El Día del Niño que se conmemora hoy nos remonta a la masacre acaecida el 16 de agosto de 1869, en la batalla de Acosta Ñu, durante la Guerra de la Triple Alianza, donde el entonces conde D’Eu y el ejército imperial del Brasil salieron con más de 20.000 soldados a enfrentar a una escuálida tropa compuesta por una mayoría de niños paraguayos, que con pechos de acero y corazones de hombres valientes enfrentaron a la aplanadora enemiga.
Lamentablemente, hoy como ayer, muchos niños con rostros desnutridos y sucios, descalzos y explotados, harapientos y prostituidos ya en su corta edad, acicateados por las drogas, continúan su batalla contra la dictadura de la miseria, el abandono y una muerte prematura.
Según estudios del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en el Paraguay existen unos 6.000 niños en situación de calle, sometidos a todo tipo de violencia de orden físico-moral, abusos laborales, y en la generalidad de los casos con desprecios ofensivos a la dignidad de la persona humana.
Ante esta deplorable y triste situación de abandono, sumada a la indiferencia de las autoridades pertinentes, la ciudadanía se pregunta: ¿dónde están y qué hacen los responsables a fin de encauzar esta penosa realidad? ¿En qué son invertidos los recursos asignados a las instituciones involucradas en dar atención a esta problemática social? ¿Qué acciones efectivas se están tomando desde la Secretaría de la Niñez, la Codeni, la Defensoría y el Juzgado de la Niñez y la Adolescencia? En definitiva, ¿qué está haciendo el actual Gobierno por los niños de nuestro país?
A tres años del arribo al poder, el presidente de la República, Fernando Lugo, aún se debate dubitativamente respecto a las acciones que prometió y debieron encararse en beneficio de los niños paraguayos abandonados y en situación de calle. La ciudadanía aún tiene fresco en la memoria aquel discurso inaugural de su mandato, cuando el actual Primer Mandatario expresaba : “La mayor inversión social y política de este gobierno se refleja en una figura muy sencilla: Un niño sano y bien educado”. Asimismo, el entonces recién electo gobernante se admiraba por el escándalo que suponían los “niños de la calle”, y se interpelaba a sí mismo diciendo: “¡Cuánto nos demoraremos en dar respuestas a esta situación!”.
Lo cierto y lo concreto es que, a la espera de una voluntad política que provenga de la clase dirigente de nuestro país, los grandes flagelos que destruyen las vidas de inocentes niños, entre ellos –y de manera preponderante–, la droga, la delincuencia y la prostitución, todos juntos terminarán por tragarse el presente y el futuro de miles de niños paraguayos, y, consecuentemente, el porvenir de nuestra patria.
La exposición a las drogas es lo más grave, teniendo en cuenta el efecto que producen y las acciones que conllevan por derivación, haciendo que los niños o adolescentes adictos al crack, en su corta edad, sean considerados ladrones, homicidas o simples delincuentes de quienes hay que cuidarse y se debe marginar. Lo más triste de todo esto son los bebés drogados para que se duerman, alquilados y explotados en brazos de adultos en los semáforos de nuestras calles y avenidas, para que los padres o responsables de los mismos consigan objetivos pecuniarios aduciendo mendicidad. Finalmente, lo penoso de todo es la ausencia de sanciones ejemplares para esas personas responsables de esos abusos.
Es de esperar que ante los padecimientos de tantas niñas y tantos niños de nuestra sociedad, los políticos asuman con responsabilidad su papel de resguardar los intereses de los paraguayos, en especial de los menores que esperan ser rescatados, a fin de encaminarse por sendas que les brinden una mejor calidad de vida, acorde a los requerimientos exigidos y consagrados en las leyes nacionales e internacionales.
Entonces sí, cada 16 de agosto, podremos festejar el Día del Niño sin que se nos haga un nudo en la garganta.
16 de Agosto de 2011
http://www.abc.com.py/nota/muchos-ninos-continuan-combatiendo-su-batalla-de-acosta-nu-3428/
HACE 75 AÑOS SE CELEBRA EL DÍA DEL NIÑO
El 19 de julio de 1948, el presidente provisional Juan Manuel Frutos, a través del Decreto N.° 27.484, fijó el 16 de agosto como Día del Niño del Paraguay. Desde entonces, miles de niños y niñas son agasajados en esta fecha en las escuelas, calles, plazas, entre otros lugares.
El 16 de agosto de 1869 en Acosta Ñu, tropas imperiales atacan una columna logística que conformaba la retaguardia del ejército paraguayo, asesinando niños, mujeres y ancianos, en uno de los episodios más sanguinarios de la Guerra Grande.
-El mismo que mandó a los niños a morir en Acosta Ñu es el que después se vendió a los asesinos brasileños y fundó el partido que hoy gobierna Paraguay. @osvaldozayas
Día del niño… y aparte de la conmemoración a los mártires de Acosta Ñu, nos falta memoria con la cantidad de niños torturados en dictadura. @marlovesluz
HA… CHE RETÃ PARAGUAY (I) 
Preservar la alegría y la inocencia |
Carta a los niños
Por Carolina Cuenca
Me gustaría aprovechar esta fecha de celebración para escribir una carta abierta a los niños y niñas de nuestro país en su Día.
Primero, confieso que a muchos adultos nos causa una gran impresión dirigirnos a ustedes. Yo lo tengo que hacer a menudo por mi trabajo, que es educativo. Pero siempre me pregunto: ¿No me estaré complicando? Admiro su capacidad de simplificar las cosas. Es maravillosa.
Así que lo primero que les quiero decir es que la vida es más hermosa gracias a ustedes: los rubios, los morenos; los flaquitos, los gorditos; los pecosos; los bajitos, los bien altos; los que ven, los que no ven; los que caminan, los que no; los que ya nacieron, los que esperan en la panza de su mamá; los que viven en la ciudad, los que están en el campo; los que hablan guaraní, los que no lo hablan; los que saben matemáticas, los que llegan a sumar solo con mucho esfuerzo… ¿Se imaginan nuestro país sin niños? ¡Sería feo y triste! En serio.
Sé que muchos adultos estamos muy distraídos en estos tiempos, detrás de cosas a las que nosotros damos mucha importancia: el éxito, la fama, la acumulación de cosas, y ya no les prestamos atención a los árboles, a los cerros, a las mariposas. Por eso, lo segundo que les digo es que ustedes sí observen. ¡Miren niños!, estén atentos, como siempre, dispuestos a dejarse sorprender por todo. Los científicos, los filósofos, los buenos estadistas, los que hacen al mundo girar, son adultos que saben observar la realidad. Sí, como ustedes los niños.
En la escuela les están enseñando muchas cosas. Les enseñan también acerca de sus derechos. Y esto es bueno, porque los tienen. Pero no olviden que la vida también exige algo de nuestra parte. Se llama deber. Cada uno tiene su deber. El presidente, los periodistas, los empresarios, los recolectores de basura… ¡todos tenemos un deber! Y cuando no se cumple, ¡es un desastre!
¿Cuál será el primer deber de los niños? Lo he pensado mucho y creo que el primero de ellos es honrar a los padres. No lo he descubierto sola. Me lo han enseñado mis padres cuando honraban a mis abuelos. Lo confirma mi experiencia de educadora. Al que respeta y honra a sus padres, le va bien en su vida. Ténganlo en cuenta.
Me da risa escribirlo por lo obvio que es, pero como sé que hay adultos que también leen esta carta, les recuerdo que la alegría y la inocencia ¡son las cualidades más poderosas de los niños! No dejen que los malos programas de la tele, o las noticias presentadas con morbosidad, o que los lobos disfrazados de corderos, les roben la alegría y la inocencia.
Niños, su destino es la felicidad. No aspiren a menos que eso. El camino a veces se pone difícil, pero tengamos esperanza. Juntos, en familia, llegamos.
¡Que Dios les bendiga!
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Día del niño, con un nudo en la garganta
A tres años de que Fernando Lugo asumió el poder con la promesa de darle máxima prioridad a esta penosa realidad, se estima que unos 6.000 menores mendigan en las calles en el Paraguay, mientras ¡seis de cada diez! afirman haber sido víctimas de violencia. Este es el homenaje que les hacemos en el Bicentenario patrio a los mártires de Acosta Ñu.
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Paraguay: Presidente rendirá cuentas ante niños y adolescentes
El presidente Fernando Lugo rendirá cuentas hoy por tercera vez ante infantes y adolescentes, quienes festejan en la ocasión el Día del Niño en Paraguay.
Este acto tiene por objetivo acercar información que les permita a los menores realizar nuevos planteamientos sobre las políticas públicas impulsadas por la Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia (SNNA).
La evaluación comprende desde agosto del pasado año y hasta julio de 2011 y se realizará en el Centro de Convivencia Pedagógica «Ñemity», en el barrio Reducto de la ciudad de San Lorenzo, departamento Central, nueve kilómetros al norte de Asunción.
Entre sus partes, el documento hace mención a los logros alcanzados por la SNNA desde agosto del 2008, año en que el mandatario rindió cuenta por primera vez ante los niños y adolescentes.
En esa fecha Lugo suscribió en un documento el compromiso de avanzar en la construcción de políticas públicas sobre la base de una agenda común: niñez en situación de calle, la migración y sus consecuencias, niñez institucionalizada y adolescentes en conflicto con la ley penal.
Incluye también niñez y adolescencia trabajadora, niñez y adolescencia víctima de violencia y sin identidad, niñez y adolescencia sin identidad civil y niñez y adolescencia indígena, niños afectados por la adicción, niñez y adolescencia que viven con VIH-SIDA, primera infancia y niñez y adolescencia con discapacidad.
El 16 de agosto del 2008 Lugo se comprometió a mantener informados a los niños y adolescentes y a la ciudadanía en general «acerca de la gestión realizada por mi gobierno» y los avances realizados en materia de inversión para mejorar la calidad de vida de ese sector poblacional.
Uno de los logros de la SNNA en los últimos tres años fue el haber incrementado su presupuesto en alrededor de ocho mil millones de guaraníes, el equivalente a poco más de dos millones de dólares al cambio actual.
Este incremento presupuestario permitió a su vez desarrollar programas de protección y promoción de derechos como el denominado Abrazo, que protege actualmente a tres mil 700 niños en ocho departamentos del país y cuenta con 32 centros para la atención de los mismos.
El Día del Niño en Paraguay se celebra en recordación a una de las batallas más heroicas de la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), en la que cientos de infantes cayeron combatiendo en los campos de Acosta Ñu.
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Una sonrisa robada
Luis Bareiro
Un amigo policía me asegura que lo que espanta a la gente no es la cantidad de crímenes que se cometen en un determinado periodo, sino la espectacularidad de estos. En una semana, me dijo, probablemente hay doscientas o trescientas personas asaltadas por peajeros; pero, a nadie le importa esos números, y su vigencia en la estadística no genera una mayor sensación de inseguridad. Sin embargo, agregó, uno o dos crímenes mediáticos, de esos que sirven para ocupar hasta media hora en los noticieros, originan una avalancha de reclamos, como si de pronto todos descubrieran la fragilidad del sistema.
No voy a discutir la hipótesis de mi amigo. Solo quiero agregar que, por lo general, tras ese redescubrimiento de la inseguridad recrudecen también los pedidos de «mano dura». Y se habla así de linchar a los delincuentes, de endurecer las leyes o de sacar a los militares a las calles.
No es siquiera una reacción original. Es la historia cíclica del hombre. Cuando la gran depresión económica de 1929 destrozó las economías y disparó el desempleo y, consecuentemente, las tasas de asaltos y crímenes, el mundo se inclinó hacia la derecha radical dando vida al fascismo.
Hubo mano dura en la vieja Europa. Las democracias liberales se desplomaron incapaces de dar respuesta a los reclamos desesperados de una sociedad aterrada ante el descalabro económico y sus consecuencias de pobreza y delincuencia.
El nacionalsocialismo alemán sedujo tanto a las masas como a las minorías opulentas, temerosas de perder su seguridad comprada. Fue una fantasía que duró más de una década y que culminó en la mayor carnicería de la historia.
La lección fue durísima, pero contundente. No hay alternativas a la democracia. Los bemoles de la democracia solo se combaten con más democracia.
¿Cómo se enfrenta, pues, en democracia, la delincuencia o la violencia?
No voy a fungir de experto. Es seguro que hay suficiente literatura sobre el tema y estudiosos capaces de formular convenientemente las respuestas. Pero, permítanme contar una anécdota que puede que dé alguna pista sobre cuáles son las causas del fenómeno.
Me ocurrió a inicios de las noventa cuando participé como veedor en las elecciones para convencionales constituyentes. Me enviaron a un pueblito perdido en San Pedro. Había una escuela, un oratorio y un almacén frente al cual nos instalamos; un cuchitril en el que solo después de mucho aplaudir salieron a atendernos.
Era una joven de no más de 16 años, descalza y con un vestido blanco y descosido que apenas cubría su cuerpo fibroso y moreno. Apenas la vi quedé mudo. Era la niña más bella que había visto hasta entonces en mi vida.
Ella nos atendió sin decir palabra. Durante toda la jornada electoral estuvimos pendientes de ella, que entraba y salía de la casa, siempre en silencio, ajena totalmente a nuestra turbación.
El día acabó como todo acaba. Antes de abandonar el pueblo, sin embargo, decidimos dar una última vuelta por el almacén. La niña estaba en la puerta, esperando. Alzó la mano y sonrió. Casi no tenía dientes.
El baqueano que nos acompañaba contó que la chica había dejado la escuela por vergüenza.
Me lo volví a encontrar dos décadas más tarde y me dijo lo que ya adiviné cuando la vi aquella tarde, que hoy es una madre soltera, con cinco hijos y una vejez prematura.
Para ella jamás existió el Estado; una ausencia que no solo se llevó sus dientes.
Es una historia que se multiplica por miles y que en la mayoría de los casos acaba en un expediente policial.
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Lugo insta a la niñez a reclamar sus derechos.
