La serie televisiva El día que volvieron inicia esta noche, a las 22 por las pantallas del SNT, Canal 9, en conmemoración del Bicentenario del Paraguay.
La propuesta televisiva, ideada, creada y producida por la agencia publicitaria Fusión Creativa, se extiende por todos los domingos de mayo.
En cada entrega se abordan temas históricos, con otra visión para comprender los acontecimientos del Paraguay.
EL REGRESO. El día que volvieron propone la vuelta a la televisión de Benjamín Fernández Bogado, quien, en una situación mágica, entrevista sin censuras a cinco ex gobernantes sobre los temas que hoy siguen interesando e intrigando a muchos. José Gaspar Rodríguez de Francia, el mariscal Francisco Solano López, el general Bernardino Caballero, el doctor Eligio Ayala y el mariscal José Félix Estigarribia se presentan ante el periodista y la teleaudiencia para contar todo.
Fernández Bogado resalta que vuelve a la televisión con este programa, seducido por la posibilidad de «mostrar el carácter, la fortaleza y la debilidad humanas ante hechos dramáticos o trascendentes que le han tocado vivir a estos cinco grandes personajes de nuestra historia».
El primer entrevistado -de esta noche- es el mariscal José Félix Estigarribia.
Actores de El Tendedero, bajo la dirección de Agustín Núñez, interpretan a los ex gobernantes, con el sustento histórico del historiador Herib Caballero, quien se encargó de preparar los discursos de los personajes en base a documentos, cartas, etcétera.
Leo Sobrino se encarga de la caracterización de los personajes: maquillaje, vestuario, etcétera. La dirección general es de Jero Buman.
HA… CHE RETÃ PARAGUAY (I) 
CONSOLIDAR LA DEMOCRACIA |
EL DÍA QUE VOLVIERON
Por Benjamín Fernández Bogado
Más que el título de un ciclo televisivo, que se inicia en la fecha, quizás podría ser la descripción de una realidad que no termina por irse y una lenta construcción institucional limitada por la baja calidad de nuestra democracia en su conjunto.
En la serie de entrevistas a personajes históricos con Francia, López, Caballero, Eligio Ayala y Estigarribia puede leerse con claridad cómo la falta de educación jugó un papel preponderante en las grandes tragedias nacionales. También de qué manera la ausencia de un respeto institucional a las normas produjo gobiernos autoritarios que impusieron su voluntad sobre la de un pueblo domesticado, silencioso y ausente. Muchas veces, manipulado desde el terror o el nacionalismo.
Paraguay es una metáfora elocuente de la manera cómo la formación de algunos de sus líderes, como el caso de Ayala y de Estigarribia, pudo lograr en el terreno de la acción práctica mejores derroteros para el país. Y viceversa, cómo su ausencia derivó en obscuras navegaciones por los meandros de nuestra historia.
La ausencia de una memoria histórica o la caradurez con la que muchos de nuestros líderes políticos reivindican sus beneficios en el juego del poder sin considerar la realidad y las demandas de sus mandantes es también algo reiterado a lo largo de estos 200 años de independencia que comenzamos a celebrarlo este mes. Uno se pregunta: ¿cómo Lugo puede tolerar que sectores cercanos pidan su reelección si él surgió justamente de una oposición a Duarte Frutos que buscaba lo mismo? ¿Dónde ha quedado la coherencia de un ex obispo que había reivindicado la necesidad de moralizar la política criolla con un actuar diferente?
Lo que vemos ahora es la misma película de hace tres años y es probable que estimule a alguien que oponiéndose al designio de los políticos termine por alcanzar el poder sin preparación ni conocimiento, pero con la suficiente audacia de montarse al descontento popular sobre el que cabalga peligrosamente la democracia de nuestro país.
La patria urgente nos reclama abocarnos a la tarea de consolidar una democracia política que hoy todo lo reduce al rito y al deseo de continuar disfrutando de los beneficios del poder.
Necesitamos ideas y compromisos con temas candentes, como la pobreza, la inequidad, la educación en calidad y una salud pública eficaz que llegue a la gente. Todos temas no resueltos, pero algunos sectores insisten que debemos darle una chance más a Lugo ¡porque 5 años es muy poco…! Si en más de la mitad del periodo hemos visto casi nada de eficacia en el manejo del Estado, ¿pueden imaginarse lo que podrían ser otros cinco y luego cinco más… en esta fascinación egoísta por el ejercicio del poder?
La urgencia hoy es demandar que nuestros mandatarios hagan la tarea y concentren su obra en los grandes temas nacionales. No debemos permitirles que nos distraigan con ditirambos reeleccionistas, que solo sirven para marginar del debate las cuestiones trascendentes del Estado.
Aquí, en Colombia, hace unos años la Corte de Justicia paró la tercera posible reelección de un presidente como Uribe, altamente popular. Los herederos del general Santander, quien se había opuesto al autoritarismo de Bolívar de quien había sido uno de sus militares más activos, nos demuestran que cuando el sistema democrático funciona es la democracia la que agradece.
No permitamos que vuelvan las mismas mañas, egoísmos y las mismas personas que han hecho tanto daño al país. A pesar de que el Paraguay pareciera ser el país del eterno retorno, impidamos que vuelvan a afectarnos las mismas conductas egoístas que privaron al país de mejores derroteros. Es la hora de la ciudadanía, porque la real política debe hacerse hoy desde las demandas y no de la egoísta oferta de lo mismo.
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