¿LA MALDICIÓN DEL OBISPO PALACIOS?

 

La grey católica paraguaya recibió con cierta desilusión la nueva exclusión del Paraguay del cardenalato, tras nombrar el papa Benedicto XVI a 24 nuevos cardenales, entre ellos dos latinoamericanos. Es una cuestión que se viene repitiendo.

La opinión de algunos obispos locales de que nuestro país es “muy pequeño” y que, por tanto, no se justifica la existencia de un purpurado no tiene mucha justificación, ya que países como Honduras y Nicaragua, por ejemplo, mucho más pequeños territorialmente y casi con la misma cantidad de habitantes, tienen sus respectivos cardenales.

No sé si un cardenal contribuirá al fortalecimiento o al avance de la religión católica, pero el Paraguay fue y es un país tradicionalmente católico, y los nombres de muchos beneméritos obispos y sacerdotes están unidos a hechos trascendentales de su historia. Es lógico entonces que los paraguayos aspiren a tener la máxima jerarquía permitida fuera de Roma. Como antecedente histórico, además, se puede mencionar que el 1 de julio de 1547, apenas una década después de su fundación, Asunción era designada sede del primer Obispado del Río de la Plata, por una bula del papa Paulo III.

 

Un amigo mío me llamó en estos días a propósito de los nuevos cardenales y la nueva exclusión del Paraguay, y me dijo que probablemente nuestro país esté sufriendo la “maldición del obispo Palacios”, aludiendo al obispo Manuel Antonio Palacios, fusilado en Pikysyry el 21 de diciembre de 1868, en plena Guerra de la Triple Alianza, tras ser condenado por los “tribunales de sangre” creados por el mariscal López en San Fernando, acusado junto con otras personalidades de la época de urdir una “conspiración” contra el mismo.

 

Paradójicamente, fue el mismo López, condiscípulo y amigo de infancia de Palacios, quien le había propuesto al Vaticano para obispo, en 1863.

 

En el libro de Juan Silvano Godoi publicado por El Lector, titulado “El fusilamiento del obispo Palacios” (1996, colección Gran Enciclopedia de la Cultura Paraguaya), se relatan (pág. 149) las últimas palabras del prelado antes de caer abatido por las balas de sus verdugos. “Dios omnipotente, muero inocente prematuramente perseguido por un sacerdote apóstata de tu Iglesia, rebelado contra su genuino prelado”, expresó refiriéndose al P. Fidel Maíz, el fiscal de sangre y autor, junto con otro sacerdote, Justo Román, del libelo acusatorio. Y seguidamente vino la maldición de Palacios: “Que mi sangre sin mancilla caiga sobre la cabeza de mis verdugos y sobre la de los que les presten su protección hasta la quinta generación”. La quinta generación ya habrá transcurrido, pero ¿continuará la maldición?

 

Y a continuación viene la acotación que me hizo el amigo que me habló en esta ocasión del tema. Resulta que hay pocos casos en la historia en que un obispo es fusilado o muerto por otro conducto a manos del propio Estado, como ocurrió en esta ocasión con Palacios. Muchos obispos fueron asesinados en oscuras celadas, o como ocurrió por ejemplo con el cardenal húngaro József Mindszenty, internado primero en un campo de concentración, y más tarde perseguido, torturado y encarcelado por muchos años por las autoridades de su país. Pero condenado a muerte por un órgano del Estado y fusilado, son casos muy aislados, y el del obispo Palacios es uno de ellos.

 

A decir verdad, no creo mucho en la maldición, y además imagino que ya pasó la “quinta generación” de los descendientes de sus verdugos. Pero ante la inexplicable exclusión del Paraguay como sede cardenalicia, da para aventar cualquier inverosímil pretexto. Además, sé que los obispos consultados al respecto calificarán esta posibilidad como un reverendo disparate.

 

Pero la cosa sigue así. Con tal que ahora las autoridades vaticanas no quieran utilizarle como pretexto a Lugo…

Rubén Céspedes

http://www.abc.com.py/nota/la-maldicion-del-obispo-palacios/

 

 

10 comentarios en “¿LA MALDICIÓN DEL OBISPO PALACIOS?”

  1. la respuesta no será mas simple? que simplemente no hay meritorios en este momento para acceder a ese rango?

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  2. El escudo que encabeza esta pagina es: UN GRAN FRAUDE A NUESTRA NACION …NUNCA EXISTIO es un MONSTRUO mas creado.por un PARTIDO POLITICO que no escatima argucias para introducirse hasta en el sub conciente del la ciudadania ingenua…
    .PARAGUAYO REFLEXIONA.

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  3. Que tenés, quien es la ciudadanía ingenua. Tranquila, no comas tanta pimienta, que subconciente, consciente,inconsciente. Tomá tu mate y a dormir.

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  4. Dejaté de escuchar a tantos amigos y dejá de comer pimienta, que católica; no te creo nada de lo que decís ni se te entendé

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  5. Si que sos ignorante hasta para escribir, como decís —- sub conciente —- la palabra es: subconsciente
    «adj. psicol. Díc. del fenómeno mental no revelado por la introspección, que no llega a ser consciente».
    Tenés tales MOUSTROS , el día que vos reflexiones se notara el gran fraude que vos sos..El país no es pequeño la gente que lo habita, como vos, tiene el cerebro pequeño. Pensá en positivo,

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  6. COMO SE VE CUANDO LA CABEZA NO ES SINO UN ADORNO.SI VOS USARAS VERDADEROS ARGUMENTOS SE PODRÍA CREER, SOLO SE VE CUANTA RABIA TENES, VOS SOS DEMONÍACA.

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  7. De que rincón del arrabal salio esta intelectual sin cerebro? No sabes escribir, solo tenes una cólera, rabia de fiera enjaulada.Trata con respeto, argumenta , no expongas tu grosería de cuna al publico.Respira, serénate, así nuestro país será pequeño en superficie pero grande en cultura y en buenos ejemplos.

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