El Centro de Convivencia Pedagógica Ñemity, ubicado en la ciudad de San Lorenzo, fue el lugar donde el presidente de la República, Fernando Lugo, pronunció esta mañana un informe sobre su gestión de gobierno a favor de la niñez del país. El jefe de Estado instó a los niños, niñas y adolescentes presentes a seguir reclamando sus legítimos derechos a una vida digna.
“Tienen todo el derecho a reclamar sus legítimos y auténticos derechos. El Estado tiene deudas históricas con mucha gente, en Paraguay hubo muchas injusticias en el pasado y es difícil reparar todo”, reconoció el presidente durante su discurso.
Puso como ejemplo de las injusticias que se suceden en Paraguay en los más de 100 pedidos de recuperación de tierras mal habidas que existen. Criticó que actualmente muchos políticos parlamentarios se adueñaron de hectáreas de terrenos que forman parte de la reforma agraria, tierras que debían beneficiar a las familias, a los niños. “Eso es lo que tenemos que corregir juntos. Lastimosamente no todo esta en manos del poder Ejecutivo”, expresó.
Pidió a los presidentes de los otros dos poderes del Estado a que antes de iniciarse el próximo año, puedan tener una reunión cara a cara para aceptar las mutuas críticas pero a la vez ponerse de pie y construir el país que se merece la ciudadanía paraguaya.
Lugo exaltó la memoria de las mujeres residentas del Paraguay que reconstruyeron el país tras la guerra de la Triple Alianza (1865-1870), a los jóvenes y su lucha durante la última dictadura de Alfredo Stroessner (1954 – 1989), a los estudiantes, campesinos, obreros, indígenas y afro-descendientes que silenciosamente construyeron la historia.
“Pero quién no recuerda a los niños de Acosta Ñu. Ustedes son los herederos de los que olvidaron su infancia para defender nada más y nada menos que la soberanía e independencia de nuestra patria. Por eso celebramos hoy el día del niño”, enfatizó.
Fuente: Agencia Jakueke
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Más amor para la infancia
por Lourdes Peralta
“La infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir. Nada hay más insensato que pretender sustituirlas por las nuestras”. (J.J. Rousseau)
Universalmente, los niños siempre han sido las víctimas perfectas por su incapacidad de defenderse solos, y el abuso (en todos sus tipos) viene desde épocas muy remotas. Hoy, con el auge de la comunicación tecnológica, nos enteramos de más casos de violencia ejercida sobre la infancia.
Oficialmente, el Día del Niño en Paraguay, fecha que ya muchos cuestionan porque fue una masacre, trae chocolatadas y quizás los chicos hasta se llevan alguna chuchería.
Pero ¿será que profundizamos si los niños en nuestro país sufren la aniquilación de la infancia, la falta de respeto a su ritmo de crecimiento y desarrollo, la corrupción de sus sueños? Y ni qué decir sobre su derecho a nacer.
El otro día miraba en la televisión, en uno de esos programas de la mañana, cómo una conductora se degradaba con el “perreo” frente a una audiencia donde había niños. Los psicólogos dicen que los malos pensamientos están solo en el adulto, que los niños lo perciben como un juego, y tendrán parte de razón, pero cuando la oferta se repite cada día, cuando eso pasa a ser “lo moderno”, hay preocuparse seriamente. La ciudad, como lo explicaba Rousseau, corrompe al ser humano y lo aleja de su bondad natural.
Lástima y aburrimiento producen los niños que hablan como adultos. Vemos que cada vez más niñas se visten como mujeres. Los niños asumen un perfil que no les corresponde y muchos padres lo festejan como una viveza. ¿Quién vela por su ambiente y educación en valores? Porque acá no se trata de ser moralista-religioso como se puso de moda decir, sino de qué clase de ciudadanos estamos formando para el día de mañana: ¿solo reproducción de la especie o también mejoramiento de la persona?
En todo habrá que compartir culpas, porque echar toda la responsabilidad a los padres es injusto, también las autoridades estatales y gubernamentales tienen la obligación de cuidar a los chicos (no de manipularlos ideológicamente). Qué ven y qué comen, si hay seguridad en los lugares donde ellos van. Basta de mujeres sacudiendo el trasero y los senos frente a las cámaras televisivas en horarios familiares (el exhibicionismo forma parte del abuso sexual infantil). Basta de promocionar la comida basura con premios. Basta de maestros “capacitados” en derechos humanos más que en lenguaje, historia y matemática.
Y otra dura verdad es la inseguridad. Los niños de hoy no saben qué es el portoncito abierto todo el día para entrar y salir de jugar en la vereda. Es que tememos lo peor y exageramos los cuidados al punto de encerrar a nuestros hijos y torturarlos con “no hables con nadie”, “no prestes tus cosas”, “no comas nada que te conviden”, “no abraces, no sonrías”… ¡Qué horrible mundo estamos materializando al no profundizar en las raíces del mal! Creamos y alimentamos los monstruos que matan la esperanza y la fantasía, como lo dice Michael Ende en “La historia sin fin”.
Si para estar como hoy estamos dieron la vida aquellos niños de Acosta Ñu, habrá que replantearse la heroicidad y el patriotismo.
No perdamos el tiempo ni el placer de educar a los niños con disciplina, pero respetando su mundo. Los años pasan volando, cuando nos demos cuenta de que teníamos hijos (sobrinos, vecinos, alumnos) tal cual como dice Franco de Vita en su emotiva canción No Basta: “Si no has caído ya tu chico es un hombre, ahora más alto y más fuerte que tú…”.
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Niñas y niños reclaman educación, salud, reforma agraria y respeto a sus derechos
POR EDUARDO ARCE ⋅
“Estamos en la ciudad por necesidad porque nuestras tierras están en manos de brasileros y gente de otros países”
Niñas, niños y adolescentes con capacidades diferentes, de pueblos indígenas, afrodescendientes, campesinos y trabajadores entregaron reclamos al presidente Fernando Lugo.
“Nosotros estamos en la ciudad por necesidad porque nuestras tierras están en manos de brasileros y gente de otros
países”, dijo Milciades Gómez, un adolescente que representó a los pueblos originarios en el acto en el que niñas, niños
y adolescentes organizados por sectores interpelaron al gobierno, al Parlamento y al Poder Judicial.
La ministra-secretaria ejecutiva de la Secretaría de la Niñez y la Adolescencia, Liz Torres, rindió cuentas del accionar de la institución a su cargo en un acto al que asistieron centenares de niñas y niños además del presidente Fernando Lugo y los ministros del área social del gobierno.
“También queremos participación como pueblos originarios, que nos den espacio para salir adelante. Nosotros
podemos salir adelante y hasta podemos ser presidente también”, expresó Gómez ante el aplauso de centenares de niñas y niños que se reunieron en el Centro de Convivencia Pedagógica “Ñemity”.
En el acto, al que también asistieron el presidente Lugo y los ministros del área social del gobierno, la ministra-secretaria ejecutiva de la Secretaría de la Niñez y la Adolescencia, Liz Torres, rindió cuentas del accionar de la institución a su cargo.
Además de la recuperación de las tierras para los pueblos originarios los jóvenes representantes indígenas
reclamaron “educación, construcción y ampliación de escuelas, colegios y bibliotecas en comunidades indígenas, con
docentes indígenas, así como becas para el colegio y la universidad”.
Demandaron, mayor atención de salud, no más discriminaciones para ser atendidos en los hospitales, atención médica y medicamentos gratuitos, construcción de hospitales en las comunidades más lejanas.
“Desde que usted subió prometió que cumpliría con los derechos de los pueblos originarios y queremos que cumpla
señor presidente”, expresó Gómez.
Visualizar a la población afrodescendiente
Adalberto de la Cruz Servín, representando a las niñas y niños afrodescendientes, presentó dos reivindicaciones: La
inclusión del estudio del origen de las personas afrodescendientes en nuestro país, en el currículum de la educación
escolar básica y la introducción de variables que permitan visualizar a la población afrodescendiente en nuestro país, en los censos nacionales, desde el año próximo.
Adalberto de la Cruz Servín, representando a las niñas y niños afrodescendientes, presentó dos reivindicaciones: La inclusión del estudio del origen de las personas afrodescendientes en nuestro país, en el currículum de la educación escolar básica y la introducción de variables que permitan visualizar a la población afrodescendiente en nuestro país, en los censos nacionales, desde el año próximo.
“Queremos que la historia de los afrodescendientes esté en el currículum, para que podamos identificar nuestro origen
y que la variable que se introduzca en los censos permita que nuestra población sea visualizada y se conozca en qué
situación se encuentran la salud, la educación, la vivienda y la alimentación de nuestro sector”, manifestó.
Por su parte, Nelson Cristaldo, de la Red Rural de Organizaciones de Niños y Niñas de Santaní aseguró que “lo primero
que necesitamos es la reforma agraria integral, la Recuperación de tierras mal habidas, pero también necesitamos
salud, mejor atención médica, más infraestructura y seguridad alimentaria”.
“Necesitamos también educación gratuita hasta la universidad. La Universidad es muy cara y los campesinos
terminamos el tercer curso y no podemos seguir la universidad”, agregó.
Ley para niñas y niños con capacidades especiales
“Nosotros queremos una ley integral para los niños y niñas con capacidades especiales. Nosotros también tenemos derechos”, dijeron los representantes del sector.
Las niñas y los niños urbanos y estudiantes fueron representados por María Belén Guerrero, quien consideró que lo prioritario es que la salud y la educación sean gratuitas y para todos.
“Que la salud sea realmente gratuita en todo el país y para todos los sectores así como los medicamentos, que haya
equipos para estudios y análisis en buen estado, que los Centros de Salud tengan una atención más rápida y atiendan
a más personas por día, que el personal médico esté capacitado y que cuenten con todos los profesionales que se
necesita”, reclamó Guerrero.
En cuanto a la educación, también pidió que “sea para todos los sectores y realmente gratuita, sin exigencia de
uniforme porque genera discriminación, con docentes capacitados y con un presupuesto acorde a las necesidades”.
“Queremos que nuestra voz sea escuchada y que podamos plantear nuestros problemas. Creemos necesario que los
tres poderes del Estado estén presentes aquí. Necesitamos que nuestra voz sea escuchada por los tres poderes del
Estado”, reclamó.
Por su parte, Rodrigo Giménez de la Coordinación de Niñas y Niños y Adolescentes Trabajadores reclamó la revisión de de los Convenios Internacionales 138 y 182 de la OIT y que el Estado impulse programas de trabajo digno para el sector.
“Queremos que se revisen conjuntamente con nosotros estos convenios que criminalizan nuestro trabajo como niños,
niñas y adolescentes trabajadores, y que se cree un programa de trabajo para nosotros y para nuestros padres para que mejore las condiciones de trabajo”, dijo Giménez.
Giménez también reclamó mayor presupuesto al sector de la niñez y la adolescencia para el sector salud, educación,
recreación y creación de centros e institutos culturales.
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El Estado reparará daños a niñas y niños separados de sus familias
POR EDUARDO ARCE ⋅
De esta manera se evitará una nueva condena internacional al Estado paraguayo.
El Estado paraguayo firmó un acuerdo de solución amistosa con 68 familias que hace 10 años fueron separadas de sus
hijos.
El acuerdo se arribó en el marco de la denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos presentada
contra el Estado paraguayo por violaciones a los derechos de niñas y niños en situación de calle entre el 2000 y el 2001.
De esta manera se evitará una nueva condena internacional al Estado paraguayo que debe pedir disculpas por el
hecho, resarcir a las víctimas con una indemnización y comprometerse a no repetir ese tipo de violación a los derechos humanos.
La firma del documento se realizó durante el acto de rendición de cuentas de la Secretaría de la Niñez y Adolescencia realizado en el Centro de Convivencia Pedagógica “Ñemity”. Estamparon sus firmas el procurador general de la República, Enrique García, la ministra-secretaria ejecutiva de la niñez y la adolescencia, Liz Torres y Hebe Otero, de la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia.
La firma del documento se realizó durante el acto de rendición de cuentas de la Secretaría de la Niñez y Adolescencia
realizado en el Centro de Convivencia Pedagógica “Ñemity”. Estamparon sus firmas el procurador general de la
República, Enrique García, la ministra-secretaria ejecutiva de la niñez y la adolescencia, Liz Torres y Hebe Otero, de la
Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia.
El caso se trata de niños, niñas y adolescentes que se encontraban trabajando en la calle cuando una jueza de Primera
Instancia en lo Tutelar y Correccional del Menor conjuntamente con fuerzas policiales, realizó redadas y ubicó a los
menores en instituciones estatales y privadas.
La denuncia fue presentada por la Coordinadora de los Derechos de la Infancia y Adolescencia (CDIA) con el patrocinio de la organización internacional CEJIL ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y fue admitido en marzo del 2008.
Estado con deudas históricas y difícil reparación
En el mismo acto de rendición de cuentas de la Secretaría de la Niñez y Adolescencia, el presidente Fernando Lugo
aseguró que el Estado paraguayo tiene deudas e injusticias de difícil reparación. “El Estado paraguayo tiene deudas
históricas con mucha gente, hubo muchas injusticias en el pasado y es difícil reparar todo”, dijo el mandatario.
Según Lugo, el Procurador General del Estado presentó más de 100 pedidos de recuperación de tierras que se otorgaron a personas que no eran sujetos de la reforma agraria. “Hay políticos que tienen tierras de la reforma agraria. Eso es lo que tenemos que corregir juntos y lastimosamente no todo está en manos del Poder Ejecutivo”, aseguró.
Lugo recibió una larga lista de reclamos de reclamos y exigencias por parte de niños, niñas y adolescentes organizados
en diferentes sectores del país. Las principales demandas se refirieron a la deficiencia en la salud y en la educación, en la falta de tierras para los pueblos originarios y los campesinos y en la necesidad del respeto a los derechos del sector.
El primer magistrado aseguró sentirse “profundamente feliz” porque al recibir las carpetas con los reclamos por que le
daban la seguridad de que “los niños conocen y reclaman sus derechos. Con este tipo de de niños y niñas que conocen
sus derechos seguiremos construyendo ese Paraguay que soñamos”, aseveró.
