el MOPC… hagan ganar licitaciones extorsivas.
    La pobreza crece porque el sistema educativo no cumple su misión. Sin educación, formación y capacitación de calidad el sistema deja a los jóvenes y adultos en estado de subdesarrollo humano y por tanto incapaces de satisfacer las exigencias del mundo laboral/profesional, y consecuentemente lanzados al desempleo y la emigración, es decir, se les abandona en la pobreza personal y derivadamente económica y social.

    La raíz más profunda y radical de la pobreza está en el cerebro, este cerebro cuyas maravillosas potencialidades nuestra educación apenas desarrolla.

    Será imposible erradicar la pobreza mientras el sistema educativo siga lanzando a la sociedad adolescentes y jóvenes incompetentes y subdesarrollados porque sigue enfermo y desactualizado y sea incapaz de cortar la hemorragia de las deserciones antes de acabar la educación media.

    Los avances científicos y tecnológicos auguran el crecimiento de la desigualdad, porque crece el desempleo en todo el mundo y los servicios que todavía se pueden ofrecer con bajo nivel de educación serán atendidos con recursos tecnológicos de robótica, inteligencia artificial e informática; y los trabajos de producción de bienes serán transferidos en su mayoría a nuevos recursos sofisticados con mayor productividad y altas exigencias de conocimientos y nuevas competencias para lo que no estamos educando a nuestros educandos menores y no digamos a adultos.

    Por otra parte el acceso y dominio de las próximas sucesivas tecnologías, tanto para el trabajo, como para la salud y el bienestar serán muy caros, solamente accesibles para los ricos, con lo cual la brecha de la desigualdad será más ancha y profunda.

    La fuente más fecunda de poder y riqueza, como he comentado en otras ocasiones, es sin duda la apropiación y la producción de conocimientos actualizados, lo cual requiere habilidades y competencias personales, que sustenten al máximo nivel posible la autonomía y la capacidad permanente de adaptación a los cambios. Nuestro sistema educativo en todas sus modalidades y niveles está lejos de poder ofrecer una educación que capacite a sus educandos con estas características, porque atiende poco al desarrollo humano en cuanto tal y se dedica casi exclusivamente a transferir a la memoria conocimientos frecuentemente de poca actualidad.

    Es preocupante que nuestros sucesivos gobiernos democráticos todavía no hayan comprendido que la pobreza y el subdesarrollo tienen su raíz principal en el subdesarrollo educativo y, en sus políticas reales (no en sus discursos), aún no hayan optado realmente por la educación para erradicar la pobreza y salir del subdesarrollo, como hicieron hace años Corea, Taiwán, Singapur…

    POR JESÚS MONTERO TIRADO

    https://www.abc.com.py/edicion-impresa/opinion/2019/07/15/crecimiento-de-la-pobreza/

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