Refiriéndose a las demandas de promesas incumplidas, el jefe de Estado aseguró que no descansará “hasta el último día
de mi gobierno por cumplir lo que he prometido”.
“Muchos de nuestros sueños no fueron todavía concretados pero nadie nos va a hacer renunciar de nuestros sueños.
Ustedes nos están ayudando, nos ayudan con su reflexión, con sus críticas, pero nos ayudan con sus propuestas.
Luchemos juntos para que estas propuestas sean viabilizadas y sean concretadas”, expresó.
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Comic refleja las distintas situaciones relacionadas al acoso escolar
El proyecto Akãhatã reunió talento nacional e internacional para crear conciencia sobre dicho problema.
En la noche del martes fue presentado oficialmente el Proyeco Akãhatã en el Juan de Salazar, una importante concurrencia conoció a fondo los objetivos de la iniciativa, a cada uno de los integrantes del proyecto y apreció el show en vivo ofrecido por Kita Pena.
Finalizado el acto de lanzamiento E’a conversó con el ilustrador publicitario y artista callejero Lucas We, el artista proveniente de Argentina lleva tres años dibujando tanto en su país natal como en Asunción donde reside actualmente. Lucas fue el autor de La ley Washington Delgadillo que integra el comic Akãhatã.
La presentación del proyecto contó con una masiva concurrencia
Lucas no se concentra en un único estilo de ilustración, le agrada experimentar con los colores y las formas generando sorpresa entre los que observan sus creaciones, “en este momento estoy en una constante búsqueda artística para definir el estilo el cual me gustaría hacer. No es recomendable quedarse con el primer estilo que te sale porque a la larga puede no gustarle a uno, lo mejor siempre es ir experimentando hasta encontrar el ideal” Señaló el ilustrador.
En cuanto a su participación en la elaboración del comic We refirió que fue un proyecto de participación conjunta entre el equipo de ilustradores y la redactora principal, cada dibujante planteaba quien era el mejor para cada una de las seis historietas que salieron publicadas, “me incliné por la historia de Washintong Delgadillo que significó un reto para mi por lo fuerte que era, intenté interpretarla visualmente y dibujar para que luego la redactora adjunte el texto”.
Sobre la temática de acoso escolar Lucas señaló que hubo una experiencia previa con Juan Cobarde que trataba sobre violencia de género, a su criterio el acoso escolar es una forma de discriminación que se vive en gran parte del mundo, los deseos materiales pueden despertar actos discriminatorios, “lamentablemente yo veo que en los lugares con menos recursos económicos ocurre mucho más este fenómeno, ya sea por cuestiones raciales y socio-económicas. Nunca estuve en un lugar donde la discriminación esté ausente”. Afirmó Lucas We.
Por medio de un comic gratuito es posible combatir el acoso escolar, ya que algún lector que accede a la historieta puede sentirse identificado con alguna de las historias, abandonando el estado de soledad y encierro en el que muchos niños víctimas de acoso o violencia escolar se ven obligados a vivir. “Si un chico lee el comic va tener la certeza de que no está solo y podrá tomar fuerzas para hacer frente a una situación de esa naturaleza” Concluyó Lucas We.
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NO MáS NIÑOS EN LA CALLE
No debería haber niños en las calles trabajando, muchos de ellos en situación de extrema necesidad. Estos menores no pidieron venir al mundo, por tanto los responsables de sus condiciones de vida son sus padres. Si todos los hombres y mujeres fuesen responsables por sus aptos, no habría niños pidiendo dinero y otros vendiendo productos de consumo en la vía pública.
Los trabajos que se realizan desde el Gobierno no son suficientes, no son eficientes o quizás hace falta un nuevo programa o una política diferente para erradicar este flagelo de la sociedad. Todos los menores que están en las calles deberían ser llevados a los albergues con anuencia del Juzgado de la Niñez y una vez bien resguardados identificar a sus progenitores. Estos deben ser llamados por las autoridades competentes, analizar la situación de cada uno de ellos para ver si realmente pueden alimentar y educar a sus hijos. Sino pueden, deberán dar en adopción y aquellos menores que no consigan padres sustitutos deberán ser atendidos por el Estado hasta que sean ciudadanos útiles a sí mismo y a la sociedad.
Si no se toman medidas drásticas este problema seguirá e irá creciendo a causa de los padres irresponsables. Los hombres son los que más se desentienden de sus hijos, dejan a cargo de la madre, que hace todo lo posible para alimentarlos. Pero llega el momento de la desesperación y deben lanzarse a las calles con sus pequeños a trabajar o pedir limosna.
Emigdio Acuña
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DÍA INTERNACIONAL DEL NIÑO
Este año en coincidencia con nuestro Bicentenario de la Independencia Patria, la Cruzada Mundial de la Amistad iniciada en Puerto Pinasco aquel 1958, consumó su propósito, al lograrse resolución mediante de la ONU, la declaración del Día Internacional de la Amistad. Este hecho congratuló sobremanera a todos; por el entusiasta, batallador y paciente don Artemio Ramón Bracho como por nuestra amada República del Paraguay, el país de la amistad y de la hospitalidad, del cálido mate y del refrescante tereré, del país guerrero que jamás agredió a sus vecinos.
En otro orden de cosas, quiero referirme al 16 de agosto, cuya fecha aquel 1969, en la genocida Guerra Guasu, aconteció uno de los hechos más notables y sin parangón que registra la historia universal, cuando cientos de niños resistieron a un ejército invasor de veinte mil desalmados hombres. Si el mismo hecho hubiese ocurrido ya sea en Estados Unidos, España, Argentina o Brasil, hace rato que en la fecha se celebraba el día mundial del niño. Además, la misma Hollywood y otras productoras cinematográficas no se hubiesen mantenido indiferentes.
En vista que no existe aún el día mundial del niño –solo semana internacional del niño– también en agosto, es propicia la oportunidad para que intelectuales, políticos, notables, destacados y sociedad toda, asistidos por el gobierno nacional, iniciemos una verdadera Campaña o Cruzada Mundial, en aras de cristalizar un anhelo ya iniciado hace décadas por el barrereño Prof. Andrés Aguirre, sin que ello importe reabrir viejas heridas. Es muy viable así plausible la idea por los ricos predicamentos, iniciando el pedido en el seno del Mercosur, para luego dirigir con una convincente exposición y consideración de motivos la solicitud ante la ONU. El oportuno apoyo de los socios del Mercosur será crucial y determinante, valiendo por la devolución de todos los trofeos de guerra, no importando tal vez que el Cañón Cristiano permanezca en Río de Janeiro o que las Arañas del ex Club Nacional sigan en Brasilia.
Dicho gesto valdrá como oportuno reconocimiento –allende a las compensaciones pendientes– significativa reivindicación histórica a nuestro pueblo, que a su vez importará como refundación y necesario despegue de la integración regional.
Siempre creí y manifesté que la nación sin fronteras, la Iglesia Cristiana, es una herramienta de paz y de misión diplomática por antonomasia; la que desafortunadamente aprovechamos poco. El año pasado, iglesias cristianas de los países del Mercosur, acordaron cita en el Cerro de la Gloria del campo de Acosta Ñu o Rubio Ñu, donde congregarse para pedir perdón a Dios por aquel vergonzoso episodio, anular maldiciones al tiempo de bendecir, sanar, restaurar, sepultar resabios y reconciliar nuestros pueblos. En tal orden de cosas, gravitante fue la intermediación de la APEP ”Asociación de Pastores Evangélicos del Paraguay” ante las iglesias cristianas de otros países, y como lobby ante la misma Organización de las Naciones Unidas.
Por encima de todo, este hecho nos comprometa aún más en ocuparnos y velar hoy día por la suerte de nuestros niños; de eso se trata.
Oribe Fabio Sosa Ortellado
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“Y un niño nace”
POR JIMMI PERALTA
“…propongo adentrarnos profundamente en el juego cuando nuestros hijos tratan de convertirnos en niños. La cuestión no es tan difícil, ellos nos dan la oportunidad cada día de acompañarles en el juego, de convertirnos en niños. De ese modo nos entablan una batalla para que no les convirtamos en adultos. No es mala idea perder toda esa guerra”.
“Y las ciudades siguen cayendo, y un niño nace; y los barcos cambian su curso, y un niño nace; y si las nubes están ardiendo, un niño nace”, cantaba Luis Alberto Spinetta en 1986, cuando yo era un niño que cumplía 3 años de haber nacido lejos, en un país donde los barcos no cambian de curso, pero los niños siguen naciendo.
El “Flaco”, que al mismo tiempo es padre e hijo del rock latinoamericano, mostraba en una simple canción de escasos 3 acordes, la dualidad de lo cotidiano: destrucción y vida.
Decía Spinetta que en tanto el hombre puede destruir su mundo, armarlo tan solo para deshacerse de él, y escribir miles de años de historia para nada; la incansable fuerza de la vida nunca se detiene, y que un niño siempre nace.
Hace ya casi 150 años la humanidad construida bajo los supuestos de la civilización, daba gala de lo que se sugiere es su opuesto: la barbarie; y escribía con la Batalla de Acosta Ñu toda esa destrucción de la cual habla esta canción.
Sin embargo, la fuerza de la vida: el amor, el sexo, el dolor, el dinero, el temor, la soledad, el vacío, la gracia, la piel, el culto, la cerveza, y un poco de tiempo libre, han logrado que la historia se vuelva a escribir, que la vida vuelva a empezar, y no solo con la “presencia” de “nuevos” niños, sino con la existencia de nueva vida.
Claro que la poesía bajada a la realidad es temiblemente banal e insulsa. En Paraguay “las ciudades siguen cayendo, y un niño nace”, mientras su madre muere por problemas estructurales del sistema de salud, y en el peor de los casos los dos corren la misma oscura suerte. En este país los niños nacen y los barcos NO cambian de rumbo, y como hace siglos los pobres son los mismos, y los dueños de todo son los mismos de siempre.
Pero es mejor volver al poema antes que ahogarnos en la realidad, al menos por hoy.
“Por qué entonces tanto miedo, y tanta huida en este mundo, ¿es que nunca lo podrán saber?”, se pregunta Spinetta en el estribillo de la canción.
El 16 de agosto Paraguay recuerda una tragedia en la que fueron víctimas niños y ancianos, y en contrapartida busca llenar de alegrías y regalos a sus pequeños; pero quisiera ir sólo medio paso más sobre el tema, sin estar seguro si el gesto es para adelante o para atrás.
Al igual que el mundo es víctima de esa condición contradictoria del hombre, de destructor y dador de vida, según dice la canción; el niño es víctima también de esa bipolaridad.
La sociedad en su conjunto, podemos decir, entiende al niño como todo lo que el adulto no es, y encuentra en su inocencia toda la gracia y fuerza de inspiración. Es decir, celebramos que ellos no sean adultos como nosotros, que no tengan nuestro pálido rostro y nuestra mente pragmática. Pero, en contrapartida, les enseñamos exactamente a ser como nosotros. Sí, les enseñamos a ser eso que no nos gusta: a ser adultos.
No pasaré a seudo analizar una de las tantas formas de comportamiento esquizofrénico de esta sociedad, más bien me atrevo a levantar simplemente una bandera que invita a girar este ejercicio de cambios; propongo adentrarnos profundamente en el juego cuando nuestros hijos tratan de convertirnos en niños. La cuestión no es tan difícil, ellos nos dan la oportunidad cada día de acompañarles en el juego, de reconvertirnos en niños. De ese modo nos entablan una batalla para que no los convirtamos en adultos. No es mala idea perder toda esa guerra.
Cada niño que nace sigue siendo una posibilidad de transformar la patética forma de vida actual, y transformarnos nuevamente nosotros. Hoy podemos empezar.
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No se respeta a los niños
Un acto, en el hogar de niños Ñemity, que debía servir para reconocer el valor de la infancia paraguaya y la deuda del Estado con ella, fue convertido ayer en un grosero mitín político en el que se instrumentó a los chicos para hacerles recitar el ideario político del oficialismo.
El presidente de la República presidió un evento que consistió principalmente en hacer leer a los niños unos reclamos supuestamente elaborados por ellos, pero cuya autoría real era delatada constantemente por las dificultades que los lectores tenían para leer los textos que tenían frente a sí.
Todos los textos eran la repetición de cada uno de los ítems que conforman el discurso oficialista, desde el reclamo por la recuperación de las tierras malhabidas hasta la asistencia a los pueblos indígenas.
Se hizo notar a la prensa presente para la cobertura del acto la cantidad de reclamos leídos por los niños.
La torpeza de los organizadores fue tal que poco de lo leído, si algo, tuvo que ver con asuntos propios de la niñez que hubieran podido ser reclamados por chicos, pero que fueron notablemente pasados por alto en los textos que los niños debieron leer.
El señor Lugo, para terminar la puesta en escena, pronunció un discurso sobre la satisfacción que le producía que los chicos reclamaran derechos.
No hace falta mencionar que numerosos menores cubrían sus cabezas con una especie de boina roja y borla verde, cuyo significado explicaron diciendo que se trataba de un homenaje a la sangre derramada en la lucha campesina por una tierra ambientalmente sana.
La ministra de la Niñez y la Adolescencia, Liz Torres, sin embargo, se encargó de mencionar en el acto al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, cuya boina militar roja es el símbolo del movimiento bolivariano latinoamericano, por si alguien tuviera alguna duda acerca de la fuente de inspiración de las que se usaron en el evento.
Muchas cosas se pueden admitir a un gobierno que trata desesperadamente de asegurar la continuidad de las fuerzas que lo integran más allá de 2013, pero instrumentar a niños menores, por definición necesitados de tutela ante cualquier afán proselitista, es simplemente un extremo que pocos se habían atrevido a rozar.
El gobierno se aprovechó de los más necesitados, de los más desamparados, de los más desprotegidos, para propagar su discurso político, lo que sugiere la idea del condicionamiento para recibir la asistencia.
Al no poder convencer a otros grupos sociales, el oficialismo posa sus intenciones voraces sobre los que requieren ayuda para generar la apariencia de un apoyo que nunca logró en forma espontánea, despertando fundadas dudas acerca de si esas intenciones aviesas están o no influyendo en la canalización de los aportes que todos los paraguayos hacen a través de la Secretaría de Acción Social, de la Secretaría de Emergencias Nacionales y de las demás reparticiones del llamado “gabinete social” del presidente Lugo.
El acto que el país entero pudo observar ayer en el hogar de niños Ñemity pone en evidencia la falta de límites que sufren los operadores del oficialismo, que creen que pueden avasallar todo, incluso lo que merece mayor cuidado, como es la niñez menos favorecida. Una vergüenza verdadera.
http://www.lanacion.com.py/articulo.php?no-se-respeta-a-los-ninos&edicion=2&sec=29&art=34872
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“Y un niño nace”
POR JIMMI PERALTA
“…propongo adentrarnos profundamente en el juego cuando nuestros hijos tratan de convertirnos en niños. La cuestión no es tan difícil, ellos nos dan la oportunidad cada día de acompañarles en el juego, de convertirnos en niños. De ese modo nos entablan una batalla para que no les convirtamos en adultos. No es mala idea perder toda esa guerra”.
“Y las ciudades siguen cayendo, y un niño nace; y los barcos cambian su curso, y un niño nace; y si las nubes están ardiendo, un niño nace”, cantaba Luis Alberto Spinetta en 1986, cuando yo era un niño que cumplía 3 años de haber nacido lejos, en un país donde los barcos no cambian de curso, pero los niños siguen naciendo.
El “Flaco”, que al mismo tiempo es padre e hijo del rock latinoamericano, mostraba en una simple canción de escasos 3 acordes, la dualidad de lo cotidiano: destrucción y vida.
Decía Spinetta que en tanto el hombre puede destruir su mundo, armarlo tan solo para deshacerse de él, y escribir miles de años de historia para nada; la incansable fuerza de la vida nunca se detiene, y que un niño siempre nace.
Hace ya casi 150 años la humanidad construida bajo los supuestos de la civilización, daba gala de lo que se sugiere es su opuesto: la barbarie; y escribía con la Batalla de Acosta Ñu toda esa destrucción de la cual habla esta canción.
Sin embargo, la fuerza de la vida: el amor, el sexo, el dolor, el dinero, el temor, la soledad, el vacío, la gracia, la piel, el culto, la cerveza, y un poco de tiempo libre, han logrado que la historia se vuelva a escribir, que la vida vuelva a empezar, y no solo con la “presencia” de “nuevos” niños, sino con la existencia de nueva vida.
Claro que la poesía bajada a la realidad es temiblemente banal e insulsa. En Paraguay “las ciudades siguen cayendo, y un niño nace”, mientras su madre muere por problemas estructurales del sistema de salud, y en el peor de los casos los dos corren la misma oscura suerte. En este país los niños nacen y los barcos NO cambian de rumbo, y como hace siglos los pobres son los mismos, y los dueños de todo son los mismos de siempre.
Pero es mejor volver al poema antes que ahogarnos en la realidad, al menos por hoy.
“Por qué entonces tanto miedo, y tanta huida en este mundo, ¿es que nunca lo podrán saber?”, se pregunta Spinetta en el estribillo de la canción.
El 16 de agosto Paraguay recuerda una tragedia en la que fueron víctimas niños y ancianos, y en contrapartida busca llenar de alegrías y regalos a sus pequeños; pero quisiera ir sólo medio paso más sobre el tema, sin estar seguro si el gesto es para adelante o para atrás.
Al igual que el mundo es víctima de esa condición contradictoria del hombre, de destructor y dador de vida, según dice la canción; el niño es víctima también de esa bipolaridad.
La sociedad en su conjunto, podemos decir, entiende al niño como todo lo que el adulto no es, y encuentra en su inocencia toda la gracia y fuerza de inspiración. Es decir, celebramos que ellos no sean adultos como nosotros, que no tengan nuestro pálido rostro y nuestra mente pragmática. Pero, en contrapartida, les enseñamos exactamente a ser como nosotros. Sí, les enseñamos a ser eso que no nos gusta: a ser adultos.
No pasaré a seudo analizar una de las tantas formas de comportamiento esquizofrénico de esta sociedad, más bien me atrevo a levantar simplemente una bandera que invita a girar este ejercicio de cambios; propongo adentrarnos profundamente en el juego cuando nuestros hijos tratan de convertirnos en niños. La cuestión no es tan difícil, ellos nos dan la oportunidad cada día de acompañarles en el juego, de reconvertirnos en niños. De ese modo nos entablan una batalla para que no los convirtamos en adultos. No es mala idea perder toda esa guerra.
Cada niño que nace sigue siendo una posibilidad de transformar la patética forma de vida actual, y transformarnos nuevamente nosotros. Hoy podemos empezar.
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FIESTA DE LOS NIÑOS
En todas partes del país se festejó ayer el día de los niños y es lamentable admitir que pasa el tiempo y es poco lo que se puede festejar, porque cada día tenemos a más niños abandonados o mal criados porque no tienen padres, se quedaron con sus abuelos, con sus tíos, con el vecino o simplemente sin atención de nada.
He visto que en un barrio de San Lorenzo, “la mamá” de cinco criaturas era la hermana mayor de 13 años. Imagínense lo que eso representa. La pobre “mamá” tenía que buscar para la comida porque lo que le dejaron, no era suficiente para el día. ¿Escuela?, ni preguntar. Ninguno de sus hermanitos pequeños va a la escuela, y eso duele, duele muchísimo contemplar tanto desamparo.
No me gusta culpar solamente a las autoridades de este problema. Es muy fácil asumir la función acusatoria y decir que la Codeni, la Secretaría de la Niñez y no se cuantas organizaciones más, debieran atender la situación. Tal vez sí, tal vez no.
En lo que a mí respecta, quisiera echar la carga a los padres irresponsables y la culpa no es solo de la madre, también del padre. Los dos tienen que haber atendido a sus hijos. La pobreza poco importa, lo que importa es que no se abandone a los hijos.
Claudia Teresa Machado
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Presidente Lugo habla de la deuda que el Estado tiene con los niños/as
Cristiano Morsolin
Operador de redes internacionales para la defensa de los derechos de los niñxs y adolescentes. Co-fundador del Observatorio sobre Latinoamérica SELVAS. Colabora con BICE, Terre des Hommes TDH, Centre Tricontinental CETRI
Adital
Como cada año, la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CDIA) y la Secretaría Nacional de Niñez y Adolescencia (SNNA) llevan adelante la Semana por los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes tomando como lema de este año «Con protagonismo los niños, niñas y adolescentes construimos nuestra historia. ¡Avanza Paraguay!”. Heve Otero – CDIA destaca que «los niños, niñas y adolescentes son parte de nuestra historia y han sido protagonistas, voluntaria e involuntariamente, de los diferentes momentos del Paraguay. En este año del Bicentenario, los niños, las niñas y adolescentes de pueblos originarios, en situación de pobreza, afrodescendientes, con discapacidad, los niños soldados, nacidos en las cárceles, afectados por la migración, los nacidos bajo la dictadura, en situación de calle, sobrevivientes de guerras, hijos e hijas de migrantes, estudiantes, exiliados con sus familias y así como todos los niñas y todas las niñas de cada rincón de este país, hoy más que nunca, tienen derecho a una participación protagónica, a ser tenidos en cuenta y a construir su propia historia. La Semana por los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes es una actividad que se realiza ininterrumpidamente desde el año 1994, impulsada por la Sociedad Civil y declarada de interés público mediante el decreto Nº 5.039 del Poder Ejecutivo. Se trata de un espacio de reivindicación y de difusión de los derechos de niños, niñas y adolescentes en el ámbito nacional que busca instalar el debate en diferentes espacios y formas para analizar los avances y retrocesos en el tema niñez” ( http://www.semanaxlosderechos.wordpress.com).
El Mandatario Lugo pidió más trabajo y respeto por los derechos del niño
Cada 16 de agosto se celebra el Día del Niño en Paraguay como merecido homenaje a los niños mártires en la Batalla de Acosta Ñú, el 16 de agosto de 1869, en los finales de la Guerra de la Triple Alianza, 1865- 1870.
El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, rindió informe sobre su gestión a favor de la infancia y prometió trabajar hasta el último día de su gobierno para eliminar la situación de calle que viven muchos de ellos.
El jefe de Estado solicitó más trabajo conjunto entre los poderes del Estado para establecer leyes y programas en favor de los niños y niñas de nuestro país. Fue durante el acto de conmemoración por el Día del Niño, celebrado el Centro de Convivencia Pedagógica Ñemity, situado detrás del Cuartel de la Victoria, en Reducto, San Lorenzo. En el lugar, varias asociaciones de menores organizados entregaron al Presidente una carpeta de propuestas y prioridades para su sector. Con presencia de ministros del Poder Ejecutivo, los niños y las niñas, en representación de organizaciones urbanas y rurales, así como de discapacitados y trabajadores, hablaron al Mandatario sobre la necesidad de implementar leyes que protejan sus derechos, dando hincapié a los que se encuentran en situación de problemas físicos. También pidieron mayor presupuesto para el área salud y educación, para más gratuidad y mejoras en infraestructura escolar, y aumento de becas. Asimismo, solicitaron, en cuanto a la Reforma Agraria, que sean recuperadas las tierras malhabidas. «Queremos que sus derechos sean respetados”, enfatizó el presidente Fernando Lugo a los niños y niñas, presentes en el evento de celebración de su día, en San Lorenzo. Resaltó que en este momento muy especial no se puede olvidar a los niños que dieron su vida por la patria en Acosta Ñú, durante una de las batallas más injustas y sangrientas de la Guerra Grande. «Fueron los forjadores de nuestra nacionalidad”, dijo. «Hoy, nuestros niños miran el futuro y reclaman sus derechos”, mencionó seguidamente. «A los tres poderes del Estado, yo les invito a un trabajo en conjunto para cumplir con ellos en su justo reclamo”, manifestó.
Lugo reconoció la deuda que tiene el Estado con los niños, y que no se pudieron cumplir los objetivos trazados al inicio de su mandato, pero dijo que no bajarán los brazos. «Percibo que hay mucho sufrimiento y dolor, pero no voy a descansar hasta el último día de gobierno por cumplir lo que hemos prometido», apuntó (Ver Videos: http://interparaguay.blogspot.com/2011/08/paraguay-el-presidente-lugo-promete.html).
Niñas, niños y adolescentes con capacidades diferentes, de pueblos indígenas, afrodescendientes, campesinos y trabajadores entregaron reclamos al presidente Fernando Lugo, relata Eduardo Arce.»Nosotros estamos en la ciudad por necesidad porque nuestras tierras están en manos de brasileros y gente de otros países”, dijo Milciades Gómez, un adolescente que representó a los pueblos originarios en el acto en el que niñas, niños y adolescentes organizados por sectores interpelaron al gobierno, al Parlamento y al Poder Judicial. La ministra-secretaria ejecutiva de la Secretaría de la Niñez y la Adolescencia, Liz Torres, rindió cuentas del accionar de la institución a su cargo en un acto al que asistieron centenares de niñas y niños además del presidente Fernando Lugo y los ministros del área social del gobierno.
«También queremos participación como pueblos originarios, que nos den espacio para salir adelante. Nosotros podemos salir adelante y hasta podemos ser presidente también”, expresó Gómez ante el aplauso de centenares de niñas y niños que se reunieron en el Centro de Convivencia Pedagógica «Ñemity”. Además de la recuperación de las tierras para los pueblos originarios los jóvenes representantes indígenas reclamaron «educación, construcción y ampliación de escuelas, colegios y bibliotecas en comunidades indígenas, con docentes indígenas, así como becas para el colegio y la universidad”. Demandaron, mayor atención de salud, no más discriminaciones para ser atendidos en los hospitales, atención médica y medicamentos gratuitos, construcción de hospitales en las comunidades más lejanas. «Desde que usted subió prometió que cumpliría con los derechos de los pueblos originarios y queremos que cumpla señor presidente”, expresó Gómez.
Visualizar a la población afrodescendiente
Adalberto de la Cruz Servín, representando a las niñas y niños afrodescendientes, presentó dos reivindicaciones: La inclusión del estudio del origen de las personas afrodescendientes en nuestro país, en el currículum de la educación escolar básica y la introducción de variables que permitan visualizar a la población afrodescendiente en nuestro país, en los censos nacionales, desde el año próximo. Adalberto de la Cruz Servín, representando a las niñas y niños afrodescendientes, presentó dos reivindicaciones: La inclusión del estudio del origen de las personas afrodescendientes en nuestro país, en el currículum de la educación escolar básica y la introducción de variables que permitan visualizar a la población afrodescendiente en nuestro país, en los censos nacionales, desde el año próximo. «Queremos que la historia de los afrodescendientes esté en el currículum, para que podamos identificar nuestro origen y que la variable que se introduzca en los censos permita que nuestra población sea visualizada y se conozca en qué situación se encuentran la salud, la educación, la vivienda y la alimentación de nuestro sector”, manifestó.
Por su parte, Nelson Cristaldo, de la Red Rural de Organizaciones de Niños y Niñas de Santaní aseguró que «lo primero que necesitamos es la reforma agraria integral, la Recuperación de tierras mal habidas, pero también necesitamos salud, mejor atención médica, más infraestructura y seguridad alimentaria”. «Necesitamos también educación gratuita hasta la universidad. La Universidad es muy cara y los campesinos terminamos el tercer curso y no podemos seguir la universidad”, agregó.
Por su parte, Rodrigo Giménez de la Coordinación de Niñas y Niños y Adolescentes Trabajadores reclamó la revisión de de los Convenios Internacionales 138 y 182 de la OIT y que el Estado impulse programas de trabajo digno para el sector. «Queremos que se revisen conjuntamente con nosotros estos convenios que criminalizan nuestro trabajo como niños, niñas y adolescentes trabajadores, y que se cree un programa de trabajo para nosotros y para nuestros padres para que mejore las condiciones de trabajo”, dijo Giménez. Giménez también reclamó mayor presupuesto al sector de la niñez y la adolescencia para el sector salud, educación,
recreación y creación de centros e institutos culturales (http://ea.com.py/ninas-y-ninos-reclaman-educacion-salud-reforma-agraria-y-respeto-a-sus-derechos/).
Compromiso de la Ministra Liz Torres
La ministra de la Niñez y la Adolescencia, Liz Torres (que fue elegida como reconocimiento a los movimientos sociales), resaltó que este es el primer Gobierno que rinde cuentas a los chicos. En contacto con radio Monumental 1080 AM, la secretaria de Estado manifestó que la prioridad de este Gobierno son los niños y las niñas. Al asegurar que disminuyó la cifra de los chicos en situación de calle, detalló que hoy unos 3.700 niños menos están desamparados en las vías públicas. «Este es el primer Gobierno que abre sus puertas y el presidente rinde cuentas a los niños y niñas sobre sus planes y propuestas», sostuvo luego Liz Torres.
El Estado paraguayo firmó un acuerdo de solución amistosa con 68 familias que hace 10 años fueron separadas de sus hijos relata Eduardo Arce. El acuerdo se arribó en el marco de la denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos presentada contra el Estado paraguayo por violaciones a los derechos de niñas y niños en situación de calle entre el 2000 y el 2001.
De esta manera se evitará una nueva condena internacional al Estado paraguayo que debe pedir disculpas por el hecho, resarcir a las víctimas con una indemnización y comprometerse a no repetir ese tipo de violación a los derechos humanos. La firma del documento se realizó durante el acto de rendición de cuentas de la Secretaría de la Niñez y Adolescencia realizado en el Centro de Convivencia Pedagógica «Ñemity”. Estamparon sus firmas el procurador general de la República, Enrique García, la ministra-secretaria ejecutiva de la niñez y la adolescencia, Liz Torres y Hebe Otero, de la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia. El caso se trata de niños, niñas y adolescentes que se encontraban trabajando en la calle cuando una jueza de Primera Instancia en lo Tutelar y Correccional del Menor conjuntamente con fuerzas policiales, realizó redadas y ubicó a los menores en instituciones estatales y privadas. La denuncia fue presentada por la Coordinadora de los Derechos de la Infancia y Adolescencia (CDIA) con el patrocinio de la organización internacional CEJIL ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y fue admitido en marzo del 2008.
En el marco de la Semana por los Derechos del Niño, Niña y Adolescente la Secretaría de la Niñez y la Adolescencia (SNNA) conjuntamente con la bancada del Frente Guasu de la Junta Municipal de Asunción presentan a los ciudadanos asuncenos la Ordenanza contra la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes. Teniendo en cuenta la importancia de la Ordenanza contra la Explotación Sexual de Niños, Niñas y Adolescentes, recientemente aprobada por la Junta Municipal de Asunción, las mencionadas instituciones convocaron a una conferencia de prensa con el objetivo de difundir los alcances de la normativa e instar al cumplimiento de la misma. La ordenanza contra la explotación sexual de menores, aprobada el pasado 20 de julio, será presentada por Liz Torres, Ministra-Secretaría Ejecutiva de la SNNA y por Karina Rodríguez, concejala del Frente Guasu en la Junta Municipal de Asunción. El proyecto fue presentado por la ex concejala Rocío Casco en el 2010 como resultado de un trabajo en conjunta con la SNNA. La actual concejala Karina Rodríguez solicitó el urgimiento para el tratamiento del mismo teniendo en cuenta los numerosos casos de explotación sexual de menores que se conocen a través de los medios de comunicación en nuestro país. (Bancada Frente Guasu).
La historia de Arturo, Nats trabajador
Cada 16 de agosto en Paraguay se conmemora el día del niño y de la niña, más de 1.200.000 niños, niñas y adolescentes lo harán en situación de pobreza y pobreza extrema, pero con fuerza ante esta situación varios de ellos están llevando ensayos importantes de organización y búsqueda de mayor protagonismo como infancia, como es el caso de la ONALTOA (organización de niños, adolescentes trabajadores de la terminal de ómnibus ) cuyos miembros cada día van a la Terminal de Asunción no sólo para lustrar, no sólo para buscar unos billetes de ingreso, sino que, a partir de su trabajo y de su organización van en busca de retazos de dignidad que les permitan costurar sueños colectivos y esperanzadores para un presente y futuro mejor.
Abel Irala, educador de Callescuela, subraya que «Arturo Ovelar tiene 14 años, es uno de los lustrabotas integrantes de la ONALTOA, y trabajaba para colaborar con la economía de su familia. Vive en el barrio San Pablo de Asunción, su madre es proveniente del departamento de Concepción, migró hace varios años a la Capital y actualmente trabaja como empleada doméstica. «Mi hermana la mayor tiene 25 años, somos 8 hermanos, una de mis hermanas se queda en la casa a cocinar, todos vivimos juntos y 3 sobrinos…” nos comenta Arturito, como le llaman sus compañeros más cercanos. Arturo nos habló de algunos aspectos relevantes de su organización. «Para entrar a la organización sí o sí tenemos que estar en el colegio, tenemos una chaqueta que usamos como uniforme y en eso se identifica el turno, el de bolsillo color verde es de la tarde y el rojo de la mañana, tenemos varios puntos en nuestro reglamento, por ejemplo: no tapujear, eso significa no quitarle el cliente al otro”. Todo esto lo van construyendo en conjunto y tomando decisiones en los espacios de reuniones semanales o cuando es necesario se convocan en una asamblea. Arturo Ovelar tiene 14 años, es uno de los lustrabotas integrantes de la ONALTOA, y trabajaba para colaborar con la economía de su familia,
Ante la consulta de cuándo y porqué empezó a trabajar, respondió: «Vi un poco de necesidad en mi casa, no tanto, pero muy difícil era la vida y entonces nosotros con mi hermano vendíamos botellas de plástico para nuestras cosas, para tener para nuestro recreo, después entramos acá en la Terminal a lustrar y formamos parte de la organización, así fuimos mejorando… ahora lo que nosotros hacemos, lo que ingresamos es para la comida y de lo que mi mamá gana paga el alquiler y la luz, y de lo que mis hermanos le dan junta para nuestros electrodomésticos y para así poco a poco ir progresando”, comenta con sus ojos marrones mirando hacia el cielo.
Habló además de que la organización y el hecho de ser reconocidos como trabajadores les posibilita acceder a cierto nivel de protección y trabajar en mejores condiciones «si no teníamos organización no íbamos a poder trabajar nosotros acá en la Terminal, íbamos a tener que trabajar en las calles, bajo la lluvia, el calor”, asegura Arturito y a la vez comparte su visión acerca del trabajo infantil: «para mí que está bien que trabajen, que trabaje en hora normal pero que no se le explote, de lo que ganen que dejen un poco para ellos, para que puedan comprar para sus cosas pero que no gasten mucho en jueguitos ni en vicios. Si trabaja va a poder valorar el trabajo de su familia y su estudio”. Por último quisimos saber su visión sobre la realidad nacional, a la cual se refirió con el siguiente comentario: «en este país estamos muy mal, porque hay poco trabajo, los trabajos que se ven son solamente para gente que tienen plata y no puede ser así porque los pobres son los que más sufrimos en este país, por la falta de trabajo y los padres tiene que trabajar de otra manera, sin título, de empleada doméstica, ama de casa, de todas esas cosas, tenemos que trabajar para que no pasemos hambre en nuestras familias, las autoridades deberían preocuparse más por nosotros y crear fuentes de trabajo”.(http://ea.com.py/lustrabotas-de-la-terminal-%E2%80%9Clas-autoridades-deberian-preocuparse-mas-por-nosotros%E2%80%9D/).
El Observatorio sobre Latinoamérica SELVAS sigue acompañando el proceso democrático del Presidente Lugo (http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=32732), difundiendo algunas declaraciones de organizaciones internacionales, de acuerdo a su trabajo de lobby e incidencia política en el puente entre Latinoamérica y Europa (http://www.vivaparaguay.com/modules/news/print.php?storyid=84580), visibilizando también el trabajo y el reconocimiento de los movimientos sociales en la elección de la nueva Ministra de la Niñez y la Adolescencia (SNNA) Liz Torres (http://www.adital.org.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=34221), reconociendo el compromiso ético del Presidente Lugo a favor de las víctimas de la dictadura (http://alainet.org/active/26090&lang=es ), destacando como el Gobierno Lugo está reconociendo el protagonismo protagónico de los movimientos sociales (http://www.cetri.be/spip.php?article1081). Paraguay, dentro del MERCOSUR, es el único país que cuenta con una Secretaría de la Niñez con rango de ministerial y esta articulando un liderazgo a nivel de MERCOSUR para invertir más en políticas participativas para la infancia (http://www.argenpress.info/2009/04/mercosur-liderazgo-de-paraguay-para.html). Esta estrategia de Rendición de cuentas del Presidente Lugo a los niños en su día (ver: http://alainet.org/active/32815&lang=es) y de lucha en contra de la explotación infantil (ver: http://www.argenpress.info/…/paraguay-lucha-en-contra-de-la.html), de visibilidad de la adolescencia trabajadora que ha impactado la Audiencia del Instituto INN el día 19 de noviembre de 2010 en Bogotá (ver: http://www.noticiasparaguayas.com/uninot2.php?esc=2763), de reconocimiento a nivel político internacional como fue el encuentro internacional sobre la violencia en contra de la niñez realizado en Asunción el pasado mes de abril (http://alainet.org/active/46300&lang=es) demuestra una importante coherencia política de alto nivel ético, porque demuestra que el cambio es posible, que se pueden realizar políticas públicas incluyentes que reconocen la actoría socio-política y el protagonismo de los niños, niñas y adolescentes de los sectores populares.
18.08.2011
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Mendicidad Infantil no molesta a Lugo
El presidente Lugo solamente puede ser tan descarado para decir en la conmemoración del genocidio infantil que: “Ni a él ni a su gobierno le molestan los niños mendigos de la calle, porque esa es nuestra realidad”.
Este señor es un caradura, ¿no sabe acaso que los niños son el futuro del país? Y como él es el administrador del país, su deber es hacer que los niños estén en las escuelas o con sus familias, de otro modo, estaríamos propiciando la formación de delincuentes si la escuela de los niños es la calle y no la familia ni el colegio.
Cuán diferente al padre Aldo Trento que recoge a los niños, crea escuelas para ellos, y si están en el reformatorio los lleva a su granja comunal para que trabajen a sueldo. ¿Será que no puede copiarle?, ya que ambos son sacerdotes y tuvieron la misma formación vocacional.
Y en el acto oficial por el Día del Niño aparecen jóvenes de San Pedro con gorros bolivarianos. No olviden que el 16 de agosto se recuerda, no se celebra, la muerte de 3.500 niños paraguayos de entre 8 y 12 años asesinados en la Triple Alianza.
¡Que deje de hacerse el tonto! Que nosotros tampoco queremos comunismo, queremos seguridad y queremos ser libres… Y como no sabe, a los niños de la calle hay que educarlos si queremos un país mejor. De nada nos sirve un policía por persona si el niño crece en la calle.
Ilse Martínez
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Mendicidad infantil
Mendicidad infantil no molesta a Lugo: qué le va a molestar si ni a sus propios hijos le molesta tenerlos abandonados. Qué le va a importar que haya niños mendigando por las calles, durmiendo en el frío, muriéndose de pulmonía.
Natalia Sanabria
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«¡Dele prisa, por favor, que tenemos hambre»!
Por pa’i Oliva – http://www.paioliva.blogspot.com
Estaba la Dra. Elida Uliambre, abogada del Centro de Ayuda a la Familia de Mil Solidarios en el Bañado Sur (CAFA), hablando con una mamá de 4 hijos sobre la prestación de alimentos que le debía su exmarido, que nunca la dio.
Este hombre tiene trabajo fijo, pero se finge pobre. Esconde su domicilio. Inventa enfermedades. Su familia y amigos no colaboran en encontrarlo. Y mientras tanto cuatro niños menores de 11 años llevan años esperando su ayuda. Al final de la entrevista, el mayor le tomó la mano a la doctora. «¡Dele prisa, por favor, que tenemos hambre!».
El caso de prestación de alimentos es uno de los problemas más tristes.
Porque de verdad el hambre a prieta a nuestros niños. Aunque no lo creamos los que comemos cuatro veces el día. En Bañados y asentamientos los niños padecen hambre.
Generalmente el varón se niega a pagar hasta que lo manda el juez. Luego, algunos fiscales no actúan con prisa. Y el mandato del juez duerme meses en una oficina. Pero los niños siguen teniendo hambre. Tal vez el padre pague unos meses y luego deja de hacerlo. Y hay que comenzar de nuevo en la Justicia. Y los niños siguen teniendo hambre.
Sobre este tema hay experiencia suficiente acumulada, por si algún lector nos quisiera ayudar en la insistencia para que paguen. Porque los niños siguen teniendo hambre.
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Las mujeres como fábricas de hijos
En una entrevista publicada días pasados por nuestro diario en la que se refirió a los desafíos que el presente depara a la India, el destacado empresario Anand Mahindra, egresado de Harvard y vicepresidente de una de las compañías más importantes del sector de automotores en su país, destacó: “La respuesta a la pobreza es la educación, y darles educación a las mujeres ayuda a liberar a la sociedad”. Concepto que compartimos plenamente y acerca del cual nos parece oportuno profundizar.
La declaración del magnate asiático nos lleva a reflexionar sobre lo mucho que todavía debe hacerse en el Paraguay para promover una verdadera equidad de género. Aquí todavía existen amplios sectores de la sociedad, sobre todo en las áreas rurales, en los que se considera a la mujer solo como una especie de fábrica de hijos.
En esta perspectiva, son cientos de miles las paraguayas que están condenadas a quedar recluidas entre cuatro paredes, criando los numerosos vástagos que trajeron al mundo a causa del casi total desconocimiento de principios elementales de planificación familiar, pero, muy fundamentalmente, debido a la falta de educación que las estanca, no les permite superarse personalmente ni, por ende, tener acceso a horizontes más elevados.
Aproximadamente el 49% de la población paraguaya está integrada por mujeres. A su vez, prácticamente la mitad de esa mitad está compuesta por mujeres de entre 15 y 44 años, es decir, en edad fértil, proporción que se mantuvo casi inalterable desde el Censo de Población de 1992.
Un estudio realizado hace algún tiempo por la Asociación Paraguaya de Estudios de Población (Adepo) indicaba que los índices de fecundidad se incrementan según estándares relacionados con el nivel educativo, el idioma utilizado y el grado socioeconómico. En este sentido, revelaba que las mujeres que pertenecen a un sector socioeconómico más bajo tienen un promedio de 4,1 hijos, las que no están escolarizadas o alcanzaron solamente 5 años de estudios, 3,6, y las guaranihablantes, 3,3.
En suma, para acabar con este círculo vicioso de ignorancia, alta fecundidad y pobreza es menester, como señalaba Mahindra, educar a la mujer para liberar a la sociedad. Ahora bien, para que se libere, primero hay que darle a ella misma esa herramienta poderosa de desarrollo personal y progreso colectivo que es el conocimiento, tarea impostergable en la que el Estado debe hacerse cada día más y más presente.
Al respecto, es vital que las mujeres sean instruidas, que se eduquen adecuadamente para lograr conquistar su propia libertad, a fin de que puedan dejar de depender económicamente de sus esposos, ya que esta situación deriva en casos de notoria injusticia y hasta de abuso y violencia doméstica. No hace tanto tiempo, conocimos el triste caso de una mujer sometida al más terrible de los maltratos durante más de dos décadas y luego asesinada por parte de un marido con celos enfermizos, al que ella estaba totalmente supeditada en términos financieros.
Una mujer debidamente formada, que accede a las aulas universitarias y obtiene un título, cuenta con un arma de fundamental importancia para abrirse paso en la vida y autosostenerse en el futuro. Una persona así preparada difícilmente llegará a convertirse en el instrumento de varones inescrupulosos, que se aprovechan de la dependencia de sus esposas para someterlas en el hogar y humillarlas en la sociedad.
Asimismo, es preciso que el Estado desarrolle con mayor énfasis adecuadas políticas públicas de planificación familiar, de tal forma que las mujeres puedan contar con la información y los mecanismos del caso para tomar decisiones cruciales en torno a su futuro personal y el manejo de su propio cuerpo. No es justo que la sociedad machista la continúe concibiendo como una mera fábrica de hijos.
De allí que sea sumamente relevante que el Estado se plantee la urgente necesidad de garantizar el pleno acceso a la educación a las mujeres de nuestro país, con mayor énfasis en las áreas rurales, donde la desprotección es más aguda y visible. Desde el Gobierno, integrado por la suma de los poderes públicos, se debe propiciar cada vez más la participación de las mujeres en los diversos ámbitos, a fin de que ellas también puedan convertirse en factores de desarrollo y, sobre todo, en artífices de su propio destino.
5 de Octubre de 2011
http://www.abc.com.py/nota/las-mujeres-como-fabricas-de-hijos/
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Misterios de la Guerra Grande
Por Guido Rodríguez Alcalá
El 6 de enero de 1868, desde el palacio imperial de Miraflores, se envió una nota oficial al general Patricio Escobar. La escribió José Antonio de Pimienta Bueno, duque de San Cristóbal, para pedirle a Escobar que le consiguiera una entrevista con el mariscal López, porque deseaba hablar con él para concertar la paz (para terminar la Guerra de la Triple Alianza). Al pasar por Buenos Aires, Pimienta pensaba hablar con Mitre sobre la paz y apoyar la candidatura presidencial de Sarmiento.
Esto aparece en los documentos puestos a disposición de los investigadores en la Academia de la Historia. Son los que fundamentaron una reciente biografía del general Patricio Escobar y servirán de base a nuevas publicaciones.
¿Son auténticos esos documentos? Tengo mis reparos. Para comenzar, el hombre se llamaba Pimenta, no Pimienta. Hasta dónde puedo saber, no era duque de San Cristóbal sino marqués de San Vicente, una cuestión controvertida. El propio Pimenta, en varias cartas escritas por él, se declara a veces duque y a veces marqués. La residencia imperial, en los papeles de la Academia, a veces se llama San Cristóbal, a veces Itamaratí y a veces Miraflores. A veces Itamaratí es la sede del Ministerio de Relaciones.
No sé qué pensar pero sé que, en 1868, Escobar no era general (era coronel en Cerro Corá). Sin embargo, ya lo trataban de general los dirigentes extranjeros que le escribieron durante la guerra: Pedro II, Rio Branco, Mitre, Sarmiento, San Cristóbal. Obviamente, no conocían el Paraguay. San Cristóbal (o San Vicente) envió la carta del 6 de enero de 1868 a Azcurra, adonde llegó Escobar en 1869, con el resto del ejército paraguayo, en la llamada Campaña de las Cordilleras. En enero de 1868, aún seguía la Campaña de Humaitá y Escobar seguía en la cercanía de Humaitá, donde los aliados querían rodear y destruir al ejército paraguayo.
El cerco estuvo a punto de cerrarse y por eso, en una hábil maniobra, López se retiró de la posición el 3 de marzo de 1868, para marchar hacia el norte; para San Fernando y luego para Lomas Valentinas. Podemos suponer que San Cristóbal o San Vicente se quedó con las ganas de hablar con López. En una carta del 2 de febrero de 1868, escrita a bordo de un vapor brasilero y ya en aguas paraguayas, el marqués de San Vicente le reitera a Escobar su deseo de hablar con el mariscal. El otro marqués del lugar, el de Caxias, como comandante aliado, quería capturar a López.
Lo anterior es un resumen de uno de los numerosos documentos que supuestamente pertenecieron a Escobar. El resumen no satisface ni los documentos tampoco, porque dejan serias dudas en cuanto a su autenticidad. Pero no me culpen del resumen; cualquiera puede verificar el texto resumido, como otros que no puedo resumir por falta de espacio.
Sin embargo, recomiendo el protocolo de paz firmado, a orillas del Paraná, por el presidente argentino, Domingo Faustino Sarmiento, y el embajador paraguayo, general Patricio Escobar, el 2 de febrero de 1870. Los eruditos dirán cómo hizo Escobar para ir hasta el Paraná y volver enseguida, para cumplir su deber patriótico en Cerro Corá.
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Madres denuncian complicidad policial en tráfico de crack en el Bañado Sur
Pobladores preparan gran movilización frente el Congreso el próximo 1 de diciembre.
La organización “Madres Luchadoras por la salud de nuestros hijos” lleva ocho meses de trabajo comunitario en el Bañado Sur, su objetivo principal consiste en erradicar el crack, conocido también como chespi, sustancia de alto poder adictivo que destruye la salud de los jóvenes. Además deben lidiar con la falta de salud, educación, trabajo y los abusos cometidos por los organismos de seguridad.
Según Rodrigo Rojas integrante de la organización “1811 Independencia Juvenil, “el Bañado Sur sufre un problema estructural, como es la falta de educación y trabajo para los jóvenes de la zona, estos factores favorecen a que los mismos se inclinen hacia las drogas” Destacó Rojas.
El grupo juvenil 1811 ha organizado el proyecto de los murales en el Bañado Sur
Las madres desde sus mínimas posibilidades preparan almuerzos, conversan con los muchachos más afectados por el chespi y siguen el proceso de los que están privados de su libertad, un trabajo a pulmón que no recibe ayuda de nadie y encima es discriminado por los policías que patrullan la zona. Comentó el joven.
Rojas denunció que los abusos policiales son moneda común en el Bañado Sur, “diariamente acosan a los adictos y a las madres, el joven también dijo que los uniformados encubren a los traficantes de la zona, la impunidad lucra con la vida y la muerte de nuestros jóvenes. Mientras que las denuncias duermen en los cajones de la Fiscalía” Ratificó el integrante del colectivo juvenil del Bañado Sur.
Por otra parte tanto la organización de madres como de jóvenes del Bañado Sur acusaron a los medios comerciales de montar un espectáculo mediático cuando acuden al lugar, con el propósito de criminalizar al barrio y a todos sus habitantes por igual. La televisión vende el discurso de que somos todos delincuentes y que el crack es un problema de seguridad, cuando en realidad es un complejo mal de salud, teniendo en cuenta los daños que genera en el organismo el consumo de la pasta base de cocaína.
En repudio a la indiferencia de las autoridades, los atropellos policiales y la manipulación mediática, está prevista una gran manifestación para el 1 de diciembre.
Durante la movilización exigirán la aplicación de políticas públicas / sociales de Salud para dar respuestas al problema del crack y la juventud en el país y específicamente en el Bañado Sur y pondrán a consideración de las autoridades una propuesta comunitaria que se aplica actualmente en el Bañado Sur.
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Niños con madres desalmadas
Eran las 10 de la noche de un día de semana cualquiera. En la intersección de Brasil y 25 de Mayo todavía seguía el tránsito vehicular aunque reducido. En medio de los autos zigzagueaba una niñita que no tendría más de seis años. A duras penas cargaba en sus brazos a un bebé enorme al que apenas podía agarrar de la cintura. Por momentos bajaba al bebé para apoyar sus pies en la calzada y acomodarlo de nuevo con mucho esfuerzo.
Cuando la vi, lo primero que me vino a la mente es preguntarme si estaría sola en ese lugar en medio del peligro. Miré hacia todas las esquinas y en una de ellas, en la penumbra, estaba una señora embarazada que estaba mirándola y dirigiéndola con señas. No se la veía flaca ni impedida. Al contrario, parecía muy fuerte y sana.
Crucé la calle y me acerqué un tanto. Desde la ventanilla le pregunté si era su hija la que estaba cargando en brazos al bebé. Le insistí si ella quería ver arrollada a sus niños -¿Serán realmente de ella?-. No me respondió. Le volví a insistir y me hizo un ademán de que estaba loco. Con toda la rabia le dije que llamaría a la Policía Nacional y a la Fiscalía para que la llevaran de allí por ser tan mala madre y no tener la vergüenza de explotar a estos pobres niños.
Cuando di la vuelta completa a las cuadras adyacentes y retorné al lugar, se había borrado con las dos criaturas. Ya no la vi en los días siguientes.
Esa niña debería haber estado durmiendo para ir al día siguiente a la escuela. ¿Será que a esta madre los pomposos programas de asistencia del gobierno nacional le han llegado? ¿Recibe el subsidio y a qué lo destina? Todo esto es trabajo de la Secretaría de la Niñez y la Adolescencia.
Y, bueno, anécdotas con niños de las calles existen a montones. Cuando comenté a mis amigos lo que había hecho, empezaron a llover las historias.
A una amiga un niño le pidió monedas para comprar una empanada porque le dijo que tenía hambre. Ella le respondió que justamente acaba de comprar empanadas y le iba a invitar una. El niño le dijo que espere un ratito porque le iba a preguntar a su mamá si podía aceptar. Antes de que diera de nuevo verde en el semáforo de España y Brasil volvió para decirle que su mamá quería que le diera solo el dinero. ¿Y el padre? ¿Estará en algún boliche tomando?
Tiempo atrás frente a la iglesia de Trinidad siempre mendigaban unas niñas con una carterita cruzada sobre el hombro. Ya habrán crecido. ¿Qué habrá sido de ellas? ¿Las rescató algún programa gubernamental, siguen allí o algún inescrupuloso les ofreció una mejor manera de ganarse el dinero haciéndose de la profesión más antigua del mundo?
Son preguntas que le vienen a uno a la mente cuando ve a estos niños en las calles de Asunción.
El diario Vanguardia de Ciudad del Este publicó esta semana la triste realidad de menores violadas que han quedado embarazadas en el Este. Según las estadísticas -dice el periódico- un menor es objeto de abuso cada 48 horas en esa zona del país.
¿Hasta cuándo la inoperancia y el exceso contra nuestros niños?
por Pedro Gómez Silgueira
http://www.abc.com.py/nota/ninos-con-madres-desalmadas/
4 de Marzo de 2012
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LOS EXCLUIDOSSON PARTE DE LA REALIDAD
Cada día son más los excluidos, y lo peor es que buena parte del mundo ha perdido el alma humana para con los desterrados socialmente. Sólo hay que abrir los ojos y mirar alrededor. Existen desheredados, de un espacio que también les pertenece, en todos los rincones del planeta. He aquí algunas miradas de grupos enteros de seres humanos que nos interpelan a diario. Multitud de ancianos que, además de sentirse rechazados por el engranaje productivo, se ven muchas veces relegados por su propia familia, que los ve como personas incómodas e inútiles. Un gentío de niños que viven en asentamientos improvisados y vecindarios pobres, no se les permite salir del túnel, porque están excluidos de los servicios esenciales. Una muchedumbre de adultos sufren de soledad y el rechazo de sus propios países.
Es hora de centrar la atención en los seres humanos excluidos. Una civilización que no se sensibiliza con su propia especie, que se acostumbra a ver seres humanos indefensos por la calle y a pasar de largo, es capaz de cualquier cosa, hasta de destruirse ella misma. ¿Dónde está ese mundo con corazón? Hay que hacer de la solidaridad una cultura, es decir, un cultivo permanente. Para nada nos interesa una economía de mercaderes como la actual, incapaz de incorporar a todas las personas. Los empobrecidos y marginados cada día son más y cuentan menos en el mundo de los ricos. Los excluidos han nacido porque esta sociedad es una sociedad interesada, de capitales, de personas frías, que se creen dueños y señores del universo. En lugar de poner en el centro a las personas, ocupa prioridad el juego sucio con los pobres, el negocio de la pobreza por parte de los pudientes, que dan un pan pero tiran dos piedras y ensanchan sus pulmones de alegría.
Víctor Corcoba Herrero / Escritor
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¿Qué hace el gobierno por los niños pobres del Paraguay?
El dramático caso de Minga Guazú, donde dos inocentes niñas fueron violadas, torturadas y asesinadas cruelmente, pone el dedo en la llaga de una situación muchas veces olvidada por las autoridades y por la propia sociedad, el de los niños pobres en el Paraguay. Lamentablemente, muchos niños con rostros desnutridos y sucios, descalzos y explotados, harapientos y prostituidos a su corta edad, acicateados por las drogas, luchan una difícil e injusta batalla contra la dictadura de la miseria, el abandono y una muerte prematura.
Según estudios del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en el Paraguay existen unos 6.000 niños en situación de calle, sometidos a todo tipo de violencia de orden físico-moral, abusos laborales, y en la generalidad de los casos con desprecios ofensivos a la dignidad de la persona humana.
Ante esta deplorable y triste situación de abandono, sumada a la indiferencia de las autoridades pertinentes, la ciudadanía se pregunta: ¿dónde están y qué hacen los responsables a fin de encauzar esta penosa realidad?
¿En qué son invertidos los recursos asignados a las instituciones involucradas en dar atención a este problema social? ¿Qué acciones efectivas se toman desde la Secretaría de la Niñez, la Codeni, la Defensoría y el Juzgado de la Niñez y la Adolescencia? En definitiva, ¿qué está haciendo el gobierno por los niños de nuestro país?
A más de tres años del arribo al poder, el presidente de la República, Fernando Lugo, aún se debate dubitativamente respecto a las acciones que prometió y debieron encararse en beneficio de los niños paraguayos abandonados y en situación de calle. La ciudadanía aún tiene fresco en la memoria aquel discurso inaugural de su mandato, cuando el primer mandatario expresaba que “la mayor inversión social y política de este gobierno se refleja en una figura muy sencilla: Un niño sano y bien educado”.
Asimismo, el entonces recién electo gobernante se admiraba por el escándalo que suponían los niños de la calle, y se interpelaba a sí mismo diciendo: “Cuánto nos demoraremos en dar respuestas a esta situación”.
Lo cierto es que, a la espera de una voluntad política que provenga de la clase dirigente de nuestro país, los grandes flagelos que destruyen las vidas de inocentes niños, entre ellos –y de manera preponderante–, la droga, la delincuencia y la prostitución, todos juntos terminarán por tragarse el presente y el futuro de miles de niños paraguayos, y, consecuentemente, el porvenir de nuestra patria.
Es de esperar que ante los padecimientos de tantos niños de nuestra sociedad, los políticos asuman con responsabilidad su papel de resguardar los intereses de los paraguayos, en especial de los menores que esperan ser rescatados, a fin de encaminarse por sendas que les brinden una mejor calidad de vida, acorde a los requerimientos exigidos y consagrados en las leyes nacionales e internacionales.
http://www.diariovanguardia.com.py/component/content/article/98-editorial/27101-ique-hace-el-gobierno-por-los-ninos-pobres-del-paraguay.html
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HAY MÁS DE UN MILLÓN DE NIÑOS POBRES, PERO EL ESTADO LOS IGNORA
El intenso frío de estos días desnuda nuevamente la triste y cruda realidad de decenas de niños de la calle, quienes en situación más que precaria, deben enfrentarse a los rigores del invierno. Si bien al inicio de este Gobierno, autodenominado “del cambio”, el propio Mandatario había asegurado prestar “especial atención” al drama de los niños de la calle, es poco o nada lo que su gobierno ha hecho de concreto para acabar con esta vergonzosa situación.
La realidad de gran parte de la niñez paraguaya es preocupante y más aún lo es la desidia de las autoridades, que manejan tiempo y recursos, presuntamente para contribuir a reducir el impacto de la pobreza. De 2.500.000 niños de Paraguay, 1.100.000 son pobres, según estadísticas de la UNICEF.
Esto evidencia que la niñez paraguaya está abandonada, aquellos que no tienen la dicha de contar con padres u otros tutores que pueden sustentarlos con dignidad, viven en el abandono absoluto. La insensibilidad de las autoridades se percibe en todos los estamentos posibles.
Ante la irresponsabilidad de los padres que abandonan a sus hijos, dejándolos en un estado de indefensión, que se complica cuando desertan de las aulas escolares, la mayoría para ganarse el pan y ayudar a su madre y los pocos que son reclutados por delincuentes para cometer fechorías, urge una política dirigida a rescatar esta generación de paraguayos que convive en medio de privaciones y tentaciones y de las perversidades de un submundo que conduce inexorablemente a la cárcel o a la muerte.
Los discursos y la retórica sobre la erradicación de la pobreza, de encontrar salidas prácticas a los niños abandonados y mendigos, deben pasar ya a acciones concretas que ataquen este flagelo, que condena a miles de infantes a vivir de la caridad o a tener una corta existencia, marcada por la necesidad, el hambre, la violencia, el abuso y en última instancia, la criminalidad o la muerte.
Son infinitos los recursos con los que cuenta el Estado, a los que pueden darse mejor uso, que no son utilizados en áreas sociales que demandan prioridad y que muy bien podrían destinarse al financiamiento de programas multisectoriales que reduzcan significativamente esta cruda realidad que nos agobia y pueda frenar y condicionar el desarrollo de una nación, en la que más de un millón de niños son pobres.
http://diariovanguardia.com.py/component/content/article/98-editorial/31145-hay-mas-de-un-millon-de-ninos-pobres-pero-el-estado-los-ignora.html
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Negociados
Por José Miguel González, ABC Color
El boom de la ciudad de Encarnación despertó la avaricia de autoridades y funcionarios inescrupulosos, que hicieron negociados en los periodos de gobierno municipal de los últimos años. Uno de ellos es el “convenio de cooperación” entre la Municipalidad y una firma publicitaria para la construcción de casillas de resguardo destinados a los usuarios del transporte público de pasajeros.
La Comuna concedió a la empresa el usufructo de los espacios públicos por cinco años para la explotación de todo tipo de cartelería de manera prácticamente gratuita. A cambio, la firma solo aportó estos refugios peatonales que son elementos de publicidad, pero no sirven para proteger a la gente.
Hace algunos días, el intendente de Encarnación, Luis Yd (PQ), fue convocado a declarar acerca de un caso que investiga el Ministerio Público sobre cobros irregulares de comisiones a empresas que operan en el sector de la costanera playa San José. En el proceso está imputado un exdirector de playas municipales: Jorge Gustavo Parzajuk Szopa.
El exfuncionario comunal fungió durante la administración del exintendente Joel Maidana (ANR) como responsable de las tres playas encarnacenas desde el 2014. Habría incurrido en el cobro indebido y a título personal de “comisiones” por la explotación del servicio de alquiler de karting en la playa San José.
Las cifras son elocuentes. Mientras Parzajuk estuvo en el cargo, por la explotación del servicio de karting el municipio recibía G. 900.000 mensuales. En tanto, en los primeros tres meses de 2016, con otra administración, la Comuna recaudó G. 100 millones.
En tanto se espera el inicio de la auditoría externa de los ejercicios fiscales 2013, 2014 y 2015 de la Comuna, otros casos graves fueron remitidos al Ministerio Público para su investigación. Uno que resalta es la demanda de la Caja de Jubilaciones y Pensiones por G. 1.500.000.000 que soporta la Municipalidad; el dinero fue descontado a los funcionarios pero no fue depositado como corresponde.
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Qué irónico que celebremos el día del niño recordando una batalla donde los hicimos batallar, una monstruosidad que nunca debió suceder. Pusieron armas en manos de niños para matar o morir. Y nosotros aprovechamos el aniversario de ese hecho horrible para festejar a la niñez. Nos asusta que la violencia contra los niños sea rutina y celebramos la niñez conmemorando una batalla donde les hicimos pelear. Nuestra cultura militarista nos tiene celebrando cruentos episodios de guerra como triunfos de la humanidad. Nos escandalizamos cuando vemos a extremistas entrenar niños para la Yihad y celebramos Acosta Ñú. No es accidente que tengamos la tasa más alta de violencia contra la niñez de Sudamérica, asociar niñez con un hecho bélico forma parte de la construcción cultural de la violencia contra los niños. El juicio de valor sobre esos hechos supone la construcción de una escala de valores, vos crees que los japoneses usan Hiroshima para celebrar al niño, a la mujer o a lo que sea? Recordar la barbaridad de la guerra siempre, pero no celebrar el día del niño rememorando una batalla Honor? Valor? Metieron a unos niños en una guerra! Cuál honor? Es una monstruosidad(Luis Bareiro)
En Acosta Ñu pelearon, hoy con altas tasas de maltrato y explotacion infantil.Cambiemos la historia, cuidemos de ellos y dejemosle ser niños. Lo que debiera ser un día de luto y de vergüenza se ha convertido en día festivo. Incoherencia en un mundo del revés. 6 de cada 10 niños sufre de violencia familiar o amaneció inhalando pegamento en una bolsa. Y? Quien habla de eso? Y peor. Se festeja a los niños recordando a aquellos que fueron sacrificados en Acosta Ñu.
35 % recibió violencia física grave (golpes con objetos, patadas, quemaduras y asfixia) 6 de cada 10 niños han recibido algún tipo de maltrato. 52 % de ellos empezó a ser víctima entre los 3 y 5 años #situacionniñezpy #unicef
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Acosta Ñu
Por Desiré Cabrera
Arqueólogos franceses visitaron la semana pasada varios sitios donde se libraron batallas en la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870). Entre estos lugares se encuentran los campos de Acosta Ñu, en Eusebio Ayala, donde según la historia 3.500 niños se enfrentaron a un ejército de más de 20.000 soldados, el 16 de agosto de 1869. Los infantes fueron exterminados y se los recuerda como los “niños mártires de Acosta Ñu”.
Yves Desfossés, especialista en arqueología de guerra, principalmente en la exploración de sitios vinculados a la Guerra Mundial, y Pascal Depaepe, quien es un experto en la línea de la Arqueología Preventiva, que permite resguardar el patrimonio existente en un área determinada, quedaron maravillados y asombrados con el relato de la cruel batalla, en el mismo lugar donde se desarrolló.
Asimismo, su asombro fue mayúsculo cuando se enteraron de que una gran cantidad de objetos se encuentran enterradas en los campos de más de 1.300 hectáreas, y que se están perdiendo inexorablemente.
Desde hace años personas inescrupulosas extraen arcilla en forma ilegal del lugar, a pesar de existir una expresa prohibición.
Pascal, luego de recorrer el lugar y de escuchar los relatos –que según dijo ya había leído en varios libros–, expresó: “No puedo entender cómo un país que pasó por una guerra como la de la Triple Alianza, sus propios ciudadanos, puedan arrebatarle de esta manera parte de su historia”.
Los expertos mencionaron que lugares como el campo de batalla de Acosta Ñu y el Cerro de la Gloria, deberían estar resguardados no solo por las leyes, sino por las autoridades de la zona. Y, en verdad, es una materia pendiente de las autoridades locales, como el caso del actual intendente barrereño Eladio Girett (ANR).
Días pasados, Girett, frente al presidente de la República Horacio Cartes, dijo en su discurso que Acosta Ñu es uno de los sitios más emblemáticos y sagrados de la ciudad. Sin embargo, no fueron más que palabras vacías –como tantas que escuchamos de los políticos– considerando que nada hace para proteger el lugar de los depredadores.
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Los niños tirados en la calle revelan el fracaso del Estado
Las imágenes de niños y adolescentes tirados en las calles de Asunción y en varias otras ciudades del país, en un completo estado de abandono, afectados por el consumo de alcohol y estupefacientes, constituye el rostro más triste de un Estado que está fracasando en proteger a su población más vulnerable. Los recortes realizados en los presupuestos de asistencia social, mientras se derrocha dinero en gratificaciones populistas, en campañas políticas y en escandolosos robos al erario público, tienen gran incidencia. Falta voluntad política para ocuparse con mayor eficacia en atender el problema. La sociedad debe exigir mejores respuestas.
Una serie de fotografías publicadas en la víspera por este diario muestran a niños y adolescentes tendidos en las veredas del centro de Asunción, con visibles muestras de estar drogados o alcoholizados, algunos en estado de casi inanición, mientras las personas pasan a sus lados con actitud indiferente, como si el triste cuadro ya fuera parte del paisaje cotidiano.
Esta situación se repite en varios otros centros urbanos, como San Lorenzo, Lambaré, Fernando de la Mora, Luque, Capiatá, Coronel Oviedo, Ciudad del Este, en algunos casos con mayor o menor intensidad, pero son la evidencia más cruel de que el Estado paraguayo está fracasando en proteger a su población más vulnerable.
Gran parte de los niños y adolescentes que deambulan en estado de abandono son indígenas, muchos de ellos componentes de comunidades que vienen a la ciudad a reclamar asistencia ante la miseria que padecen en el campo, o tras haber sido desalojados de sus tierras ancestrales, y que se pasan semanas o meses viviendo en forma precaria en plazas públicas, en terrenos baldíos o en plena calle, frente al local del Instituto Paraguayo de Indígena (Indi), esperando respuestas.
Los organismos ocupados de asistir al sector ni siquiera tienen registros precisos. Mientras directivos de la Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia (SNNA) destacaron en el reportaje publicado por Última Hora que “no pasan de 50 niños” los que se encuentran en esta situación de vivir en las calles, los de la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CDIA) aseguran que hay un promedio de 200 deambulando en esas condiciones en la vía pública, y los referentes del Programa de Atención Integral a las Niñas, Niños y Adolescentes que viven en las Calles (Painac) mencionan que tan solo en el sector del Mercado Central de Abasto identificaron a unos 400 menores de edad en situación de riesgo.
Aunque hay funcionarios y promotores sociales trabajando dedicadamente por brindar a atención integral a estos niños y a sus familias, ellos mismos reconocen que el sistema está desbordado ante la magnitud del problema, y que los últimos recortes realizados a los programas sociales en el Presupuesto General de Gastos tiene mucha incidencia. Por ejemplo, los fondos destinados a la SNNA se recortaron en un 13% en los últimos años. Mientras tanto, se sigue derrochando mucho dinero en gratificaciones populistas, en campañas políticas y en escandalosos robos al erario público.
Abandonar a su suerte a los niños y adolescentes más pobres, dejarlos que vivan tirados en las calles, sean cinco, cincuenta, doscientos o cuatrocientos, muestran el fracaso del Estado en este campo.
Falta voluntad política para ocuparse con mayor eficacia en atender el problema. La sociedad debe exigir mejores respuestas.
http://www.ultimahora.com/los-ninos-tirados-la-calle-revelan-el-fracaso-del-estado-n1126915.html
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Jueces juegan libremente con el tiempo de los niños
La cuestión de la adopción en Paraguay resulta bastante sensible, pues hay en total 1.388 niños, niñas y adolescentes que fueron separados judicialmente de sus padres biológicos, debido a diversos motivos, entre los cuales figuran los maltratos físicos y el abuso sexual.
Todos esos pequeños, tras ser apartados ingresan a un sistema de protección que está establecido en la Ley 1680/2001 Código de la Niñez y la Adolescencia.
Esa circunstancia genera el movimiento de todo un mecanismo institucional para intentar que el niño pueda volver con su familia biológica o llegue a quedar bajo protección de una familia acogedora, o si son adoptados.
En muchos de los casos de menores de edad vulnerados en sus derechos, mientras aguardan la resolución de su situación, son destinados al cuidado de una familia acogedora. Según la normativa jurídica, el tiempo que deben permanecer con la misma debe ser no más de seis meses, pero la realidad es otra, pues existen casos en los que quedan por uno, dos, tres o más años.
El periodo de tiempo de permanencia máximo se estableció con el fin de evitar que se generen vínculos con sus tutores de turno y así, al momento de apartarlos de ellos no resulte tan doloroso. Esto mientras continúa la diligencia con los padres y la cuestión de quitarles la patria potestad.
Por otra parte, están los niños, niñas y adolescentes que ya no están bajo la patria potestad de sus progenitores y son declarados en situación de adoptabilidad.
Todo ese proceso judicial lleva su tiempo y mientras los pequeños siguen creciendo.
Algunos llegan a ser adoptados a temprana edad, otros que ya superan los 5 años y llegan incluso hasta los 17 ven con poca esperanza esa posibilidad. Mientras que otros como el caso de una niña de 12 años, aguardan 11 años para que se concrete su adopción.
En casos como ellos son los jueces quienes tienen la responsabilidad completa, pues en el momento en que el expediente del caso de adopción cae en sus manos, también tienen en sus manos el tiempo y los sentimientos de los niños.
Entonces cuando se tratan de este tipo de cuestiones los jueces deben resolver con mayor celeridad posible, regular los incidentes que puedan presentarse en el marco del litigio para que ese niño, esa niña o ese adolescente pueda crecer en un ambiente familiar.
Asimismo, la Corte Suprema de Justicia al tener conocimiento de los casos, debe intervenir y examinar qué pudo haber ocurrido en el proceso. De igual manera, tras enterarse del caso, el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados debe verificar la actuación de los jueces e imponer una sanción ejemplar, si viene al caso.
Por Ariel Espinoza
http://www.abc.com.py/edicion-impresa/suplementos/judicial/jueces-juegan-libremente-con-el-tiempo-de-los-ninos-1717711.html
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Memoria
POR JUAN AUGUSTO ROA, ABC COLOR
La recordación del Día del Niño este año se desenvuelve en un contexto de especial sensibilidad, en buena medida motivada por los últimos acontecimientos políticos ligados al “affaire” Itaipú que son de público conocimiento, y sus implicancias políticas, económicas y sociales para nuestro país. Los entretelones del caso son apenas un capítulo más de una larga historia de sojuzgamiento a nuestro país por parte del vecino “imperio” tras la hecatombe que no dejó piedra sobre piedra un siglo y medio atrás.
Que no se interprete esto como una expresión de espíritu revanchista estéril. Sí como una reflexión necesaria para entender algunas cuestiones de nuestra realidad como nación. No debemos olvidar de dónde venimos; los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetir los mismos errores. Como una especie de tragedia de Sísifo.
El Día del Niño en nuestro país no se “festeja” el 16 de agosto, sino se lo “recuerda” para tener presente la razón por la que fue instituida. Se funda en un hecho trágico que tiñó de sangre nuestro suelo. Una masacre que fue punto culminante de la barbarie en un contexto de genocidio planificado al que fue sometido todo un pueblo, por apetencias económicas y de dominación de determinados grupos por imponer su hegemonía.
Un holocausto del que todavía no se hicieron las meas culpas. Sobre el cual la diplomacia prefiere tender un manto de silencio, tal vez por la vergüenza que provoca. O tal vez porque de alguna manera se reivindica un accionar en el contexto de unas prácticas de sometimiento que marcan la impronta en la convivencia de ambos países a lo largo de la historia.
Tratos iguales se dan entre iguales. Es evidente que –más allá de los discursos– para nuestros poderosos vecinos nunca tuvimos tal condición.
Y si hace 150 años se empleó la pólvora para aniquilar a un pueblo, hoy día ya no hace falta. Basta el dinero para la compra de voluntades y establecer acuerdos. El Tratado de Itaipú y toda la historia que le sigue es un elocuente ejemplo.
Recordemos a los niños de Acosta Ñu, y honremos su memoria, manteniendo la memoria.
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Me ha gustado esta nota en https://www.abc.com.py/lectores-opinan/2020/08/17/acosta-nu-genocidio-compartido/
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Día del Niño en Paraguay: O de cómo nos enseñaron que el dolor no se discute y se soporta con estoicidad
¿Qué significa que no tuvieron la suerte de detener a las huestes enemigas? *
Hay cosas que uno no recuerda haberlas hecho o dicho hace un tiempo relativamente cercano. Me pasa a menudo eso, quizás más de lo que estoy dispuesta a admitir; sin embargo, hay situaciones acontecidas hace tanto tiempo que parecen marcadas a fuego en la memoria: y el Día del Niño en la escuela es una de ellas.
Cuando éramos muy niños, la chocolatada, muchas galletitas, sorpresitas o algún juguete eran la alegría máxima por sí misma; sin embargo, conforme nos hacíamos “grandes” en el Día del Niño debíamos recordar también una masacre.
Pero particularmente recuerdo una mañana de 1988 donde, mientras el sol de invierno entraba por uno de los grandes ventanales de nuestra clase, la profesora nos señalaba que abriésemos nuestros libros en la lectura sobre los Niños Mártires de Acosta Ñu.
En el cuarto grado, los niños y las niñas utilizábamos uno de los libros de lectura obligatorios del Ministerio de Educación del gobierno del General Stroessner. “Acosta Ñu” había sido concebido en el marco del Centenario de la Guerra 1870-1970, así que en ese momento a nadie -sobre todo a los adultos- parecía incomodar que la imagen de tapa fuera un niño soldado.
La “profe” nos narró con tanta pasión la batalla del 16 de agosto de 1869. La Guerra contra la Triple Alianza tiene esa característica en el Paraguay; aunque haya transcurrido más de un siglo, se siente como si fuera el mismo presente. Ella y nuestro libro decían que niños -como mis compañeros- se presentaron voluntariamente cuando el Mariscal quedó sin hombres para luchar contra los enemigos, los aliados. No fue extraño que, emocionados todos o casi todos, levantásemos las manos a la pregunta de que, si hubiera una guerra en la que hay que defender al país, lucharíamos como soldados.
En uno de los ejercicios de nuestro material de lectura, debíamos construir un párrafo utilizando cuatro expresiones: muerte colectiva, niños y ancianos, ejército invasor y batalla memorable. No recuerdo lo que escribí, pero a los diez años, ese día, regresé a casa convencida en que sería un soldado si mi patria lo necesitara, y detestaría profundamente a los odiosos brasileños.
Sin embargo, tuvieron que transcurrir más de 20 años después de estar en cuarto grado para aproximarme a entender lo que realmente sucedió con los niños y con las niñas en la guerra grande paraguaya, y aún mucho más en la batalla de Acosta Ñu. Aún me es muy difícil comprender, pero ya no siento un orgullo de tiempo presente sino una tristeza o herida como si fuera realmente mía, como si la cargase desde todos mis abuelos y abuelas.
¿En qué casos se levantan los monumentos?*
Aunque mis padres y yo compartimos el mismo día y la misma forma de festejos, mis abuelos no. Nacidos y criados bajo la llamada “era liberal”, el día del niño que hizo feliz a mi abuelo Bebo, a mi abuela Beba o a mi abuela Ana, se festejaba en otro día y bajo otra narrativa: el día de la niñez estaba estrechamente vinculada con la escuela porque el “festejado” reflejaba al prototipo ideal de ciudadano de la república: instruido, letrado. La fecha era del 13 de mayo haciendo parte de uno de los ejes principales del calendario cívico: la revolución de la independencia el 14 y 15 de mayo.
Sin embargo, papá, mamá y yo, escolarizados y en mi caso nacida bajo la dictadura, la fecha ya no era la misma, ni respondía al mismo espíritu. Con un espíritu ya forjado en los años antecedentes a la Guerra del Chaco (1932-1935), definitivamente tuvo que ver el ascenso de los militares al poder y con ellos, los nuevos contornos con los que se esperaba forjar al ciudadano: el patriotismo debía manifestarse idealmente con valores militaristas.
Cuando el Gral. Alfredo Stroessner asumió el gobierno en 1954, el “nuevo”Día del niño ya tenía algunos años de festejos, apoyado, sobre todo, en una política que el Estado había hecho suya: la narrativa de una historia paraguaya nacionalista.
Así, la maniobra militar llevada a cabo buscando resguardar la huida hacia el camino del norte del ejército al mando de Solano López, el 16 de agosto, día en que se libró la batalla de Acosta Ñu (Campo Grande para los brasileños) durante la Campaña de las Cordilleras, apenas unos días luego de caer la tercera capital del Paraguay, Piribebuy, se volvió un hito central del nuevo calendario cívico: el grado altísimo de heroísmo que alcanzaron los mártires niños soldados paraguayos.
Informe sobre nuevos reclutas en 1868. Foto: Colección del Archivo Nacional de Asunción.
¿Por qué, al recordar esta batalla se dice que no hay suficiente bronce? *
Mientras en los años ochenta, mi profesora vibraba testimonialmente hablando de los valerosos niños paraguayos que voluntariamente y con ayuda de sus madres se pusieron ropas de adultos, simularon tener rifles hechos de madera y se pintaron barbas y bigotes, hoy deberíamos poder analizar Acosta Ñu y su coyuntura como lo que realmente fue, un Crimen de Guerra o un Crimen de Lesa Humanidad cometido por el ejército aliado.
Los miles de niños/jovencitos que pelearon ese 16 de agosto desde las primeras horas de la mañana hasta las horas de la tarde antes que el sol se ponga frente a soldados profesionalizados (y curtidos y brutalizados por 4 años de guerra encima) que fácilmente les cuadriplicaban o quintuplicaban en número, tenían entre 10 a 15 años, siendo el grueso la edad comprendida entre 11 y 13 años. Y en ese frío de agosto, con el hambre golpeando desde diciembre del año anterior, no necesitaron pintarse barbas sobre sus rostros demacrados ni usar ropas que ni los adultos las tenían en forma. Y tampoco se presentaron voluntariamente.
El gobierno llevaba, desde comienzos de la guerra un estricto, riguroso y disciplinado control sobre la población civil, y este censo se manejaba como secreto de Estado. El alto mando del ejército no tenía más que revisar constantemente cada informe mensual de los jefes políticos de los pueblos y cotejarlos con los registros para saber, a ciencia cierta, de dónde y cuántos reclutas tendrían disponibles. Y eso, muchísimo antes que las propias madres vean llegar a las autoridades para llevarse a sus hijos.
A decir verdad, aunque la historia ha resaltado de manera especial la batalla de Acosta Ñu, el ejército paraguayo estaba conformado, básicamente desde la Campaña del Pykysyry (1868) en un 50% por estos jovencitos. Los niños paraguayos y sus madres no tenían opciones frente a la muerte. No tenían escapatoria física pero tampoco podían huir de la manera en que sus mentes y sus corazones habían sido forjados.
Con dificultades gigantescas para poder racionalizar la barbarie y enfrentar el trauma de haber sobrevivido como niño combatiente, como un agente partícipe de la violencia, muchísimos de estos jovencitos, de adultos, ni siquiera pudieron cobrar al principio su pensión asignada como veteranos.
Entre la vergüenza y ser señalados como bárbaros, ignorantes y fanáticos al poco tiempo de terminar la guerra, hasta ser considerados “héroes máximos” si aún vivían con 70 u 80 años en 1936, la sociedad que hasta decidió festejarlos con nombre de la promisoria niñez paraguaya, no había sido capaz de viajar al interior del corazón de estos niños. A esos ojitos que vieron lo que no todos los niños en la historia lo han visto colectivamente: el abismo donde la humanidad se devora a si misma.
Imagínate uno de los momentos de esa batalla. Escribe cuatro líneas. *
Miro a mi hijo Renato, que tiene 13 años y está sintiendo la falta de regalos como una despedida incómoda del Día del Niño a una transición hacia el Día de la Juventud. Y cierro mi libro, el libro Acosta Ñu que volví a usar, 33 años después para poder escribir estas líneas. Pienso en los niños, como mis hijos en la Campaña de las Cordilleras y sus madres; en los que fallecieron quemados en el campo grande, en los que fallecieron en el frío de la noche sin ser atendidos médicamente; en que llevaban algunos días sin comer; en los que sobrevivieron y pudieron escapar y en los que sobrevivieron -huérfanos- y fueron tomados como “recuerdos de guerra”para ser enviados como criados de servicio doméstico a alguna residencia en Buenos Aires, Montevideo o Rio de Janeiro.
También pienso en mi profesora y en esa poca capacidad y libertad que se tenía para asumir una postura crítica hacia nuestro pasado. Y como parte de esa simplificación histórica que muchas de las veces marcan las discusiones sobre la guerra, sumada a una alta intolerancia no ha permitido hacer lo único posible que como sociedad debiéramos realizar: una reparación histórica, comenzando como deben empezar todos los cambios fundamentales: internamente. Desde las responsabilidades que el Paraguay tuvo.
Ana Barreto Valinotti. Asunción, 1978.
Historiadora.
(*) Los subtítulos reproducen las mismas preguntas que trae el capítulo del libro del Lectura
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